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RubΓ©n HernΓ‘ndez Yunta
VILLARROBLEDO DURANTE LA PRIMAVERA DEL FRENTE POPULAR: UNA APROXIMACIÓN A TRAVÉS DE LAS ACTAS DE...
ξ˜™ξœŽξœ‘ξœ‘ξœ†ξœ—ξœ—ξœ”ξœ‡ξœ‘ξœŠξœ‰ξœ”ξ˜ƒξœ‰ξœšξœ—ξœ†ξœ“ξœ™ξœŠξ˜ƒξœ‘ξœ†ξ˜ƒξœ•ξœ—ξœŽξœ’ξœ†ξœ›ξœŠξœ—ξœ†ξ˜ƒξœ‰ξœŠξœ‘ξ˜ƒξ˜‰ξœ—ξœŠξœ“ξœ™ξœŠξ˜ƒξ˜“ξœ”ξœ•ξœšξœ‘ξœ†ξœ—ξŸ£ξ˜ƒ
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Villarrobledo during the spring of the Popular Front:
an approximation through the minutes of the town hall
sessions (February - July 1936)
ξ˜•ξœšξœ‡ξœ΄ξœ“ξ˜ƒξ˜‹ξœŠξœ—ξœ“ξœ‘ξœ“ξœ‰ξœŠξœŸξ˜ƒξ˜œξœšξœ“ξœ™ξœ†
Investigador independiente
rubentrabajo95@gmail.com
ξ˜†ξš‘ξšξš‘ξ˜ƒξš…ξš‹ξš–ξšƒξš”ξ˜ƒξš‡ξš•ξš–ξš‡ξ˜ƒξšƒξš”ξš–ξ›€ξš…ξš—ξšŽξš‘ξŸ£ξ˜ƒHernΓ‘ndez Yunta, R. (2024). Villarrobledo durante la
primavera del Frente popular: una aproximaciΓ³n a travΓ©s de las actas de sesiones
del ayuntamiento (febrero-julio de 1936). Al-Basit (69), http://doi.org/10.37927/
al-basit.69_5
Recibido/Received: 28-7-2023
Aceptado/Accepted: 2-9-2024
RESUMEN: El presente artΓ­culo
incorpora una aproximaciΓ³n a la
historia sociopolΓ­tica de Villarro-
bledo durante el periodo conoci-
do como Β«primavera del Frente
PopularΒ». Para ello, se ha efectua-
do una revisiΓ³n del libro de actas
de sesiones del ayuntamiento. En
general, la gestiΓ³n del gobierno
municipal radicΓ³ en adoptar polΓ­-
ticas sociales que, ante la escasez
de recursos, implicaban recurrir
ξšƒξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξ§ξš‹ξšξšƒξšξš…ξš‹ξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‡ξš•ξš–ξšƒξš–ξšƒξšŽξ˜ƒξš’ξšƒξš”ξšƒξ˜ƒξšƒξš…ξš‘-
meterlas. Igualmente, se ha puesto
Γ©nfasis en la cuestiΓ³n agraria, que,
para el caso de este municipio, re-
viste un especial interΓ©s al tratar-
se de una poblaciΓ³n con marcado
carΓ‘cter latifundista. Asimismo, se
ha pretendido demostrar, que, en
Villarrobledo, a pesar de los ante-
ξš…ξš‡ξš†ξš‡ξšξš–ξš‡ξš•ξŸ‘ξ˜ƒ ξšξš‘ξ˜ƒ ξšŠξš—ξš„ξš‘ξ˜ƒ ξš…ξš‘ξšξ§ξšŽξš‹ξš…ξš–ξš‹ξš˜ξš‹ξš†ξšƒξš†ξ˜ƒ
sociopolΓ­tica alta; y que no se han
ξšŠξšƒξšŽξšŽξšƒξš†ξš‘ξ˜ƒ ξšˆξš—ξš‡ξšξš–ξš‡ξš•ξ˜ƒ ξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒ ξš…ξš‘ξšξ§ξš‹ξš”ξšξš‡ξšξ˜ƒ ξšŽξšƒξ˜ƒ
existencia de una supuesta cone-
xiΓ³n entre la clase propietaria y
los cabecillas de la sublevaciΓ³n mi-
litar en la provincia con motivo de
la aplicaciΓ³n de la Ley de Reforma
Agraria en la localidad.
ξ˜„ξ˜…ξ˜–ξ˜—ξ˜•ξ˜„ξ˜†ξ˜—ξŸ£ His article incorpo-
rates an approach to the socio-
political history of Villarrobledo
during the period known as the
β€œspring of the Popular Front.” To
this end, a review of the minutes
book of the town hall sessions
has been conducted. In general,
the management of the municipal
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ξ₯³ξŸ€ξ˜ƒξ˜Œξ˜‘ξ˜—ξ˜•ξ˜’ξ˜‡ξ˜˜ξ˜†ξ˜†ξ˜Œξ™–ξ˜‘ξ˜ƒ
El artΓ­culo estudia la primavera de 1936 en Villarrobledo. Las
interpretaciones acerca de esta etapa se han centrado en tesis pura-
mente ideolΓ³gicas que fueron ampliamente difundidas por la tradi-
ξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‘ξš”ξšƒξšŽξ˜ƒξš‘ξŸ‘ξ˜ƒξšξšžξš•ξ˜ƒξš„ξš‹ξš‡ξšξŸ‘ξ˜ƒξš’ξš‘ξš”ξ˜ƒξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξšξšƒξš”ξš”ξšƒξš–ξš‹ξš˜ξšƒξš•ξ˜ƒξŸΌξš…ξšƒξš–ξšƒξš•ξš–ξš”ξš‘ξ§ξš‹ξš•ξš–ξšƒξš•ξŸ½ξ˜ƒξšŠξš‡ξš”ξš‡ξš†ξš‡ξš”ξšƒξš•ξ˜ƒ
del discurso legitimador de la dictadura franquista, pero que siguen
sin contrastar. Dichas tesis se plantean en una doble direcciΓ³n: i) el
nivel de violencia polΓ­tica desplegado en el municipio fue muy ele-
vado; y ii) los grandes propietarios locales decidieron adherirse a la
sublevaciΓ³n militar de julio para proteger sus intereses a raΓ­z de re-
activarse la ley de reforma agraria del primer bienio. Sin restar im-
portancia a la violencia polΓ­tica y considerando que las referencias
en las fuentes sobre una posible conexiΓ³n entre la clase propietaria
y las autoridades que orquestaron la rebeliΓ³n militar en la provin-
cia son muy escasas y poco convincentes, los resultados obtenidos
no ofrecen indicios fehacientes que respalden tales tesis, sino que
responden al intento de plasmar una supuesta realidad convulsa en
la que reinaba un caos generalizado en toda EspaΓ±a, en especial du-
government consisted of adopt-
ing social policies that, given the
scarcity of resources, involved
resorting to state funding to im-
plement them. Additionally, em-
phasis has been placed on the
agrarian issue, which, in the case
of this municipality, is of particu-
lar interest due to its marked lati-
fundist character. Furthermore,
it has been attempted to demon-
strate that, in Villarrobledo, de-
spite the antecedents, there was
ξšξš‘ξ˜ƒ ξšŠξš‹ξš‰ξšŠξ˜ƒ ξš•ξš‘ξš…ξš‹ξš‘ξš’ξš‘ξšŽξš‹ξš–ξš‹ξš…ξšƒξšŽξ˜ƒ ξš…ξš‘ξšξ§ξšŽξš‹ξš…ξš–ξŸ’ξ˜ƒ
and, on the other hand, that no
sources have been found to con-
ξ§ξš‹ξš”ξšξ˜ƒξš–ξšŠξš‡ξ˜ƒξš‡ξššξš‹ξš•ξš–ξš‡ξšξš…ξš‡ξ˜ƒξš‘ξšˆξ˜ƒξšƒξ˜ƒξš•ξš—ξš’ξš’ξš‘ξš•ξš‡ξš†ξ˜ƒ
connection between the proper-
ty-owning class and the leaders of
the military uprising in the prov-
ince due to the application of the
Agrarian Reform Law in the town.
ξ˜“ξœ†ξœ‘ξœ†ξœ‡ξœ—ξœ†ξœ˜ξ˜ƒ ξœˆξœ‘ξœ†ξœ›ξœŠξŸ£ξ˜ƒ Villarroble-
do, Albacete, EspaΓ±a, II RepΓΊbli-
ca espaΓ±ola, Frente Popular, re-
forma agraria, libro de actas del
ayuntamiento.
ξ˜ŽξœŠξœžξœœξœ”ξœ—ξœ‰ξœ˜ξŸ£ξ˜ƒ Villarrobledo, Al-
bacete, Spain, II Spanish Re-
public, Popular Front, agrarian
reform, town hall minute book.ξ˜ƒ
ξ˜„ξ˜ξŸ¦ξ˜…ξ˜„ξ˜–ξ˜Œξ˜—ξ˜ƒξ₯Έξ₯» β€’ PÁGS. 1-58 β€’ INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES Β«DON JUAN MANUELΒ» β€’ ALBACETE
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RubΓ©n HernΓ‘ndez Yunta
VILLARROBLEDO DURANTE LA PRIMAVERA DEL FRENTE POPULAR: UNA APROXIMACIÓN A TRAVÉS DE LAS ACTAS DE...
ξš”ξšƒξšξš–ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš’ξš”ξš‹ξšξšƒξš˜ξš‡ξš”ξšƒξŸ‘ξ˜ƒξš’ξšƒξš”ξšƒξ˜ƒξšŒξš—ξš•ξš–ξš‹ξ§ξš‹ξš…ξšƒξš”ξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξš‰ξš‘ξšŽξš’ξš‡ξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξ₯³ξ₯Ήξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŒξš—ξšŽξš‹ξš‘ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξš„ξš‘ξš”ξš”ξšƒξš”ξ˜ƒ
los cimientos ideolΓ³gicos y polΓ­ticos del rΓ©gimen republicano.
Partiendo de las anteriores premisas, nuestro objetivo per-
seguido es hacer una sΓ­ntesis sociopolΓ­tica de lo ocurrido en la lo-
calidad entre febrero-julio de 1936 sin recurrir a interpretaciones
que, en el estado actual de la cuestiΓ³n, no se sostienen. Es decir,
se reconstruye la evoluciΓ³n polΓ­tica y social local y la gestiΓ³n del
gobierno municipal, sus problemas presupuestarios e intentos de
paliar el desempleo. La base documental en que nos apoyamos es,
fundamentalmente, el Archivo Municipal de Villarrobledo (AMV) y
el Archivo del Ministerio de Agricultura, Pesca y AlimentaciΓ³n (AC-
MAPA), permitiendo los fondos de este profundizar en la aplicaciΓ³n
de la reforma agraria a nivel local y en las vicisitudes inherentes al
fenΓ³meno del latifundismo al encontrarse tan extendido en Villarro-
bledo y en la provincia albaceteΓ±a.
ξ˜ξš—ξšξš–ξš‘ξ˜ƒξšƒξšŽξ˜ƒξš…ξš‘ξšξ§ξšŽξš‹ξš…ξš–ξš‘ξ˜ƒξš…ξš‹ξš˜ξš‹ξšŽξŸ‘ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξ˜Œξ˜Œξ˜ƒξ˜•ξš‡ξš’ξ›―ξš„ξšŽξš‹ξš…ξšƒξ˜ƒξšŠξšƒξ˜ƒξš•ξš‹ξš†ξš‘ξ˜ƒξš—ξšξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξšƒξš…ξš‘ξš-
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las ΓΊltimas dΓ©cadas se habΓ­an publicado unos 6.000 tΓ­tulos sobre
ambas temΓ‘ticas, lo que revela el gran interΓ©s suscitado. Las obras
de Payne (2005), Casanova (2007), Rey et. al (2011), GonzΓ‘lez Ca-
lleja et. al (2015) o LΓ³pez Villaverde (2017) son referentes de una
ξšŠξš‹ξš•ξš–ξš‘ξš”ξš‹ξš‘ξš‰ξš”ξšƒξ§ξ›€ξšƒξ˜ƒ ξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒ ξšƒξš›ξš—ξš†ξšƒξ˜ƒ ξšƒξ˜ƒ ξš…ξš‘ξšξš’ξš”ξš‡ξšξš†ξš‡ξš”ξŸ‘ξ˜ƒ ξš†ξš‡ξš•ξš†ξš‡ξ˜ƒ ξ›—ξš’ξš–ξš‹ξš…ξšƒξš•ξ˜ƒ ξš’ξšŽξš—ξš”ξšƒξšŽξš‡ξš•ξ˜ƒ ξš›ξ˜ƒ
mΓΊltiples interpretaciones, los Γ©xitos y fracasos de un periodo tan
complejo y decisivo de la historia de EspaΓ±a. En los ΓΊltimos aΓ±os,
ξšŽξšƒξ˜ƒξšŠξš‹ξš•ξš–ξš‘ξš”ξš‹ξš‘ξš‰ξš”ξšƒξ§ξ›€ξšƒξ˜ƒξšξš‘ξ˜ƒξšŠξšƒξš…ξš‡ξ˜ƒξš•ξš‹ξšξš‘ξ˜ƒξšƒξš—ξšξš‡ξšξš–ξšƒξš”ξ˜ƒξš‰ξš”ξšƒξš…ξš‹ξšƒξš•ξ˜ƒξšƒξ˜ƒξš‡ξš•ξš–ξš—ξš†ξš‹ξš‘ξš•ξ˜ƒξšŽξš‘ξš…ξšƒξšŽξš‡ξš•ξŸ‘ξ˜ƒ
provinciales y autonΓ³micos sobre la evoluciΓ³n polΓ­tica y social re-
publicana. AsΓ­, las obras de Cobo Romero (2021, 2022) centradas
ξš‡ξšξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš”ξš‡ξš‰ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξšƒξšξš†ξšƒξšŽξš—ξšœξšƒξ˜ƒξš‡ξššξš’ξšŽξš‘ξš”ξšƒξšξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš‹ξšξš–ξš‡ξšξš•ξš‘ξš•ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξ§ξšŽξš‹ξš…ξš–ξš‘ξš•ξ˜ƒξš•ξš‘ξš…ξš‹ξš‘ξš‡ξš…ξš‘ξšξ›—-
micos, culturales y religiosos manifestados en las diversas facciones
polΓ­ticas en su lucha por el control de las corporaciones locales. So-
ξš„ξš”ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš’ξš”ξš‘ξš˜ξš‹ξšξš…ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜†ξš‹ξš—ξš†ξšƒξš†ξ˜ƒξ˜•ξš‡ξšƒξšŽξ˜ƒξš†ξš‡ξš•ξš–ξšƒξš…ξšƒξšξ˜ƒξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξšξš‘ξšξš‘ξš‰ξš”ξšƒξ§ξ›€ξšƒξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜’ξš–ξš‡ξš”ξš‘ξ˜ƒ
(1993), Navarro (2000) o Rey (2008, 2019). En la provincia de Alba-
cete sobresalen los trabajos de GΓ³mez (1988), Requena (1991), Or-
tiz (1996), SepΓΊlveda (2003) y, mΓ‘s recientemente, los de ParreΓ±o
(2021) -reconstruye el periodo republicano, Guerra Civil incluida,
en La Roda y Bascary (2021) -centrado en la violencia y represiΓ³n
femenina de posguerra en Villarrobledo-. Respecto a la etapa en que
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se centra nuestro artΓ­culo, los debates acadΓ©micos y profesionales
giran, sobre todo, en torno a una triple problemΓ‘tica interconecta-
da: la naturaleza de las movilizaciones tras la victoria electoral del
Frente Popular en febrero de 1936; la existencia de una revoluciΓ³n
frente a la tesis de reanudaciΓ³n de las polΓ­ticas del primer bienio,
que fue en realidad lo que sucediΓ³; y las cifras sobre violencia polΓ­ti-
ca, incluyendo las responsabilidades sociales y polΓ­ticas inherentes
a los desmanes.
Las movilizaciones han sido descritas como episodios pa-
ξš…ξ›€ξ§ξš‹ξš…ξš‘ξš•ξ˜ƒξš‘ξ˜ƒξŸΌξšˆξš‡ξš•ξš–ξš‹ξš˜ξš‘ξš•ξŸ½ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš•ξš‡ξ˜ƒξšƒξšŒξš—ξš•ξš–ξšƒξš”ξ›€ξšƒξšξ˜ƒξš’ξš‡ξš”ξšˆξš‡ξš…ξš–ξšƒξšξš‡ξšξš–ξš‡ξ˜ƒξšƒξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš†ξš—ξš…ξš–ξšƒξ˜ƒ
de una sociedad en trΓ‘nsito hacia una democracia moderna (Gon-
zΓ‘lez y Navarro, 2011; GonzΓ‘lez et. al, 2015; MartΓ­n, 2015; LΓ³pez
Villaverde, 2017). En cambio, para Álvarez y Rey (2024) las movi-
lizaciones se caracterizaron por exhibir un elemento coactivo que
desarticulΓ³ el margen de actuaciΓ³n autΓ³nomo de los gobiernos en
la primavera de 1936. Fue asΓ­ hasta tal punto que la presiΓ³n en la
calle obligΓ³ a legislar a golpe de decreto sin considerar que la eco-
nomΓ­a espaΓ±ola de entonces estaba inmersa en una transiciΓ³n hacia
la modernidad que precisaba cambios graduales en vez de aplicar
medidas basadas en hechos consumados. Por otro lado, se ha inci-
dido en la naturaleza de las movilizaciones y en su repercusiΓ³n en
un contexto donde la protesta ciudadana albergaba un nuevo signi-
ξ§ξš‹ξš…ξšƒξš†ξš‘ξ˜ƒξšƒξšŽξ˜ƒξš‹ξšξš–ξš”ξš‘ξš†ξš—ξš…ξš‹ξš”ξ˜ƒξš”ξš‡ξš…ξšŽξšƒξšξšƒξš…ξš‹ξš‘ξšξš‡ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš•ξš‡ξš…ξš–ξš‘ξš”ξš‡ξš•ξ˜ƒξš•ξš‘ξš…ξš‹ξšƒξšŽξš‡ξš•ξ˜ƒξš‡ξššξš…ξšŽξš—ξš‹ξš†ξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒ
la participaciΓ³n polΓ­tica. Sin embargo, para una parte de la historio-
ξš‰ξš”ξšƒξ§ξ›€ξšƒξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš”ξš‡ξš•ξš‘ξš”ξš–ξš‡ξš•ξ˜ƒξš…ξš‘ξš‡ξš”ξš…ξš‹ξš–ξš‹ξš˜ξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξ˜ˆξš•ξš–ξšƒξš†ξš‘ξ˜ƒξš”ξš‡ξš’ξš—ξš„ξšŽξš‹ξš…ξšƒξšξš‘ξ˜ƒξšξšƒξšξš–ξš—ξš˜ξš‹ξš‡ξš”ξš‘ξšξ˜ƒ
una Γ³ptica conservadora anclada en la defensa del liberalismo y de
una clase propietaria que recelaba de los avances democrΓ‘ticos y
reformas sociales de gran calado. Por ello, las formas de protesta
serΓ­an legΓ­timas desde la perspectiva de la ciudadanΓ­a democrΓ‘tica
que estaba surgiendo que, antes de ejercer una violencia polΓ­tica,
apostΓ³ por ξŸΌξš–ξš‡ξšξš–ξšƒξš–ξš‹ξš˜ξšƒξš•ξ˜ƒξš’ξšƒξš…ξ›€ξ§”ξš‹ξš…ξšƒξš•ξ˜ƒξš‡ξšξš•ξšƒξš›ξšƒξš†ξšƒξš•ξ˜ƒξš’ξšƒξš”ξšƒξ˜ƒξšƒξšŽξš…ξšƒξšξšœξšƒξš”ξ˜ƒξš•ξš—ξš•ξ˜ƒξš‘ξš„ξšŒξš‡ξš–ξš‹-
ξš˜ξš‘ξš•ξŸ½ (ArΓ³stegui, GonzΓ‘lez y Souto, 2000, 58). Si los ciudadanos ejer-
cieron este tipo de violencia durante sus reivindicaciones en la vΓ­a
pΓΊblica, la violencia no podΓ­a ser achacable de forma generalizada
a la acciΓ³n subversiva de las masas, sino como respuesta al aparato
represivo y autoritario de las fuerzas del orden que mantuvieron
unas dinΓ‘micas de actuaciΓ³n herederas de la monarquΓ­a y al servi-
cio de las elites tradicionales (GonzΓ‘lez, 2024). Y, aunque durante
ξ˜„ξ˜ξŸ¦ξ˜…ξ˜„ξ˜–ξ˜Œξ˜—ξ˜ƒξ₯Έξ₯» β€’ PÁGS. 1-58 β€’ INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES Β«DON JUAN MANUELΒ» β€’ ALBACETE
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VILLARROBLEDO DURANTE LA PRIMAVERA DEL FRENTE POPULAR: UNA APROXIMACIÓN A TRAVÉS DE LAS ACTAS DE...
