“Cuando la gente sabe lo que tiene en su pueblo lo quiere y lo valora más”
El director del Instituto de Estudios Albacetenses Don Juan Manuel, Antonio Selva, revalidó su cargo por otros cuatro años en noviembre de 2011, con la clara intención de seguir dando a conocer tanto el Instituto como la labor de este organismo a la sociedad albaceteña, y hacerse más visible a la ciudadanía. La digitalización del fondo de su biblioteca y de sus publicaciones para su página web (www.iealbacetenses.com), organización de exposiciones y jornadas, conferencias, sin olvidar, claro está, toda la labor de estudio e investigación que forman parte de este objetivo. De esta y otras cuestiones le preguntamos a continuación.
EL PUEBLO: Su dirección siempre se ha caracterizado por el propósito de acercar el fondo del IEA a la ciudadanía, hacerlo más cercano y accesible, de ahí iniciativas como la digitalización de fotografías y documentos de la biblioteca... ¿Se está consiguiendo?
ANTONIO SELVA: Creo que sí. No hay más que ver la biblioteca, por ejemplo. Ahora tenemos un mobiliario mucho más funcional, más accesible. La gente ha perdido el miedo a venir, a creer que estas instalaciones sólo son para los miembros del Instituto, para los investigadores, un perfil muy concreto que está cambiando. Los mismos investigadores están renovándose. La gente puede pasar al Instituto con total libertad, de hecho, la biblioteca está siempre llena.
Respecto a la página web del Instituto, pues es uno de los objetivos el que cada vez tenga más visitas. Si contamos con que llevamos registro desde hace tres años, que empezamos con 23.000 visitas y en el primer trimestre de este año llegamos a las 37.000 visitas, se aprecia que hemos mejorado. Con el archivo fotográfico estoy seguro de que va a contribuir a aumentar esas cifras. Conseguiremos así acercar una inversión que se hace en cultura, hacer que llegue al máximo de personas, y ahí la tecnología es un medio para conseguirlo.
Las publicaciones, por ejemplo, también están en nuestra página, cada vez hay más, y eso facilita el que algunas veces la búsqueda de cierta información sea más fácil. Que la gente sepa que tiene ahí una herramienta.
E.P.: La digitalización de todo ese fondo debe ser un proceso complejo...
A.S.: Esto se ha colgado después de mucho tiempo. Han sido muchos años de trabajo, que no ha terminado, aún se sigue trabajando y mejorando. Hay mucho que catalogar, corregir, completar. Este proyecto comenzó con un convenio con la Universidad Popular hace ya seis o siete años, en el que se ha trabajado prácticamente a diario. Se ha digitalizado los libros, en un futuro cercano se hará la indexación, algunos de estos ya están convertidos en formato accesible para libro electrónico.
Otra de las cuestiones que ha supuesto un ahorro ha sido la cuestión de las publicaciones. Los libros se hacen en formato electrónico y se hace una tirada limitada en papel, ahora editamos bajo demanda. Atendemos la demanda inicial y si después alguien quiere ese libro, lo pide y se imprime. Prefiero que esté en la red y lo descargue el que esté interesado. Ahora lo que manda es la inmediatez.
Hay otros pasos que todavía no hemos dado, y es poner un carrito en la página web para poder comprarlos directamente online, pero todo esto son cuestiones que tenemos que madurar más.
Y todavía hay mucho por digitalizar, microfilms, archivos...
E.P.: ¿Cómo han afectado los ajustes presupuestarios al Instituto?
A.S.: La Diputación ha sido muy respetuosa con nosotros. Los presupuestos de la Institución provincial han incluido una partida para el IEA, con lo que se puede sobrellevar. Ahora estamos preparando los premios y ayudas a la investigación, que es otra de las cosas que, en los tiempos que corren, el instituto siga cumpliendo con este propósito que ya incluía cuando me presenté a las elecciones. Hay un remanente en Tesorería en torno a 30.000 euros para este fin, si además podemos conseguir que algún patrocinador privado aporte alguna ayuda, todavía tendríamos más para este fin.
E.P.: ¿En qué más trabaja actualmente el Instituto?
A.S.: Estamos buscando mucho la colaboración con otros organismos y asociaciones de la provincia. Fomentar el intercambio y la colaboración con todos ellos. Además, queremos que los pueblos más pequeños de la provincia, que no tengan medios, y todos aquellos particulares y ayuntamientos que tengan un fondo documental, que sepan que el Instituto se ofrece a digitalizarlo y a ponerlo a disposición de todo el mundo en la página web del Instituto.
También barajamos la posibilidad, ahora que comienzan las fiestas en los pueblos, dado que los recortes en sus presupuestos han sido brutales, que estamos dispuestos a que vayan las seis exposiciones con las que cuenta ahora mismo el Instituto a los pueblos de forma gratuita. E incluso con su propio archivo fotográfico también se pueden montar exposiciones de una comarca.
