«El Rey supo que si apoyaba el golpe y no lo frenaba perdería la Corona»
En estos días que celebramos el aniversario del fracaso de la intentona golpista del 23-F, el presidente del Consejo Consultivo de Castilla-La Mancha, José Sanroma, ofreció una conferencia sobre aquellos acontecimientos, en un acto organizado por el Instituto de Estudios Albacetenses que tuvo lugar en el salón de actos de la Diputación.
¿Después de 30 años qué reflexiones hace sobre la intentona golpista del 23-F?
Para mi lo principal es el sentimiento que tuve aquella jornada que expresada en una sola palabra fue de desolación; después, cuando el golpe fracasó fue de alegría por la posibilidad de darle continuidad a la democracia naciente pero débil, plasmada en la Constitución de 1978.
Estuvo al frente de una organización a la izquierda del PCE, ¿se sintió en peligro?
No nos dio tiempo a sentir miedo, pero peligro sí y no sólo pensé en mí, sino en mi familia. En esa época ya no estaba en política, el partido ORT-PTE se había disuelto, pero había estado sometido a un proceso militar, precisamente por denunciar el peligro de un golpe de Estado que se venía fraguando desde antes de aprobar la Constitución. Tenía claro que a mi familia, a mis amigos y a mí no nos iba a ir bien. Pensé, ¡otra vez al hoyo!, pero esta vez peor que cuando me incorporé a la lucha contra la dictadura de Franco.
¿De aquella noche, qué le llamó más la atención?
Recuerdo que no dormí en casa. Me despedí de mi madre, sin estar seguro de volver a verla. Recuerdo el vacío absoluto de la población donde me encontraba.
La reacción de los españoles fue importante.
Salvador Jiménez, alcalde de Albacete, me contó que la Corporación permaneció reunida; el comportamiento que tuvieron las instituciones y concretamente los ayuntamientos en aquella noche fue muy importante. Albacete fue un ejemplo, aunque mejor lo contará Salvador Jiménez. Estuvieron reunidos toda la noche a pesar de que el bando del general Milans consideraba un delito que la Corporación estuviera reunida.
¿Pese al tiempo transcurrido, todavía quedan incógnitas?
Creo que lo esencial se sabe, aunque es un acontecimiento tan complejo que se puede abordar mil veces y tratarlo como una novela o como una crónica que nos implique a todos. Creo que ha llegado el tiempo de que los historiadores entren en el, porque hay distancia suficiente y la documentación necesaria debe estar a su disposición para producir la verdad histórica.
Me llama la atención que algo que parece muy necesario, a día de hoy no se sabe si existe o no; me refiero a las cintas grabadas de todas las conversaciones que se mantuvieron desde el Congreso de los Diputados. Casi todos dábamos por hecho que esas cintas existían y que no eran sólo unas pocas horas.
¿Quién cree que era el Elefante Blanco?
No sé si nadie que pudiera ponerse al frente de aquella operación merece el título de Elefante y menos Blanco. Los elefantes son animales maravillosos. Creo que enigmas hay pocos.
¿Cómo debemos entender los acontecimientos del 23-F?
Ahora se difunde la teoría de que se trataba de una operación desde dentro del sistema para corregir el sistema, pero las intenciones de los participantes era acabar con la Constitución y con la democracia. Fue un ataque desde las Fuerzas Armadas a la Constitución y a la democracia, pese a que se justifique como una operación desde dentro del sistema en una operación promovida por el Rey para salvar el conjunto de la Constitución.
No estoy de acuerdo con los autores que afirman que se trata de una acción promovida desde el Cesid con conocimiento del Rey y a su servicio para reconducir la Transición.
¿Qué significó la figura de la Corona en ese momento?
Ahora se debate cuál fue el papel del Rey. Creo que el Rey Juan Carlos I contribuyó a parar el golpe. El siempre actuó, desde que Franco le nombró su heredero, con la perspectiva de la Corona y el 23-F supo que si apoyaba el golpe y no lo frenaba perdería la Corona, porque la inmensa mayoría de los españoles querían la democracia.
Pese al fracaso de los golpistas ¿hubo consecuencias?
Creo que produjo efectos indeseados por los golpistas, porque la democracia se consolidó y la manifestación que se celebró después mostró que la mayoría quería democracia. Si hubieran ganado los golpistas habrían venido días de mucho dolor y mucho llanto. La gente respiró tranquila y se libró del temor a que pudiera haber violencia. Además se mostró que la consolidación de la democracia vino a partir del reparto territorial del poder, algo que ha sido bueno para todos.
Que los golpistas cometieron errores es evidente, pero ¿y la clase política, cometió errores?
Sí, es evidente. Si la democracia fue tan débil en su nacimiento, se reflejó en que los políticos se mostraban como si estuviera consolidada, con lo que tienen su parte de responsabilidad. Pero, en una democracia todos tienen su parte de responsabilidad, incluidos los ciudadanos que deben distinguir lo que procede hacer y tener su compromiso cívico con la democracia, sin concentrar la fuente de todos los males en una sola persona, algo que no conduce a una solución buena.
¿Hubo factores que propiciaron el golpe de Estado?
Creo que había un solo factor en virtud del cual se puede explicar la reacción de los militares y era el terrorismo de ETA, con una provocación constante al golpe de Estado. La mayoría de los militares sabían que no estaban en condiciones, ni debían, tomar el poder a pesar de que sufrían los ataques de ETA.
Tejero, Milans, Armada... tuvieron el papel de villanos.
Los califican sus hechos y como no hubo muertos no tenemos necesidad de llamarles criminales aunque su lógica habría ocasionado muchas lágrimas. Fueron condenados, han pagado y lo mejor sería que fueramos capaces de que las nuevas generaciones incorporaran a su conciencia cívica lo que fueron aquellas horas tan decisivas.