el primer bienio republicano hubo reformas policiales, militares y
ξšŒξš—ξš†ξš‹ξš…ξš‹ξšƒξšŽξš‡ξš•ξ˜ƒξš‘ξš”ξš‹ξš‡ξšξš–ξšƒξš†ξšƒξš•ξ˜ƒξšƒξ˜ƒξš…ξšƒξšξšƒξšŽξš‹ξšœξšƒξš”ξ˜ƒξš’ξšƒξš…ξ›€ξ§ξš‹ξš…ξšƒξšξš‡ξšξš–ξš‡ξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξš’ξš”ξš‘ξš…ξš‡ξš•ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš…ξš‘ξš-
solidaciΓ³n democrΓ‘tica, la mentalidad de las autoridades continuΓ³
actuando bajo una lΓ³gica de represiΓ³n desproporcionada, lanzando
sobre los ciudadanos movilizados Β«ξš–ξš‘ξš†ξš‘ξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξš’ξš‡ξš•ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξšŽξš‡ξš›ξŸ½ (GonzΓ‘lez,
2014, 324). Frente a la concepciΓ³n de que las formas de moviliza-
ciΓ³n (protesta) eran un proceso de construcciΓ³n de una ciudadanΓ­a
democrΓ‘tica, hay autores que se preguntan ξŸΌξš“ξš—ξš±ξ˜ƒξš–ξš‹ξš’ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš†ξš‡ξšξš‘ξš…ξš”ξšƒξš…ξš‹ξšƒξ˜ƒ
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zar en detalle los episodios de confrontaciΓ³n habidos para atisbar
el grado de responsabilidad inherente a las acciones de los mani-
festantes y averiguar si realmente hubo uso desproporcionado de la
fuerza por parte de las autoridades (Álvarez y Rey, 2024, 219 y 220).
Ambas posturas coinciden en resaltar que durante la primavera de
1936 no surgiΓ³ ninguna revoluciΓ³n social porque no se articulΓ³ un
proyecto polΓ­tico comΓΊn dentro del movimiento obrero ξŸΌξš…ξšƒξš’ξšƒξšœξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒ
ξš–ξš‘ξšξšƒξš”ξ˜ƒξš†ξš‡ξš…ξš‹ξš•ξš‹ξš‘ξšξš‡ξš•ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξšƒξš•ξš—ξšξš‹ξš”ξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš–ξš”ξš‘ξšŽξ˜ƒξšƒξ˜ƒξš‡ξš•ξš…ξšƒξšŽξšƒξ˜ƒξšξšƒξš…ξš‹ξš‘ξšξšƒξšŽξŸ‘ξ˜ƒξš‘ξ˜ƒξš•ξš‹ξš“ξš—ξš‹ξš‡ξš”ξšƒξ˜ƒξš’ξš”ξš‘-
ξš˜ξš‹ξšξš…ξš‹ξšƒξšŽξ˜ƒξš‘ξ˜ƒξš”ξš‡ξš‰ξš‹ξš‘ξšξšƒξšŽξŸ½ (GonzΓ‘lez et. al., 2015, 1.128). Por el contrario,
Macarro Vera (2000, 428-429) apunta indicios de una revoluciΓ³n en
AndalucΓ­a, donde las nuevas autoridades locales, mayoritariamente
socialistas, se hicieron con el control de competencias reservadas
al Estado. En ese marco, las corporaciones de adueΓ±aron de la ges-
tiΓ³n del orden pΓΊblico y llevaron a cabo prΓ‘cticas que incluyeron
ξš†ξš‡ξš–ξš‡ξšξš…ξš‹ξš‘ξšξš‡ξš•ξ˜ƒξšƒξš”ξš„ξš‹ξš–ξš”ξšƒξš”ξš‹ξšƒξš•ξŸ‘ξ˜ƒξš‹ξšξš…ξšƒξš—ξš–ξšƒξš…ξš‹ξš‘ξšξš‡ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ§ξš‹ξšξš…ξšƒξš•ξŸ‘ξ˜ƒξš”ξš‡ξš’ξšƒξš”ξš–ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš‘ξš„ξš”ξš‡ξš”ξš‘ξš•ξ˜ƒ
entre los propietarios bajo coacciΓ³n, depuraciΓ³n de funcionarios,
ξš…ξšƒξš…ξšŠξš‡ξš‘ξš•ξ˜ƒξš‹ξšξšŒξš—ξš•ξš–ξš‹ξ§ξš‹ξš…ξšƒξš†ξš‘ξš•ξŸ‘ξ˜ƒξš‡ξš–ξš…ξŸ€ξ˜ƒξ˜—ξš‘ξš†ξš‘ξ˜ƒξš‡ξšŽξšŽξš‘ξ˜ƒξšƒξšŽξ˜ƒξšξšƒξš”ξš‰ξš‡ξšξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξšƒξš—ξš–ξš‘ξš”ξš‹ξš†ξšƒξš†ξš‡ξš•ξ˜ƒ
inmediatamente superiores: los gobernadores civiles, lo que estaba
forjando una situaciΓ³n que describe como la Β«dictadura en los pue-
blosΒ». En la misma direcciΓ³n, Payne (2005, 2016) y Ranzato (2014)
consideran que hubo revoluciΓ³n agraria al menos en los territorios
meridionales o que esta ya habrΓ­a empezado o estaba en proceso
antes de estallar la Guerra Civil. Estas tesis contrastan con las que
ξš†ξš‡ξ§ξš‹ξš‡ξšξš†ξš‡ξšξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξšŽξš‘ξ˜ƒξš•ξš—ξš…ξš‡ξš†ξš‹ξš†ξš‘ξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξšƒξš“ξš—ξš‡ξšŽξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξšξš‡ξš•ξš‡ξš•ξ˜ƒξšˆξš—ξš‡ξ˜ƒξš—ξšξšƒξ˜ƒξšƒξš…ξš‡ξšŽξš‡ξš”ξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒ
la aplicaciΓ³n de la reforma agraria, proceso que no pudo culminar-
ξš•ξš‡ξ˜ƒξš†ξš‡ξš„ξš‹ξš†ξš‘ξ˜ƒξšƒξšŽξ˜ƒξš‰ξš‘ξšŽξš’ξš‡ξ˜ƒξšξš‹ξšŽξš‹ξš–ξšƒξš”ξŸ€ξ˜ƒξ˜ξšƒξ˜ƒξš‹ξšξš–ξš‡ξšξš•ξš‹ξ§ξš‹ξš…ξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξš”ξš‡ξšˆξš‘ξš”ξšξšƒξš•ξ˜ƒξš‡ξš•ξš–ξš—ξš˜ξš‘ξ˜ƒ
PΓ‘gina 6
acompaΓ±ada de fuertes protestas y movilizaciones ajustadas a un
ambiente tenso en el que la poblaciΓ³n jornalera o yuntera esperaba
la reanudaciΓ³n de las reformas del primer bienio, pero, ademΓ‘s, re-
ξšƒξš…ξš–ξš‹ξš˜ξšƒξšξš†ξš‘ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξš…ξš”ξš‡ξš–ξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξš„ξš‘ξš”ξš‡ξš”ξš‘ξ˜ƒξšˆξš‘ξš”ξšœξš‘ξš•ξš‘ξ˜ƒξš‡ξ˜ƒξš‹ξšξš–ξš‡ξšξš•ξš‹ξ§ξš‹ξš…ξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš…ξš—ξšŽξš–ξš‹-
vos. Esta tensiΓ³n y deseos derivaban de la paralizaciΓ³n por decreto
del arbitraje laboral ostentado por los Jurados Mixtos desde diciem-
ξš„ξš”ξš‡ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯³ξ₯»ξ₯΅ξ₯Άξ˜ƒξš›ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš•ξš‹ξš‰ξš—ξš‹ξš‡ξšξš–ξš‡ξš•ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξ§ξšŽξš‹ξš…ξš–ξš‘ξš•ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξš”ξš‡ξš…ξšŽξšƒξšξšƒξš…ξš‹ξš‘ξšξš‡ξš•ξ˜ƒξšŽξšƒξš„ξš‘ξš”ξšƒξšŽξš‡ξš•ξ˜ƒ
pendientes de revisiΓ³n (GonzΓ‘lez et. al., 2015; MartΓ­n, 2015).
ξ˜•ξš‡ξš•ξš’ξš‡ξš…ξš–ξš‘ξ˜ƒξšƒξ˜ƒξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξš…ξš‹ξšˆξš”ξšƒξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš˜ξš‹ξš‘ξšŽξš‡ξšξš…ξš‹ξšƒξ˜ƒξš›ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξ§ξšŽξš‹ξš…ξš–ξš‹ξš˜ξš‹ξš†ξšƒξš†ξ˜ƒξšŠξšƒξš›ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš•ξš‡ξš-
so en que, salvo 1934 -revoluciΓ³n de octubre-, la primavera de 1936
ξšˆξš—ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš‡ξš–ξšƒξš’ξšƒξ˜ƒξšξšžξš•ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξ§ξšŽξš‹ξš…ξš–ξš‹ξš˜ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξ˜Œξ˜Œξ˜ƒξ˜•ξš‡ξš’ξ›―ξš„ξšŽξš‹ξš…ξšƒξ˜ƒξšƒξšξš–ξš‡ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš–ξš‹ξš‡ξšξš†ξšƒξŸ€ξ˜ƒ
TambiΓ©n se acepta que los episodios de confrontaciΓ³n polΓ­tica, des-
manes, violencia tumultuaria o choques entre simpatizantes de una
u otra ideologΓ­a no fueron generalizados. Ahora bien, los matices
cualitativos son dispares. Álvarez y Rey (2024) postulan la idea de
ξš‡ξššξš…ξš‡ξš’ξš…ξš‹ξš‘ξšξšƒξšŽξš‹ξš†ξšƒξš†ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš…ξš‘ξšξ§ξšŽξš‹ξš…ξš–ξš‹ξš˜ξš‹ξš†ξšƒξš†ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš’ξš”ξš‹ξšξšƒξš˜ξš‡ξš”ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯³ξ₯»ξ₯΅ξ₯Έξ˜ƒξšˆξš”ξš‡ξšξš–ξš‡ξ˜ƒ
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polΓ­tica o sociolaboral imperante en aΓ±os anteriores (Cruz, 2006).
Las discrepancias cuantitativas tambiΓ©n son notorias. Las cifras de
la violencia sociopolΓ­tica en funciΓ³n de las vΓ­ctimas mortales produ-
cidas en la primavera de 1936 varΓ­an ostensiblemente segΓΊn la in-
vestigaciΓ³n consultada. Para Payne (2005) fueron 300; Cruz (2006),
seΓ±ala 189 incidentes con un saldo de 262 muertes; GonzΓ‘lez (2011;
2015) incorpora una relaciΓ³n de 236 sucesos con un total de 351
vΓ­ctimas, cifras que corrige posteriormente al alza (272 y 384, res-
pectivamente). Recientemente, Álvarez y Rey (2024) recogen 977
episodios de violencia con 484 muertes y 1.659 heridos. Dentro de
un enfoque mΓ‘s acotado, las cifras de violencia asociadas al anticle-
ξš”ξš‹ξš…ξšƒξšŽξš‹ξš•ξšξš‘ξ˜ƒξš–ξšƒξšξš„ξš‹ξš±ξšξ˜ƒξš†ξš‹ξ§ξš‹ξš‡ξš”ξš‡ξšξŸ€ξ˜ƒξ˜™ξš‹ξšŽξšŽξšƒξ˜ƒξš›ξ˜ƒξ˜ŸξšŽξš˜ξšƒξš”ξš‡ξšœξ˜ƒξ ‹ξ₯΄ξ₯²ξ₯³ξ₯΅ξŸ‘ξ˜ƒξ₯Έξ₯»ξ₯Ήξ Œξ˜ƒξšƒξš’ξš—ξšξš–ξšƒξšξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒ
del 17 de febrero al 16 de junio de 1936 hubo 957 actos violentos,
cifra que MartΓ­n (2015, 169-170) reduce a 604.
Sobre el papel jugado por las fuerzas y cuerpos de seguridad
del Estado republicano ya hemos comentado que fueron las princi-
pales responsables de las vΓ­ctimas producidas en esta etapa debido
a un uso desproporcionado de la fuerza y a la extralimitaciΓ³n (in-
ξ§ξšŽξš‡ξššξš‹ξš„ξš‹ξšŽξš‹ξš†ξšƒξš†ξ Œξ˜ƒξšξšƒξšξš‹ξ§ξš‹ξš‡ξš•ξš–ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšƒξšŽξš‰ξš—ξšξš‘ξš•ξ˜ƒξš…ξš—ξš‡ξš”ξš’ξš‘ξš•ξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš‰ξš‡ξš•ξš–ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξš‘ξš”ξš†ξš‡ξšξ˜ƒ
pΓΊblico (Cruz, 2006; GonzΓ‘lez, 2011, 2014, 2015). En el mismo sen-
ξš–ξš‹ξš†ξš‘ξŸ‘ξ˜ƒξ˜ŸξšŽξš˜ξšƒξš”ξš‡ξšœξ˜ƒξš›ξ˜ƒξ˜™ξš‹ξšŽξšŽξšƒξ˜ƒξ ‹ξ₯΄ξ₯²ξ₯³ξ₯ΉξŸ‘ξ˜ƒξ₯΅ξ₯³ξ₯ΈξŸ¦ξ₯΅ξ₯³ξ₯Ίξ ŒξŸ‘ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξ§ξš‹ξš”ξšξšƒξšξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξš’ξš”ξš‘ξš–ξšƒξš‰ξš‘ξšξš‹ξš•ξšξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒ
ξ˜„ξ˜ξŸ¦ξ˜…ξ˜„ξ˜–ξ˜Œξ˜—ξ˜ƒξ₯Έξ₯» β€’ PÁGS. 1-58 β€’ INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES Β«DON JUAN MANUELΒ» β€’ ALBACETE
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RubΓ©n HernΓ‘ndez Yunta
VILLARROBLEDO DURANTE LA PRIMAVERA DEL FRENTE POPULAR: UNA APROXIMACIÓN A TRAVÉS DE LAS ACTAS DE...
las fuerzas del orden en el desglose de vΓ­ctimas. De las 16 muertes
habidas entre el 19 y el 20 de febrero, el 62 % es atribuible a su
actuaciΓ³n, si bien advierten que ξŸΌξš•ξš—ξ˜ƒξš‹ξšξš–ξš‡ξš”ξš˜ξš‡ξšξš…ξš‹ξ›—ξšξŸ‘ξ˜ƒξšŽξš‡ξšŒξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš‡ξššξšƒξš…ξš‡ξš”ξš„ξšƒξš”ξ˜ƒ
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ξš†ξš‡ξ˜ƒξš˜ξ›€ξš…ξš–ξš‹ξšξšƒξš•ξ˜ƒξš’ξš‘ξš–ξš‡ξšξš…ξš‹ξšƒξšŽξš‡ξš•ξŸ½. Por su parte, Álvarez y Rey (2024) reve-
lan que la intervenciΓ³n policial se fundamentΓ³, por lo comΓΊn, en el
cumplimiento estricto del deber en un contexto nada favorable ya
que la prensa obrera colocaba a las fuerzas del orden en el punto de
mira de los manifestantes al responsabilizarles de la represiΓ³n per-
petrada en 1934 contra los revolucionarios. El contexto empeoraba
aΓΊn mΓ‘s por el hecho de que era una sociedad marcadamente ru-
ral donde proliferaban las armas. Esto acarreaba mayor riesgo para
la fuerza pΓΊblica y elevaba la frecuencia de una respuesta obliga-
da con sus armas ante la elevada crispaciΓ³n y politizaciΓ³n, choques
entre rivales polΓ­ticos o manifestaciones consideradas ilegales en
virtud del estado de alarma. Todas estas interpretaciones coinciden
en esgrimir la premisa de que los medios con los que contaban las
fuerzas del orden no eran los adecuados para reprimir protestas o
manifestaciones, principalmente porque estas se disolvΓ­an median-
te el uso de la fuerza o empleo de armas de fuego. En lo que ataΓ±e a
las responsabilidades sociales y polΓ­ticas, se atribuye a las fuerzas
del orden una horquilla del 29,2 al 43 % de las vΓ­ctimas (GonzΓ‘lez,
2015, 293; Cruz, 2006, 111), porcentajes que completan con los fa-
llecidos por la violencia del pistolerismo callejero y atentados per-
petrados por movimientos polΓ­ticos adscritos, a las derechas, sobre
todo, a Falange (17,7-30,7 %) o a fuerzas izquierdistas, la mayorΓ­a
simpatizantes con PSOE y PCE (20,6-29,4 %) (GonzΓ‘lez et. al., 2015,
1133). En otro orden de ideas, Álvarez y Rey (2024, 284) incor-
poran nuevas cifras desmintiendo que el Estado fuera el principal
ξš”ξš‡ξš•ξš’ξš‘ξšξš•ξšƒξš„ξšŽξš‡ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξš˜ξ›€ξš…ξš–ξš‹ξšξšƒξš•ξŸ€ξ˜ƒξ˜‡ξš‡ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξ₯»ξ₯Ήξ₯Ήξ˜ƒξš‡ξš’ξš‹ξš•ξš‘ξš†ξš‹ξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξ§ξšŽξš‹ξš…ξš–ξš‹ξš˜ξš‹ξš†ξšƒξš†ξ˜ƒ
que contemplan solo en 129 participaron las fuerzas del orden. En
ellos hubo 552 vΓ­ctimas (25,8 % del total -21,8 % si excluimos las
vΓ­ctimas mortales en el seno de las fuerzas policiales-). O sea, Β«ξš–ξš”ξš‡ξš•ξ˜ƒ
ξš†ξš‡ξ˜ƒξš…ξšƒξš†ξšƒξ˜ƒξš…ξš—ξšƒξš–ξš”ξš‘ξ˜ƒξš˜ξ›€ξš…ξš–ξš‹ξšξšƒξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš˜ξš‹ξš‘ξšŽξš‡ξšξš…ξš‹ξšƒξ˜ƒξš’ξš‘ξšŽξ›€ξš–ξš‹ξš…ξšƒξ˜ƒξš†ξš—ξš”ξšƒξšξš–ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš’ξš”ξš‹ξšξšƒξš˜ξš‡ξš”ξšƒξ˜ƒ
ξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯Όξ˜ƒξš•ξš‡ξ˜ƒξš’ξš”ξš‘ξš†ξš—ξšŒξš‡ξš”ξš‘ξšξ˜ƒξšƒξšŽξ˜ƒξšξšƒξš”ξš‰ξš‡ξšξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš…ξš—ξšƒξšŽξš“ξš—ξš‹ξš‡ξš”ξ˜ƒξš‹ξšξš–ξš‡ξš”ξš˜ξš‡ξšξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš’ξš‘ξšŽξš‹ξš…ξš‹ξšƒξšŽξŸ½.
