José Luis Simón García y Alberto J. Lorrio Alvarado
ARMAMENTO DE SITIO EN EL CASTILLO DE CHINCHILLA (ALBACETE) DURANTE LA GUERRA DEL MARQUESADO DE VILLENA: LA ARTILLERÍA DE HIERRO FORJADO
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ARMAMENTO DE SITIO EN EL CASTILLO DE CHINCHILLA
(ALBACETE) DURANTE LA GUERRA DEL MARQUESADO DE
VILLENA: LA ARTILLERÍA DE HIERRO FORJADO
SIEGE WEAPONRY IN THE CASTLE OF CHINCHILLA
(ALBACETE) DURING THE WAR OF THE MARQUISATE OF
VILLENA: WROUGHT IRON ARTILLERY
José Luis Simón García
Instituto de Estudios Albacetenses
Albacete, JCCM, España
ORCID iD: http://orcid.org/0000-0002-5118-8790.
Alberto J. Lorrio Alvarado
Universidad de Alicante
Alicante, Comunidad Valenciana, España
ORCID iD: http://orcid.org/0000-0003-1879-4681.
Cómo citar este artículo: Simón García, J. L.; Lorrio Alvarado, A. J. (2021). Arma-
mento de sitio en el castillo de Chinchilla (Albacete) durante la guerra del mar-
quesado de Villena: la artillería de hierro forjado. Al-Basit (66), 399-442. http://
doi.org/10.37927/al-basit.66_10
Recibido/Received: 06-07-2021
Aceptado/Accepted: 10-10-2021
ABSTRACT: In this paper we
present a second study on the
weapons recovered from the ex-
cavations at Chinchilla Castle (Al-
bacete), this time focused on the
War of the Marquis of Villena, in

the kingdom of Castilla between
Don Diego Pacheco, Marquis of
Villena, supporting Juana la Bel-
traneja and Isabel la Católica with
the support of Fernando de Ara-
gón.
RESUMEN: Presentamos un se-
gundo trabajo sobre las armas
recuperadas en las excavaciones
del Castillo de Chinchilla (Alba-
cete), en esta ocasión centrado en
la Guerra del Marquesado de Vi-
-
cesión del reino de Castilla entre
don Diego Pacheco, marqués de
Villena, apoyando a Juana la Bel-
traneja, e Isabel la Católica con el
apoyo de Fernando de Aragón.
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KEY WORDS: War of the Marquis
of Villena, wrought iron artillery,
Chinchilla, Albacete.
PALABRAS CLAVE: Guerra del
Marquesado de Villena, artillería
de hierro forjado, Chinchilla, Al-
bacete.
1. INTRODUCCIÓN
En el estudio de la poliorcética de los castillos y torres de la
Edad Media, hay un antes y un después en su composición y diseño
con la aparición de la pólvora y los diferentes armamentos que la
empleaban, desde los más ligeros y de uso personal a los más pe-
sados necesitados de un amplio equipo artillero. Se considera que
las trasformaciones efectuadas a lo largo del siglo XV suponen una
etapa de transición entre los castillos de la Alta Edad Media (Cooper,
2012, p. 100; Mora 2002, p. 651), donde las defensas estaban pen-
sadas para resistir el ataque de maquinaria de guerra, como arietes
-
ciones abaluartas del Renacimiento, diseñadas casi exclusivamente
para el uso defensivo y ofensivo de la artillería.
Ya señalamos en el trabajo que anterior (Simón, et al. 2017),
que el empleo de la pólvora está considerado como la primera de las
revoluciones dentro del «arte de la guerr
Su uso cambió las estrategias defensivas y ofensivas, el ar-
mamento y por consiguiente sus efectos tanto sobre los contendien-
tes como sobre las estructuras que hasta ese momento se habían
empleado. Existe un debate sobre su introducción en las tierras
peninsulares, en las acciones bélicas que en 1331 desarrollaron las
fuerzas de Mohamed IV de Granada en Alicante, bajo el reinado de
Alfonso IV de Aragón (SOUSA, 1990, p. 98), y el sitio de Tarifa en
1340 por los benimerines, los cuales al levantar el sitio por la llega-
da de Alfonso XI de Castilla y ser derrotados en la batalla del Salado
(1340) abandonaron su artillería, la cual paso a formar parte del
equipamiento cristiano, usándola en el sitio de Algeciras de 1342-
1344, tanto por el rey castellano como por los defensores.
José Luis Simón García y Alberto J. Lorrio Alvarado
ARMAMENTO DE SITIO EN EL CASTILLO DE CHINCHILLA (ALBACETE) DURANTE LA GUERRA DEL MARQUESADO DE VILLENA: LA ARTILLERÍA DE HIERRO FORJADO
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
que los omnes habían muy grand espanto, ça en cualquier miem-
bro del ome que diese, levábalo a cercén, como si ge lo cortasen
con et tirabantes muchas piedras con los engeños, et concabritas,