Hay una idea que tenemos que estudiar, y es que en lugar de hacer las exposiciones de forma estática, poner una serie de pantallas conectadas a un ordenador y ofrecer las imágenes de forma dinámica y personalizada, según la localidad en la que se muestre, que permitiría además incorporar sonidos. Habría que hacer una inversión inicial en estas pantallas, pero la ventaja es que no tendrías que gastar dinero en impresión.
E.P.: Se están acercando mucho a los pueblos, entonces...
A.S.: Sí. Llevamos las exposiciones, acompañadas de alguna charla, siempre de forma desinteresada. Pero no solo en la provincia. Queremos llevar fuera nuestros recursos. La idea es sacar lo que tiene de exportable Albacete, fuera de la provincia y de Castilla-La Mancha.
E.P.: Pero, ¿tiene Albacete tanta historia que enseñar?
A.S.: Por supuesto. Este año, por ejemplo, dentro de la celebración del bicenterario de la proclamación de la Constitución de 1812 en La Mancha, se va a celebrar en Villanueva de los Infantes unas jornadas al respecto a mediados de julio, donde uno de los miembros del Instituto va a hablar sobre el partido de Alcaraz. Y en octubre se va a celebrar el V Encuentro de Historia de la Fotografía de Castilla-La Mancha en Albacete, donde el Instituto participa como uno de los organizadores, aparte de con ponencias, con exposiciones como la de "La redención de penas en la posguerra", que ha estado recientemente en Almadén.
También cuando llega la Primavera Fotográfica, la intención es llevarla a muchos más pueblos de la provincia. Siempre pensando en aquellos lugares que menos recursos tienen, los más pequeños, vamos a volcarnos en ellos, vamos a hacer excursiones arqueológicas, en las que se den unas serie de conferencias. Un ejemplo claro sería Pétrola, tiene una laguna, una fauna, una historia... Todo eso lo están promocionando con una charla de un miembro del Instituto, luego organizas una excursión donde enseñes el patrimonio histórico y artístico del pueblo, cuando llegas allí se incorporan los propios vecinos y les estás hablando de lo que tienen allí, y todos colaboramos y aportamos conocimientos y documentación.
Hemos organizado también, junto al Departamento de Geología de la Universidad de Jaén y la Consejería de Agricultura, excursiones geológicas, que han tenido mucho éxito, a las minas de Hellín, o la última a la falla de Socovos con motivo del Geolodía.
El mito de que Albacete tiene poca historia es falso. Todos los sitios tienen su historia. Recuerdo que cuando estudiaba la carrera me centré en Agramón, donde se decía que no tenía nada, y resulta que tiene carta de Mayorazgo, una carta puebla de las más tardías, tiene los alrededores llenos de yacimientos arqueológicos, etc. O la minas de azufre de Hellín, por ejemplo. La importancia que tienen es increíble, y sin embargo es inversamente proporcional a la atención que se le presta. El azufre es un elemento básico para la elaboración de la pólvora, y la únicas minas que había en el siglo XVI en España eran las de Hellín, y si coges las cartas de la conquista de México ves que los españoles siempre pedían pólvora y caballos. Fíjate entonces la importancia que tenía esa explotación... Es un tema inagotable y fascinante, en el que llevo trabajando treinta años.
Por eso es tan importante darlo a conocer, porque cuando la gente sabe lo que tiene lo quiere, lo valora más. Y haces que la gente vaya a verlo, fomentas ese turismo de interior, que no es que vaya a hacer rico a nadie, pero por lo menos ves movimiento, algo se deja en el pueblo. Y si lo cuidas, y el Instituto está dispuesto a hacerlo, ese dinero que los ciudadanos aportan al Instituto estará bien invertido. Hay cosas que ni siquiera conoce la gente del pueblo. Y las fotografías animan mucho a la gente, las ven desde sus casas, con internet, y es un escaparate. De ahí que la proximidad sea un empeño constante.
E.P.: ¿Cuáles son los proyectos más inmediatos del IEA?
A.S.: Lo más inminente es el V Encuentro de Historia de la Fotografía de Castilla-La Mancha. Y el año que viene se cumplen dos centenarios: el del Pacto de Teodomiro, que fue en 713, que fue un pacto por el cual que se conservaba la soberanía sobre una serie de ciudades y comprende parte de las provincias de Alicante, Murcia y de Albacete, el Tolmo de Minateda hasta Chinchilla. También se cumple, en 1213, como consecuencia de la batalla de las Navas de Tolosa, se conquista Alcaraz. Tenemos pues, el principio de la conquista musulmana y el inicio del final de la reconquista. Así, invitar a la Sociedad Española de Estudios Medievales a que celebren su reunión anual en Albacete. Luego, con la asociación de Amigos del Museo estamos preparando una serie de actividades, alguna excursión al Tolmo y su entorno, etcétera... En el Instituto nunca paramos.
