Estefanía Cordero-Sánchez Lara
PATRONES DE ASENTAMIENTO EN LAS LAGUNAS DE RUIDERA DURANTE LA EDAD DEL BRONCE
gina 189
ABSTRACT. The natural environ-
ment of the Lagunas de Ruidera,
between the current provinces
of Albacete and Ciudad Real, is
home to a large number of Bron-
ze Age settlements. The reason
for this high population concen-
tration is not clear, but it could
be due to climatic or strategic
factors. In this article we will pre-
sent the conclusions of the study
of six of those deposits belonging
to the Bronze Culture of La Man-
cha, three motillas and three sett-
lements in height. With the help
of GIS analysis, we will obtain
information that can be extrapo-
lated to other similar sites, with
which we will be able to present
an overview of the Bronze Age in
the Lagunas de Ruidera.
KEYWORDS. Bronze of La Man-
cha, Lagunas de Ruidera, settle-
RESUMEN. El entorno natural de
las Lagunas de Ruidera, entre las
actuales provincias de Albace-
te y Ciudad Real, acoge un gran
número de asentamientos de la
Edad del Bronce. El motivo de
esta alta concentración pobla-
cional podría deberse a factores
climatológicos o estratégicos. En
este artículo presentaremos las
conclusiones del estudio de seis
de esos yacimientos pertenecien-
tes a la cultura del Bronce de La
Mancha, tres motillas y tres asen-
tamientos en altura. Con ayuda
del análisis SIG, obtendremos
información extrapolable a otros
yacimientos similares, con la que
podremos plantear una visión de
conjunto de la Edad del Bronce
en las Lagunas de Ruidera.
PALABRAS CLAVE. Bronce de La
Mancha, Lagunas de Ruidera, pa-
PATRONES DE ASENTAMIENTO EN LAS LAGUNAS DE RUIDERA
DURANTE LA EDAD DEL BRONCE
SETTLEMENT PATTERNS IN THE LAGUNAS DE RUIDERA
DURING THE BRONZE AGE
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Escuela Internacional de Doctorado de la UNED.
ecorderos1@alumno.uned.es
Cómo citar este artículo: Cordero-Sánchez Lara, E. (2023). Patrones de
asentamiento en las Lagunas de Ruidera durante la Edad de Bronce. Al-Basit (68),
189-211. http://doi.org/10.37927/al-basit.68_6
Recibido/Received: 18/05/2023
Aceptado/Accepted: 08/08/2023
AL-BASIT 68 • PÁGS. 189-211INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES «DON JUAN MANUEL»ALBACETEISSN 0212-8632
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1. INTRODUCCIÓN
El Parque Natural de las Lagunas de Ruidera, situado entre
las actuales provincias de Albacete y Ciudad Real, conforma un en-
clave ecológico de gran riqueza y, a tenor de los yacimientos locali-
zados en él, un entorno especialmente apto para el desarrollo po-
blacional durante la Edad del Bronce, sobre todo a partir del Bronce

en una parte importante por las aguas de las quince lagunas que
lo componen, hemos localizado 16 asentamientos de este período,
aunque con total seguridad, las investigaciones posteriores añadi-
rán algunos más. Muy próximos a ellos, en el entorno del Pantano de
Peñarroya, encontramos otros asentamientos destacados del perío-
do: las motillas de Santa María y del Retamar, que quedarían fuera
del perímetro acotado para el presente estudio.
La protección gubernamental del entorno natural de este
complejo lagunar comenzó hace noventa años con la declaración de
Sitio Natural de Interés Nacional en 1933, el primero en Castilla-La
Mancha, y la de Parque Natural en 1979. En la actualidad, el Plan
Rector de Uso y Gestión (P.R.U.G.) aprobado por la Junta de Comu-
nidades de Castilla-La Mancha en 1995 se encarga de velar por la
compatibilidad de las actividades socioeconómicas con los recursos
naturales y culturales de las Lagunas de Ruidera. La singularidad
de este paisaje gira alrededor de la abundancia del agua. Son mu-
chos los estudios realizados sobre el entorno hidrológico, el origen
de las formaciones lacustres, la riqueza faunística y vegetal, pero
las publicaciones e investigaciones sobre las ocupaciones humanas
y los restos culturales de época prehistórica son más escasas. En lo
que respecta a la Edad del Bronce, no se han realizado excavaciones
arqueológicas en los asentamientos del Parque Natural. Sí se cuenta