TambiΓ©n seΓ±alan que en el 55,7 % de los episodios violentos (544)
ξšˆξš—ξš‡ξš”ξš‘ξšξ˜ƒξš‹ξš†ξš‡ξšξš–ξš‹ξ§ξš‹ξš…ξšƒξš†ξš‘ξš•ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš‹ξšξš‹ξš…ξš‹ξšƒξšξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξšƒξš‰ξš”ξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξŸ€ξ˜ƒξ˜‡ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξ₯³ξŸ€ξ₯΄ξ₯Ήξ₯Ίξ˜ƒξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξš˜ξ›€ξš…-
timas, el 80,2 % son de responsabilidad atribuible a las izquierdas,
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el 19,7 % a las derechas y solo el 1,5 % a las fuerzas y cuerpos de
seguridad (Álvarez y Rey, 2024, 587).
En la provincia de Albacete, los datos muestran que, entre el
19 de febrero y el inicio de la contienda hubo 22 vΓ­ctimas mortales
(20 en entornos rurales; 1, en un motΓ­n acaecido en la prisiΓ³n de
Chinchilla1; y 1 en los episodios violentos acaecidos en la capital)
y unos 70 heridos2. La totalidad de las vΓ­ctimas mortales y heridos
fueron resultado de la actuaciΓ³n de las fuerzas del orden pΓΊblico,
salvo unos pocos heridos correspondientes a choques violentos en-
tre civiles (SepΓΊlveda, 2003; Requena, 2011; GonzΓ‘lez, 2015). Las
cifras expuestas pueden inducir al error de que la violencia en la
provincia de Albacete fue generalizada y, por tanto, un espacio no-
ξš–ξšƒξš„ξšŽξš‡ξšξš‡ξšξš–ξš‡ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξ§ξšŽξš‹ξš…ξš–ξš‹ξš˜ξš‘ξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξšξš‡ξš•ξš‡ξš•ξ˜ƒξš’ξš”ξš‡ξš˜ξš‹ξš‘ξš•ξ˜ƒξšƒξšŽξ˜ƒξš‡ξš•ξš–ξšƒξšŽξšŽξš‹ξš†ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš…ξš‘ξš-
ξš–ξš‹ξš‡ξšξš†ξšƒξŸ€ξ˜ƒξ˜ˆξšξš’ξš‡ξš”ξš‘ξŸ‘ξ˜ƒξš‡ξš•ξš–ξšƒξ˜ƒξšƒξ§ξš‹ξš”ξšξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξšξš‘ξ˜ƒξš•ξš‡ξ˜ƒξšƒξšŒξš—ξš•ξš–ξšƒξ˜ƒξšƒξ˜ƒξšŽξš‘ξ˜ƒξšƒξš…ξš‘ξšξš–ξš‡ξš…ξš‹ξš†ξš‘ξ˜ƒξš”ξš‡ξšƒξšŽ-
mente. No hubo ambiente generalizado de violencia, sino, mΓ‘s bien,
episodios virulentos muy localizados. En este sentido, contrasta lo
ocurrido en Bonete3 (CarriΓ³n, 1987) o Yeste (Requena, 1983, 2006;
PeΓ±a, 2021), donde se produjeron los episodios mΓ‘s graves aten-
diendo a las cifras de fallecidos y heridos, con el conjunto provincial
donde las acciones combinadas de colaboraciΓ³n, protesta o nego-
ciaciΓ³n apenas despertaron actitudes violentas. Es en este ΓΊltimo
grupo de municipios, en los que predominaron escasos episodios de
movilizaciΓ³n obrera o de confrontaciΓ³n polΓ­tica4, donde cabe ubicar
a Villarrobledo.
ξ₯΄ξŸ€ξ˜ƒξ˜„ξ˜‘ξ˜—ξ˜ˆξ˜†ξ˜ˆξ˜‡ξ˜ˆξ˜‘ξ˜—ξ˜ˆξ˜–
ξ˜„ξ˜ƒξš’ξš‡ξš•ξšƒξš”ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšξš‘ξ˜ƒξšŠξšƒξš„ξš‡ξš”ξ˜ƒξš‹ξšξš†ξš‹ξš…ξš‹ξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšƒξšŽξš–ξšƒξ˜ƒξš…ξš‘ξšξ§ξšŽξš‹ξš…ξš–ξš‹ξš˜ξš‹ξš†ξšƒξš†ξ˜ƒξš’ξš‘ξšŽξ›€ξš–ξš‹ξš…ξšƒξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒ
Villarrobledo durante la primavera de 1936, lo cierto es que no fue
totalmente ajena habida cuenta de los problemas socioeconΓ³micos
ξ₯³ξ¬˜ ξ˜‡ξš‡ξšˆξš‡ξšξš•ξš‘ξš”ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜„ξšŽξš„ξšƒξš…ξš‡ξš–ξš‡ξŸ‘ξ˜ƒde 21 de febrero de 1936, 3.
ξ₯΄ξ¬˜ Vid. ξ˜ˆξšŽξ˜ƒξ˜‡ξš‹ξšƒξš”ξš‹ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜„ξšŽξš„ξšƒξš…ξš‡ξš–ξš‡ξŸ‘ξ˜ƒde 20 de junio de 1936, 1; y Archivo HistΓ³rico Provincial de
Albacete (AHPA): ξ˜•ξš‡ξš’ξ›―ξš„ξšŽξš‹ξš…ξšƒξŸ‘ξ˜ƒde 21 de junio de 1936, 3.
ξ₯΅ξ¬˜ Vid. ξ˜‡ξš‡ξšˆξš‡ξšξš•ξš‘ξš”ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜„ξšŽξš„ξšƒξš…ξš‡ξš–ξš‡ξŸ‘ξ˜ƒde 26 de marzo de 1936, 1; y ξ˜ˆξšŽξ˜ƒξ˜‡ξš‹ξšƒξš”ξš‹ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜„ξšŽξš„ξšƒξš…ξš‡ξš–ξš‡ξŸ‘ξ˜ƒde 27 de
marzo de 1936, 1.
ξ₯Άξ¬˜ En los expedientes sobre desΓ³rdenes pΓΊblicos y delitos polΓ­tico-sociales incoados por la
Audiencia Territorial de Albacete en 1936 y conservados en el AHPA no hay indicios que
ξš†ξš‡ξšξš—ξš‡ξš•ξš–ξš”ξš‡ξšξ˜ƒξš—ξšξšƒξ˜ƒξšƒξšŽξš–ξšƒξ˜ƒξš…ξš‘ξšξ§ξšŽξš‹ξš…ξš–ξš‹ξš˜ξš‹ξš†ξšƒξš†ξ˜ƒξš’ξš‘ξšŽξ›€ξš–ξš‹ξš…ξšƒξ˜ƒξš‘ξ˜ƒξš•ξš‘ξš…ξš‹ξš‘ξšŽξšƒξš„ξš‘ξš”ξšƒξšŽξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξ˜™ξš‹ξšŽξšŽξšƒξš”ξš”ξš‘ξš„ξšŽξš‡ξš†ξš‘ξŸ€ξ˜ƒ
ξ˜„ξ˜ξŸ¦ξ˜…ξ˜„ξ˜–ξ˜Œξ˜—ξ˜ƒξ₯Έξ₯» β€’ PÁGS. 1-58 β€’ INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES Β«DON JUAN MANUELΒ» β€’ ALBACETE
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RubΓ©n HernΓ‘ndez Yunta
VILLARROBLEDO DURANTE LA PRIMAVERA DEL FRENTE POPULAR: UNA APROXIMACIÓN A TRAVÉS DE LAS ACTAS DE...
arrastrados desde antes de la proclamaciΓ³n de la II RepΓΊblica. Du-
rante la β€œdictablanda” del general Berenguer y del almirante Aznar
la prensa local anunciaba que el consistorio acababa de aprobar la
licitaciΓ³n de unas obras de alcantarillado para solventar el problema
de suciedad y falta de limpieza e higiene y con el propΓ³sito de que
ξŸΌξšŽξšƒξ˜ƒξš‡ξšŒξš‡ξš…ξš—ξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš‡ξš•ξš–ξšƒξš•ξ˜ƒξš‘ξš„ξš”ξšƒξš•ξ˜ƒξš”ξš‡ξš•ξš‘ξšŽξš˜ξš‡ξš”ξšžξ˜ƒξš—ξšξšƒξ˜ƒξš…ξš”ξš‹ξš•ξš‹ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš–ξš”ξšƒξš„ξšƒξšŒξš‘ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš›ξšƒξ˜ƒξš…ξš‘-
ξšξš‹ξš‡ξšξšœξšƒξ˜ƒξšƒξ˜ƒξš‹ξšξš“ξš—ξš‹ξš‡ξš–ξšƒξš”ξŸ½5. En otra editorial narraba, en el mismo sentido,
la necesidad de emprender obras pΓΊblicas para paliar el problema
del paro forzoso de multitud de trabajadores ξŸΌξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš•ξš‡ξ˜ƒξš˜ξš‡ξšξ˜ƒξš›ξ˜ƒξš•ξš‡ξ˜ƒξš†ξš‡ξš•ξš‡ξšƒξšξ˜ƒ
ξš’ξšƒξš”ξšƒξ˜ƒξšƒξšŽξš‹ξšξš‡ξšξš–ξšƒξš”ξ˜ƒξšƒξ˜ƒξš•ξš—ξš•ξ˜ƒξšˆξšƒξšξš‹ξšŽξš‹ξšƒξš•ξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξš‡ξš•ξš–ξš‡ξ˜ƒξš‹ξšξš˜ξš‹ξš‡ξš”ξšξš‘ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξšƒξšξš‡ξšξšƒξšœξšƒξ˜ƒξš…ξš‘ξšξ˜ƒ ξš‡ξšŽξ˜ƒ
ξšŠξšƒξšξš„ξš”ξš‡ξ˜ƒξš’ξš‘ξš”ξ˜ƒξš–ξš‘ξš†ξšƒξš•ξ˜ƒξš’ξšƒξš”ξš–ξš‡ξš•Β»6. Incluso el dΓ­a de la proclamaciΓ³n de la II
RepΓΊblica, otro diario local, Γ³rgano de expresiΓ³n de Izquierda Repu-
ξš„ξšŽξš‹ξš…ξšƒξšξšƒξŸ‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξš•ξš…ξš”ξš‹ξš„ξ›€ξšƒξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš†ξš‹ξ§ξ›€ξš…ξš‹ξšŽξ˜ƒξš•ξš‹ξš–ξš—ξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš‘ξš„ξš”ξš‡ξš”ξš‘ξš•ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξš…ξšƒξšξš’ξš‡ξš•ξš‹ξšξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒ
municipio: ξŸΌξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš’ξš‡ξš“ξš—ξš‡ξ›“ξš‘ξš•ξ˜ƒξšƒξš‰ξš”ξš‹ξš…ξš—ξšŽξš–ξš‘ξš”ξš‡ξš•ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš‘ξš„ξš”ξš‡ξš”ξš‘ξš•ξ˜ƒξš‡ξš•ξš–ξšžξšξ˜ƒξš’ξšƒξš•ξšƒξšξš†ξš‘ξ˜ƒξš—ξšξ˜ƒ
ξš…ξšƒξšŽξš˜ξšƒξš”ξš‹ξš‘ξŸ€ξ˜ƒξ˜ξšƒξ˜ƒξš•ξš‹ξš–ξš—ξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‡ξš•ξ˜ƒξš…ξšƒξš†ξšƒξ˜ƒξš˜ξš‡ξšœξ˜ƒξšξšžξš•ξ˜ƒξš†ξš‹ξ§”ξ›€ξš…ξš‹ξšŽξŸ₯ξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξšŠξšƒξšξš„ξš”ξš‡ξ˜ƒξš•ξš‡ξ˜ƒξš‡ξšξš•ξš‡ξ›“ξš‘ξš”ξš‡ξšƒξ˜ƒ
ξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξšŠξš‘ξš‰ξšƒξš”ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš–ξš”ξšƒξš„ξšƒξšŒξšƒξš†ξš‘ξš”ξš‡ξš•ξŸ½7.
La economΓ­a de Villarrobledo era eminentemente agrΓ­cola,
destacando los cereales y la viticultura, actividades que se comple-
mentaban con las industrias agroalimentarias de harinas, vinos y
licores y con las fΓ‘bricas de tinajas para las bodegas locales, provin-
ciales y regionales. La presencia de este tipo de industrias propiciΓ³
la apariciΓ³n de organizaciones obreras a principios de siglo8. La pro-
piedad de la tierra se encontraba en manos de unas pocas familias
con explotaciones latifundistas de mΓ‘s de 250 has., entre las que
sobresalΓ­an las de los terratenientes y Β«caciquesΒ» Pedro Acacio San-
doval o Francisco JimΓ©nez de CΓ³rdoba y Arce. Estos siempre tuvie-
ron el control de la realidad polΓ­tica del partido judicial de La Roda
y distrito electoral de Alcaraz (ParreΓ±o, 2021, 44). El tΓ©rmino muni-
cipal es el segundo de la provincia en extensiΓ³n 86.796 has, solo por
ξš†ξš‡ξš–ξš”ξšžξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜„ξšŽξš„ξšƒξš…ξš‡ξš–ξš‡ξ˜ƒξ ‹ξ˜ˆξš•ξš’ξš‡ξšŒξš‘ξŸ‘ξ˜ƒξ₯³ξ₯»ξ₯»ξ₯²ξŸ‘ξ˜ƒξ₯Ίξ₯·ξ ŒξŸ€ξ˜ƒξ˜ξšƒξ˜ƒξš•ξš—ξš’ξš‡ξš”ξ§ξš‹ξš…ξš‹ξš‡ξ˜ƒξš’ξš”ξš‘ξš˜ξš‹ξšξš…ξš‹ξšƒξšŽξ˜ƒ
era de 1,5 millones de has, de las que 344.574 (23 %) estaban in-
cluidas en el registro expropiable del Instituto de Reforma Agraria
ξ₯·ξ¬˜ AMV: ξ˜ˆξšŽξ˜ƒξ˜ˆξš…ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜™ξš‹ξšŽξšŽξšƒξš”ξš”ξš‘ξš„ξšŽξš‡ξš†ξš‘ξŸ‘ξ˜ƒ2 de febrero de 1930, 1.
ξ₯Έξ¬˜ AMV: ξ˜ˆξšŽξ˜ƒξ˜ˆξš…ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜™ξš‹ξšŽξšŽξšƒξš”ξš”ξš‘ξš„ξšŽξš‡ξš†ξš‘ξŸ‘ 1 de marzo de 1931, 1.
ξ₯Ήξ¬˜ ξ˜ˆξšŽξ˜ƒξ˜‡ξš‡ξšξ›—ξš…ξš”ξšƒξš–ξšƒξŸ‘ξ˜ƒ14 de abril de 1931, 5.
ξ₯Ίξ¬˜ Solo la industria vitΓ­cola ocupaba a mΓ‘s de 1.700 obreros en los meses de mayor
actividad, septiembre y octubre. Los vinos se exportaban a Levante e incluso a Francia
(Requena, 1990, 62-63).
