Elvira E. Valero de la Rosa
EL EDIFICIO FERIAL EN LOS LLANOS DE ALBACETE. NUEVAS APORTACIONES DOCUMENTALES
gina 213
ABSTRACT: The purpose of this
article is to demonstrate the exis-
tence of a building in the area of
Los Llanos that seems to obey the
project of Lucas de los Corrales
from 1771-1772. For this, we base

preserved in the National Histori-
cal Archive, on other indirect sou-
rces and some unpublished ones
from the Provincial Historical
Archive of Albacete that give us
another perspective on the trans-
fer of the fair to the urban area.
This investigation contradicts the
current doctrinal line that bases
the transfer of the fair from Los
Llanos on an effort pursued and
achieved by Albacete, when what
the cited lawsuit indicates is the
opposite. Albacete was forced to
move the location much to her
regret, because, resigned to im-
mobility due to several sentences
RESUMEN: El presente artícu-
     
     
paraje de Los Llanos que parece
obedecer al proyecto de Lucas
de los Corrales de 1771-1772.
Nos basamos para ello en un ex-
pediente judicial conservado en
el Archivo Histórico Nacional
(AHN), en otras fuentes indirec-
tas y algunas inéditas del Archivo
Histórico Provincial de Albacete
(AHPA) que nos dan otra pers-
pectiva sobre el traslado de la
Feria al casco urbano. Esta inves-
tigación desdice la línea doctrinal
actual que basa el traslado de la
Feria desde Los Llanos en un em-
peño perseguido y logrado por
Albacete, cuando lo que indica el
pleito citado es todo lo contrario.
Albacete fue obligada a mudar la
ubicación muy a su pesar, por-
que, resignada a la inamovilidad
EL EDIFICIO FERIAL EN LOS LLANOS DE ALBACETE.
NUEVAS APORTACIONES DOCUMENTALES
THE FAIR BUILDING IN THE PLAINS OF ALBACETE.
NEW DOCUMENTARY CONTRIBUTIONS
Elvira E. Valero de la Rosa
Archivo Histórico Provincial de Albacete
evalero@jccm.es
Cómo citar este artículo:
Llanos de Albacete. Nuevas aportaciones documentales. Al-Basit (68), 213-244.
http://doi.org/10.37927/al-basit.68_7
Recibido/Received: 20/11/2022
Aceptado/Accepted: 11/09/2023
AL-BASIT 68 • PÁGS. 213-244INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES «DON JUAN MANUEL»ALBACETEISSN 0212-8632
gina 214
against her, she had invested mo-
ney in a functional construction

KEY WORDS: Albacete Fair. Fair
building. Los Llanos. Discalced
franciscan community. Utilitarian
architecture.
por varias sentencias en su con-
tra, había invertido dinero en una
construcción funcional para ren-
tabilizar la Feria.
PALABRAS CLAVE: Feria de Al-

Comunidad de franciscanos des-
calzos. Arquitectura utilitaria.
METODOLOGÍA Y FUENTES
La metodología se basa en la ampliación de fuentes docu-
mentales que arrojan luz sobre la existencia de esta construcción en
Los Llanos y que hasta el momento no han sido valoradas con todo
rigor: una, los planos de 1780 correspondientes a un pleito entre los
frailes y el concejo que se encuentra en el AHN1. A ellos añadimos
la documentación del propio AHPA: un plano de ampliación de la
cañada de 1872 que corrobora la existencia del recinto donde se ce-
lebraba «la vieja Feria»ruinoso;
y, por último, la subasta en el mismo año, en pleno proceso desa-
mortizador, de un solar, propiedad de los frailes franciscanos2, del
que se adivinan los muros y localizado también donde tenía lugar la
antigua Feria.
Otra fuente son las cuentas del producto de la Feria desde
1768 a 1776. Se trata de una documentación importante porque la
aparición de dichas cuentas por primera vez en 1768 coincide con
la fecha en que Albacete logra su control por circunstancias que ire-
mos explicando y, además, porque a partir de esta época la contabi-
lidad del municipio será más minuciosa y rigurosa en consonancia
con los principios de racionalidad y transparencia de la Ilustración.
Por último, añadimos varios expedientes judiciales del concejo con-
tra los frailes, pero, sobre todo, contra la familia Cantos que se en-
1 Los planos se encuentran en el AHN, Sección Consejos, leg. 877, 2 y fueron encontrados
por Vicente Carrión, e incorporados a su publicación Los conventos franciscanos… El plano
de ampliación de la cañada está en el AHPA, signaturas 350, 95. La orden de derribo se
encuentra en 304, 26 y el expediente de venta de la Desamortización en 10.587, 9.
2 AHPA. Signatura 10.587, 9.
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EL EDIFICIO FERIAL EN LOS LLANOS DE ALBACETE. NUEVAS APORTACIONES DOCUMENTALES
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cuentran en el AHN y en el AHPA. No fueron tratados por Sabater ni
por Sánchez Torres pese a que proporcionan datos muy elocuentes

última instancia, obligaron al concejo al traslado de la Feria desde
aquel paraje a los alrededores del casco urbano de Albacete. Nos

la familia Cantos, no tratado por Sabater, quizá por deferencia ha-
cia unas familias que, cuando publica su libro en 1883, aún eran re-
conocidas socialmente: «Carrascos, Veras y Nueros, Benítez, Cantos,
Navarros y otros cuya descendencia, más o menos, se perpetúa entre
nosotros» (p. 14). «Estos ilustres patricios, dignos del mayor encare-
cimiento […]» (p. 32). D. Pedro de Cantos es mencionado solo como
          
atrio y hospicio del convento mediante la construcción de unas lon-

perdieran sus ingresos por feria, aunque sí se vieron mermados. En
el AHN hemos encontrado un plano inédito, un grabado de José Gi-

Real Academia de Artes de San Fernando, que aporta nuevos datos

Catalina.
-
cia ya había sido tratada por Luis Guillermo García-Saúco en la pu-
blicación del año 2011: La Feria de Albacete: consideraciones tras
una efeméride-
nos, proyectado por el arquitecto lorquiano Lucas de los Corrales en

negaba. Esta teoría no era nueva. Ya la había recogido en el catálogo
de la exposición antológica sobre la historia de Albacete, Albacete,
600 años, (IEA / Diputación Provincial, 1982, p. 78) y en Albacete en
su tiempo (García-Saúco y Sanz, (1991, p. 517). López también cita
la construcción de este recinto, aunque de forma somera (2004, p.
351). Sabater, indirectamente, también daba cuenta de su existencia


p. 46). Las evidencias en las que se basaba García-Saúco eran unos
planos de 1780 descubiertos por Vicente Carrión y publicados en
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su obra sobre los conventos franciscanos en los que se observaba el
recinto ferial y los edículos en su interior. Esta nueva prueba dejaba
pendiente una investigación más profunda que podía provocar un

en la historia de la arquitectura utilitaria barroca al contar con un
antecedente hasta ahora descartado. La revisión de la documenta-
ción del AHN referente a un pleito con los frailes franciscanos que

no solo se construyó, sino que el concejo se resistió a abandonarlo3.
Este expediente contiene los dos planos dados a conocer por Vicen-
te Carrión: los números 3.314 -un croquis de planta y situación del
convento y hospicio anejo junto al camino real de Chinchilla a Al-