aportado datos sobre la localización y adscripción temporal de los

ment patterns, Bronze Age, mo-
tillas, morras, Campo de Montiel.
trones de asentamiento, Edad del
Bronce, motillas, morras, Campo
de Montiel.
Estefanía Cordero-Sánchez Lara
PATRONES DE ASENTAMIENTO EN LAS LAGUNAS DE RUIDERA DURANTE LA EDAD DEL BRONCE
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componer una aproximación a la complejidad ocupacional que de-
bían mostrar las Lagunas de Ruidera en el período que nos ocupa.
En el presente artículo, expondremos la información conoci-
da sobre estos yacimientos y, con ayuda del análisis SIG, extrapola-
remos esos datos para conformar una visión global que nos aproxi-
me a conocer mejor la distribución territorial y las relaciones entre
asentamientos del Bronce de La Mancha en las Lagunas de Ruidera.
2. MORFOLOGÍA Y ORIGEN DE LAS LAGUNAS DE RUIDERA
Como ya se ha comentado, el parque natural está compues-
to por quince lagunas con orientación sureste-noroeste, que se ali-
mentan de las aguas del curso superior del Alto Guadiana. Por su
morfología, las de menor tamaño presentan forma redondeada y las
mayores son alargadas. Las lagunas más altas se sitúan en valles de
entre 150 y 200 metros de desnivel, con depósitos travertínicos que
conforman diques y terrazas. Las lagunas más bajas son poco pro-
fundas, de fondos cenagosos (Martínez et alii, 1988, pp. 75-76). Es-

diferentes de formación para las Lagunas de Ruidera. Los diques
y terrazas bajas se habrían creado en el Holoceno, hace menos de
10.000 años; y las terrazas altas discontinuas tendrían entre 80.000
y 140.000 años.
Las Lagunas de Ruidera se sitúan en el Campo de Montiel
sobre plataformas de erosión miocénicas. En la plataforma de
          
generado una serie de torrentes y valles rodeados de “mesas” o
planicies, con pequeños cerros aislados (Ocaña, 2002, p. 168). Son

de tobas calcáreas, que bordean las lagunas y crean remansos de
agua, así como las cascadas que comunican unas con otras. Las
mesas o montes planos que resaltan en este paisaje lacustre apenas
sobresalen 250 metros por encima de la llanura, como resultado de

Montiel (González et alii, 1987, p. 227). Toda la zona muestra unos
rasgos geológicos y geomorfológicos muy uniformes.
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3. TIPOS DE ASENTAMIENTOS DE LA EDAD DEL BRONCE EN LAS
LAGUNAS DE RUIDERA
Entre los 16 yacimientos de la Edad del Bronce localizados
en el territorio que nos ocupa, podemos distinguir tres tipos de
asentamientos:
- Poblados sin defensas
- 
- 
Se encuentra poco documentada la actividad humana en cue-
vas o abrigos en las Lagunas de Ruidera durante este período, aun-
que sí han aparecido algunos restos materiales y petroglifos, como
los de la Laguna Tinaja. En este caso, las manifestaciones de arte ru-
pestre pertenecen a distintas épocas, entre ellas la Edad del Bronce.
Para nuestro estudio, dada la escasez de información de que dispo-
nemos de la mayoría de estos yacimientos, hemos seleccionado una

tres asentamientos en llano y tres en altura.
3.1. Motillas
- La Moraleja.
      
como dos motillas distintas, La Moraleja I y La Moraleja II,

sido desmantelados hace años (Benítez de Lugo, 2011, p. 149).
Pero, en la actualidad, en el terreno donde se marcaba su ubicación
sólo aparece una montonera de piedra, procedente de los restos
de murallas de la Moraleja I y sin rastro alguno de La Moraleja II.
A pesar de que aparece descrita y catalogada, resulta complicado


(IGN). Por ello, en algunas publicaciones de los últimos años, hay
investigadores que dudan incluso de su existencia y consideran
que pudo tratarse en realidad de un único yacimiento (Lenguazco,
2017, p. 7). La motilla está muy dañada por las labores agrícolas
y la erosión. Además, un camino pasa sobre parte del yacimiento,
lo que ha reducido sus dimensiones originales e incluso la ha
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podido dividir en dos. Esto puede observarse más claramente con la
ediante la imagen satélite (Figura 1).