PΓ‘gina 10
(IRA). En 1933, las tierras expropiables villarrobledenses ascendΓ­an
ξšƒξ˜ƒξ₯Άξ₯²ξŸ€ξ₯Ίξ₯Έξ₯²ξ˜ƒξšŠξšƒξš•ξ˜ƒξ ‹ξ₯Άξ₯Ήξ˜ƒξ¦¨ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš•ξš—ξš’ξš‡ξš”ξ§ξš‹ξš…ξš‹ξš‡ξ˜ƒξš–ξš‘ξš–ξšƒξšŽξ˜ƒξšξš—ξšξš‹ξš…ξš‹ξš’ξšƒξšŽξ ŒξŸ‘ξ˜ƒξšƒξšˆξš‡ξš…ξš–ξšƒξšξš†ξš‘ξ˜ƒξšƒξ˜ƒ
1.788 parcelas y 36 propietarios (Espejo, 1990, 85-86). El paro, ma-
yoritariamente agrario, en consonancia con el predominio de sus
trabajadores entre la poblaciΓ³n activa (90 % a escala provincial) era
ξ§ξš‹ξš‡ξšŽξ˜ƒξš”ξš‡ξ§ξšŽξš‡ξšŒξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξš†ξš‡ξš–ξš‡ξš”ξš‹ξš‘ξš”ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš•ξš‹ξš–ξš—ξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξšŽξšƒξš„ξš‘ξš”ξšƒξšŽξŸ€ξ˜ƒξ˜ξšƒξ˜ƒξ˜ξš‡ξš›ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜ξš—ξš”ξšƒξš†ξš‘ξš•ξ˜ƒ
Mixtos, de 27 de noviembre de 1931, regulaba las condiciones de
trabajo agrario en una suerte de estructura corporativa que media-
ξš„ξšƒξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξ§ξšŽξš‹ξš…ξš–ξš‘ξš•ξ˜ƒξšŽξšƒξš„ξš‘ξš”ξšƒξšŽξš‡ξš•ξ˜ƒξš‡ξšξš–ξš”ξš‡ξ˜ƒξš’ξšƒξš–ξš”ξš‘ξšξš‘ξš•ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξš‘ξš„ξš”ξš‡ξš”ξš‘ξš•ξŸ€ξ˜ƒξ˜ξš‘ξš•ξ˜ƒξ˜ξš—ξš”ξšƒξš†ξš‘ξš•ξ˜ƒ
Mixtos (6 patronos, 6 obreros y 1 secretario nombrado por el Minis-
ξš–ξš‡ξš”ξš‹ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜—ξš”ξšƒξš„ξšƒξšŒξš‘ξ Œξ˜ƒξš‡ξš”ξšƒξšξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš‡ξšξš…ξšƒξš”ξš‰ξšƒξš†ξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ§ξš‹ξšŒξšƒξš”ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš•ξšƒξšŽξšƒξš”ξš‹ξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš…ξšƒξš-
paΓ±a agrΓ­cola y lograron subidas sustanciales: de 3,5 pesetas diarias
ξš‡ξšξ˜ƒξ₯³ξ₯»ξ₯΅ξ₯²ξ˜ƒξš•ξš‡ξ˜ƒξš’ξšƒξš•ξšƒξ˜ƒξšƒξ˜ƒξ₯·ξ˜ƒξš’ξš‡ξš•ξš‡ξš–ξšƒξš•ξ˜ƒξšƒξ˜ƒξ§ξš‹ξšξšƒξšŽξš‡ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯³ξ₯»ξ₯΅ξ₯΄ξ˜ƒξ ‹ξ˜Šξš‹ξšŽξŸ‘ξ˜ƒξ₯³ξ₯»ξ₯»ξ₯»ξŸ‘ξ˜ƒξ₯³ξ₯΄ξ₯Ίξ ŒξŸ€ξ˜ƒξ˜“ξš‡ξš”ξš‘ξ˜ƒ
obreros y patronos discrepaban ampliamente de las bases de traba-
jo impuestas por el Jurado Mixto del Trabajo Rural de Villarrobledo,
creado por orden del Ministerio de Trabajo y PrevisiΓ³n el 5 de agos-
to de 19319. Algunos terratenientes, amparados en la existencia de
mano de obra abundante y una coyuntura econΓ³mica desfavorable
por la caΓ­da de los precios agrΓ­colas, se negaron a aceptar las nue-
vas bases laborales y los jornales mΓ­nimos decretados. Oliver (1996,
158) constata que los salarios acordados por dicho Jurado en 1931-
1936 oscilaron entre 3 y 6 pesetas diarias y en la Γ©poca de siega de
8 a 10 para los varones y entre 5 y 8 pesetas para las mujeres.
La grave situaciΓ³n de las familias de Villarrobledo en paro
forzoso intentΓ³ paliarse solicitando la corporaciΓ³n municipal un
prΓ©stamo de 150.000 pesetas a la Caja de Seguros Sociales y de Aho-
rros, a un interΓ©s del 5 % anual, comprometiΓ©ndose a devolverlo
antes del 31 de marzo de 1932. Sin embargo, la cantidad adeudada
ξ§ξš‹ξšξšƒξšŽξšξš‡ξšξš–ξš‡ξ˜ƒξšˆξš—ξš‡ξ˜ƒξš•ξš‘ξšŽξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯΅ξ₯»ξŸ€ξ₯·ξ₯·ξ₯·ξ˜ƒξš’ξš‡ξš•ξš‡ξš–ξšƒξš•ξŸ€ξ˜ƒξ˜ˆξšŽξ˜ƒξšˆξš‘ξšξš†ξš‘ξ˜ƒξš•ξš‡ξ˜ƒξš†ξš‡ξš•ξš–ξš‹ξšξ›—ξ˜ƒξšƒξ˜ƒξšƒξš›ξš—ξš†ξšƒξš•ξ˜ƒ
directas a las familias mΓ‘s necesitadas o a fomentar trabajos de ca-
rΓ‘cter pΓΊblico que aliviaran la grave situaciΓ³n econΓ³mica de los con-
tratados. A pesar de las medidas, el problema no se solventΓ³ al ser
muy numerosas y continuas las peticiones vecinales de ser incluidos
en el padrΓ³n de familias pobres o porque solicitaron prΓ©stamos para
ξ₯»ξ¬˜ Vid. ξ˜Šξšƒξš…ξš‡ξš–ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜ξšƒξš†ξš”ξš‹ξš†ξŸ‘ξ˜ƒde 13 de agosto de 1931 (225), 1205. Sin embargo, no estuvo
ξš‘ξš’ξš‡ξš”ξšƒξš–ξš‹ξš˜ξš‘ξ˜ƒξšŠξšƒξš•ξš–ξšƒξ˜ƒξšξšƒξš›ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯³ξ₯»ξ₯΅ξ₯΄ξ˜ƒξš†ξš‡ξš„ξš‹ξš†ξš‘ξ˜ƒξšƒξ˜ƒξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξš†ξš‹ξ§ξš‹ξš…ξš—ξšŽξš–ξšƒξš†ξš‡ξš•ξ˜ƒξš‹ξšξšŠξš‡ξš”ξš‡ξšξš–ξš‡ξš•ξ˜ƒξšƒξšŽξ˜ƒξš’ξš”ξš‘ξš…ξš‡ξš•ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš‡ξšŽξš‡ξš…ξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒ
de sus miembros o representantes corporativos.
ξ˜„ξ˜ξŸ¦ξ˜…ξ˜„ξ˜–ξ˜Œξ˜—ξ˜ƒξ₯Έξ₯» β€’ PÁGS. 1-58 β€’ INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES Β«DON JUAN MANUELΒ» β€’ ALBACETE
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RubΓ©n HernΓ‘ndez Yunta
VILLARROBLEDO DURANTE LA PRIMAVERA DEL FRENTE POPULAR: UNA APROXIMACIÓN A TRAVÉS DE LAS ACTAS DE...
aliviar ξŸΌξš•ξš‹ξš–ξš—ξšƒξš…ξš‹ξš‘ξšξš‡ξš•ξ˜ƒξšƒξš’ξš—ξš”ξšƒξš†ξšƒξš•ξŸ½ que no fueron concedidos por esca-
sez de recursos10. AdemΓ‘s, abundaron las peticiones obreras de au-
mentar el jornal de 2 a 3 pesetas, seΓ±al de que las bases estipuladas
se incumplΓ­an11. El reparto por el consistorio de 500 pesetas entre
las familias mΓ‘s necesitadas y las Actas del Ayuntamiento corrobo-
ran una situaciΓ³n desesperada y la falta de fondos para afrontar las
necesidades, entre otras la de alimentar a las mΓ‘s de 600 familias de
los obreros en paro forzoso12 habida cuenta de que en la sociedad de
la Γ©poca los subsidios por desempleo eran rudimentarios y apenas
cubrΓ­an a una pequeΓ±a parte de la masa trabajadora desempleada
(Arango, 2006, 259-263).
En suma, a la luz de lo expuesto, no extraΓ±a que hubiera ma-
ξšξš‹ξšˆξš‡ξš•ξš–ξšƒξš…ξš‹ξš‘ξšξš‡ξš•ξŸ‘ξ˜ƒξšƒξ˜ƒξš’ξš”ξš‹ξš‘ξš”ξš‹ξ˜ƒξš’ξšƒξš…ξ›€ξ§ξš‹ξš…ξšƒξš•ξŸ‘ξ˜ƒξš’ξš”ξš‘ξš–ξšƒξš‰ξš‘ξšξš‹ξšœξšƒξš†ξšƒξš•ξ˜ƒξš’ξš‘ξš”ξ˜ƒξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξšˆξšƒξšξš‹ξšŽξš‹ξšƒξš•ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒ
demandaban auxilio econΓ³mico para satisfacer sus necesidades
mΓ‘s bΓ‘sicas. AsΓ­ las cosas, el 29 de marzo de 1932 estallΓ³ en Villa-
rrobledo una huelga de tinte revolucionario a raΓ­z de una reuniΓ³n
convocada por varios patronos para abordar los problemas relacio-
nados con la crisis laboral que atravesaba el municipio. En su desa-
rrollo se lanzaron piedras a la guardia civil provocando varios heri-
dos. SegΓΊn el telegrama emitido por el gobernador civil al ministro
de GobernaciΓ³n, los obreros se concentraron en varios puntos de la
localidad para reclamar soluciones al paro y se celebrΓ³ una reuniΓ³n
de patronos y representantes sindicales donde se planteΓ³ garanti-
zar el trabajo de los jornaleros durante quince dΓ­as. Sin embargo,
ξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš–ξš”ξšƒξš„ξšƒξšŒξšƒξš†ξš‘ξš”ξš‡ξš•ξ˜ƒξš‡ξššξš‹ξš‰ξš‹ξš‡ξš”ξš‘ξšξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš’ξšƒξš–ξš”ξš‘ξšξš‘ξš•ξ˜ƒξ§ξš‹ξš”ξšξšƒξš”ξšƒξšξ˜ƒξšƒξšξš–ξš‡ξ˜ƒξšξš‘ξš–ξšƒξš”ξš‹ξš‘ξ˜ƒ
la extensiΓ³n de los contratos de trabajo hasta agosto, a lo que se
negΓ³ la patronal. Ante la falta de acuerdo la tensiΓ³n se agudizΓ³ de
tal forma que los manifestantes decidieron impedir que acudieran
al trabajo los jornaleros insolidarios o discordantes con la protes-
ta. AdemΓ‘s, un grupo de mΓ‘s de un centenar de personas se apostΓ³
ξ₯³ξ₯²ξ¬˜ AMV, Libro de Actas de Sesiones del Ayuntamiento, ξš•ξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‘ξš”ξš†ξš‹ξšξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξš†ξ›€ξšƒξ˜ƒξ₯Όξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŒξš—ξšξš‹ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒ
ξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯·, f. 41.
ξ₯³ξ₯³ξ¬˜ AMV, Libro de Actas de Sesiones del Ayuntamiento, ξš•ξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‘ξš”ξš†ξš‹ξšξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξš†ξ›€ξšƒξ˜ƒξ₯½ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšƒξš‰ξš‘ξš•ξš–ξš‘ξ˜ƒ
ξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯·ξŸ‘ξ˜ƒf. 17.
ξ₯³ξ₯΄ξ¬˜ Villarrobledo tenΓ­a 20.362 habitantes segΓΊn el censo de poblaciΓ³n de 1940. Su poblaciΓ³n
activa era de 12.092 personas. Si consideramos que, como mΓ­nimo, los parados en 1931
ascendΓ­an a 600 personas y que la poblaciΓ³n activa no cambiΓ³ sustancialmente, la tasa
de paro asciende al 5 %, un nivel bastante moderado comparada con las tasas de pueblos
colindantes como Tomelloso (Navarro, 2000).
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en la estaciΓ³n con la intenciΓ³n de cortar la circulaciΓ³n del ferroca-
rril. Consiguieron su objetivo durante varias horas, pero la llegada
de once guardias civiles, recibidos con ξŸΌξšˆξš”ξšƒξš•ξš‡ξš•ξ˜ƒξš‹ξšξšŒξš—ξš”ξš‹ξš‘ξš•ξšƒξš•ξŸ½ y actitud
subversiva, provocΓ³ la reacciΓ³n hostil de los revoltosos y los agen-
tes cargaron y dispararon al aire para dispersarlos, concentrΓ‘ndose
despuΓ©s en el cuartel. Hubo lanzamientos de piedras contra Γ©l, que
no cesaron hasta que las autoridades desplegaron un fuerte contin-
gente policial que efectuΓ³ dos cargas, resultando un agente herido y
dos obreros con contusiones por la embestida de un caballo de las
fuerzas del orden13. Posteriormente, UGT y la sociedad de trabaja-
dores de la tierra de Villarrobledo convocaron una huelga general
ante la negativa de la patronal a cumplir con las bases de trabajo
establecidas por el Jurado Mixto del Trabajo Rural de Villarroble-
do. En un acto de solidaridad, respaldaron y se unieron a ella los
trabajadores del sector vitΓ­cola y de la construcciΓ³n14. La inestable
situaciΓ³n socioeconΓ³mica de Villarrobledo se agravΓ³ con el intenso
enfrentamiento polΓ­tico entre socialistas y republicanos moderados
integrantes del gobierno municipal. La falta de entendimiento entre
ambos grupos polΓ­ticos provocΓ³ la ausencia de los concejales socia-
listas a muchas sesiones y plenos, lo que imposibilitΓ³ sacar adelante
muchas de las reformas que necesitaba la localidad y la paralizaciΓ³n
o aplazamiento de proyectos pΓΊblicos importantes como: alcantari-
llado, construcciΓ³n de escuelas e inauguraciΓ³n del mercado de abas-
tos (SΓ‘nchez, 2002, 293-294).
Las elecciones municipales de abril de 1931 dieron la victoria
a las fuerzas monΓ‘rquicas, pero los resultados fueron impugnados
ξš›ξ˜ƒξš•ξš‡ξ˜ƒξš”ξš‡ξš’ξš‹ξš–ξš‹ξ›—ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš•ξš—ξšŽξš–ξšƒξ˜ƒξš‡ξšŽξš‡ξš…ξš–ξš‘ξš”ξšƒξšŽξ˜ƒξšƒξ˜ƒξ§ξš‹ξšξšƒξšŽξš‡ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšξšƒξš›ξš‘ξŸ€ξ˜ƒξ˜ˆξšξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξš‹ξšξš–ξš‡ξš”ξš˜ξšƒξšŽξš‘ξ˜ƒ
entre ambas consultas hubo una comisiΓ³n gestora presidida por el
comandante retirado de la guardia civil Alfonso Rosillo Ballesteros
(ostentaba el rango de teniente coronel en la reserva). En la nue-
va votaciΓ³n, la conjunciΓ³n republicana-socialista logrΓ³ la mayorΓ­a
de las concejalΓ­as: 11 para los republicanos de centro–derecha y 10
para los socialistas. Al ser tan pareja la cifra de concejalΓ­as, la go-
bernabilidad exigΓ­a pactos y acuerdos continuos. Sin embargo, muy
ξš’ξš”ξš‘ξšξš–ξš‘ξ˜ƒξšƒξ§ξšŽξš‘ξš”ξšƒξš”ξš‘ξšξ˜ƒξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξš†ξš‹ξšˆξš‡ξš”ξš‡ξšξš…ξš‹ξšƒξš•ξŸ‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξšξš—ξšξš…ξš‹ξšƒξš•ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξš‡ξšξšˆξš”ξš‡ξšξš–ξšƒξšξš‹ξš‡ξšξš–ξš‘ξš•ξ˜ƒξš’ξš‘-
ξ₯³ξ₯΅ξ¬˜ ξ˜‡ξš‡ξšˆξš‡ξšξš•ξš‘ξš”ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜„ξšŽξš„ξšƒξš…ξš‡ξš–ξš‡ξŸ‘ξ˜ƒde 30 de marzo de 1932, 1.
ξ₯³ξ₯Άξ¬˜ ξ˜™ξšƒξšξš‰ξš—ξšƒξš”ξš†ξš‹ξšƒξŸ‘ξ˜ƒ6 de junio de 1933.
ξ˜„ξ˜ξŸ¦ξ˜…ξ˜„ξ˜–ξ˜Œξ˜—ξ˜ƒξ₯Έξ₯» β€’ PÁGS. 1-58 β€’ INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES Β«DON JUAN MANUELΒ» β€’ ALBACETE
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RubΓ©n HernΓ‘ndez Yunta
VILLARROBLEDO DURANTE LA PRIMAVERA DEL FRENTE POPULAR: UNA APROXIMACIÓN A TRAVÉS DE LAS ACTAS DE...
lΓ­ticos que impidieron una gestiΓ³n estable de la polΓ­tica municipal
(Requena, 1991, 313, 473; SΓ‘nchez, 2002, 289-290). En consecuen-
cia, aunque el 5 de junio fue disuelta la comisiΓ³n gestora con Rosillo
Ballesteros al frente, tomaron posesiΓ³n de sus actas concejiles los
nuevos elegidos y se constituyΓ³ el nuevo gobierno consistorial, las
discrepancias entre socialistas y republicanos hicieron que la alcal-
dΓ­a siguiera en manos del comandante. Dicha situaciΓ³n se mantuvo
hasta el 9 de julio, momento en que Rosillo dimite, alegando que
ξšŠξšƒξš„ξ›€ξšƒξ˜ƒξš’ξš‡ξš”ξš†ξš‹ξš†ξš‘ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš…ξš‘ξšξ§ξš‹ξšƒξšξšœξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξš‰ξš”ξš—ξš’ξš‘ξ˜ƒξš•ξš‘ξš…ξš‹ξšƒξšŽξš‹ξš•ξš–ξšƒ15, y nueve concejales
se solidarizan con Γ©l y dejan de acudir a las sesiones, situaciΓ³n que
se prolongΓ³ seis meses (Requena, 1990, 400). Ante el vacΓ­o de poder
y los continuos choques entre las diferentes tendencias, la corpora-
ciΓ³n dictaminΓ³ que ocupara el puesto temporalmente el socialista
RamΓ³n Albert SΓ‘ez, que hasta entonces era primer teniente de al-
calde. Su nombramiento tuvo lugar el 25 de septiembre con el voto
favorable de tan solo 12 concejales. Los 9 restantes se negaron a
ξš•ξš‡ξš…ξš—ξšξš†ξšƒξš”ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš˜ξš‘ξš–ξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš›ξ˜ƒξšξš‘ξ˜ƒξšƒξš•ξš‹ξš•ξš–ξš‹ξš‡ξš”ξš‘ξšξ˜ƒξšƒξšŽξ˜ƒξš’ξšŽξš‡ξšξš‘ξŸ€ξ˜ƒξ˜ξš‘ξš•ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš…ξš‡ξšŒξšƒξšŽξš‡ξš•ξ˜ƒξšƒξ§ξš‹ξšξš‡ξš•ξ˜ƒ
al republicanismo moderado siguieron sin asistir a las sesiones du-
rante meses, paralizΓ‘ndose de nuevo muchas obras e infraestruc-
turas pendientes16. Aun asΓ­, acusaron a los concejales socialistas de
malversar fondos y al agente encargado de recaudar los arbitrios
por efectuar recargos mayores a los contribuyentes que los permi-
tidos por ley. Estas denuncias fueron remitidas al gobernador civil
de Albacete para que procediese a decretar su suspensiΓ³n no sin
antes enviar a varios delegados gubernativos para que efectuaran
una inspecciΓ³n17. En diciembre de 1932 el alcalde socialista presen-
tΓ³ su dimisiΓ³n manteniendo su acta concejil. Le sustituye hasta un
prΓ³ximo nombramiento por el vicealcalde primero JoaquΓ­n Chirla-
que SarriΓ³n (PRR). Aunque la decisiΓ³n pudo desatar una crisis de
gobierno municipal mayor a la vivida, lo cierto es que la mayorΓ­a
de los concejales vio con buenos ojos la dimisiΓ³n al considerar que
ξ₯³ξ₯·ξ¬˜ AMV: Libro de Actas de Sesiones del Ayuntamiento, ξš•ξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‡ξššξš–ξš”ξšƒξš‘ξš”ξš†ξš‹ξšξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξš†ξ›€ξšƒξ˜ƒξ₯Ώξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒ
ξšŒξš—ξšŽξš‹ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯ΌξŸ€
ξ₯³ξ₯Έξ¬˜ Hasta noviembre de 1933 no se inaugura un instituto de segunda enseΓ±anza, acto
al que acudiΓ³ el gobernador civil Rafael Rubio CarriΓ³n. Vid. ξ˜ˆξšŽξ˜ƒξ˜‡ξš‹ξšƒξš”ξš‹ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜„ξšŽξš„ξšƒξš…ξš‡ξš–ξš‡ξŸ‘ 25 de
noviembre, 1.