venta de Albacete.
En suma, todas estas fuentes muestran aspectos desconoci-
dos de la Feria. Sin embargo, hemos de reconocer y lamentar la exis-
tencia de lagunas documentales en el AHPA que impiden contrastar
ciertos datos como hubiera sido nuestro deseo. Por ejemplo, no se
conservan las actas municipales de los períodos 1769-1774, 1777-
1779 o 1781-1782 que se constituyen en fechas cruciales para nues-
tra investigación al coincidir con los hechos estudiados.
1. INTRODUCCIÓN
La Feria es casi tan antigua como el mismo Albacete porque
las evidencias documentales de la existencia de la ciudad se remon-
tan al 30 de abril del año 1241 cuando su castillo almohade fue en-
tregado por Fernando III al concejo de Alarcón (Pretel, 2009, p. 10).
En el documento no aparece ninguna mención a una posible pobla-
ción ya que el interés de dicho castillo o fortaleza radicaba en el con-
trol de la antigua vía romana, Complutum-Cartago Nova que comu-
nicaba el centro peninsular con Levante. Es un camino que transitan
3 AHN, CONSEJOS, 877,2. Título: 1780. El Provincial de la provincia de San Juan Bautista de
religiosos descalzos de Valencia. Sobre haberse apoderado la Justicia de la villa de Albacete
del hospicio que tiene el convento de Nuestra Señora de los Llanos, sito en el término de
la misma villa.
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durante la Edad Media ejércitos cristianos y musulmanes. En 1261
Chinchilla, que también pertenecía al poderoso concejo de Alarcón,
se segregó de él de tal modo que la pequeña aldea de Albacete que-
dó bajo su jurisdicción. Desde los primeros años Chinchilla obtuvo
muchos privilegios sobre mercaderes y exención de impuestos, me-
-
do el Fuero de Alarcón, documento que regía toda la vida de la villa
(Pretel, 1992, p. 40), incluso la celebración de ferias. No sabemos si
se llegaron a celebrar en Chinchilla, pero sí en la cercana aldea de Al-
bacete, que contaba con inmejorables ventajas: emplazamiento en

fortaleza que brindaba seguridad, provisión abundante de pastos y
agua y excelentes comunicaciones (camino real y vías pecuarias uti-
lizadas desde tiempos inmemoriales4). Estas ventajas de posición
hacían de Albacete uno de los objetivos de don Juan Manuel, que, en
el año 1306, ordena a los pobladores de Chinchilla plantar viñas en
los eriales de Albacete5-
dores pues la vid se plantaba en toda clase de terrenos de secano o
regadío y era relativamente fácil de cultivar. Junto al trigo, consti-
tuyó la base de la alimentación humana de la zona desde tiempos
prehistóricos.
La primera noticia sobre la Feria data del 21 de marzo de
1325. Varias cartas de don Juan Manuel dirigidas a Chinchilla y al
Consell de Valencia dan cuenta del traslado de las ferias de Albacete
a Chinchilla en tanto que se repueble la aldea, que había sufrido un
saqueo y secuestro de vecinos por parte de los musulmanes en 1324
(Pretel, 1992, p. 63). El documento supone un reconocimiento de la
importancia que para los castellanos tenía la presencia en sus tie-
rras de los comerciantes valencianos. Dicha noticia fue pregonada
por decisión del Consell como reconocimiento expreso del provecho
económico que para ellos suponía la celebración de tales ferias a las
que acudían con sus «mercaduras e con sus ganados o con otras cosas
qualesquier» (Rubio, 1988, pp. 398-399). Además, estas ferias ofre-
cían seguridad y protección para mercaderes, ganados y tahurerías,
cubrían, por tanto, aspectos comerciales y lúdicos.
4 AHPA, signatura 298. Cinco son las vías pecuarias descritas en el documento del año.
5 AHPA, signatura, planero 1, carpeta 24, 1.
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La repoblación de la villa ya estaba consolidada en 1375
cuando el marqués de Villena le otorgó el privilegio de villazgo con
los mismos privilegios que gozaba Chinchilla. Al año siguiente, la
metrópoli intentó recuperar la Feria escribiendo a Murcia y otras
poblaciones comunicándoles que tendrán lugar allí porque el privi-
legio les pertenecía (Pretel, 1992, p. 116). Por este documento sa-
bemos que había dos, una el 1 de mayo, la celebración de la Cruz y
otra el 1 de septiembre, por 15 días, libres de todos los impuestos,
salvo la alcabala (Martínez, 1984, pp. 118-120). Se celebraron en
ambas poblaciones, pero las de Chinchilla fracasaron a pesar de que
las fueron trasladando a distintos lugares con más agua como Bone-
te, Corral Rubio, Alpera… (Pretel, 1992, p. 274).
1.2 ¿Dónde se celebraba la Feria?
El primer lugar donde se celebró fue en la calle de su nom-
bre. Un apunte contable de fecha 11 de noviembre de 1444 mencio-
na la barrera con que se cerraba el acceso a la villa por la calle de
la Feria: -
tro maravedís6». Según Sánchez Torres, en el siglo XV las ferias de
mayo y septiembre se mudaron a Chinchilla a consecuencia de la
despoblación que había sufrido Albacete por las inundaciones (ctd.
Gutiérrez, 2009, p. 106). Otro de los motivos pudo ser contar con
mercado franco todos los jueves de la semana, licencia que le con-
cedió a Albacete la reina Isabel en 1476, y que propició el aprovi-
sionamiento semanal, mucho más rentable que el anual de la Feria.
Se volvió a recuperar en 1542 en la misma calle y lugares cercanos
(calles Zapateros, plaza Mayor y Carnicerías). Para los ganados se
designaron los actuales Paseo de la Feria y Barrio del Pilar (Mateos,
1968, p. 79). Estas ferias eran intermitentes y cambian de fecha de
celebración. Unas veces eran por san Andrés (30 de noviembre) y
otras para san Agustín (28 de agosto). Esta característica puede es-
tar ligada a las pestes o a las bancarrotas que acabarían con ellas, al
igual que sucedió con otras ferias como las de Medina del Campo y
6 AHPA. 1435-1465. Cuentas de propios y arbitrios. Actas municipales. Avecindamientos.
Signatura 452.
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EL EDIFICIO FERIAL EN LOS LLANOS DE ALBACETE. NUEVAS APORTACIONES DOCUMENTALES
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Villalón (Pretel, 2009, p. 37). Las de Albacete en concreto se perde-
rían a lo largo del siglo XVI.
2. NUEVA FERIA EN LOS LLANOS
Para comprender por qué surge la Feria en el paraje de Los
Llanos tenemos que contextualizar la época. Eran tiempos de una
exacerbada y profunda religiosidad popular auspiciada por la Con-
trarreforma, que ensalzaba la santidad y culto a María, las proce-
siones, nuevas advocaciones, romerías a ermitas antiguas donde
tenían lugar milagros o apariciones. En ocasiones se daba la cir-
-
rritoriales. Es el caso de Albacete donde las romerías provocaron
enfrentamientos entre esta villa y la de Chinchilla por la proximidad
de dos ermitas. Por un lado, la de Los Llanos -patrona de Albacete
desde principios del siglo XVI- ubicada cerca del límite del término
chinchillano. Por otro, la de San Pedro, perteneciente a Chinchilla,
pero desde 1568 enclavada dentro de la jurisdicción de Albacete al
ser ampliado su término.
En 1624 el concejo de Albacete secundó el voto inmaculista.

talla barroca. Según Luis Guillermo García-Saúco esto pudo enfriar
          
imágenes. Por ello, para contrarrestar esta percepción tuvo lugar un
hecho «casual» en el año 1632: el milagro sobre la persona del espa-
dero Blas Martínez, curado portentosamente de sus muchos males.
Para perpetuar el suceso se implantó la novena y romería anual del
-
bre -Natividad de la Virgen-, día festivo mucho más trascendente
y celebrado en el mismo lugar desde la baja Edad Media (2010, p.
174). De esta forma el paraje de Los Llanos se convierte en un lugar
sacralizado que atrae a peregrinos que aportan abundantes limos-
nas y demandan ciertos bienes y servicios que servirán de señuelo
para las autoridades y órdenes religiosas.
Pese a la oposición de otros conventos de la villa de Alba-
cete, los franciscanos descalzos se establecieron en Los Llanos en
1672. Lo hicieron en connivencia con el ayuntamiento que veía en
AL-BASIT 68 • PÁGS. 213-244INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES «DON JUAN MANUEL»ALBACETEISSN 0212-8632
gina 220
su fundación no solo una forma de honrar la devoción mariana sino,
también, un modo de librarse de los gastos de reparación y mante-

con Chinchilla por dicho terreno. Para delimitar las obligaciones y
-
cordia que regiría las relaciones entre ambas instituciones. Desta-
camos de ella tres cláusulas:
1ª. La villa quedaba con el patronato del convento, sin nece-