- Cueva Morenilla.
La motilla se localiza en el fondo de un valle, en una zona pa-
lustre, junto a la laguna que le da nombre. Está enclavada sobre un

nivel de las aguas, podría haber quedado convertida en un pequeño
islote sobre el extremo de la laguna. No ha sido objeto de excava-

       
restos de cerámica de uso común, su ocupación se ha datado en el
Bronce antiguo y Bronce pleno. Presenta el mismo aspecto exterior
que el resto de las motillas, aunque se encuentra cubierta de vege-
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tación (Ocaña, 2000, P. 96). No se aprecian indicios de que haya sido
objeto de expolio y, salvo los daños habituales por la erosión, parece
encontrarse en buen estado de conservación.
- La Jacidra.


aprovechamiento agrícola del terreno. Algunos testigos aseguraron
en su momento que, durante la destrucción del yacimiento, se ex-
trajeron vasijas, objetos de bronce y restos óseos (Benítez de Lugo,
2011, PP. 154-155). También parece que existía una zona de pobla-
do alrededor de la motilla, que fue igualmente arrasada. La fotogra-

yacimiento y cómo los restos fueron amontonados a un lado, gene-
rando un montículo con los materiales removidos (Figura 2).


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PATRONES DE ASENTAMIENTO EN LAS LAGUNAS DE RUIDERA DURANTE LA EDAD DEL BRONCE
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3.2. Morras
- El Castillón
Se sitúa en una elevación natural del terreno, que presenta
un escarpe en su lado sur-suroeste. Presenta una forma redondea-
da, habitual en este tipo de asentamientos, y es muy probable que
complementase las defensas naturales con una línea de muralla. Po-
dría también contar con una torre. Se observan excavaciones clan-
destinas y agujeros realizados por los furtivos para la extracción de
piezas arqueológicas. Se encuentra ubicada a menos de 300 metros
de la motilla de la Cueva Morenilla y la laguna epónima, por lo que
es posible que guardase algún tipo de relación directa con ella. Es
muy probable que, tal como parece intuirse en los cambios de colo-
ración del terreno, apreciables mediante imagen satélite y la foto-

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- Mesa del Almendral.
El yacimiento se sitúa en una elevación amesetada, desde la
que se domina la denominada Cañada de las Hazadillas y las lagu-
nas Batana, Colgada, el paraje de la Isla, la Laguna del Rey y algunas
lagunas más distantes. Cuenta con dos sectores (A y B). Fue ocu-
pado en dos períodos diferentes. El primero se corresponde con el
Bronce de La Mancha y el segundo, con el Bronce Final/Hierro I. De
la primera ocupación del yacimiento, en el Bronce de La Mancha, se

que parten dos líneas de muro, que protegerían el conjunto por el
acceso sur del sector B (Ocaña y Gómez, 2000). Parecen existir fue-
ra del asentamiento unos pequeños torreones en las laderas este y
oeste, así como dos pequeños asentamientos satélites, que habrían
impedido el acceso por el este y el sur (Martínez Peñarroya, 2012).
El sector A fue roturado durante un período largo de tiempo, por

realizados por excavadores furtivos podrían indicar la presencia de
objetos metálicos, que habrían sido encontrados con detectores.
- Morra Conceja.
El yacimiento también ha venido a llamarse en algunos do-

elevación del terreno a la orilla de la laguna Conceja, que da nombre
al yacimiento, en un pequeño cerro troncocónico llamado El Casti-
llón, en una probable alusión toponímica a los restos de este asenta-
miento. Sobre el entorno de esta laguna ya aparecen referencias en

existencia de cuatro manantiales, la explotación agrícola de algunos
terrenos y, sobre todo, a la pesca (Fidalgo et alii, 2018). A pesar de
que la existencia del yacimiento y su adscripción al Bronce de La
Mancha son conocidas desde hace tiempo, es una morra poco estu-