ξ₯³ξ₯Ήξ¬˜ Archivo General de la AdministraciΓ³n (AGA), Interior, caja 44/00142.
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su gestiΓ³n fue ξŸΌξš†ξš‡ξš•ξšƒξš…ξš‡ξš”ξš–ξšƒξš†ξšƒξŸ½18 y porque creΓ­an dar una nueva opor-
tunidad para solventar la grave inestabilidad polΓ­tica consistorial.
Estaban muy equivocados. El enfrentamiento entre socialistas y re-
publicanos prosiguiΓ³ hasta el otoΓ±o de 1933, cuando la crispaciΓ³n
se redujo con motivo de la llegada de los comicios a nivel nacional.
El 6 de enero de dicho aΓ±o los 21 concejales de corporaciΓ³n votan
la elecciΓ³n de nuevo alcalde. Solo asisten 17 a la sesiΓ³n. De ellos 10
votan a Juan Antonio MartΓ­nez Lumbreras; 6, a Luis GΓ³mez GirΓ³n;
y 1 a Manuel Contreras. Hasta abril se sucedieron diversos actos
de propaganda protagonizados por la izquierda obrera vinculados,
principalmente, al proyecto de red de alcantarillado. Asimismo, el
diputado por CΓ‘diz, Antonio Roma RubΓ­es, impartiΓ³ una conferencia
en la que mostrΓ³ gran preocupaciΓ³n por el problema agrario y la ne-
cesidad de combatirlo desarrollando la Reforma Agraria del gobier-
no19ξŸ€ξ˜ƒξ˜ˆξšξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξšξš‹ξš•ξšξš‘ξ˜ƒξšξš‡ξš•ξ˜ƒξš•ξš‡ξ˜ƒξš‹ξšξšƒξš—ξš‰ξš—ξš”ξšƒξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξ˜’ξ§ξš‹ξš…ξš‹ξšξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜†ξš‘ξšŽξš‘ξš…ξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξ˜’ξš„ξš”ξš‡ξš”ξšƒξ˜ƒ
para intentar paliar el paro en la localidad. Entre mayo y diciembre
la gobernabilidad del ayuntamiento continuΓ³ siendo muy inesta-
ble. Los concejales socialistas se negaban a acudir a los plenos, lo
que obligaba a aplazar las sesiones a una segunda convocatoria a
las que solo iban un nΓΊmero reducido. Sin embargo, lo mΓ‘s desta-
cable en estos meses fue el nefasto comportamiento del alcalde. El
15 de abril mantuvo una fuerte discusiΓ³n con Juan RamΓ³n Torres
MartΓ­nez, vecino de la localidad que habΓ­a sido llamado por el alcal-
de para comunicarle que su jefe, el socialista ValentΓ­n Olivares Par-
do, estaba denunciado por haber tenido abierta la barberΓ­a. Parece
ξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξšƒξšŽξš…ξšƒξšŽξš†ξš‡ξ˜ƒξš–ξšƒξšξš„ξš‹ξš±ξšξ˜ƒξš‡ξš”ξšƒξ˜ƒξš’ξš‡ξšŽξš—ξš“ξš—ξš‡ξš”ξš‘ξ˜ƒξš›ξŸ‘ξ˜ƒξš•ξš‹ξšξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš’ξš—ξš‡ξš†ξšƒξ˜ƒξš…ξš‘ξšξ§ξš‹ξš”ξšξšƒξš”ξš•ξš‡ξŸ‘ξ˜ƒ
estaba abusando de su autoridad para barrer a la competencia pro-
fesional y polΓ­tica. Los insultos se repitieron hasta que el aprendiz
de peluquero contestΓ³ que esas vicisitudes deberΓ­a comentarlas a
su maestro. El alcalde comenzΓ³ a golpearle a la vez que le apuntaba
con una pistola. Juan RamΓ³n Torres, perseguido por el alcalde, echΓ³
a correr desesperadamente hasta el cΓ­rculo mercantil, donde se es-
condiΓ³. La situaciΓ³n empeorΓ³ cuando, en un arrebato de ira descon-
trolada, el alcalde amenazΓ³ con su pistola a BenjamΓ­n GarcΓ­a PΓ©rez,
ξ₯³ξ₯Ίξ¬˜ AMV, Libro de Actas de Sesiones del Ayuntamiento, ξš•ξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒ ξš‡ξššξš–ξš”ξšƒξš‘ξš”ξš†ξš‹ξšξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒ ξš†ξš‡ξ˜ƒ ξ₯Έξ₯Όξ˜ƒ ξš†ξš‡ξ˜ƒ
ξš†ξš‹ξš…ξš‹ξš‡ξšξš„ξš”ξš‡ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯ΈξŸ‘ξ˜ƒf. 5.
ξ₯³ξ₯»ξ¬˜ ξ˜ˆξšŽξ˜ƒξ˜–ξš‘ξš…ξš‹ξšƒξšŽξš‹ξš•ξš–ξšƒξŸ‘ξ˜ƒ28 de febrero de 1933, 3.
ξ˜„ξ˜ξŸ¦ξ˜…ξ˜„ξ˜–ξ˜Œξ˜—ξ˜ƒξ₯Έξ₯» β€’ PÁGS. 1-58 β€’ INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES Β«DON JUAN MANUELΒ» β€’ ALBACETE
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RubΓ©n HernΓ‘ndez Yunta
VILLARROBLEDO DURANTE LA PRIMAVERA DEL FRENTE POPULAR: UNA APROXIMACIÓN A TRAVÉS DE LAS ACTAS DE...
que se encontraba dentro de un bar llamado Β«SaboyaΒ», y le ordenΓ³
que le acompaΓ±ara, sin motivo aparente y tras propinarle varias pa-
tadas y manotadas, al presidio de la localidad. Poco tiempo despuΓ©s,
el alcalde empezΓ³ a discutir con otras personas que, tras denunciar
su conducta, se concentraron en la plaza principal del municipio ca-
ξšŽξš‹ξ§ξš‹ξš…ξšƒξšξš†ξš‘ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξšŠξš‡ξš…ξšŠξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš‹ξšξš†ξš‹ξš‰ξšξšƒξšξš–ξš‡ξš•ξŸ€ξ˜ƒξ˜ˆξšŽξ˜ƒξšƒξšŽξš…ξšƒξšŽξš†ξš‡ξŸ‘ξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξš—ξšξ˜ƒξšξš—ξš‡ξš˜ξš‘ξ˜ƒξšƒξš”ξš”ξš‡ξš„ξšƒξš–ξš‘ξ˜ƒ
apalizΓ³ al vecino Juan Antonio GonzΓ‘lez Navarro, que resultΓ³ herido
de gravedad, y al maestro nacional Vicente Pelayo20. La respuesta de
los concejales de la oposiciΓ³n no se hizo esperar:
Creemos que tan desacertada y fuera de razΓ³n y derecho, esta con-
ducta de nuestra primera autoridad, que por el buen nombre del
pueblo y de la corporaciΓ³n municipal deshonrada y de la justicia
menospreciada, de la libertad pisoteada, y de la ciudadanΓ­a envi-
lecida si se tolerasen estos desmanes de autoridades incapaces,
que pedimos a la corporaciΓ³n, que volviendo por su buen nombre
se declare incompatible con su actual presidente de las casas con-
sistoriales, a diecisiete de abril de mil novecientos treinta y tres21.
Por todos estos hechos, el 3 de mayo un nuevo pleno en el
ayuntamiento leyΓ³ la orden del gobernador civil de la provincia,
con fecha de 28 de abril, por la que cesaba como alcalde de la loca-
lidad a Juan Antonio MartΓ­nez Lumbreras. En su lugar, fue elegido
en funciones de nuevo el primer teniente de alcalde JoaquΓ­n Chir-
laque SarriΓ³n. La gobernabilidad del ayuntamiento, por lo tanto,
siguiΓ³ una dinΓ‘mica muy inestable: los concejales socialistas se ne-
gaban a acudir a las sesiones, lo que obligaba a aplazar las sesiones
a una segunda convocatoria en las que, entre mayo y diciembre,
solo asistieron un nΓΊmero muy reducido de concejales. El 3 de julio
la suspensiΓ³n del alcalde fue levantada, lo que le permitiΓ³ retomar
sus funciones. Por este motivo, el 26 de julio la minorΓ­a socialista
insistiΓ³ en la incapacidad de MartΓ­nez Lumbreras para presidir el
gobierno de Villarrobledo como consecuencia de los sucesos vio-
lentos que protagonizΓ³ en la primavera. Por ello, en una votaciΓ³n
de carΓ‘cter urgente en la que solo participaron 12 concejales: 8
ξ₯΄ξ₯²ξ¬˜ AMV, Libro de Actas de Sesiones del Ayuntamiento, ξš•ξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‡ξššξš–ξš”ξšƒξš‘ξš”ξš†ξš‹ξšξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯·ξ₯Ώξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšƒξš„ξš”ξš‹ξšŽξ˜ƒ
ξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯ΉξŸ‘ξ˜ƒf. 46. VΓ©ase tambiΓ©n AGA, Interior, caja 44/00142.
ξ₯΄ξ₯³ξ¬˜ ξ˜Œξš„ξ›€ξš†ξš‡ξšξŸ‘ξ˜ƒf. 46 y 47 y AGA, Interior, caja 44/00142.
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votaron a favor de la incompatibilidad del alcalde y 4 restantes se
posicionaron a favor de su gestiΓ³n (SΓ‘nchez, 2002, 293). Las des-
avenencias entre socialistas y republicanos se acentuaron mΓ‘s a
raΓ­z del triunfo de las derechas en noviembre de 1933. En Villarro-
bledo, la participaciΓ³n fue del 81,8 % del censo (9.073 electores).
Las derechas obtuvieron el 59,7 % de los sufragios y las izquierdas
un 39,9 %. Pedro Acacio Sandoval, gran propietario del tΓ©rmino,
obtuvo 860 votos y Salvador MarbΓ‘n de los Santos, tΓ­o del que fue
lΓ­der del movimiento insurreccional villarrobletano de octubre de
1934, 563 (SepΓΊlveda, 2001, 554)22.
La minorΓ­a socialista de Villarrobledo presionΓ³ con no asistir
a las sesiones de la corporaciΓ³n porque el alcalde, MartΓ­nez Lum-
breras, se aferrΓ³ al cargo ignorando las mociones que pesaban sobre
su gestiΓ³n. Esto obligΓ³ a suspender hasta siete sesiones entre enero
y febrero de 1934. Asimismo, acusaban al alcalde de no tener la ca-
pacidad para solucionar los graves problemas econΓ³micos, polΓ­ticos
y sociales locales. Muchas declaraciones socialistas eran ataques di-
rectos al alcalde acusΓ‘ndole de traidor por unirse al PRR y renegar
del socialismo, de tirano, por los violentos episodios que protagoni-
zΓ³ y negarse a dimitir pese a la mociΓ³n de censura del 4 de octubre
(8 votos a favor, 1 en contra y 3 abstenciones a la destituciΓ³n)23 y
de ser aliado de los Β«caciquesΒ» y oligarcas de la provincia (SΓ‘nchez,
2007, 37)24. La situaciΓ³n se volviΓ³ insostenible y el gobernador civil
comenzΓ³ a destituir a los concejales socialistas y republicanos des-
afectos25.
ξ₯΄ξ₯΄ξ¬˜ En la provincia las derechas obtuvieron el cupo de las mayorΓ­as, 5 diputados, mientras
que las izquierdas, que esta vez no fueron en coaliciΓ³n, se quedaron en 2 diputados (Villa
GarcΓ­a, 2011, 533). Vid. ξ˜…ξš‘ξšŽξš‡ξš–ξ›€ξšξ˜ƒξ˜’ξ§”ξš‹ξš…ξš‹ξšƒξšŽξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξ˜“ξš”ξš‘ξš˜ξš‹ξšξš…ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜„ξšŽξš„ξšƒξš…ξš‡ξš–ξš‡ξŸ‘ξ˜ƒde 21 de noviembre de
1933, 22- 23.
ξ₯΄ξ₯΅ξ¬˜ AMV, Libro de Actas de Sesiones del Ayuntamiento, ξš•ξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‘ξš”ξš†ξš‹ξšξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯Ίξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš‘ξš…ξš–ξš—ξš„ξš”ξš‡ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒ
ξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯Ή.
ξ₯΄ξ₯Άξ¬˜ El autor apunta ξŸΌξšŽξš‡ξšŒξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš”ξš‡ξš…ξš–ξš‹ξ§”ξš‹ξš…ξšƒξš”ξ˜ƒξš•ξš—ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš†ξš—ξš…ξš–ξšƒξ˜ƒξš‡ξ˜ƒξš‹ξšξš–ξš‡ξšξš–ξšƒξš”ξ˜ƒξš—ξšξ˜ƒξšƒξš…ξš‡ξš”ξš…ξšƒξšξš‹ξš‡ξšξš–ξš‘ξ˜ƒξš’ξšƒξš”ξšƒξŸ‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξš•ξš†ξš‡ξ˜ƒξš—ξšξ˜ƒ
ξš‡ξšξš–ξš‡ξšξš†ξš‹ξšξš‹ξš‡ξšξš–ξš‘ξŸ‘ξ˜ƒξš’ξš‘ξš†ξš‡ξš”ξ˜ƒξšŠξšƒξš…ξš‡ξš”ξ˜ƒξšˆξš”ξš‡ξšξš–ξš‡ξ˜ƒξšƒξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš’ξš”ξš‘ξš„ξšŽξš‡ξšξšƒξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš…ξš‹ξš—ξš†ξšƒξš†ξŸ‘ξ˜ƒξš•ξš‡ξš‰ξš—ξ›€ξšƒξ˜ƒξš–ξš‡ξšξš‹ξš‡ξšξš†ξš‘ξ˜ƒξš—ξšξšƒξ˜ƒξšƒξš…ξš–ξš‹ξš–ξš—ξš†ξ˜ƒ
ξš”ξš‡ξš’ξš”ξš‘ξš…ξšŠξšƒξš„ξšŽξš‡ξ˜ƒξšŠξšƒξš•ξš–ξšƒξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒ ξš’ξš—ξšξš–ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒ ξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš…ξšƒξš…ξšŠξš‡ξšƒξš„ξšƒξ˜ƒ ξšƒξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒ ξš…ξš‘ξšξš…ξš‡ξšŒξšƒξšŽξš‡ξš•ξ˜ƒξšƒξšξš–ξš‡ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš‡ξšξš–ξš”ξšƒξš”ξšƒξšξ˜ƒξšƒξ˜ƒ ξšŽξšƒξš•ξ˜ƒ
ξš•ξš‡ξš•ξš‹ξš‘ξšξš‡ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒ ξšŽξšƒξ˜ƒξš…ξš‘ξš”ξš’ξš‘ξš”ξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξŸ½. Vid. AMV, Libro Actas de Sesiones del Ayuntamiento, ξš•ξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒ
ξš‘ξš”ξš†ξš‹ξšξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯Ήξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš†ξš‹ξš…ξš‹ξš‡ξšξš„ξš”ξš‡ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯ΉξŸ‘ξ˜ƒf. 32.
ξ₯΄ξ₯·ξ¬˜ En sesiΓ³n del 25 de abril de 1934 se comunicΓ³ al socialista RamΓ³n Albert SΓ‘ez la
suspensiΓ³n decretada por el gobernador civil JosΓ© Aparicio AlbiΓ±ana cinco dΓ­as antes.
En julio fueron sancionados y destituidos 6 concejales socialistas y 2 republicanos de
izquierda, siendo reemplazados por ocho nuevos concejales republicanos-conservadores
ξ˜„ξ˜ξŸ¦ξ˜…ξ˜„ξ˜–ξ˜Œξ˜—ξ˜ƒξ₯Έξ₯» β€’ PÁGS. 1-58 β€’ INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES Β«DON JUAN MANUELΒ» β€’ ALBACETE
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RubΓ©n HernΓ‘ndez Yunta
VILLARROBLEDO DURANTE LA PRIMAVERA DEL FRENTE POPULAR: UNA APROXIMACIÓN A TRAVÉS DE LAS ACTAS DE...
ξ₯΄ξŸ€ξ₯³ξŸ€ξ˜ƒξ˜ξš‘ξš•ξ˜ƒξš•ξš—ξš…ξš‡ξš•ξš‘ξš•ξ˜ƒξš”ξš‡ξš˜ξš‘ξšŽξš—ξš…ξš‹ξš‘ξšξšƒξš”ξš‹ξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš‘ξš…ξš–ξš—ξš„ξš”ξš‡ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯³ξ₯»ξ₯΅ξ₯Ά
El 4 de octubre de 1934, fecha de entrada de tres ministros
ξš…ξš‡ξš†ξš‹ξš•ξš–ξšƒξš•ξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξ˜Šξš‘ξš„ξš‹ξš‡ξš”ξšξš‘ξŸ‘ξ˜ƒξšξšƒξš”ξš…ξ›—ξ˜ƒξš—ξšξ˜ƒξš’ξš—ξšξš–ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš‹ξšξ§ξšŽξš‡ξššξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξ˜Œξ˜Œξ˜ƒξ˜•ξš‡ξš’ξ›―-
blica. Muchos campesinos consideraron que CEDA era la represen-
taciΓ³n del fascismo en EspaΓ±a y se extendiΓ³ la idea de que pretendΓ­a
implantar un rΓ©gimen Β«ξš•ξš‘ξš…ξš‹ξšƒξšŽξš…ξšƒξš–ξ›—ξšŽξš‹ξš…ξš‘ξ˜ƒ ξš›ξ˜ƒ ξš˜ξšƒξš–ξš‹ξš…ξšƒξšξš‹ξš•ξš–ξšƒξŸ½ (Rosal, 1984,
103-121). Pensaron que algunas ventajas logradas en el primer bie-
nio serΓ­an revocadas y sustituidas por reformas que restablecieran
la precariedad en el campo fruto de la supuesta alianza entre ele-
mentos derechistas y terratenientes. Por este motivo, la idea de la
revoluciΓ³n auspiciada por el sector radical del PSOE tuvo gran aco-
gida, sobre todo entre los largocaballeristas y poblaciΓ³n campesina.