2ª. Tendría potestad para traer a la Virgen cuando lo nece-
sitara la villa por un novenario o calamidad sin necesidad de
dar explicaciones.
3ª. Que la gente que acudiera a las novenas en mayo y en sep-
tiembre tendría derecho a utilizar el hospicio.
Surgió, por tanto, una nueva Feria en los Llanos al calor de los

de ingresos: las limosnas y el comercio. Los frailes se percataron
del rendimiento que podía reportarles su control y procedieron a su
explotación. Los religiosos atribuían tal logro a fray Juan Martínez
Cano, «que fue quien la inventó y la logró».
pleito que se inició en el año 1779, porque, según ellos, con anterio-
ridad a fray Juan, ni se conocía la Feria ni había rastro de ella7. Así
lo corroboran los datos manejados por López y Tejada sobre esta
actividad que supuso para el convento un aumento en sus ingresos
que llegó a alcanzar el 10 % en promedio, superando algunos años
incluso el 20 % (2021, p. 287). Podemos considerar que esta Feria
en Los Llanos es nueva y distinta a la medieval por varios motivos:
- Porque surgió como iniciativa del convento franciscano.
- Porque contra los intereses de la comunidad franciscana,
Albacete logrará en 1710 el privilegio real.
- 
de septiembre.
- -
do a una función concreta y concentrando en un lugar lo que
antes estaba disperso.
7 AHN, Consejos, leg. 877, 2
Elvira E. Valero de la Rosa
EL EDIFICIO FERIAL EN LOS LLANOS DE ALBACETE. NUEVAS APORTACIONES DOCUMENTALES
gina 221
3. EL PRIVILEGIO DE FERIA DE ALBACETE. COMIENZO DEL
CONFLICTO
Albacete obtuvo el Privilegio de Feria el día 6 de marzo de
1710 como recompensa a los servicios prestados a la causa de
Felipe V. Consistieron en la entrega de diez caballos, pese a que la
villa soportaba tres años de plagas de langosta, enfermedades en-
démicas como el paludismo por las aguas pantanosas de su entorno
y soportar el gravoso acomodo y abastecimiento de las tropas a su
paso por la villa. En principio esta solicitó una feria franca por ocho
días en la festividad de nuestra señora de los Llanos, día 8 de sep-
tiembre, pero solo le concedieron cuatro. La coincidencia de fechas
y la vinculación con la festividad de la Virgen de Los Llanos augura-

control de la Feria que persistió hasta 1767. Fueron años de cons-
tantes desavenencias y pugnas con la comunidad franciscana que se

-


familia Cantos. Inicialmente colaboraron con el ayuntamiento para
apartar la feria del convento, construyendo unas lonjas para los ven-
dedores, pero, una vez percatados del rendimiento ferial, intenta-
rían por todos los medios arrobarse con la propiedad del terreno y
con dicho rendimiento.
Tras la concesión del privilegio y durante los dos primeros
años Albacete celebró su Feria en el espacio de antaño: centro de
la villa, calle y plaza Mayor, aunque paralelamente se mantuvo en
el paraje de Los Llanos. Los frailes denunciaron inmediatamente su
celebración. El Ayuntamiento sostenía que el privilegio conllevaba
-
dio, porque el paraje de Los Llanos se hallaba en un despoblado que
adolecía de seguridad al estar alejado de la justicia y por este motivo
se cometían delitos, «indecencias» y desórdenes. Además, era escasa
el agua y los abastecimientos8. En suma, era un paraje problemático
8 AHPA. Signatura 304, 6
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para los comerciantes que acudían y cuyas quejas trascendieron al
consistorio. El pleito acabó en el Consejo Real y se dirimió a favor de
los franciscanos el 14 de julio de 1712 prohibiendo, por sobrecarta
del 7 de noviembre del mismo año, que la Feria se mudara de Los
Llanos tal y como era costumbre consolidada9. Sin embargo, según
el expediente de los Consejos10, se celebró de forma tácita y sin li-
cencia en los dos sitios con tres días de duración en cada lugar. Este
dato ya lo ofrecía Sánchez Torres (1916, p. 93).
3.1. El desenvolvimiento de la Feria en los Llanos
La infraestructura consistía en unos andamiajes adosados al
convento que todos los años se levantaban ocupando las inmedia-
ciones de la ermita, el atrio e incluso la hospedería. En ella se ins-
talaban las platerías denunciadas en 1748 por fraude en el metal,
  
poder ejercer su jurisdicción en lugar sagrado. Este se solventó con
una resolución que prohibió la venta en el espacio religioso o en sus
proximidades si ello impedía la acción de la justicia. En sucesivas
ocasiones las instituciones religiosas obligaron a los frailes a alejar

y políticos derivados. Ante el temor de perder las limosnas y aprove-
chando que D. Pedro de Cantos, natural de Albacete -pero residente
en Madrid por sus cargos de alcalde de Casa y Corte, vocal del Su-
premo Consejo de Castilla, del de la Inquisición y asesor de la Santa
Cruzada-, levantaba una casa-venta y parador, los frailes acudieron
a él solicitándole construir unas lonjas o cobertizos en el exterior
-serían inaugurados en 1746 y 1747- más otras portátiles a colocar
entre la venta y la ermita y el convento. La venta de D. Pedro de
Cantos supuso para los frailes una merma en el producto obtenido
de la Feria. Sus ingresos pasaron de 3.792 reales en 1746 a 376 en
1747 (42 y 2 % de los totales, respectivamente). En las limosnas los
términos se invertían: de 495 a 852 reales en dichos años (López,
Tejada, 2021, p. 292-295). Estos datos dejan claro que el principal
interés radicaba en el control de la Feria y no tanto en las limosnas.
9 AHPA. Signatura 304, 3
10 AHN, Consejos, leg. 877, 2
Elvira E. Valero de la Rosa
EL EDIFICIO FERIAL EN LOS LLANOS DE ALBACETE. NUEVAS APORTACIONES DOCUMENTALES
gina 223
Pese a la construcción de la venta y las lonjas los frailes no
cesaron de percibir ingresos por la Feria como demuestran López
y Tejada al estudiar el libro de cuentas del convento que abarca el
período 1718-1789 (2021, p. 292). Para frenar esta competencia D.
Pedro de Cantos obtuvo de la Orden franciscana el compromiso de
que los religiosos no volverían a introducir la Feria «en sagrado».
Además, compró a los conventuales el maridaje para tiendas y cajo-

no alquilar a los feriantes cajones de madera (mostradores) ni co-
bertizos para la venta aun con el pretexto de limosna y de no hacer-
lo tampoco fuera de sagrado por ser todo el terreno propiedad del
vínculo de D. Antonio de Cantos Benítez, hermano de D. Pedro. De
esta forma el propietario se resarciría de la inversión, alegando -fal-
samente, por cierto- que sus antepasados donaron el terreno para la
11. Joaquín Roa Erostarbe sostenía
que:
          
quien por ello se reservó el patronato, y según una información
ante siete testigos a instancia de don Antonio de Cantos Benítez
resulta que en Los Llanos solo había una reducida ermita y una
casilla para el santero y que los frailes pidieron al padre de don
Antonio el terreno que necesitaban para hacer la función y él se lo
dio de un vínculo que poseía» (1891, pp. 255-256).
Sánchez Torres (1916, p. 94) acomete la cuestión con cier-
ta ambigüedad. Dice que estas lonjas, casa-venta y parador fueron
construidos en terrenos, al parecer, del común, sin aclararnos la
cuestión y sumiéndonos en mayor confusión al indicar a renglón se-
guido que D. Pedro de Cantos incorporó estas obras a un vínculo que
estaba disfrutando. A partir de lo expuesto nos preguntamos: ¿cómo
11 AHPA. Signatura 304, 3. En 1747, el heredero de D. Antonio de Cantos Rubio, D. Antonio
de Cantos Benítez, interpuso un pleito con el concejo para que se le reconociera la tierra

el padre de D. Antonio donó por su mucha devoción unos terrenos anexos al convento para