se ha realizado ninguna excavación o investigación en profundidad.
Aprovecha para su enclave una elevación del terreno y parecen in-
tuirse los restos de muralla en aquellas partes que carecen de defen-
sas naturales. Desde su altura se divisa el territorio colindante y se
controla la laguna Conceja.
Estefanía Cordero-Sánchez Lara
PATRONES DE ASENTAMIENTO EN LAS LAGUNAS DE RUIDERA DURANTE LA EDAD DEL BRONCE
gina 197
4. RECURSOS HIDROLÓGICOS, FAUNÍSTICOS Y VEGETALES DE
LA ZONA ARQUEOLÓGICA DE ESTUDIO
El espacio natural de las Lagunas de Ruidera está hidrológi-
camente compuesto por un conjunto de lagunas escalonadas, con
un desnivel de unos 120 metros entre la más alta y la más baja de
ellas, el río Pinilla y Alto Guadiana, algunos arroyos que las riegan
y, en el subsuelo, el acuífero 24. En la actualidad, nos encontramos
con un entorno de gran riqueza hidrológica, pero en el que se dejan
sentir las variaciones climatológicas, que han dado lugar a que, en
momentos de estío, algunas de las lagunas llegaran prácticamente a
secarse (Figura 4).
La mayoría de los investigadores han coincidido en señalar
la gran importancia que pudo tener en la zona durante el período de

época de gran aridez. En esos momentos, a pesar del evidente des-
censo de las aguas, las Lagunas de Ruidera aún mantendrían gran
parte de sus reservas acuáticas y, tal vez, en ello esté la explicación
de la alta concentración en ellas de yacimientos de este período.
Tres de estos yacimientos son motillas. Observando la loca-
lización de los cerca de cincuenta asentamientos de esta tipología,
se aprecia su preferencia por la proximidad a los cauces de agua
y los puntos de acceso asequible a los acuíferos subterráneos. No
       
han mostrado la existencia de pozos en muchas de ellas (Benítez
de Lugo y Mejías, 2016; Molina et alii, 2013) y la motilla del Azuer
-
vestigadores de la cultura del Bronce de La Mancha han apuntado
también la posibilidad de que las motillas eviten las fuentes de agua
con mayor salinidad (Nájera y Molina, 2004).
Ninguno de los tres yacimientos de Ruidera ha sido excavado
ni estudiado con esta tecnología, por lo que desconocemos si algu-
na vez acogieron un pozo entre sus murallas, pero es una hipótesis
muy factible. Es muy probable que la protección del agua, un bien
escaso en los inicios del Bronce de La Mancha, fuera la principal
motivación para la construcción de esta tipología de asentamiento
amurallado tan característica de esta cultura. A la riqueza hidrológi-
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ca del entorno se suma la exuberancia vegetal, con preminencia del
bosque mediterráneo, que cuenta con más de ochocientas especies
de plantas inventariadas en el área del parque natural. Destacan en
Ruidera, además de la vegetación acuática del entorno lagunar, los
bosques en galería, de encinas y sabinas. Potencialmente, como ve-
remos cuando hablemos sobre los usos del suelo, la fertilidad del
terreno habría facilitado la existencia de cultivos de cereal y legu-
minosas en la Edad del Bronce. La fauna también es abundante. En
los humedales proliferan distintas especies de anátidas, como po-
rrones moñudos y europeos, ánades reales, cercetas, zampullines,
fochas comunes, gallinetas, así como garzas reales y somormujos.
En las zonas boscosas, encontramos perdices rojas, rapaces, zorza-
les, conejos, liebres, jabalíes, gatos monteses, ginetas, tejones o gar-
duñas. Estos animales, junto con la pesca, se encontrarían entre los
principales sustentos de los pobladores de las lagunas de Ruidera
durante la Edad del Bronce. La abundancia de recursos cinegéticos
constituye otro de los motivos explicativos de la gran concentración
de yacimientos en este período.
Figura 4. Localización de los asentamientos estudiados en el
Parque Natural de las Lagunas de Ruidera
Fuente: Elaboración propia a partir del IGN
Estefanía Cordero-Sánchez Lara
PATRONES DE ASENTAMIENTO EN LAS LAGUNAS DE RUIDERA DURANTE LA EDAD DEL BRONCE
gina 199
5. EL SUELO Y SUS POSIBLES USOS EN LA ZONA ARQUEOLÓGICA
DE ESTUDIO
Los seis yacimientos analizados se sitúan sobre suelos de si-
milares características (Figura 5). Salvo la Morra Conceja y la Moti-

asentamientos estudiados se instalaron sobre calcisoles cámbicos.
Se escogieron, por tanto, para la ubicación de estas motillas y mo-
rras zonas de depósitos aluviales y origen calcáreo. En cuanto a su
composición, en estos suelos hay dolomías, calizas y calizas nodulo-
sas, así como gravas, arenas, arcillas y limos en las zonas aluviales.
Nos encontramos pues ante suelos aptos para la explotación agrí-
cola, a pesar de las posibles limitaciones provocadas por problemas
de drenaje, la falta de espesor y pedregosidad o el bajo contenido en
bases (Lenguazco, 2019, 77).
Figura 5. Comparativa entre yacimientos por tipo de suelo,
litología y uso actual
Fuente: Elaboración propia