En la provincia de Albacete no fue solo la incorporaciΓ³n de los
tres miembros cedistas al gabinete de los radicales lo que provocΓ³
el movimiento revolucionario de octubre de 1934, tambiΓ©n contri-
buyΓ³ la idea de que, con limitaciones, las reformas del primer bienio
habΓ­an aportado avances y mejoras socioeconΓ³micas que corrΓ­an el
riesgo de ser paralizadas o abolidas. El movimiento revolucionario
provincial no se limitΓ³ a las reivindicaciones agrarias como prueba
que la huelga general de junio tuviera una repuesta y seguimiento
mucho mayor en la provincia, manifestΓ‘ndose reclamaciones polΓ­-
ξš–ξš‹ξš…ξšƒξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš‰ξš”ξšƒξšξ˜ƒξš…ξšƒξšŽξšƒξš†ξš‘ξ˜ƒξšƒξšξš–ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš‹ξšξš‡ξ§ξš‹ξš…ξšƒξš…ξš‹ξšƒξ˜ƒξšξš‘ξš•ξš–ξš”ξšƒξš†ξšƒξ˜ƒξš’ξš‘ξš”ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš•ξš—ξš…ξš‡ξš•ξš‹ξš˜ξš‘ξš•ξ˜ƒ
Gobiernos republicanos (Oliver, 1997; Requena, 1998). De todas las
agrupaciones socialistas que participaron en la insurrecciΓ³n la de
Villarrobledo fue la que Β«ξšξš‡ξšŒξš‘ξš”ξ˜ƒξš’ξš”ξš‡ξš’ξšƒξš”ξ›—ξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξšξš‘ξš˜ξš‹ξšξš‹ξš‡ξšξš–ξš‘ξ˜ƒξš•ξš—ξš„ξš˜ξš‡ξš”ξš•ξš‹ξš˜ξš‘ξŸ½
(CarriΓ³n, 1990, 53). La huelga revolucionaria perpetrada en la lo-
calidad durante la noche del dΓ­a 5 y gran parte de la jornada del 6
de octubre de 1934 se desarrollΓ³ siguiendo una estructura organi-
ξšœξšƒξš–ξš‹ξš˜ξšƒξ˜ƒξšξš—ξš›ξ˜ƒξš‡ξ§ξš‹ξš…ξš‹ξš‡ξšξš–ξš‡26 lo que, al igual que en Tarazona de la Mancha
(GΓ³mez, 2012, 75-90), fue la excepciΓ³n en el comportamiento pro-
que completaban las 2 vacantes existentes y las 6 producidas por sanciΓ³n. AMV, Libro de
Actas de Sesiones del Ayuntamiento, ξš•ξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‘ξš”ξš†ξš‹ξšξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯Έξ₯»ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŒξš—ξšŽξš‹ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯ΊξŸ‘ξ˜ƒf. 52-53. El
gobernador les instruyΓ³ expediente acusΓ‘ndoles del delito de abandono de funciones.
ξ₯΄ξ₯Έξ¬˜ La consulta de varios expedientes penitenciarios del archivo del centro penitenciario
de Pamplona (sin catalogar) y remitidos por la biblioteca de la SecretarΓ­a General de
Instituciones Penitenciarias han sido claves para reconstruir algunos hechos de este
episodio.
PΓ‘gina 18
vincial, donde la actividad revolucionaria se limitΓ³ a episodios huel-
guΓ­sticos y pequeΓ±os choques con las fuerzas del orden que, aun asΓ­,
ocasionaron el fallecimiento en Caudete del agente de la guardia ci-
vil, Francisco MartΓ­nez LΓ³pez27.
El principal dirigente del movimiento revolucionario villarro-
bledense fue el abogado y polΓ­tico socialista Antonio MarbΓ‘n de los
Santos, secretario del Jurado Mixto del Trabajo Rural local presidi-
do por Juan Francisco Descalzo Nieto desde agosto de 1933 (Oliver,
ξ₯³ξ₯»ξ₯»ξ₯ΈξŸ‘ξ˜ƒξ₯³ξ₯΄ξ₯΅ξ ŒξŸ€ξ˜ƒξ˜‡ξš‹ξš…ξšŠξš‘ξ˜ƒξšξš‘ξš˜ξš‹ξšξš‹ξš‡ξšξš–ξš‘ξ˜ƒξšˆξš—ξš‡ξ˜ƒξš•ξš‘ξš•ξš–ξš‡ξšξš‹ξš†ξš‘ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξ§ξš‹ξšξšƒξšξš…ξš‹ξšƒξš†ξš‘ξ˜ƒξš’ξš‘ξš”ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒ
militantes de la agrupaciΓ³n socialista local que, en fechas anteriores
al estallido, se proveyeron de armas y municiones adquiridas en San
Clemente y Albacete siendo el tesorero de la agrupaciΓ³n quien hizo
sendos pagos: uno de 200 pesetas en diciembre de 1933, y otro de
ξ₯·ξ₯²ξ₯²ξ˜ƒξš’ξš‡ξš•ξš‡ξš–ξšƒξš•ξ˜ƒξšƒξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš‹ξš‡ξšξšœξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯³ξ₯»ξ₯΅ξ₯Άξ˜ƒξšƒξ˜ƒξš—ξšξš‘ξš•ξ˜ƒξš–ξš”ξšƒξ§ξš‹ξš…ξšƒξšξš–ξš‡ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšƒξš”ξšξšƒξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒ
capital28. En los hechos participaron Luis Rubio Clemente29, chΓ³fer
de Descalzo Nieto, Antonio MarbΓ‘n de los Santos y Francisco Des-
calzo Nieto que, con MarbΓ‘n y varias mujeres, prestΓ³, ademΓ‘s, sus
herramientas y conocimientos para fabricar bombas caseras en su
taller particular (Bascary, 2021, 103).
Sobre las diez de la noche, convocados por Antonio MarbΓ‘n,
acudieron a la Casa del Pueblo de Villarrobledo casi todos los mili-
tantes socialistas e integrantes de la Sociedad de Trabajadores AgrΓ­-
colas. TambiΓ©n asistieron gran nΓΊmero de forasteros al ser Γ©poca de
vendimia. En total habΓ­a unos 400 individuos reunidos y entre ellos
se repartiΓ³ el arsenal de armas acumulado por la agrupaciΓ³n: pisto-
ξšŽξšƒξš•ξŸ‘ξ˜ƒξš”ξš‡ξš˜ξ›—ξšŽξš˜ξš‡ξš”ξš‡ξš•ξŸ‘ξ˜ƒξš„ξš‘ξš–ξš‡ξšŽξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξ›€ξš“ξš—ξš‹ξš†ξš‘ξ˜ƒξš‹ξšξ§ξšŽξšƒξšξšƒξš„ξšŽξš‡ξŸ‘ξ˜ƒξš„ξš‘ξšξš„ξšƒξš•ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξš’ξš‡ξš–ξšƒξš”ξš†ξš‘ξš•ξŸ€ξ˜ƒ
Una vez repartidas armas y municiones, MarbΓ‘n designΓ³ como jefes
de grupo a Felipe Almansa Parra, Victoriano Moreno Rubio, Fernan-
do Almansa Castillo, Ángel Morales Tirado, Enrique Moya Navarro
ξ₯΄ξ₯Ήξ¬˜ ξ˜ˆξšŽξ˜ƒξ˜‡ξš‹ξšƒξš”ξš‹ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜„ξšŽξš„ξšƒξš…ξš‡ξš–ξš‡ξŸ‘ξ˜ƒ10 de octubre de 1934, 1. Al entierro acudiΓ³ multitud de personas
ξš‡ξ˜ƒξš‹ξšξ§ξšŽξš—ξš›ξš‡ξšξš–ξš‡ξš•ξ˜ƒξš’ξš‡ξš”ξš•ξš‘ξšξšƒξšŽξš‹ξš†ξšƒξš†ξš‡ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš’ξš‘ξšŽξ›€ξš–ξš‹ξš…ξšƒξ˜ƒξšƒξšŽξš„ξšƒξš…ξš‡ξš–ξš‡ξ›“ξšƒξŸ€ξ˜ƒξ˜™ξš‹ξš†ξŸ€ξ˜ƒξ˜„ξ˜ξ˜„ξ˜…ξŸ£ξ˜ƒξ˜‡ξš‡ξšˆξš‡ξšξš•ξš‘ξš”ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜„ξšŽξš„ξšƒξš…ξš‡ξš–ξš‡ξŸ‘ξ˜ƒ
10 de octubre de 1934, 1. Β«El entierro del Guardia Civil muerto en Caudete constituye una
imponente manifestaciΓ³n de dueloΒ».
ξ₯΄ξ₯Ίξ¬˜ξ˜ƒξ˜ˆξš•ξš–ξšƒξ˜ƒξ›―ξšŽξš–ξš‹ξšξšƒξ˜ƒξš…ξš‹ξšˆξš”ξšƒξ˜ƒξš‡ξš•ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξ§ξš‹ξš”ξšξšƒξš†ξšƒξ˜ƒξš’ξš‘ξš”ξ˜ƒξ˜ξš‘ξšƒξš“ξš—ξ›€ξšξ˜ƒξ˜†ξšžξš…ξš‡ξš”ξš‡ξš•ξŸ‘ξ˜ƒξšξš‹ξšŽξš‹ξš–ξšƒξšξš–ξš‡ξ˜ƒξš•ξš‘ξš…ξš‹ξšƒξšŽξš‹ξš•ξš–ξšƒξ˜ƒξš›ξ˜ƒξš•ξš‡ξš…ξš”ξš‡ξš–ξšƒξš”ξš‹ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒ
la sociedad agrΓ­cola de Villarrobledo, en una misiva remitida a JosΓ© Prat de 1 de enero de
1935. VΓ©ase Archivo General de la Guerra Civil (AGGC): Caja 444, Exp. 49.
ξ₯΄ξ₯»ξ¬˜ En la narraciΓ³n de las sesiones del Consejo de Guerra sobre los sucesos de Villarrobledo
del dΓ­a 9 y 10 de julio, el nombre citado del chΓ³fer de Descalzo Nieto es Celestino LΓ³pez
Landete, apodado Β«GasolinaΒ». Vid. ξ˜‡ξš‡ξšˆξš‡ξšξš•ξš‘ξš”ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜„ξšŽξš„ξšƒξš…ξš‡ξš–ξš‡ξŸ‘ξ˜ƒ10 de julio de 1935, 1.
ξ˜„ξ˜ξŸ¦ξ˜…ξ˜„ξ˜–ξ˜Œξ˜—ξ˜ƒξ₯Έξ₯» β€’ PÁGS. 1-58 β€’ INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES Β«DON JUAN MANUELΒ» β€’ ALBACETE
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RubΓ©n HernΓ‘ndez Yunta
VILLARROBLEDO DURANTE LA PRIMAVERA DEL FRENTE POPULAR: UNA APROXIMACIÓN A TRAVÉS DE LAS ACTAS DE...
ξš›ξ˜ƒξ˜“ξš‡ξš†ξš”ξš‘ξ˜ƒξ˜‰ξšŽξš‘ξš”ξš‡ξš•ξ˜ƒξ˜ξš‡ξš…ξš‹ξšξšƒξš•ξŸ‘ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξ§ξš‹ξšƒξšξš†ξš‘ξ˜ƒξšƒξ˜ƒξš…ξšƒξš†ξšƒξ˜ƒξš‰ξš”ξš—ξš’ξš‘ξ˜ƒξš—ξšξšƒξ˜ƒξšξš‹ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš…ξš‘ξšξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒ
ΓΊnico objetivo de proclamar la RepΓΊblica socialista. Para que pudie-
ξš”ξšƒξšξ˜ƒξš‹ξš†ξš‡ξšξš–ξš‹ξ§ξš‹ξš…ξšƒξš”ξš•ξš‡ξ˜ƒξš’ξš‘ξš”ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξšξš‘ξš…ξšŠξš‡ξŸ‘ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš‹ξšξš•ξš—ξš”ξš‰ξš‡ξšξš–ξš‡ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξš…ξš‹ξš†ξš‹ξš‡ξš”ξš‘ξšξ˜ƒξš‡ξšξš’ξšŽξš‡ξšƒξš”ξ˜ƒ
como consigna la palabra ξŸΌξŸ©ξš…ξš‘ξšξš’ξšƒξ›“ξš‡ξš”ξš‘ξŸ¨ξŸ½ a la que debΓ­an contestar
con la contraseΓ±a ξŸΌξŸ©ξš…ξšƒξš„ξšƒξšŽξšŽξš‡ξš”ξš‘ξŸ¨ξŸ½. AdemΓ‘s de los cabecillas citados,
ejercieron funciones directivas destacadas, siempre bajo Γ³rdenes
de MarbΓ‘n, RamΓ³n Albert SΓ‘ez, JosΓ© Tobarra Molina, Juan Francis-
co Descalzo Nieto, Pedro Antonio Alfaro, Pablo ValentΓ­n Arrones y
Miguel PΓ©rez RΓ­os30. Convinieron en establecer la medianoche del
dΓ­a 6 como momento inicial del movimiento revolucionario. Los in-
surgentes cortaron con una sierra tres postes de luz elΓ©ctrica, inuti-
lizaron varios cables y quemaron uno de ellos. Concretamente, eran
los transformadores elΓ©ctricos situados en la calle Nueva, barrio de
San Clemente y Plaza de Santa MarΓ­a. Igualmente, quemaron varios
ξš‡ξš†ξš‹ξ§ξš‹ξš…ξš‹ξš‘ξš•ξŸ‘ξ˜ƒξš…ξšƒξš—ξš•ξšƒξš”ξš‘ξšξ˜ƒξš†ξš‡ξš•ξš–ξš”ξš‘ξšœξš‘ξš•ξ˜ƒξš‡ξ˜ƒξš‹ξšξš…ξš‡ξšξš†ξš‹ξšƒξš”ξš‘ξšξ˜ƒξš†ξš‡ξš’ξš‡ξšξš†ξš‡ξšξš…ξš‹ξšƒξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξšƒξš›ξš—ξš-
tamiento donde destruyeron libros de cuentas, listas cobratorias y
recibos de utilidades y arbitrios pendientes de cobro por un importe
que, segΓΊn declaraciΓ³n a principios de diciembre de 1934 del agente
ejecutivo y administrador de arbitrios, Juan Antonio Castillo LΓ³pez,
ascendΓ­a a 729.422 pesetas31. Asimismo, ocasionaron daΓ±os consi-
derables en objetos artΓ­sticos valiosos al quemar la puerta, Γ³rgano
y coro de la iglesia de San Blas. Concentrados todos los grupos en la
plaza municipal de Santa MarΓ­a, algunos individuos fueron al domi-
cilio del presidente de la DiputaciΓ³n provincial de Albacete, Francis-
co JimΓ©nez de CΓ³rdoba, que en ese momento estaba con el goberna-
ξš†ξš‘ξš”ξ˜ƒξš…ξš‹ξš˜ξš‹ξšŽξŸ‘ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξšƒξšŽξ˜ƒξš‡ξš†ξš‹ξ§ξš‹ξš…ξš‹ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξ˜–ξš‘ξš…ξš‹ξš‡ξš†ξšƒξš†ξ˜ƒξ˜„ξš‰ξš”ξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξšŽξš‘ξš…ξšƒξšŽξŸ‘ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξšˆξš—ξš‡ξ˜ƒξš’ξšƒξš•ξš–ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒ
las llamas. AdemΓ‘s, los insurgentes incendiaron varias escuelas y
locales (bolsa de trabajo y administraciΓ³n de arbitrios) y ocuparon
el mercado de abastos y el cΓ­rculo mercantil32, donde establecieron
su cuartel general haciendo prisioneros a algunos socios que se en-
ξš…ξš‘ξšξš–ξš”ξšƒξš„ξšƒξšξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξš‡ξš†ξš‹ξ§ξš‹ξš…ξš‹ξš‘ξŸ€ξ˜ƒξ˜–ξš‹ξšξ˜ƒξš‡ξšξš„ξšƒξš”ξš‰ξš‘ξŸ‘ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš•ξš‘ξš…ξš‹ξšƒξšŽξš‹ξš•ξš–ξšƒξš•ξ˜ƒξšξš‘ξ˜ƒξšŽξš‘ξš‰ξš”ξšƒξš”ξš‘ξšξ˜ƒξšŠξšƒ-
ξ₯΅ξ₯²ξ¬˜ Tanto los expedientes policiales correspondientes a estos sucesos como la documentaciΓ³n
ξš’ξš‡ξšξš‹ξš–ξš‡ξšξš…ξš‹ξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒ ξš…ξš‘ξšξ§ξš‹ξš”ξšξšƒξšξ˜ƒ ξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒ ξš†ξšƒξš–ξš‘ξš•ξŸ€ξ˜ƒ ξ˜™ξš‹ξš†ξŸ€ξ˜ƒ ξ˜„ξš”ξš…ξšŠξš‹ξš˜ξš‘ξ˜ƒ ξ˜Šξš‡ξšξš‡ξš”ξšƒξšŽξ˜ƒ ξš†ξš‡ξ˜ƒ ξšŽξšƒξ˜ƒ ξ˜„ξš†ξšξš‹ξšξš‹ξš•ξš–ξš”ξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒ ξ ‹ξ˜„ξ˜Šξ˜„ξ ŒξŸ‘ξ˜ƒ
Interior, caja 44/10952, Exp. 66.
ξ₯΅ξ₯³ξ¬˜ AGA, Interior, caja 44/00142.