AL-BASIT 68 • PÁGS. 213-244INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES «DON JUAN MANUEL»ALBACETEISSN 0212-8632
gina 224
es posible incorporar a un vínculo unas obras en un terreno que no
era suyo sino concejil? Él tan solo dice que hubo cuestiones sobre
la legalidad de la permuta cuando, en realidad, el expediente nos
muestra todo un pleito que depara en el Tribunal Supremo. Vicente
Carrión, que cita a ambos autores, insiste en que los terrenos donde
se construyó el convento eran de la villa, que el ayuntamiento cedió
a los franciscanos la ermita para iglesia, pero que otros terrenos fue-
ron cedidos por D. Antonio de Cantos de un vínculo que poseía -sin
explicar cuáles- (Carrión, 2006, p. 613).
3.1.1. ¿Quiénes eran los Cantos?
Los Cantos pertenecían a un antiguo y poderoso linaje que
hizo su aparición en Albacete en el primer tercio del siglo XV (Pretel,
2001, pp. 60-61). Procedían del municipio conquense del Villar de
Cantos, situado a unos 70 km de Albacete. En origen su apellido era
Sánchez del Villar de Cantos, que se abreviará a Cantos. El personaje
-
chez de Cantos, caballero armado y ennoblecido en 1488 con una
hidalguía por los Reyes Católicos que ocupará varios cargos munici-
pales como alcalde, asesor y representante del concejo en la Corte.
-
nicipales, llegando hasta los ayuntamientos constitucionales. Ade-
más, una vez consolidado su poder local ascendieron en la carrera
burocrática como abogados, miembros de la justicia (corregidor, al-
calde mayor, intendente…) y accedieron a la política nacional -caso
de D. Pedro de Cantos Benítez que alcanzó el cargo de ministro del
Consejo de Castilla durante los reinados de Fernando VI y Carlos III-
(Cózar, 2005, p. 338). Pese a vivir fuera de Albacete fue nombrado
a mediados de siglo XVIII alcalde de la Hermandad por el estado
noble. «Sus ocupaciones en estos cargos no le permitirían ejercer ac-
tivamente en el puesto que la villa le había designado, sin embargo,
aceptaba ese encargo y les solicitaba que diesen la vara interinamen-
te a otra persona hasta que pudiese tomar la posesión» (Cózar, 2005,
p. 936).
Elvira E. Valero de la Rosa
EL EDIFICIO FERIAL EN LOS LLANOS DE ALBACETE. NUEVAS APORTACIONES DOCUMENTALES
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3.2. El solar donde se construyó la venta. ¿Tierra concejil o
privada?
      
la tierra concejil que rodeaba la ermita. La disparidad de criterios
     
ayuntamiento a realizar un reconocimiento y apeo, resultando que
los veinticuatro almudes de tierra que contabilizaba el ayuntamien-
to eran los correctos, incluyendo el huerto del convento12. El 4 de
septiembre de 1755 D. Antonio de Cantos Benítez denunció ante el

de madera para levantar nuevos puestos de tiendas a una distancia
entre seis y ocho varas del atrio del convento. Por ello, astutamente,
solicitó al concejo que se le reconociera la posesión de su hereda-
-
ciales reconocieron el terreno, descubrieron que los nuevos hoyos
habían sido tapados por los frailes y a continuación levantaron acta
restituyendo «en su propiedad» a D. Antonio, aun a sabiendas de que
prevaricaban favoreciendo a los Cantos -al tener que posicionarse a
favor de don Antonio o de los frailes, eligieron el mal menor-Por
«Nota para lo su-
cesivo. Los testigos de esta información estaban poco instruidos para

la ermita de los Llanos fueron haitados y amojonados como propio
todo de la villa en el año 1673 […] y hasta el monte de San Pedro, que
lo es también de la villa, que fue plantado por ella como consta de
ejecutoria»13. Permitir a los Cantos ejercer como propietarios fue un
error que el Ayuntamiento lamentaría.
En 1767 falleció sin descendencia D. Pedro de Cantos Bení-
tez. En su testamento de 1756 dejaba como usufructuaria, pero no
heredera, a su mujer, Dª. María Josefa Vélez, y aprovechaba la oca-
sión para agregar parte de sus bienes al vínculo que fundó su her-
mano, D. Antonio de Cantos y Dª. María de Cantos -sus sucesores, al
-
12 AHPA. Signatura 304, 3
13 AHPA. Signatura 304, 3.
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daba los bienes agregados al vínculo incluyendo entre ellos la venta,
parador y lonjas exteriores que había construido en Los Llanos para
carruajes, pasajeros y feriantes. Dª. María falleció el 24 de mayo de
1767. Antes de tomar posesión del vínculo D. Antonio de Cantos Be-
nítez, los representantes municipales D. Pedro Tomás Carrasco Ra-
mírez de Arellano, D. Felipe Zamora y Aguilar (regidores perpetuos)
y el abogado de los Reales Consejos, D. Andrés Ruiz Montoya en re-
presentación de D. Antonio de Cantos Benítez, hermano y heredero
de D. Pedro acordaron la permuta de la venta y porches a cambio

mismo año fallecería D. Antonio, por lo que, en 1768, la heredera
del vínculo, Dª. Juana de Cantos, asistida de su marido D. Antonio
Bustamante y Cantos, inició un pleito en la Chancillería de Granada
intentado anular la operación que, aunque escriturada, carecía to-
davía de la autorización del Consejo Real. Oponían los interesados
que D. Antonio de Cantos no debió realizar la permuta al no ser le-
gal enajenar unos bienes vinculados. La posesión de la tierra había
sido usurpada y enmascarada por medio de vínculos, agregaciones
y escrituras notariales que enmarañaban el asunto de forma asom-
brosa. Aquí comenzó un largo pleito con los herederos a los que el
ayuntamiento recordaría posteriormente que el Privilegio de Feria
lo obtuvo la villa, y que cualquier producto que de ella resulte «como
en realidad produce el arrendamiento de los dichos porchados, más

está concedida la gracia y no al suegro de don Antonio Bustamante
de quien espera la sucesión de estos vínculos por medio de su con-
sorte». En atención a este derecho que tiene la villa, comunicó a los
demandantes que iba a solicitar licencia al Consejo Real para apro-
bar los gastos y construir otros porches en otro terreno y obtener
sus utilidades, y no sean para los que solicitan la anulación, pues de
esta forma el Privilegio de Feria no sería concedido a Albacete sino
a esos individuos14.
Pero ¿por qué consintió el Ayuntamiento la construcción de