europeo Corine Land Cover 2006, nos encontramos con suelos de zo-
nas húmedas continentales, zonas agrícolas heterogéneas y tierras
de labor, y zonas forestales con espacios de vegetación arbustiva y
herbácea. En la actualidad, muchos de ellos son humedales y zonas
pantanosas, así como matorrales boscosos de transición, aunque el
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gina 200
espacio ocupado por la motilla Jacidra ha sido reconvertido en tie-
rras de cultivo de regadío y, en el entorno de la Morra del Castillón,
se localizan terrenos principalmente agrícolas, pero con importan-
tes espacios de vegetación.
Los estudios palinológicos realizados fundamentalmente en
muestras recogidas en la motilla del Azuer (Daimiel) y el Castillejo
del Bonete (Terrinches) han permitido realizar una aproximación
a la vegetación propia de la zona del Bronce de La Mancha en este
período y la acción antrópica sobre ella. Uno de esos estudios fue
llevado a cabo por el equipo de Trinidad Nájera y Fernando Molina
en 2014. Abordaban la relación entre la climatología y el ambiente
hidrológico a partir del estudio paleopalinológico de la Motilla del
Azuer. Entre sus conclusiones se señala la importancia de la aridez
climática, que marcó el devenir de las sociedades calcolíticas y los
inicios del Bronce de La Mancha (Nájera et alii, 2014, p. 413). Estos
estudios dan una idea de cómo era el paisaje en torno a los seis asen-
tamientos analizados y de la acción antrópica sobre él, así como la
evolución climatológica durante dicha época en esta región (López
et alii, 2015). El conocido como Evento Climático 4.2 (2350-1850 cal
BC) debió tener una incidencia importante sobre sus comunidades
prehistóricas. Entre 2200-2000 cal BC, en los momentos previos a
la explosión cultural del Bronce de La Mancha, nos encontramos con
una dehesa de encinas, acompañada de bosque ripario de olmos,
sauces y fresnos, y tamarindos en lagunas y arroyos. Se cultivan ce-
reales y algunas leguminosas, como el guisante. La abundancia de

sobre los suelos. Se ha calculado para entonces una media de pre-
cipitaciones anuales de 560 mm., una tendencia pluviométrica des-
cendente, y una temperatura media de 14º C con marcada continen-
talidad.
Entre el Bronce Antiguo y el Pleno, las temperaturas aumen-
tan hasta un promedio anual cercano a los 16º C mientras que las
precipitaciones caen por debajo de los 400 mm. por año. También
se observa un retroceso del bosque ripario y la alteración del enci-
nar. El cultivo de guisante y cereales se sigue documentando, pero
la agricultura merma, al igual que la ganadería. En el Bronce Pleno,
a pesar de que el clima continúa siendo cálido, con temperaturas
Estefanía Cordero-Sánchez Lara
PATRONES DE ASENTAMIENTO EN LAS LAGUNAS DE RUIDERA DURANTE LA EDAD DEL BRONCE
gina 201
similares a las anteriores, las precipitaciones retornan progresiva-
mente a las medias registradas en la primera fase, con un nuevo de-
sarrollo del bosque ripario y de los pastos húmedos. Se constata el
aumento de la presión antrópica, con una recuperación del cultivo
de cereal y leguminosa, así como un nuevo aumento de la ganadería.