ξ₯΅ξ₯΄ξ¬˜ξ˜ƒξ˜ξšƒξš•ξ˜ƒξšˆξš—ξš‡ξš”ξšœξšƒξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒ ξš‘ξš”ξš†ξš‡ξšξ˜ƒξš‹ξšξš–ξš‡ξšξš–ξšƒξš”ξš‘ξšξ˜ƒξš”ξš‡ξš…ξš—ξš’ξš‡ξš”ξšƒξš”ξŸ‘ξ˜ƒξš•ξš‹ξšξ˜ƒξš±ξššξš‹ξš–ξš‘ξŸ‘ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš‡ξš†ξš‹ξ§ξš‹ξš…ξš‹ξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξš‘ξšξš†ξš‡ξ˜ƒ ξš•ξš‡ξ˜ƒξšŠξš‹ξš…ξš‹ξš‡ξš”ξš‘ξšξ˜ƒ
ξšˆξš—ξš‡ξš”ξš–ξš‡ξš•ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš”ξš‡ξš„ξš‡ξšŽξš†ξš‡ξš•ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξš•ξš‡ξ˜ƒξš†ξš‡ξšˆξš‡ξšξš†ξš‹ξš‡ξš”ξš‘ξšξ˜ƒξš†ξš‹ξš•ξš’ξšƒξš”ξšƒξšξš†ξš‘ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξšŽξšƒξšξšœξšƒξšξš†ξš‘ξ˜ƒξš„ξš‘ξš–ξš‡ξšŽξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξ›€ξš“ξš—ξš‹ξš†ξš‘ξ˜ƒξš‹ξšξ§ξšŽξšƒξšξšƒξš„ξšŽξš‡ξŸ€ξ˜ƒ
Algunas residencias colindantes sufrieron daΓ±os
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cerse con el Cuartel de la Guardia Civil pese a intentar asaltarlo en
tres ocasiones provocando un intenso tiroteo entre los rebeldes y la
BenemΓ©rita que se prolongΓ³ varias horas. La situaciΓ³n se mantuvo
sin apenas cambios hasta las cinco de la madrugada, momento en el
que llegan los primeros refuerzos policiales procedentes de la capi-
tal y otras poblaciones albaceteΓ±as. El gobernador civil de Albacete
ordenΓ³, tras recibir las noticias de su secretario, que partieran efec-
tivos policiales a sofocar la insurrecciΓ³n de Villarrobledo. Sin em-
bargo, los recursos disponibles eran reducidos. Ante ello, Sigfrido
Blasco IbÑñez, funcionario del Ministerio de Gobernación y amigo
de JosΓ© Aparicio AlbiΓ±ana, contactΓ³ con el gobernador civil de Ciu-
dad Real, Alejandro PΓ©rez Moya, solicitΓ‘ndole el envΓ­o de refuerzos
a Villarrobledo. Gracias a esta acciΓ³n, se dispuso de varias seccio-
nes de guardias de asalto para aplacar la insurgencia revolucionaria
(Aparicio, 1936, 106-107). Los refuerzos de Ciudad Real tardaron en
llegar siendo los primeros en acudir los de la capital y poblaciones
como Barrax, La Roda y Villalgordo que se pusieron bajo las Γ³rdenes
del teniente de la guardia civil RamΓ³n MartΓ­nez, que llegΓ³ sobre las
cinco de la maΓ±ana. SegΓΊn el informe que elaborΓ³ tras sofocar el mo-
vimiento revolucionario33, dirigiΓ³ un contingente compuesto de tre-
ce guardias civiles, dos cabos y dos sargentos, a los que se sumaron
los agentes locales (nueve) que, hasta ese momento, comandadΓ³ el
sargento Benito Cabezuelo Moreno. Entre las cinco y las diez de la
maΓ±ana del dΓ­a 6, el teniente ordenΓ³ que rodearan los principales
ξš‡ξš†ξš‹ξ§ξš‹ξš…ξš‹ξš‘ξš•ξ˜ƒξš‘ξš…ξš—ξš’ξšƒξš†ξš‘ξš•ξ˜ƒξš’ξš‘ξš”ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš”ξš‡ξš„ξš‡ξšŽξš†ξš‡ξš•ξ˜ƒξš’ξšƒξš”ξšƒξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξšξš‘ξ˜ƒξš’ξš—ξš†ξš‹ξš‡ξš”ξšƒξšξ˜ƒξš‡ξš•ξš…ξšƒξš’ξšƒξš”ξ˜ƒξš›ξ˜ƒ
se vieran obligados a rendirse. En el mercado de abastos hubo va-
rios asaltos infructuosos y tras un intenso fuego cruzado se invitΓ³ a
los insurrectos a rendirse. Los rebeldes se negaron y respondieron
ξš…ξš‘ξšξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξšŽξšƒξšξšœξšƒξšξš‹ξš‡ξšξš–ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš„ξš‘ξš–ξš‡ξšŽξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξ›€ξš“ξš—ξš‹ξš†ξš‘ξ˜ƒξš‹ξšξ§ξšŽξšƒξšξšƒξš„ξšŽξš‡ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξ˜ƒξš”ξšžξšˆξšƒξš‰ξšƒξš•ξ˜ƒ
sobre los agentes, situaciΓ³n que se mantuvo hasta las diez de la ma-
Γ±ana, hora de llegada de una camioneta procedente de Ciudad Real
con una secciΓ³n de guardias de asalto compuesta por cuatro cabos
ξš›ξ˜ƒξš†ξš‹ξš‡ξš…ξš‹ξš•ξš±ξš‹ξš•ξ˜ƒξš‰ξš—ξšƒξš”ξš†ξš‹ξšƒξš•ξŸ‘ξ˜ƒξšƒξšŽξ˜ƒξšξšƒξšξš†ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξš•ξš—ξš„ξš‘ξ§ξš‹ξš…ξš‹ξšƒξšŽξ˜ƒξ˜™ξš‹ξš…ξš‡ξšξš–ξš‡ξ˜ƒξ˜‰ξš‡ξš”ξšξšžξšξš†ξš‡ξšœξŸ€ξ˜ƒξ˜ˆξšŽξ˜ƒ
teniente RamΓ³n MartΓ­nez pasΓ³ a contar con unos 50 efectivos y de-
cidiΓ³ reforzar a los agentes que rodeaban las dos plazas donde se
ξ₯΅ξ₯΅ξ¬˜ AGA, Interior, caja 44/10952, Exp. 66.
ξ˜„ξ˜ξŸ¦ξ˜…ξ˜„ξ˜–ξ˜Œξ˜—ξ˜ƒξ₯Έξ₯» β€’ PÁGS. 1-58 β€’ INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES Β«DON JUAN MANUELΒ» β€’ ALBACETE
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RubΓ©n HernΓ‘ndez Yunta
VILLARROBLEDO DURANTE LA PRIMAVERA DEL FRENTE POPULAR: UNA APROXIMACIÓN A TRAVÉS DE LAS ACTAS DE...
ubicaban los insurrectos, reanudando las acciones intimidatorias
para que los revoltosos capitularan. En el mercado de abastos los
rebeldes respondieron con nuevas descargas contra las fuerzas del
orden, lo que llevΓ³ al teniente a decidir el asalto por la fuerza. El ti-
ξš”ξš‘ξš–ξš‡ξš‘ξ˜ƒξš…ξš”ξš—ξšœξšƒξš†ξš‘ξ˜ƒξšˆξš—ξš‡ξ˜ƒξš‹ξšξš–ξš‡ξšξš•ξ›€ξš•ξš‹ξšξš‘ξ˜ƒξšŠξšƒξš•ξš–ξšƒξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξŸ‘ξ˜ƒξ§ξš‹ξšξšƒξšŽξšξš‡ξšξš–ξš‡ξŸ‘ξ˜ƒξš•ξš‘ξš„ξš”ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξš†ξš‘ξš…ξš‡ξ˜ƒ
del mediodΓ­a, los rebeldes depusieron las armas y se entregaron.
En el CΓ­rculo Mercantil la benemΓ©rita tomΓ³ posiciones en los teja-
dos prΓ³ximos. Los rebeldes, al igual que en el mercado de abastos,
opusieron una fΓ©rrea resistencia empleando todo tipo de armas y
ξšŽξšƒξšξšœξšƒξšξš†ξš‘ξ˜ƒξš„ξš‘ξš–ξš‡ξšŽξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξ›€ξš“ξš—ξš‹ξš†ξš‘ξ˜ƒξš‹ξšξ§ξšŽξšƒξšξšƒξš„ξšŽξš‡ξŸ€ξ˜ƒξ˜–ξš‘ξš„ξš”ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξš…ξš‹ξšξš…ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš–ξšƒξš”ξš†ξš‡ξŸ‘ξ˜ƒ
los insurgentes, desmoralizados tras perder tres compaΓ±eros, deci-
dieron rendirse. Al conocer que la insurrecciΓ³n habΓ­a fracasado en
gran parte del territorio nacional, Antonio MarbΓ‘n de los Santos se
suicidΓ³ disparΓ‘ndose con su pistola en la sien.
Sofocado el movimiento revolucionario y extinguidos los in-
cendios, las fuerzas del orden trasladaron a los detenidos, que su-
peraban los 20034, hasta el ayuntamiento. Tras las detenciones, la
fuerza pΓΊblica procediΓ³ a incautar y registrar los principales cen-
tros en que los socialistas realizaban su actividad polΓ­tica y aquellos
reductos donde se hicieron fuertes los rebeldes durante la insurrec-
ciΓ³n. En la Casa del Pueblo, Sociedad de Trabajadores AgrΓ­colas, CΓ­r-
ξš…ξš—ξšŽξš‘ξ˜ƒξšξš‡ξš”ξš…ξšƒξšξš–ξš‹ξšŽξ˜ƒξš›ξ˜ƒξ˜ξš‡ξš”ξš…ξšƒξš†ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒ ξ˜„ξš„ξšƒξš•ξš–ξš‘ξš•ξ˜ƒξšŽξšƒξš•ξ˜ƒ ξšƒξš—ξš–ξš‘ξš”ξš‹ξš†ξšƒξš†ξš‡ξš•ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξ§ξš‹ξš•ξš…ξšƒξš”ξš‘ξšξ˜ƒ
un total de 56 bombas de mano de 1 a 20 kilos, varios centenares
de armas cortas, pistolas y revΓ³lveres de diferentes calibres con sus
ξšξš—ξšξš‹ξš…ξš‹ξš‘ξšξš‡ξš•ξŸ‘ξ˜ƒ ξšξš—ξšξš‡ξš”ξš‘ξš•ξšƒξš•ξ˜ƒ ξš‡ξš•ξš…ξš‘ξš’ξš‡ξš–ξšƒξš•ξ˜ƒ ξš†ξš‡ξ˜ƒ ξš…ξšƒξšœξšƒξ˜ƒ ξš›ξ˜ƒ ξš”ξš‹ξ§ξšŽξš‡ξš•ξŸ‘ξ˜ƒ ξšŠξšƒξš…ξšŠξšƒξš•ξŸ‘ξ˜ƒ ξšŠξš‘ξš…ξš‡ξš•ξŸ‘ξ˜ƒ
ξš…ξš—ξš…ξšŠξš‹ξšŽξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξš„ξš‘ξš–ξš‡ξšŽξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξ›€ξš“ξš—ξš‹ξš†ξš‘ξ˜ƒξš‹ξšξ§ξšŽξšƒξšξšƒξš„ξšŽξš‡ξ˜ƒξ ‹ξ˜ˆξš•ξš’ξš‹ξšξšƒξš”ξŸ‘ξ˜ƒξ₯³ξ₯»ξ₯»ξ₯΅ξŸ‘ξ˜ƒξ₯³ξ₯·ξ₯·ξ Œ35. La
insurrecciΓ³n de octubre de 1934 acaecida en Villarrobledo provocΓ³
cuatro vΓ­ctimas mortales, asΓ­ como una veintena de heridos36. Los
ξ₯΅ξ₯Άξ¬˜ La cifra de insurrectos de los expedientes penitenciarios (400 individuos) parece
exagerada, aunque no tanto como para descartarla. Los principales diarios de la provincia
informaban de 205-212 personas detenidas. Vid. AMA, ξ˜‡ξš‡ξšˆξš‡ξšξš•ξš‘ξš”ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜„ξšŽξš„ξšƒξš…ξš‡ξš–ξš‡ξŸ‘ξ˜ƒ8 de octubre
de 1934 1, y ξ˜ˆξšŽξ˜ƒξ˜‡ξš‹ξšƒξš”ξš‹ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜„ξšŽξš„ξšƒξš…ξš‡ξš–ξš‡ξŸ‘ξ˜ƒ9 de octubre de 1934, 1. Virgilio Espinar (1993, 147)
describe que se produjeron unas 300 detenciones. En cualquier caso, un nΓΊmero impreciso
de detenidos quedΓ³ en libertad tras prestar declaraciΓ³n y solo 69 pasaron a disposiciΓ³n de
la autoridad militar.
ξ₯΅ξ₯·ξ¬˜ Vid. ξ˜ˆξšŽξ˜ƒξ˜‡ξš‹ξšƒξš”ξš‹ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜„ξšŽξš„ξšƒξš…ξš‡ξš–ξš‡ξŸ‘ξ˜ƒde 9 de octubre de 1934, 1.
ξ₯΅ξ₯Έξ¬˜ SegΓΊn testimonio del gobernador civil de Albacete, los sucesos de Villarrobledo
ξŸΌξš…ξšƒξš—ξš•ξšƒξš”ξš‘ξšξ˜ƒξš…ξš—ξšƒξš–ξš”ξš‘ξ˜ƒξšξš—ξš‡ξš”ξš–ξš‘ξš•ξŸ‘ξ˜ƒξšξš—ξš‡ξš˜ξš‡ξ˜ƒξšŠξš‡ξš”ξš‹ξš†ξš‘ξš•ξ˜ƒξš‰ξš”ξšƒξš˜ξš‡ξš•ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξš˜ξšƒξš”ξš‹ξš‘ξš•ξ˜ƒξšŽξš‡ξš˜ξš‡ξš•ξŸ½ (Aparicio, 1936, 110-111).
AdemΓ‘s de Antonio MarbΓ‘n de los Santos, los expedientes penitenciarios indican otras
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detenidos fueron sometidos a un procedimiento sumarΓ­simo ges-
tionado por la autoridad militar. El gobernador militar de Albacete,
Enrique MartΓ­nez Moreno, designΓ³ a don JosΓ© Luis GonzΓ‘lez Manga-
do, teniente auditor de la 3Βͺ DivisiΓ³n37, para que prosiguiera con los
sumarios y velara por el cumplimiento del CΓ³digo de Justicia Mili-
tar en el proceso. Las sentencias emitidas en los consejos de guerra
fueron dictadas el 11 de julio de 193538. De los 69 procesados, 31
fueron condenados a cadena perpetua (30 aΓ±os de reclusiΓ³n); 13 a
12 aΓ±os y un dΓ­a; 4 a 1 aΓ±o y 6 meses de prisiΓ³n; y los 21 restantes
fueron absueltos.
Las Casas del Pueblo de Villarrobledo, Tarazona de la Man-
cha, Almansa, Caudete, Madrigueras, Barrax, Lezuza, Fuentealbilla,
y numerosas sociedades y Agrupaciones Socialistas fueron clausu-
radas temporalmente, asΓ­ como las sedes de sindicatos en la provin-
cia y algunas secciones locales de IR, UR y PCE (SepΓΊlveda, 2001,
305). Muchas no pudieron reanudar sus actividades polΓ­ticas hasta
la amnistΓ­a decretada tras la victoria del Frente Popular en febrero
de 1936. Por decreto de 13 de diciembre de 1934, los Jurados Mix-
tos quedarΓ­an inoperativos al suspenderse sus plenos y expulsar a
los vocales ugetistas o socialistas por los sucesos de octubre. Esto
mermΓ³ la negociaciΓ³n entre patronal y trabajadores y fomentΓ³ el
incumplimiento de las bases de trabajo e incluso la legislaciΓ³n la-
boral vigente39. Por ΓΊltimo, en virtud de las cartas remitidas a JosΓ©
ξ˜“ξš”ξšƒξš–ξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξšŒξš—ξšξš‹ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯³ξ₯»ξ₯΅ξ₯Έξ˜ƒξš•ξš‘ξšŽξš‹ξš…ξš‹ξš–ξšƒξšξš†ξš‘ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš•ξš‡ξ˜ƒξš”ξš‡ξš…ξš‘ξšξš•ξš–ξš‹ξš–ξš—ξš›ξš‡ξš”ξšƒξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξ˜’ξ§ξš‹ξš…ξš‹ξšξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒ
ColocaciΓ³n obrera de la localidad, establecida en abril de 1933, no
se puede descartar que esta fuera cerrada tambiΓ©n con motivo de la
insurrecciΓ³n40.
tres vΓ­ctimas mortales (AgustΓ­n Heredero Padilla, Juan JosΓ© AlcaΓ±iz Mecinas y JosΓ© Melero
SΓ‘nchez).
ξ₯΅ξ₯Ήξ¬˜ ξ˜ˆξšŽξ˜ƒξ˜‡ξš‹ξšƒξš”ξš‹ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜„ξšŽξš„ξšƒξš…ξš‡ξš–ξš‡ξŸ‘ξ˜ƒ13 de octubre de 1934, 1.
ξ₯΅ξ₯Ίξ¬˜ Para el proceso, vΓ©ase ξ˜‡ξš‡ξšˆξš‡ξšξš•ξš‘ξš”ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜„ξšŽξš„ξšƒξš…ξš‡ξš–ξš‡ξŸ‘ξ˜ƒ8, 9, 10 y 11 de julio de 1935; ξ˜ˆξšŽξ˜ƒξ˜‡ξš‹ξšƒξš”ξš‹ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒ
ξ˜„ξšŽξš„ξšƒξš…ξš‡ξš–ξš‡ξŸ‘ξ˜ƒ9 10, 11 y 12 de julio de 1935; y CarriΓ³n (1990).
ξ₯΅ξ₯»ξ¬˜ Vid. ξ˜Šξšƒξš…ξš‡ξš–ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜ξšƒξš†ξš”ξš‹ξš†ξŸ‘ξ˜ƒ(348), 14 de diciembre de 1934, 2.143.
ξ₯Άξ₯²ξ¬˜ AGGC: Caja 445, Exp 123 y AGGC: caja 997, Exp. 48.
ξ˜„ξ˜ξŸ¦ξ˜…ξ˜„ξ˜–ξ˜Œξ˜—ξ˜ƒξ₯Έξ₯» β€’ PÁGS. 1-58 β€’ INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES Β«DON JUAN MANUELΒ» β€’ ALBACETE
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RubΓ©n HernΓ‘ndez Yunta
VILLARROBLEDO DURANTE LA PRIMAVERA DEL FRENTE POPULAR: UNA APROXIMACIÓN A TRAVÉS DE LAS ACTAS DE...
ξ₯΄ξŸ€ξ₯΄ξŸ€ξ˜ƒξ˜‹ξšƒξš…ξš‹ξšƒξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξ˜‰ξš”ξš‡ξšξš–ξš‡ξ˜ƒξ˜“ξš‘ξš’ξš—ξšŽξšƒξš”
ξ˜—ξš”ξšƒξš•ξ˜ƒ ξ§ξš‹ξšξšƒξšŽξš‹ξšœξšƒξš”ξ˜ƒ ξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒ ξš•ξš—ξš…ξš‡ξš•ξš‘ξš•ξ˜ƒ ξš”ξš‡ξš˜ξš‘ξšŽξš—ξš…ξš‹ξš‘ξšξšƒξš”ξš‹ξš‘ξš•ξŸ‘ξ˜ƒ ξšŽξšƒξ˜ƒ ξš’ξš”ξš‡ξš•ξš‡ξšξš…ξš‹ξšƒξ˜ƒ ξš†ξš‡ξ˜ƒ
las fuerzas del orden en Villarrobledo se incrementΓ³, lo que expli-
carΓ­a que en los primeros meses de 1935 hubiera una excepcional
tranquilidad polΓ­tica. No obstante, fueron frecuentes las protestas
y denuncias de varios vecinos militantes del PSOE o PCE, algunos
cumpliendo condena por insurrecto, contra el gobierno municipal.