propia villa diciendo «que, aunque debió proponerla a la enunciación
14 AHPA. Signatura 304, 9.
Elvira E. Valero de la Rosa
EL EDIFICIO FERIAL EN LOS LLANOS DE ALBACETE. NUEVAS APORTACIONES DOCUMENTALES
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de obra y voluntarios deslindes para impedir el golpe de los presentes
perjuicios, se entibiaron en el remedio, con un respeto tan natural de
temor reverente a los méritos de don Pedro, y fue preciso silenciar el
derecho con la reserva de introducirlo en tiempo oportuno»15.
El Ayuntamiento declaró que supieron después de pactar
con D. Pedro que el suelo era concejil. De hecho, dónde se estable-
ció la venta era originariamente el espacio ocupado por la casilla,
corral y demás servidumbres incluido el pozo que llamaban de la la-
vandera. La familia con testigos y testimonios falsos argumentaron
que la ermita era del vínculo y mayorazgo de D. Antonio de Cantos
Rubio y que consintió la fabricación de una «desvencijada» ermita
por su gran devoción. El pleito demuestra que todo el terreno entre
las ermitas de San Pedro y Los Llanos era concejil, para uso de gen-


parte del camino que iba de Albacete a la Humosa y se separaba
a mano izquierda para Pozohondo, entrando por las dos ermitas y
abriéndose con rodeo para retomarlo por el Este.
Para dilucidar toda esta cuestión el Tribunal Supremo pidió



otras obligaciones ordenó hacer un plano o mapa del sitio, sus edi-
-
cimiento, ya que todo lo expuesto era muy importante y sustancial
para el derecho de la villa y serviría para desmontar los argumentos
que D. Antonio Bustamante elevó al Tribunal Supremo. El tiempo
demostraría que este terreno carecía de valor fuera de su contexto,
pues fue incautado por el Estado y subastado en 1873. El titular del

clero, sin que el ayuntamiento reclamara derecho alguno16.
Por el año de 1779 los frailes interpusieron otro pleito contra
la villa a raíz de unos incidentes provocados por la negativa de los

15 AHPA. Signatura 304, 9.
16 AHPA. Signatura 10.587, 9
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de Albacete y la toma de posesión del hospicio por la fuerza. En su
expediente se incorporaron los planos que ya se habían solicitado,
siendo esta la razón por la que se conserva en el AHN17. Los antece-

los planos que representan el paraje, ermita, venta y demás elemen-
tos de Los Llanos (Figura 1).
4. LA INTERPRETACIÓN DE LOS PLANOS Y EDIFICIOS DE LOS
LLANOS
El expediente del pleito con los frailes franciscanos (1779-
1783) contiene los planos con los números 3.314 (croquis de planta
y situación del convento y hospicio anejo junto al camino real de


la venta de Albacete (Figura 1).
Figura 1. Ubicación del convento, venta y caminos principales. 1780.
Fuente: AHN. Sección Consejos, leg. 877, 2
17 AHN. Sección Consejos, leg. 877, 2, con fechas comprendidas 1779-1783.
18
4. LA INTERPRETACIÓN DE LOS PLANOS Y EDIFICIOS DE LOS
LLANOS
El expediente del pleito con los frailes franciscanos (1779-1783) contiene los planos con
los números 3.314 (croquis de planta y situación del convento y hospicio anejo junto al
camino real de Chinchilla a Albacete) y 3.315 (alzado y situación del mismo edificio y
paraje). En ambos se observa el edificio de la Feria, conocido como la venta de Albacete
(Figura 1).
Figura 1. Ubicación del convento, la venta y los caminos principales. Planos de 1780.
Fuente: AHN. Seccn Consejos, leg. 877, 2
En el primero de los planos se aprecian las paredes que cercaban el conjunto,
formado por la ermita -dibujada a mayor escala a la derecha por ser el elemento más
importante- con su plaza o atrio, puerta, portería, hospicio y torre. El convento se
completa con el claustro y corredor, más el huerto y las caballerizas de su entorno. El
camino real separa el convento y la venta-parador, que aparece rodeada con dos
corredores de Feria. En su interior hay unas casillas colocadas en hilera -son habitáculos
estables-. Este edificio, que es el que nos interesa, presenta en el alzado una fachada con
Comentado [MP1]: Extender hacia abajo el plano de la
derecha hasta darle la misma altura que al plano de la
izquierda
18
4. LA INTERPRETACIÓN DE LOS PLANOS Y EDIFICIOS DE LOS
LLANOS
El expediente del pleito con los frailes franciscanos (1779-1783) contiene los planos con
los números 3.314 (croquis de planta y situación del convento y hospicio anejo junto al
camino real de Chinchilla a Albacete) y 3.315 (alzado y situación del mismo edificio y
paraje). En ambos se observa el edificio de la Feria, conocido como la venta de Albacete
(Figura 1).
Figura 1. Ubicación del convento, la venta y los caminos principales. Planos de 1780.
Fuente: AHN. Sección Consejos, leg. 877, 2
En el primero de los planos se aprecian las paredes que cercaban el conjunto,
formado por la ermita -dibujada a mayor escala a la derecha por ser el elemento más
importante- con su plaza o atrio, puerta, portería, hospicio y torre. El convento se
completa con el claustro y corredor, más el huerto y las caballerizas de su entorno. El
camino real separa el convento y la venta-parador, que aparece rodeada con dos
corredores de Feria. En su interior hay unas casillas colocadas en hilera -son habitáculos
estables-. Este edificio, que es el que nos interesa, presenta en el alzado una fachada con
Comentado [MP1]: Extender hacia abajo el plano de la
derecha hasta darle la misma altura que al plano de la
izquierda
Elvira E. Valero de la Rosa
EL EDIFICIO FERIAL EN LOS LLANOS DE ALBACETE. NUEVAS APORTACIONES DOCUMENTALES
gina 229
En el primero de los planos se aprecian las paredes que cer-
caban el conjunto, formado por la ermita -dibujada a mayor escala a
la derecha por ser el elemento más importante- con su plaza o atrio,
puerta, portería, hospicio y torre. El convento se completa con el
claustro y corredor, más el huerto y las caballerizas de su entorno. El
camino real separa el convento y la venta-parador, que aparece ro-
deada con dos corredores de Feria. En su interior hay unas casillas

el que nos interesa, presenta en el alzado una fachada con dos pisos
y dos puertas en eje que necesariamente se comunican con otras
dos, que no vemos por la perspectiva, coincidiendo con la planta
del proyecto de Lucas de los Corrales de 1771-1772 que describe
por Juan Calduch: doce calles ortogonales, integrado por veinticinco
edículos con cuatro tiendas cada uno y otras alrededor. Constaban
de tienda en la parte baja y un pequeño habitáculo para la mercan-
cía en la superior. Adosadas al perímetro se abrían cuarenta tiendas
más. También se proyectaron espacios para servicios de hospedería,
caballerizas, y casa de justicia. El común (retretes) muestra la im-
portancia adquirida para los ilustrados de las cuestiones higiénicas
(Calduch, 2011, pp, 58-61)18.
-
mún en el siglo XVIII. Se trata de un esquema ilustrado de utilidad
pública que apuesta por la cuadrícula a la manera de un gran mer-
cado funcional. En esta centuria se conocen en España proyectos
parecidos como el de Matías Figueroa de 1786 -mercado de una sola
planta para el Baratillo (Sevilla)- y los de Torcuato Cayón de 1773,
1794 -Puerto Real (Cádiz)- y 1830 -Cádiz- (Bonet, 1991, p. 499). No

-
mún con el proyectado para Albacete ser obra del mismo arquitecto,
cumplir la misma función y situarse frente a un convento francisca-
no donde también se veneraba a la patrona (Segado, 2007-2008, p.
413).
18 El plano se encuentra en AHPA. Signatura, planero 1, carpeta 28, 1.
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5. EL PROYECTO DE LUCAS DE LOS CORRALES 1771-1772
El diseño del recinto tiene fecha de 6 de septiembre de 1771
y la memoria descriptiva de 2 de enero de 1772 (Figura 2). En ella
el arquitecto explica que el trabajo fue un encargo del corregidor de
Lorca, D. Francisco Javier Gascón, a petición de la justicia y comi-
sarios de la villa de Albacete. Recordemos que en el pleito iniciado
en 1768 con los herederos de D. Antonio de Cantos, los regidores

el paraje de Los Llanos para librarse de las exigencias de la familia

amenazaba ruina y necesitaba constantes reparaciones. No era, por
tanto, descabellado que el Ayuntamiento sopesara construir un nue-

cabida era de seis celemines (según el expediente desamortizador
abarcaba 35 áreas, 2 centiáreas y 86 céntimos de centiárea19) frente
a las 46,17 áreas del de Lucas de los Corrales según medidas de Juan
Calduch (2011, p. 58)20. El coste fue de 90.000 reales según declaró