entre 1800-1600 cal. BC, que marcará un descenso de las tempera-
turas por debajo de 14ºC y un máximo de precipitaciones anuales
por encima de los 600 mm, dando lugar al máximo apogeo de los
humedales manchegos, en el momento de abandono de las motillas
y la desaparición de la cultura del Bronce de La Mancha (Mejías et
alii, 2020).
6. TAMAÑO DE LOS YACIMIENTOS Y MATERIALES ENCONTRADOS
La combinación del tamaño del yacimiento y la cantidad de
restos materiales encontrados puede ofrecer datos muy interesan-
tes acerca de los asentamientos y su importancia en el ámbito eco-
nómico y sociocultural. Al hablar de los materiales hallados, debe-
mos contemplar que nos enfrentamos a un problema de escasez de
datos al no haber sido excavados los yacimientos. Pese a ello, todos
han sido prospectados y en algunos, como el yacimiento en altu-
ra de la Mesa del Almendral, se han realizado varios estudios. De
cualquier forma, hasta que haya nuevas investigaciones o excava-
ciones careceremos de datos más concretos para profundizar en su
conocimiento. Otro problema por afrontar es la acción destructiva
del ser humano sobre estos restos arqueológicos. La motilla Jacidra
fue arrasada y sus ruinas amontonadas. La de La Moraleja también
sufrió daños importantes y, probablemente, fue atravesada por un
camino. El expolio es una constante que deja huellas evidentes en
asentamientos como la morra del Castillón o la Mesa del Almendral,
donde se aprecian excavaciones clandestinas de estos furtivos.
Dado que la mayor parte de los materiales encontrados en los
yacimientos del Bronce de La Mancha son cerámicas de uso común
-
nos acumulados disponibles en el asentamiento. Por lo general, se
trata de una cerámica muy homogénea, elaborada a mano mediante
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gina 202
el sistema de rollos superpuestos, con formas repetitivas y adornos
escasos. En los seis asentamientos se han encontrado, en mayor o
menor medida, fragmentos de recipientes cerámicos típicos de esta
cultura. Del Bronce Final, cuando la cultura del Bronce de La Man-
cha muestra signos de agotamiento y se constata el abandono de la
mayoría de las motillas en su territorio, se han hallado algunos ya-
cimientos con cerámica tipo Cogotas I, como seña transicional hacia

al Hierro I, se muestra continuidad en algunos otros yacimientos y,
en el caso de las Lagunas de Ruidera, prosigue la alta densidad de
ocupación. Un ejemplo de ello lo constituye la Mesa del Almendral
que presenta un conjunto de materiales de esta fase de transición,
compuesto por cazuelas y cuencos carenados. Ocaña y Gómez ha-
cen una descripción exhaustiva de los materiales encontrados en el
yacimiento durante los diversos estudios llevados a cabo en él. En
su mayoría, son restos cerámicos muy fragmentados, realizados a
mano, con acabados toscos y groseros. De ellos, el 64 % son frag-
mentos atípicos de grosor medio o grande y cocción reductora, así
-
nas hallados en el sector A/NE, de acabados bruñidos y coloración
oscura. El 36 % restante corresponde a fragmentos típicos, de los
que sólo algunos ofrecen información sobre la forma completa del
recipiente (Figura 6) (Ocaña y Gómez, 2000).
Al mismo tiempo, en la margen derecha del pantano de Pe-

poblamiento, que podría estar regido por la Mesa del Almendral,
convertido en un gran núcleo, rodeado de otros asentamientos me-
nores dedicados a la captación y explotación de recursos forestales,
agropecuarios y cinegéticos (Zarzalejos et alii, 2012, p. 35).
Estefanía Cordero-Sánchez Lara
PATRONES DE ASENTAMIENTO EN LAS LAGUNAS DE RUIDERA DURANTE LA EDAD DEL BRONCE
gina 203
Figura 6. Materiales de los sectores A y B de la Mesa del Almendral
Fuente: Ocaña y Gómez, 2000.
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gina 204
En lo que respecta a materiales no cerámicos, en la Mesa del

abundantes, que se reducen a restos de molinos realizados en rocas
volcánicas, así como algunos restos de industria lítica en cuarcita
y sílex. Se constataron también escorias de cobre o bronce demos-
trativas de que hubo trabajos metalúrgicos de transformación. Así
mismo, hay indicios de metalurgia en La Jacidra. Según testimonio

siglo XX, aparecieron “espadas de bronce” entre los restos arqueoló-
gicos removidos (Benítez de Lugo, 2011, p. 154).
Por lo que respecta al tamaño de los yacimientos, las motillas

dimensión media del resto de motillas conocidas. Así, La Moraleja

m² y, por su parte, la motilla Cueva Morenilla de 38,29 m. y 1.151,49
m². En el caso de La Jacidra desconocemos su tamaño original antes
de ser destruida, pero no parece descabellado pensar que tuviera
unas cifras aproximadas a las del resto de motillas. Esta homogenei-
dad se rompe al centrarnos en el tamaño de los tres yacimientos en
altura estudiados. Ofrecen cifras muy dispares. El más pequeño es
la Morra del Castillón, con 750 m². Con más del triple de extensión
(2.600 m²) le sigue la Morra Conceja. Pero, sin lugar a duda, el yaci-
miento del Bronce de La Mancha más destacable por su tamaño en
todo el entorno de las Lagunas de Ruidera es la Mesa del Almendral