que los omes avian muy grand espanto, ca en qualquier miembro
del ome que diese, levábalo cercen, como si ge lo cortasen con
cochiello et quanto quiera poco que orne fuese ferido della, luego
era muerto, et non avia cerurgia ninguna que le podiese aprove-
char: lo uno porque venia ardiendo como fuego, et lo otro porque
los polvos con que la lanzaban eran de tal natura, que qualquier

pasaba un ome con todas sus armas1. (Arantegui, 1887).
A partir de ese momento se generalizó por todos los reinos

los diseños de las defensas, como castillos y torres, la composición
de los cuerpos de ejército y las estrategias de sitio.
La aplicación inicial se ciñó a piezas rudimentarias, denomi-
nadas «truenos» o «bombardas» , que pronto dieron pasó a armas
individuales, o ‘truenos de mano, de menor diámetro y peso, que,
por sus características, especialmente la lentitud e imprecisión,
frente al arco y la ballesta, hizo necesario crear cuerpos mixtos de
scopettieri y ballesteros, cuyas armas de fuego evolucionarán desde
el arcabuz al mosquete. En su mayoría eran piezas de hierro forjado
y eran parte del equipamiento de los ejércitos, tanto del rey como de
los más importantes nobles, los cuales se aseguraban de disponer
de los medios y los recursos para su elaboración y uso, dándoles una
ventaja militar que les permitía imponer sus intereses, incluso a la
propia corona.
Para el servicio de cada pieza artillera eran necesarios no
menos de cuatro hombres que debían de tener una complexión «ro-
busta y gallarda» y al menos uno de ellos debía de ser experto en
1 Crónica del Rey D Alfonso el Onceno, (cap. CCXCII).
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la fabricación y uso de la pólvora (González, 1997, p. 373). Para su
transporte eran necesarias caravanas o «trenes» tirados por caba-
llos o bueyes, que tenían que ir precedidas por grupos de peones
con un maestro al frente para ir reparando o reforzando los cami-
nos, puentes o vados.
Sin embargo, disponer de artillería, tanto para los ejércitos
reales como señoriales, era extremadamente costoso, pero suma-
mente intimidatorio, no tanto por su efectividad, tal y como se verá
en la Guerra del Marquesado (1475-1480) (Pretel, 2002, p. 118),
sino por su valor simbólico. La situación cambia radicalmente a par-


como la «conquista de la artillería» (Castillo, 2004, p. 42).
Entre 2009 y 2010 se realizaron actuaciones arqueológicas
en el interior del Castillo de Chinchilla, como paso previo a la redac-
ción de un proyecto de restauración y rehabilitación de la fortaleza,
que permitieron localizar las dos piezas objeto de este trabajo, de las
que apenas se da noticia al presentar los resultados de los trabajos
arqueológicos (Izquierdo, 2011, p. 169-203). Tan solo se señala que,
junto a las escaleras de la Puerta de la Villa, por su parte interior, se
localizó «un cañón tipo bombarda (característico del S. XV), exhu-
mado frente a las escaleras, al que se sumó la aparición de munición
en piedra» (Izquierdo, 2011, p. 169-203), sin que podamos precisar
si se trata de la bombarda o mortero o de la caña de bombarda, pues
nada se precisa al respecto, al tiempo que falta cualquier informa-
ción sobre la procedencia del segundo ejemplar.
Lo cierto es que ambas piezas son las únicas conservadas de
la dotación artillera que la fortaleza contó en el siglo XV, relacionada
con los acontecimientos bélicos de la Guerra del Marquesado, cuan-
do fue sitiada y estas piezas, junto con otras que se han perdido,
entraron en acción.
Tras la excavación se trasladaron para su depósito al Museo
Provincial de Albacete, donde permanecieron hasta su traslado al
Centro de Interpretación del Castillo de Chinchilla, emplazado en el
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antiguo Pósito, donde se exhiben y forman parte del material mu-
2.
Aunque las piezas objeto del presente estudio no son una no-
vedad dentro del panorama de piezas artilleras de la época de los