143.000 reales del otro.
-
tas que, en el interior, se transformaban en dos calles ortogonales
que dividían el espacio en cuatro manzanas. En ellas se establecían
las tiendas aisladas y rodeadas por calles para la perfecta circula-
ción de los viandantes (Segado, 2007-2008, pp. 413-418). La misma

LLanos de 1780 (Figura 1). En el exterior había otras tiendas des-
-
rías… Este uso se correspondería con los «corredores de Feria» del
citado plano que, además, muestra parcialmente en el eje vertical la
puerta más destacada, con arco y frente al convento. Sabemos tam-


cuenta con dos plantas en todo su perímetro mientras que en el de
19 AHPA. Signatura 10.587, 9
20 Según Cristina Caro el espacio era rectangular de 76 x 92 varas (63,46 x 76,82 m) (2015,
p. 68.). Según Juan Calduch, 90 x 73,5 varas) (2011, p. 58).
Elvira E. Valero de la Rosa
EL EDIFICIO FERIAL EN LOS LLANOS DE ALBACETE. NUEVAS APORTACIONES DOCUMENTALES
gina 231
Lucas de los Corrales las dos plantas sólo se levantaban en la casa

que se corresponden con las manzanas del plano de Lucas de los Co-
rrales. Las tiendas interiores según el expediente de Feria de 1773
(cuenta de sus productos y reparos en la venta, cuadras, porches y
otros)21 ascendían a 190, más las 60 del exterior, ofrecen un total
de 250, cifra superior a la del proyecto del arquitecto lorquino que
contemplaba 180 en el interior.
Siguiendo a Juan Calduch el espacio de la Feria de Albacete
era un recinto cuadrado de 73,5 varas al que se accedía por cua-
tro puertas situadas en el eje de cada lado. Su interior estaba orga-
nizado mediante una retícula de seis calles en las dos direcciones
ortogonales, de seis varas cada calle, entre las que se encuentran
las veinticinco manzanas de cuatro tiendas por cada una. Según su
ubicación, hay dos tipos de tienda: las situadas en el centro del patio
y las del perímetro. El modelo base que organiza todo el espacio es



de la Feria y una anchura de unas dieciséis varas. Sus requisitos fun-
cionales son evidentes: casa de Justicia, alojamiento de huéspedes

55-65).
21 AHPA. Signatura 305, 1
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Figura 2. Plano de Lucas de los Corrales para
Feria en Los Llanos. 1771-1772.
Fuente: AHPA. Planero 1, carpeta 28, 1.
6. LAS CUENTAS DEL PRODUCTO DE LA FERIA Y LAS OBRAS
Considerando, como se ha apuntado, que en uno de los pla-
-
nocido como «la venta», así como los edículos en su interior y los
«corredores de Feria» en su perímetro, y, en otro, un alzado donde se
visualizan dos de las cuatro puertas perimetrales, nuestro objetivo

se asemeja al que aparece en el plano de Lucas de los Corrales de
1771-1772 (Figura 2). Para ello, al no haberse conservado expe-
diente de obras ni actas desde 1769 a 1775, optamos por recurrir
a fuentes indirectas como las cuentas del producto de feria para
comprobar si, a través de las variaciones en la data, se podía hallar
el montante de una obra que llamara la atención por su cuantía. ¡Y
Elvira E. Valero de la Rosa
EL EDIFICIO FERIAL EN LOS LLANOS DE ALBACETE. NUEVAS APORTACIONES DOCUMENTALES
gina 233
estaba! El expediente de 1773 titulado: «Expediente de Feria de los
Llanos, año de 1773. Cuentas de sus productos y reparos hechos en
la venta, cuadras, porchados y otros». Es el único de los registros de
cuentas entre los examinados desde 1768 que detalla una obra de
importancia y que cotejaremos con el plano de 1780 para compro-
bar su verosimilitud22. La obra contaba con una comisión nombrada
al efecto e integrada por un juez, el corregidor de Albacete, D. Gar-
cía Núñez de Haro; un regidor comisionado, D. Francisco Benítez,
asistido del procurador síndico personero, D. Alonso de Molina; y el
escribano. Como técnicos incluía al maestro alarife, Francisco León,
y el maestro carpintero, Fulgencio Andújar. Pero, comencemos por
el principio.
6.1. La reconstrucción de la venta
Como ya indicamos, el 3 de septiembre de 1767 el Ayunta-
miento adquirió las lonjas de D. Pedro permutándolas por 169 al-
mudes de tierras de labor, todo lo cual importó, con las obras que in-
mediatamente se realizaron, unos 90.000 reales de vellón (Sabater,

años, ni si en el total se incluye la valoración de las tierras permuta-
das. Roa Erostarbe recoge lo publicado por Sabater e insiste que no

-
guna para ello (Sánchez, 1916, p. 86). Cristina Caro, recuperando

y organizativas, pero no explica cuáles fueron esas razones e insiste
diciendo que «una vez desestimado el proyecto de Lucas de los Co-
rrales […] intenta reubicarlas en las lonjas-hospedería. No obstante,
el arreglo de unas naves que antes no habían captado la atención
de los comerciantes y los vecinos…no constituirá costumbre ni há-
bito: no existe el arraigo» (Caro, 2010, p. 264). Es decir, totalmente
al contrario de lo sucedido pues sí existía el arraigo como veremos.
Al no conocer las verdaderas razones del traslado de la Feria
al casco urbano, se ha dado por supuesto que la villa ganó el pleito
-
secuencia, se alude al pleito de 1779-83 de forma vaga y se da por
22 Todas las cuentas en AHPA, signatura 305.
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hecho que se abandonó el proyecto (Calduch, 2011, 65) cuando la
realidad es que el pleito completo no ha sido revisado por ninguno

-
cordante al respecto se encuentra en el AHN y consta de dos partes:
la primera trata de la ocupación del hospicio el 4 de septiembre de
1779, mientras que la segunda contempla la remoción de la Feria a
otro lugar. Esta es la que más nos interesa. De su lectura se despren-
de que con fecha 6 de agosto de 1781 los frailes habían solicitado al
Consejo Real que se removiera la Feria de Los Llanos por los exce-
sos y escándalos que se cometen «en perjuicio del sosiego y quietud
espiritual de aquella comunidad». Los autos se entregaron a la villa
el 19 de julio de 1782 para que alegara lo que considerase conve-
niente. El Ayuntamiento se opuso al traslado por los muchos gastos
realizados (ochenta o noventa mil reales), no sólo con la permuta
de las 168 fanegas de tierra sino, también, con las obras ejecutadas
-
ciende a dichas sumas». Y todo ello porque las sucesivas provisiones
falladas en relación con su traslado (14 de julio y 7 de noviembre de
1712 y 1742) fueron contrarias y lo habían impedido, dejando a la
villa «atada y ligada desde aquel tiempo y en la precisión de construir
. Se lamentaba del cambio de opinión del convento,
al que ahora, cínicamente, molestaba lo que antes le atrajo, sencilla-
mente, por perjudicar a Albacete porque «no se le oculta que remo-
-
dos y las tierras de las que se desapropió […] y que para continuarla,
si se removiere, se hace preciso el buscar sitio proporcionado y cons-