dos factores: materiales encontrados y tamaño de los asentamientos.
Al desconocer el tamaño original de la motilla Jacidra se ha optado
por no introducir ningún valor en ese campo. En lo que respecta a la

la cantidad de restos hallados en las distintas prospecciones lleva-
das a cabo y la hemos dotado de valor numérico. El 0 corresponde a
la ausencia de un material en concreto en el yacimiento, el 1 alude a
una presencia escasa, el 2 señala un registro moderado, el 3 apunta

abundante.
Estefanía Cordero-Sánchez Lara
PATRONES DE ASENTAMIENTO EN LAS LAGUNAS DE RUIDERA DURANTE LA EDAD DEL BRONCE
gina 205
Figura 7. Materiales encontrados y tamaños de los yacimientos
Fuente: Elaboración propia
7. CONTROL DEL TERRITORIO
La altitud sobre el nivel del mar de los seis asentamientos
analizados oscila entre los 751 m. de la motilla de La Moraleja y los
896 m. de la morra Conceja, lo que revela una cierta disparidad en
cuanto al territorio que podía controlarse visualmente desde cada
yacimiento estudiado, pero, en todo caso, moderada. Para aproxi-
marnos a lo que en realidad podría divisar un vigía desde el punto
más alto de las torres y murallas de los asentamientos de la Edad del
Bronce, hemos analizado la visibilidad potencial desde ellos, mar-
cando una altura desde la base del montículo que los cubre similar
a la que tiene el yacimiento mejor conocido de esta cultura, la mo-
tilla del Azuer, y le hemos sumado la altura media de una persona
adulta del Bronce de La Mancha. Tal y como se aprecia en el mapa
de visibilidad potencial presentado (Figura8), hay dos cuestiones a
destacar. En primer lugar, se comprueba que los yacimientos están
visualmente conectados, salvo los dos asentamientos más distan-
ciados entre sí, la morra Conceja y la Mesa del Almendral, separados

menos, otros cuatro yacimientos coetáneos intermedios, que, pese

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asentamientos es una constante. Por otra parte, observamos tam-
bién yacimientos muy próximos entre sí, caso de la motilla Cueva
Morenilla y la morra del Castillón, que distan apenas 350 m. una de
la otra. La presencia de estos dos asentamientos tan cercanos, per-
tenecientes a distintas tipologías o facies, y quizás diferentes funcio-
nalidades, nos lleva irremediablemente a pensar en las relaciones
directas de tipo socioeconómico que debían existir entre ambos.
Figura 8. Visibilidad entre los yacimientos de la
zona arqueológica estudiada
Fuente: Elaboración propia
Al dominio del valle en el que se hallan encajadas las Lagu-
nas de Ruidera, se suman también el control de las vías de acceso al
mismo. Es reseñable la gran extensión de territorio que puede ob-
servarse desde la motilla Jacidra, en el extremo sureste del Parque
Natural, y desde la morra Conceja en la misma dirección. En este
punto, cabe recordar que el Campo de Montiel conforma un paso
natural obligado que utilizan importantes vías que unen la Meseta
con el Levante y Sur peninsular. Hay investigaciones que ligan estos
pasos con la ganadería y trashumancia de la Edad del Bronce, así
Estefanía Cordero-Sánchez Lara
PATRONES DE ASENTAMIENTO EN LAS LAGUNAS DE RUIDERA DURANTE LA EDAD DEL BRONCE
gina 207
como con posibles rutas comerciales y de comunicación (Lenguaz-
co, 2019). En concreto, desde estos asentamientos y su entorno se
controlan varios vados naturales que permiten atravesar los cauces
del Alto Guadiana y el río Pinilla. Igualmente, se ubican en las proxi-
midades de antiguas vías pecuarias, como la desaparecida Senda de
los Yegüeros y la Cañada Real Conquense o de Los Serranos, todos