Museo de Artillería de Segovia y en el Museo del Ejército de Toledo,
su interés resulta indudable, por lo que creemos necesario su estu-
dio y difusión. Son las únicas existentes en Castilla-La Mancha, junto
a las piezas del Museo del Ejército de Toledo, teniendo el interés de
proceder de excavaciones arqueológicas y conservarse en la actuali-
dad en su ubicación original, el Castillo de Chinchilla, a diferencia de
otros conjuntos, como los cañones aparecidos en las excavaciones
de La Mota de Medina del Campo en 1917, 1930 y 1939 que se per-
dieron y no han podido ser recuperados (Cobos y de Castro, 2000,
p. 259).
2. EL ARMAMENTO DE SITIO EN LA GUERRA DEL MARQUESADO
DE VILLENA (1476-1480)

siglo XV la podemos conocer a través de los trabajos de investiga-
ción que diversos autores han venido realizando sobre los aconte-
cimientos acaecidos en el marco de lo que se viene denominando la
Guerra del Marquesado (Pretel, 1987, 1992 y 2002; Ortuño, 2005),
entre don Diego López Pacheco, II marqués de Villena y los Reyes
Católicos, en el marco de la guerra de sucesión por la Corona de Cas-
tilla.
2 Queremos agradecer al personal del Centro de Interpretación del Castillo
de Chinchilla las facilidades para el estudio de las piezas. La toma de datos se
tuvo que hacer sin manipularlas en ningún momento, ya que se encuentran sin
restaurar y en un proceso de degradación muy severo, que hace temer por su
integridad. Salvo las piezas que forman parte del Museo del Ejército de Toledo,
son los dos únicos ejemplares de artillería medieval de Castilla-La Mancha y sería
conveniente su tratamiento urgente.
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
castillos del marquesado de Villena, enfrentando de forma muy en-
conada a los partidarios de ambos bandos, lo que supuso el sitio y
asedio de castillos como los de Chinchilla, Sax, Villena y Almansa y
escaramuzas menores en Jumilla, Jorquera, Alarcón e Iniesta.
Según Ortuño (2005, p. 50), la dotación de efectivos humanos
del castillo de Chinchilla estaría entre veinte o treinta individuos,
los cuales contaban con un armamento propiedad del marqués, tan-
to los elementos de protección personal, como el armamento indi-
vidual, la maquinaría mecánica y, sobre todo, las armas de pólvora,
entre la que estaban las armas personales y veinticuatro piezas arti-
lleras (Castro y Mateo, 2018, p. 115).
En el inventario de 1477, es decir, después de iniciarse el
-
dió desde junio de 1476 a enero de 1477, se señala como piezas des-

en la torre del homenaje, en al baluarte de la puerta falsa o trasera y
en la principal», que por su posición las podemos considerar como
las armas de mayor calibre y alcance, defendiendo los puntos vulne-
rables del castillo, las puertas de acceso, tanto la de la «Villa», como
la del «Campo» y pasando a la ofensiva desde el punto más alto de
la Torre del Homenaje, desde donde se logra alcanzar mayor distan-
cia y precisión, ya sea en un tiro curvo o un disparo recto o tenso,
al tiempo que se está fuera del alcance de los sitiadores. Las piezas
más destacadas descritas en ese inventario son:
«Mas vna lonbarda gruesa con su seruidor».
«Mas otra lonbarda gruesa con dos seruidores e su curue-
ña e ocho faxas».
«Mas otra lonbarda gruesa con su seruidor e su curueña
e syete faxas e media, e vn trascoçe de faxa e tres çinchos
e çinco perlos con sus chanetas».
«Mas otra lonbarda gruesa con su seruidor e con su
curueña e siete faxas e syete çinchos chanetas e vna ros-
tra con su trascoçe e sus puntos».
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gina 405
«Mas otra lonbarda con dos seruidores e su curueña e
nueue faxas, las syete con sus peros e chanetas e su tras-

«Mas otra lonbarda con dos seruidores e con su curueña
e con seys faxas e seys çinchos e vn trascoçe de faxa e su
coge llana».
«Mas otra lonbarda con dos seruidores e syete faxas, las
çinco con perlos e chanetas e vn trascoçe de faxa e su
coge con dos cadenas».
La efectividad de estas bombardas, o lombardas, les permite
tener al alcance la Iglesia de El Salvador o San Salvador de Chinchi-
lla, hoy San Julián, lo cual supone un alcance de 160 metros, con la
pendiente a favor, lo que implica que toda la ciudad de Chinchilla
estaba a su alcance3. Por el contrario, las dos bombardas empleadas
por los sitiadores tuvieron que emplazarse en el Cerro de San Blas,
a unos 170 m., en unas atalayas y torres improvisadas, dado su tiro
recto, y un trabuco, de tiro curvo, en el campanario de la Iglesia de
San Salvador4. Este intercambio artillero, entre sitiados y sitiadores,
supuso la destrucción del caserío en la parte alta, incluida la Iglesia
de San Salvador (Fig. 1).
3 Todo el caserío se encuentra a un alcance de 600 m. quedando la parte antigua a
una distancia de 330 a 400 m.
4 La Iglesia de El Salvador o San Salvador es lo que hoy se conoce como Iglesia y
Hospital de San Julián (Pretel, 1992, p. 42).