soportarlos» ya que la villa sobrelleva varias cargas: una los censos
de su acreedores y de Justicia y otra la atención a la enseñanza de
primeras letras y gramática que en años precedentes recaía en los
jesuitas recientemente expulsados y ahora debía ser asumida por el
Ayuntamiento. Este decreto se inscribió en el libro de acuerdos del
consistorio de 1782 pero, lamentablemente, no se conserva por lo
que no podemos ampliar la información. Con todo, cabe añadir que
no sería hasta el 11 de julio de 1783 cuando se recibiría en Albacete
el auto23.
23 AHN. Sección Consejos, leg. 877, 2.
Elvira E. Valero de la Rosa
EL EDIFICIO FERIAL EN LOS LLANOS DE ALBACETE. NUEVAS APORTACIONES DOCUMENTALES
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         
sobre la antigua venta, pero ¿en qué situación estaba cuando el
Ayuntamiento realizó la permuta? Este dato nos lo aclara el pleito
de 1768 contra la familia Cantos: «los porches son de corto valor, la
venta está construida a sola teja y alguna madera por ser las más de
las cubiertas de cañas, los cimientos de piedra y barro y las paredes de
tapiería de sola tierra basta y desligada y que a pesar de los reparos
se halla próxima al hundimient24.
En 1768 se formalizó también el acta de toma de posesión
de la venta para acogimiento de trajineros que pasan por el lugar,
que está en despoblado, y unos porches servían a los comerciantes,
tenderos, plateros y demás que concurren a vender sus géneros a la

llevando para efecto de contabilidad unos cuadernillos25. Desde tal
momento la venta desaparecía con esta función -aunque se la con-
tinuara llamando «venta»- y pasó a ser recinto ferial en exclusiva.
El referido arrendamiento de la venta supuso 300 reales, mientras
que los porches y puestos contiguos a la venta con sus cajones de
madera rentaron 3.800. En total, el año considerado los ingresos
ascendieron a 4.100 reales. Los gastos incluyeron los reparos de la
casa, posada y cuadras (1.325 reales) y los incurridos en formar los
cajones y puestos (492 reales)-. En total sumaron 1.817 reales, lo
que supone un saldo neto positivo de 2.283 reales. Por su parte, los
-
minos relativos, pasar del 20 al 8 % en 1766-1768 (López y Tejada,

controlar la Feria en el lugar marcado por las provisiones reales de
1712 y 1742: el paraje de Los Llanos.
La dinámica prosigue, con ligeras oscilaciones, hasta 1773,
año en el que el «expediente de Feria de los Llanos. Cuentas de sus
productos y reparos hechos en la venta, cuadras, porchados y otros»
demuestra que hubo una obra trascendente. Comienza con la visita

con el maestro alarife, Francisco León, y el maestro carpintero, Ful-
24 AHPA. Signatura 304, 9.
25 AHPA. Signatura 305, 1.
AL-BASIT 68 • PÁGS. 213-244INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES «DON JUAN MANUEL»ALBACETEISSN 0212-8632
gina 236
gencio de Andújar, para reconocimiento de este, porches y tapierías
separadas con el objeto de la seguridad y si fuera necesario su re-
paración. Una de las condiciones era medir por varas los puestos y
levantar plano, pero ambas actuaciones o no se realizaron o no se

se hallan todos los elementos mayoritariamente destrozados, par-
te de sus cuadras hundidas y, las que no, amenazan ruina porque
cuando se construyeron fue su anchura demasiada y sus maderos
cortos. La pared que corre de la cuadra, cuyo frontis foráneo mira
al sol saliente, está casi boleada por el peso de su cubierta y porque
las tapias fueron de tierra tan desligada que hoy está destrabada

parte que no se ha hundido está embalsada. Si no se pone remedio
quedarán todas las cuadras asoladas. Se hace preciso retejar la casa
y coger todos sus vuelos y caballones, y lo mismo en las cuadras y
porches donde se ponen las tiendas de los feriantes. Por su parte,
los maestros alarifes y carpinteros indican que para aumentar las
tiendas es preciso levantar un hilo de tapias a la parte de saliente
en la primera carrera o banda que hay, en las formadas contra la de
los porches, y otro siguiendo por la misma mira y banda segunda
del camino que va a la ermita de San Pedro de forma que se puedan
construir sesenta tiendas más de las que se han puesto los años an-
teriores (son los corredores de feria del plano de 1780). Con ellas
se puede resarcir el gasto de dichos reparos y mucho más cuando
se diera otra disposición de hacer nuevos porches y cubiertos para
acoger a los feriantes. En el expediente también se alude a los por-
ches, citando el nombre de los arrendadores, que es su verdadero

seis puestos cubiertos fuera -por contraposición también deberían
existir los de dentro-. Se mencionan sus valores económicos que
oscilan entre los 60 y 120 reales (los de los testeros). Otros vein-
tidós, denominados «postes», oscilan entre 15, 16, 20 y 25 reales.
Entre los interiores tenemos los de frontis a la carrera de Francisco
Ximénez. En el exterior, 14 puestos al frente, en la banda primera
al poniente; y 5 a la derecha del camino de Albacete. Desde este a
la derecha para la carrera, 13; a la izquierda del camino para San
Pedro, 7; a la derecha del mismo camino, 4; y en las carreras de la
Elvira E. Valero de la Rosa
EL EDIFICIO FERIAL EN LOS LLANOS DE ALBACETE. NUEVAS APORTACIONES DOCUMENTALES
gina 237
izquierda y derecha para el atrio, 34 y 32, respectivamente. En total
250 puestos, incluyendo exteriores e interiores, para tres días, del 7
al 9 de septiembre. Su arrendamiento ascendió a 7.311 reales fren-
te a los 3.800 del primer año de explotación por parte de Albacete
(1768). Los gastos de la obra fueron 5.074 reales, frente a los 1.325
anteriores. Es decir, pese a la inversión aún quedaron 2.237 reales
a favor de las arcas públicas. Por su parte, los frailes ingresaron ese
año por el producto de feria 3.142, cifra que desciende sustancial-
mente en 1778 (1.785 reales), se recupera tímidamente en los dos
años siguientes, para bajar en 1781 y 1782 a 2.320 y 2.529 reales,
respectivamente. En 1783 ya no obtuvieron ningún ingreso por la
Feria (López y Tejada, 2021, p. 292).
La novedad de la obra aludida es que va a contar con puestos

atenemos a que -
lados o provisionales sin llegar a sistematizarse los recintos feriales».
El recinto gana en funcionalidad con este diseño al convertirse, por
primera vez, en un ferial estable, un concepto muy importante en
la arquitectura barroca: -

Ilustración» (Bonet, 1991, p. 501 y 504). Con el paso del tiempo, la
vitalidad de la feria, abierta a todos los gremios, vincularía su su-
pervivencia al referido concepto de lo estable (Segado, 2007-2008,
p. 413). Prueba de ello es que este tipo de ferial se convirtió en el
más común del siglo XVIII dentro y fuera de España. Lo encontra-
mos en el norte de Italia, concretamente en el Veneto y en Bérgamo,
una verdadera ciudad-mercado, con tiendas, plaza central y cuatro
torres en las esquinas de su cerca cuadrada. También está presente
en algunos lugares del mundo hispánico de América, heredando el
tipo de caseta permanente en disposición de damero (Bonet, 1991,
pp. 498-499).
Una vez trasladada la Feria a la villa en 1783, la antigua ven-
ta de Los Llanos se sumió en el abandono hasta que en 1872 una
denuncia de la Comisión de Policía Urbana daba cuenta del peligro
de las tapias ruinosas del antiguo ferial. Al no tener propietario re-
conocido, su demolición la asumió un vecino aceptando como retri-