ellos.
8. CONCLUSIONES
La investigación sobre la Edad del Bronce de La Mancha ado-
lece de estudios abundantes que aborden dicho horizonte cultural
en su conjunto. Habitualmente estos se han centrado en alguna de
sus facies, sobre todo en las motillas o en algunos yacimientos muy
concretos como la Motilla del Azuer, el Cerro de la Encantada o el
Castillejo del Bonete. Sin embargo, escasean las investigaciones que
busquen explicar las relaciones entre los distintos tipos de asenta-
mientos que ocupaban un territorio determinado y compartían esa
evidente unidad cultural. Existe, por tanto, necesidad de ahondar en
estos temas y aspectos hasta ahora poco estudiados ya que resultan
fundamentales para la comprensión de la Edad del Bronce en la re-
gión. En el caso de las Lagunas de Ruidera, esta carencia investiga-
dora es más patente si cabe, máxime si se considera que es una zona
con alta concentración de asentamientos en este período. Por este
motivo, los estudios individuales y comparativos de los asentamien-
tos de la Edad del Bronce en el Parque Natural, como el que presen-
tamos en este artículo, resultan de especial e indudable interés.
El inicio del Bronce de La Mancha coincide temporalmente
con los sucesos devenidos a causa del Evento Climático 4.2, que en
la región se plasmaron en una reducción de las lluvias y un aumen-
to de las temperaturas medias anuales. En estos momentos de ari-
dez, los habitantes de la zona comienzan a desarrollar su particular
cultura. Impulsados por el instinto de supervivencia buscan puntos
cercanos y de acceso asequible al agua y entornos aptos para el cul-
-
mientos naturales de agua que surgen en el Alto Guadiana y en los
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alrededores de Albacete, habrían podido indicar a estos poblado-
res prehistóricos el camino a seguir en busca del agua subterránea,
cuando ríos y humedales comenzaron a descender su caudal.
Hasta el momento, las motillas estudiadas de forma conti-
nua han mostrado la existencia de un pozo, bien sea por excavación

de resistividad eléctrica. Es, por tanto, muy probable que una de las
funciones principales de las intrincadas murallas de esta tipología
arquitectónica fuera la protección de estos pozos, tan importantes
para la supervivencia en momentos de aridez. En esta época de se-
quía generalizada, el entorno natural de las Lagunas de Ruidera es
un reducto de humedales, a pesar del lógico descenso del nivel hi-

asentamientos en la zona durante la Edad del Bronce, así como la
notable cercanía de los asentamientos entre sí en el llano, a las ori-
llas de las lagunas y cauces.
La existencia de dos tipologías arquitectónicas compartien-
do un mismo entorno y pertenecientes a una misma cultura, lleva a
plantearnos el porqué de las diferencias. Las motillas se situarían en

de agua para el regadío de posibles cultivos. Las morras, en cambio,
se sitúan en elevaciones, sobre los pequeños promontorios o mesas
que rodean a estos valles. En los yacimientos en altura prima el con-
trol visual sobre la riqueza hidrológica para los cultivos. En este sen-


que albergan las lagunas y los pasos naturales cercanos. Ello induce
a pensar en enclaves diferenciados y complementarios que estarían
estrechamente interrelacionados. Algo que podría extrapolarse al
resto del territorio que conforma la cultura del Bronce de La Man-
cha y que ayudaría a entender las relaciones entre sus tipologías de
asentamientos.
Con el agotamiento de las circunstancias adversas creadas
por el Evento Climático 4.2 y el retorno a niveles de humedad y tem-
peratura anteriores, los niveles freáticos de los acuíferos 23 y 24
ascendieron, al igual que las aguas de ríos y lagunas. Esto provocaría
que muchas motillas se anegasen, imposibilitando su habitabilidad,
Estefanía Cordero-Sánchez Lara
PATRONES DE ASENTAMIENTO EN LAS LAGUNAS DE RUIDERA DURANTE LA EDAD DEL BRONCE
gina 209
por lo que fueron abandonadas. No ocurriría igual con los asenta-
mientos en altura, en donde se aprecia una mayor continuidad, que
queda patente en grandes poblados como la Mesa del Almendral. Es
posible incluso que dicho asentamiento acogiera a los moradores
que había en las motillas y sus alrededores tras inundarse y quedar
anegados.
En suma, la complejidad de las posibles relaciones entre
asentamientos y la escasez de datos sobre ellos hasta el momento
hacen más valiosas si cabe investigaciones como la realizada, ya que
amplía los conocimientos sobre el paraje natural de las Lagunas de
Ruidera y, por extensión, de la cultura del Bronce de La Mancha.
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
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