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gina 238
puertas viejas, una armadura de cubierta, algunos tableros y otros
enseres de poco valor26 (Figura 3).
Figura 3. Expediente de variación de la cañada o calzada romana
en el paraje de Los Llanos. 1872.
(1) Explicita el estado ruinoso de las tapias del viejo recinto ferial
Fuente: AHPA. Signatura 350.
7. CONCLUSIONES
-
chos y variados intereses en ella. No solamente se trataba de dirimir
la rivalidad entre el Ayuntamiento y los frailes, sino que hubo un ter-
cer protagonista: D. Pedro de Cantos. Su intervención no fue casual,
a mi entender, sino convenida con los regidores municipales para
desapropiar al convento de la feria. La principal fuente de informa-

sobre dicho pleito que se dilucida en el Consejo Real entre 1779 y
1783, y cuya sentencia obliga al Ayuntamiento a devolver las llaves

al otorgar preferencia a la Justicia municipal para ocupar los cuartos
26 AHPA. Signatura 304, 26.
29
Figura 3. Expediente de variación de la cañada o calzada romana en el paraje de Los Llanos. 1872.
(1) Explicita el estado ruinoso de las tapias del viejo recinto ferial
Fuente: AHPAB. Signatura 350.
7. CONCLUSIONES
El traslado de la feria a Albacete fue complejo al confluir muchos y variados
intereses en ella. No solamente se trataba de dirimir la rivalidad entre el Ayuntamiento y
los frailes, sino que hubo un tercer protagonista: D. Pedro de Cantos. Su intervención no
fue casual, a mi entender, sino convenida con los regidores municipales para desapropiar
al convento de la feria. La principal fuente de información para llegar a tal afirmación nos
la proporciona el expediente sobre dicho pleito que se dilucida en el Consejo Real entre
1779 y 1783, y cuya sentencia obliga al Ayuntamiento a devolver las llaves tomadas a la
fuerza al convento, pero, a su vez, ratifica al consistorio al otorgar preferencia a la Justicia
municipal para ocupar los cuartos de la hospedería (dos o tres, los que señale el guardián).
Los frailes, en vista de que ya no podían competir con Albacete y su bien organizada
Feria, solicitaron al Consejo Real que se apartara esa concentración de Los Llanos,
Elvira E. Valero de la Rosa
EL EDIFICIO FERIAL EN LOS LLANOS DE ALBACETE. NUEVAS APORTACIONES DOCUMENTALES
gina 239
de la hospedería (dos o tres, los que señale el guardián). Los frailes,
en vista de que ya no podían competir con Albacete y su bien orga-
nizada Feria, solicitaron al Consejo Real que se apartara esa concen-
-
cipales y asumiendo con satisfacción la merma en sus ingresos con
tal de desorientar a la villa, pensando, quizá, que la Feria fracasaría
fuera del paraje. Improvisadamente, Albacete no tuvo más remedio
que idear otra localización, las eras de Santa Catalina, donde perma-
necían los ganados de las ferias en el siglo XVI. El tiempo demostró
lo acertado de la decisión. Estábamos a las puertas de un cambio
de ciclo que conduciría, a partir de 1812, a la caída del Antiguo Ré-
gimen con la consiguiente supresión de vínculos y mayorazgos. La
desamortización de 1835 hizo clausurar el convento y, pocos años
después, el terreno se privatizó a favor de D. José de Salamanca. La
Virgen de los Llanos sería alojada en su capilla de la iglesia de San
Juan y la Feria seguiría su curso, siendo en todo momento un factor
de crecimiento para Albacete.

partiendo de la venta de D. Pedro de Cantos. Constatamos repara-
ciones anuales y obras. Las mayores tienen lugar en 1773, compro-
bándose que el recinto donde se acometen se asemejaba al proyec-
to de Lucas de los Corrales. Muy probablemente este sirvió como
modelo para adaptar la venta, pues era un espacio amplio que ya
contaba con parador para albergar las mercancías y a los foráneos
y, además la Justicia podía utilizar un aposento en el hospicio del
convento. Con esta adaptación tan práctica y rentable económica-
mente se consiguió pasar de un mercado al aire libre y temporal con


Entendemos que, de este modo, se logra el principio de funcionali-
dad estable propugnado por el ideario ilustrado. Con el estableci-
miento de un enclave exclusivamente ferial se avanza pasando de la
provisionalidad a la estabilidad. Es, por tanto, un antecedente que

de vista social, pero tampoco si se examina desde el enfoque de la
-
bacete y lo hace coetáneo a otros que ya se desarrollaban en España
ustrado de racionalidad y utilidad.
AL-BASIT 68 • PÁGS. 213-244INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES «DON JUAN MANUEL»ALBACETEISSN 0212-8632
gina 240
Figura 4. Vista actual del paraje de Los Llanos (1)
-


Fuente: Elaboración propia a partir de imagen obtenida de Google Earth.
Como colofón al artículo cabe aludir al plano inédito hallado
en el AHN a propósito de nuestra investigación27. Se trata de una
imagen muy parecida a la conservada en el IEA del proyecto de An-
tonio Cuesta de 1784, pero con algunas particularidades muy inte-
-
tado a la Real Academia de San Fernando. En mi opinión, lo más

junto al arranque del círculo, se han añadido simétricamente la
fonda -olvidada en el proyecto conocido- y la botillería, ambas con

del plano y manteniendo la estructura con tres intercolumnios más.
La portada, punteada en rojo, anula el peristilo arquitrabado con la
estatua de Carlos III del proyecto de Antonio Cuesta -sabemos, por
tanto, que no se llegó a construir- y los sustituye por unas pilastras
sencillas en el centro y dos dobles en los extremos, lo que indica
27 AHN, Consejos, MPD-40. Agradezco a Sergio Urzainqui, técnico del AHN, que puso en mi
conocimiento la existencia de este documento.
31
adelanta la existencia del edificio de Albacete y lo hace coetáneo a otros que ya se
desarrollaban en España atendiendo al fin ilustrado de racionalidad y utilidad.
Figura 4. Vista actual del paraje de Los Llanos (1)
(1) Se trata de un terreno de propiedad privada en el que han desaparecido, por completo, los edificios, recintos, porches y otros
elementos que configuraban la vieja Feria. Fueron englutidos por las modernas construcciones. Solo permancen en el paraje la
ermita de San Pedro como capilla de la finca.
Fuente: Elaboración propia a partir de imagen obtenida de Google Earth.
Como colofón al artículo cabe aludir al plano inédito hallado en el AHN a
propósito de nuestra investigación27. Se trata de una imagen muy parecida a la conservada
en el IEA del proyecto de Antonio Cuesta de 1784, pero con algunas particularidades muy
interesantes, porque contiene una rectificación al documento presentado a la Real
Academia de San Fernando. En mi opinión, lo más importante son las rectificaciones.
Así, al final de la calle Carrera, junto al arranque del círculo, se han añadido
simétricamente la fonda -olvidada en el proyecto conocido- y la botillería, ambas con
27 AHN, Consejos, MPD-40. Agradezco a Sergio Urzainqui, técnico del AHN, que puso en mi
conocimiento la existencia de este documento.
Elvira E. Valero de la Rosa
EL EDIFICIO FERIAL EN LOS LLANOS DE ALBACETE. NUEVAS APORTACIONES DOCUMENTALES
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fue remplazada en 1974 por la actual. En opinión de Luis Guillermo
García-Saúco -a quien he consultado-, la Academia eliminó la porta-
da de arcos con la estatua del rey por ser demasiado barroca y en
su lugar, tras alargar la calle Carrera, se colocó la sencilla portada
neoclásica. 
ilustrada, supuso el abandono de las fórmulas barrocas y la adopción
de los nuevos criterios clasicistas» (Sambricio, 2011, p. 18). Parece
que, con aspectos puntuales como este, la arquitectura de la Razón
llegó a Albacete.
Figura 5. Plan construido para la Feria en la
villa de Albacete. 1784
(1) Grabador: Josef Giraldo, Madrid. 28 x 40,7 cm
Fuente. AHN. 1784. Consejos MPD-40.
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