En sus misivas al diputado por Albacete JosΓ© Prat, reprochaban a la
agrupaciΓ³n socialista local y a la FederaciΓ³n Provincial del PSOE es-
tar ξŸΌξš–ξš‘ξš†ξš‘ξš•ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš’ξšŽξš‡ξš–ξšƒξšξš‡ξšξš–ξš‡ξ˜ƒξšƒξš„ξšƒξšξš†ξš‘ξšξšƒξš†ξš‘ξš•ξŸ½ y seΓ±alaban que, durante
los ocho meses que llevaban bajo arresto, ξŸΌξš•ξš—ξš•ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš’ξšƒξ›“ξš‡ξš”ξšƒξš•ξ˜ƒξšξš‘ξ˜ƒξšŠξšƒ-
ξš„ξ›€ξšƒξšξ˜ƒξš’ξš‡ξš”ξš…ξš‹ξš„ξš‹ξš†ξš‘ξ˜ƒξšξšƒξš†ξšƒξŸ‘ξ˜ƒξšξš‹ξ˜ƒξš’ξš‘ξš”ξ˜ƒξš’ξšƒξš”ξš–ξš‡ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš’ξšƒξ›“ξš‡ξš”ξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξšŽξš‘ξš…ξšƒξšŽξš‹ξš†ξšƒξš†ξ˜ƒ
ξšξš‹ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξ˜‰ξš‡ξš†ξš‡ξš”ξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξŸ‘ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξšŠξšƒξšξ˜ƒξšŽξšŽξš‡ξš‰ξšƒξš†ξš‘ξ˜ƒξšƒξ˜ƒξš–ξšƒξšŽξ˜ƒξš‡ξššξš–ξš”ξš‡ξšξš‘ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš–ξš‹ξš‡ξšξš‡ξšξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš‹ξš-
ξš’ξšŽξš‘ξš”ξšƒξš”ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš…ξšƒξš”ξš‹ξš†ξšƒξš†ξ˜ƒξš’ξ›―ξš„ξšŽξš‹ξš…ξšƒξŸ½ξŸ€ De la misma forma, se pronunciaba JosΓ©
Ponce Castillo con fecha de 13 de junio de 1935. Solicitaba que la
FederaciΓ³n buscara la manera de Β«ξšƒξš›ξš—ξš†ξšƒξš”ξ˜ƒξšƒξ˜ƒξšξš‹ξš–ξš‹ξš‰ξšƒξš”ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξšξš‹ξš•ξš‡ξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξš•ξ˜ƒ
ξšˆξšƒξšξš‹ξšŽξš‹ξšƒξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš’ξšƒξ›“ξš‡ξš”ξš‘ξš•ξŸ½ en prisiΓ³n41. Hubo tambiΓ©n casos de ar-
bitrariedad policial impulsados por el alcalde. En cartas remitidas a
JosΓ© Prat, JoaquΓ­n CΓ‘ceres, presidente de la Sociedad de Trabajado-
res AgrΓ­colas de Villarrobledo, indicaba, con fecha de 8 de mayo de
1935, que fueron ξŸΌξšŽξšŽξšƒξšξšƒξš†ξš‘ξš•ξ˜ƒξšƒξšŽξ˜ƒξš…ξš—ξšƒξš”ξš–ξš‡ξšŽξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξ˜Šξš—ξšƒξš”ξš†ξš‹ξšƒξ˜ƒξ˜†ξš‹ξš˜ξš‹ξšŽξ˜ƒξš—ξšξ˜ƒξšξ›―ξšξš‡ξš”ξš‘ξ˜ƒ
ξš„ξšƒξš•ξš–ξšƒξšξš–ξš‡ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš•ξš‹ξš†ξš‡ξš”ξšƒξš„ξšŽξš‡ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš’ξšƒξ›“ξš‡ξš”ξš‘ξš•ξŸ½ y obreros de otras localida-
des cercanas para informarles que en un plazo de 48 horas debΓ­an
abandonar el municipio. En otra, fechada el 16 de mayo de 1935,
ξš‡ξšŽξ˜ƒξšξš‹ξšŽξš‹ξš–ξšƒξšξš–ξš‡ξ˜ƒξš•ξš‘ξš…ξš‹ξšƒξšŽξš‹ξš•ξš–ξšƒξ˜ƒξ˜„ξšξš–ξš‘ξšξš‹ξš‘ξ˜ƒξ˜ξš‘ξš”ξš‡ξšξš‘ξ˜ƒξšξš‘ξš–ξš‹ξ§ξš‹ξš…ξšƒξš„ξšƒξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξšƒξšŽξš…ξšƒξšŽξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξš‡ξ˜ƒ
comunicΓ³ que ξŸΌξš‡ξšŽξ˜ƒξšξš‘ξš–ξš‹ξš˜ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš–ξš‘ξšξšƒξš”ξ˜ƒξš‡ξš•ξš–ξšƒξš•ξ˜ƒξšξš‡ξš†ξš‹ξš†ξšƒξš•ξ˜ƒξš‡ξš•ξ˜ƒξš’ξš‘ξš”ξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš•ξš‡ξ˜ƒξš–ξš‡ξšξš‡ξ˜ƒ
ξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξšŠξšƒξš›ξšƒξ˜ƒξš‘ξš–ξš”ξš‘ξ˜ƒξšξš‘ξš˜ξš‹ξšξš‹ξš‡ξšξš–ξš‘ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš‘ξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš‘ξš…ξš–ξš—ξš„ξš”ξš‡ξŸ½ξŸ‘ lo que tacha de Β«infa-
miaΒ» pues en el municipio reinaba la tranquilidad. Parece que estos
ξŸΌξš†ξš‡ξš•ξš–ξš‹ξš‡ξš”ξš”ξš‘ξš•ξŸ½ξŸ‘ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš‘ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ§ξš‹ξšξ›€ξšƒξšξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš”ξš‡ξšξš‹ξš–ξš‡ξšξš–ξš‡ξš•ξŸ‘ξ˜ƒξš•ξš‡ξ˜ƒξš’ξš”ξš‘ξš†ξš—ξšŒξš‡ξš”ξš‘ξšξ˜ƒξš”ξš‡ξšƒξšŽ-
mente, ya que el diputado se reuniΓ³ con el gobernador civil de Alba-
cete para que fueran anulados de inmediato. La mΓ‘xima autoridad
provincial respondiΓ³ que ξŸΌξš•ξš‡ξ˜ƒξšŠξšƒξš„ξ›€ξšƒξšξ˜ƒξšƒξš†ξš‘ξš’ξš–ξšƒξš†ξš‘ξ˜ƒξš•ξš‹ξšξ˜ƒξš•ξš—ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš‘ξš…ξš‹ξšξš‹ξš‡ξšξš–ξš‘ξ˜ƒ
ξš’ξš‘ξš”ξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξš–ξš‡ξšξš‹ξš‡ξšξš–ξš‡ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšƒξšŽξš…ξšƒξšŽξš†ξš‡ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξšŽξš‘ξš…ξšƒξšŽξš‹ξš†ξšƒξš†ξŸ½ y ordenΓ³ a la guardia civil
que cesara su intervenciΓ³n en este asunto. Asimismo, con fecha de
ξ₯Άξ₯³ξ¬˜ AGGC: Caja 1110, Exp. 43.
PΓ‘gina 24
19 de mayo, JosΓ© Prat manifestΓ³ a la agrupaciΓ³n socialista de Villa-
rrobledo la conveniencia de atenerse Β«ξšƒξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξšξšžξš•ξ˜ƒξš‡ξš•ξš–ξš”ξš‹ξš…ξš–ξšƒξ˜ƒξšŽξš‡ξš‰ξšƒξšŽξš‹ξš†ξšƒξš†ξŸ½
para evitar represalias o actos de violencia42. Por su parte, la prensa
local denunciaba el aumento del precio del pan, la falta de empleo
y la corrupciΓ³n y favoritismo en la gestiΓ³n municipal. Se acusΓ³ al
ayuntamiento de servir de Β«asiloΒ» para los que suplicaban un pues-
to de trabajo a las familias pudientes, y se reprochΓ³ al presidente
de la DiputaciΓ³n, Francisco JimΓ©nez de CΓ³rdoba, por aprovechar su
ξš’ξš‘ξš•ξš‹ξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš’ξš‘ξšŽξ›€ξš–ξš‹ξš…ξšƒξ˜ƒξš’ξšƒξš”ξšƒξ˜ƒξš„ξš‡ξšξš‡ξ§ξš‹ξš…ξš‹ξšƒξš”ξš•ξš‡ξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξšξš‡ξš”ξš…ξšƒξš†ξš‘ξ˜ƒξšƒξš‰ξš”ξ›€ξš…ξš‘ξšŽξšƒ43.
Al anunciarse la dimisiΓ³n de Alejandro Lerroux por escΓ‘n-
dalos de corrupciΓ³n y la convocatoria de elecciones generales para
el 16 de febrero de 1936, las principales tendencias del paΓ­s forma-
ron alianzas electorales, lo que nuevamente despertΓ³ el apetito y la
tensiΓ³n sociopolΓ­tica en la provincia de Albacete y, por supuesto, en
Villarrobledo. Aunque no hubo episodios violentos, las formaciones
mΓ‘s extremistas -FE y las Juventudes Socialistas- protagonizaron
ξš…ξšŠξš‘ξš“ξš—ξš‡ξš•ξ˜ƒξš•ξš‹ξšξ˜ƒξš‰ξš”ξšƒξšξš†ξš‡ξš•ξ˜ƒξš”ξš‡ξš’ξš‡ξš”ξš…ξš—ξš•ξš‹ξš‘ξšξš‡ξš•ξŸ‘ξ˜ƒξš‹ξšξ§ξšŽξš—ξš›ξš‡ξšξš†ξš‘ξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξš‡ξšŽξšŽξš‘ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξš…ξš‹ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒ
del gobernador civil de limitar la licencia de armas para actividades
cinegΓ©ticas. En enero de 1935 se concedieron casi 140 permisos,
mientras que en noviembre fueron apenas 35 en toda la provincia44.
Asimismo, fueron frecuentes los discursos y mΓ­tines que ensalza-
ban la futura consulta electoral como si se tratara de un juego de
suma cero. Es decir, como si las dos tendencias ideolΓ³gicas en pug-
na estuvieran batiΓ©ndose en un duelo que decidiera su superviven-
cia o aniquilaciΓ³n. Aunque la coaliciΓ³n electoral del Frente Popular
ganΓ³ a nivel nacional, en la provincia de Albacete, la victoria fue de
la coaliciΓ³n antirrevolucionaria. Pedro Acacio Sandoval, candidato
de CEDA esta vez, era natural de Villarrobledo y logrΓ³ nuevamente
el acta de diputado. En su localidad obtuvo 867 votos45 de los 7.567
registrados en un censo de 9.799 electores. La tasa de participaciΓ³n
(77,2 %) fue alta, pero menor que en las elecciones anteriores. Los
resultados en el municipio concedieron, al igual que en las genera-
ξ₯Άξ₯΄ξ¬˜ AGGC: Caja 444, Exp. 49.
ξ₯Άξ₯΅ξ¬˜ ξ˜ˆξšŽξ˜ƒξ˜‡ξš‡ξšξ›—ξš…ξš”ξšƒξš–ξšƒξŸ‘ξ˜ƒ14 de abril de 1935, 5.
ξ₯Άξ₯Άξ¬˜ Vid. ξ˜…ξš‘ξšŽξš‡ξš–ξ›€ξšξ˜ƒξ˜’ξ§”ξš‹ξš…ξš‹ξšƒξšŽξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξ˜“ξš”ξš‘ξš˜ξš‹ξšξš…ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜„ξšŽξš„ξšƒξš…ξš‡ξš–ξš‡ξ˜ƒξ ‹BOPA) (3), 7 de enero de 1935, 1- 2; y
(146), 6 de diciembre de 1935, 1-2.
ξ₯Άξ₯·ξ¬˜ Vid. BOPA, Extraordinario, 18 de febrero de 1936, 15-16.
ξ˜„ξ˜ξŸ¦ξ˜…ξ˜„ξ˜–ξ˜Œξ˜—ξ˜ƒξ₯Έξ₯» β€’ PÁGS. 1-58 β€’ INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES Β«DON JUAN MANUELΒ» β€’ ALBACETE
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RubΓ©n HernΓ‘ndez Yunta
VILLARROBLEDO DURANTE LA PRIMAVERA DEL FRENTE POPULAR: UNA APROXIMACIÓN A TRAVÉS DE LAS ACTAS DE...
les de 1933, una victoria holgada a las derechas: 58,2 % de los votos
frente al 41,7 % del bloque de izquierdas (SepΓΊlveda, 2001).
ξ₯΅ξŸ€ξ˜ƒξ˜ˆξ˜™ξ˜’ξ˜ξ˜˜ξ˜†ξ˜Œξ™–ξ˜‘ξ˜ƒξ˜“ξ˜’ξ˜ξ™ξ˜—ξ˜Œξ˜†ξ˜„ξ˜ƒξ˜œξ˜ƒξ˜–ξ˜’ξ˜†ξ˜Œξ˜„ξ˜
En Villarrobledo, al igual que en otros municipios albaceteΓ±os,
la victoria del Frente Popular en las elecciones generales de 1936 es-
tuvo acompaΓ±ada de la restituciΓ³n de los antiguos gobiernos locales
bajo control de republicanos de izquierda o socialistas que habΓ­an
sido suspendidos con motivo de los sucesos revolucionarios de oc-
tubre de 1934 (SepΓΊlveda, 2003 a, 2003 b; Requena, 2015). De este
modo, la corporaciΓ³n presidida por el alcalde radical Juan Antonio
MartΓ­nez Lumbreras, fue reemplazada por orden del gobernador ci-
vil, JosΓ© MarΓ­a Lucas Parra, por una comisiΓ³n gestora (Tabla 1).
ξ˜—ξšƒξš„ξšŽξšƒξ˜ƒξ₯³ξŸ€ξ˜ƒξ˜†ξš‘ξšξš‹ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξ˜Šξš‡ξš•ξš–ξš‘ξš”ξšƒξ˜ƒξ˜„ξš›ξš—ξšξš–ξšƒξšξš‹ξš‡ξšξš–ξš‘ξ˜ƒξ˜™ξš‹ξšŽξšŽξšƒξš”ξš”ξš‘ξš„ξšŽξš‡ξš†ξš‘ξ˜ƒξ˜ƒ
ξ ‹ξ₯΄ξ₯ΈξŸ¦ξ₯΄ξŸ¦ξ₯³ξ₯»ξ₯΅ξ₯Έξ €ξ₯΄ξ₯ΉξŸ¦ξ₯³ξ₯²ξŸ¦ξ₯³ξ₯»ξ₯΅ξ₯Έξ Œξ˜ƒξ ‹ξ —ξ Œ
Antonio Berruga GonzΓ‘lez Alcalde – presidente IR
Ángel Jean Ortiz Vicepresidente primero PSOE
Francisco Atienza Moreno Vicepresidente segundo UR
Francisco Velasco Olmedo Vocal IR
Ernesto MartΓ­nez HernΓ‘ndez Vocal IR
Manuel MarΓ­n GarcΓ­a Vocal PSOE
Alfonso Herreros Barriga Vocal PSOE
Juan Caro LΓ³pez Vocal UR
Luis GΓ³mez GirΓ³n Vocal UR
(*) La actividad de la comisiΓ³n gestora se vio paralizada con el estallido de la sublevaciΓ³n militar entre
el 18 y 25 de julio de 1936. Tras ser sofocada por milicias procedentes de la provincia de Ciudad Real,
se reanudΓ³ su gestiΓ³n.
Fuente: ElaboraciΓ³n propia con datos del AMV: Libro de Actas de Sesiones del Ayuntamiento, ξš•ξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒ
ξš‡ξššξš–ξš”ξšƒξš‘ξš”ξš†ξš‹ξšξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξš†ξ›€ξšƒξ˜ƒξ₯Έξ₯Όξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšˆξš‡ξš„ξš”ξš‡ξš”ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯Όξ˜ƒξš’ξšƒξš”ξšƒξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš•ξš–ξš‹ξš–ξš—ξš‹ξš”ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš‹ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‰ξš‡ξš•ξš–ξš‘ξš”ξšƒ, f. 80-81.
Se establecieron siete comisiones, una delegaciΓ³n de la Pla-
za de Abastos y se nombrΓ³ a un nuevo regidor sΓ­ndico. Asimismo,
se acordΓ³, por unanimidad, que las sesiones ordinarias se celebra-
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sen los jueves de cada semana a las 18:00 h. y las extraordinarias
cuando asΓ­ lo solicitara el alcalde o la mayorΓ­a de los miembros de
la corporaciΓ³n46. El objetivo del gobernador civil era que las mani-
festaciones que se estaban produciendo con motivo de la victoria
del Frente Popular pudieran ser encauzadas por las autoridades que
representaban los intereses de las clases populares, y que reclama-
ban la reposiciΓ³n de los consistorios depuestos durante el bienio
anterior. Por este motivo, el gobernador civil enviΓ³ una carta con
fecha de 26 de febrero por la que ordenaba el cese del gobierno de la
corporaciΓ³n y se formara la comisiΓ³n gestora citada para solventar
problemas ligados al Β«mantenimiento del orden pΓΊblicoΒ». Y es que
las concentraciones para celebrar la victoria del Frente Popular no
se limitaron a apoyar al nuevo gobierno frente populista, sino que,
en la capital del paΓ­s, derivaron en violencia y saqueo. El Γ­mpetu y
euforia inicial se convirtiΓ³ rΓ‘pidamente en mayor agitaciΓ³n y ma-
nifestaciones ilegales que obligaron a las autoridades a decretar el
cierre de comercios e imponer el estado de alarma en toda EspaΓ±a47.
La situaciΓ³n en Villarrobledo fue mΓ‘s tranquila, aunque este tipo
de manifestaciones no fueron ajenas a la localidad, donde tambiΓ©n
hubo enfrentamientos, aunque sin derivar en episodios de violencia
o altercados de gran magnitud, ni en choques entre los simpatizan-
tes de ideologΓ­as contrapuestas o enfrentamientos con las fuerzas
del orden pΓΊblico. Las primeras concentraciones tuvieron lugar con
la llegada de los excarcelados, que, gracias al decreto de amnistΓ­a,
adquirieron gratuitamente billetes de transporte, ropa y comida
para el viaje de regreso a sus domicilios. Las agrupaciones izquier-
distas organizaron actos y mΓ­tines de bienvenida a sus camaradas
que habΓ­an permanecido 16 meses bajo arresto. Familiares, amigos
y compaΓ±eros de partido acudieron a las estaciones de ferrocarril
para recibirles y, seguidamente, realizaron un recorrido por las
principales calles o avenidas hasta llegar al recinto donde tuvo lugar
el mitin. Durante el trayecto, las familias de las vΓ­ctimas de los suce-
sos revolucionarios de octubre soportaron, desde sus domicilios, los
ξ₯Άξ₯Έξ¬˜ AMV: ξ˜ξš‹ξš„ξš”ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜„ξš…ξš–ξšƒξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜–ξš‡ξš•ξš‹ξš‘ξšξš‡ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξ˜„ξš›ξš—ξšξš–ξšƒξšξš‹ξš‡ξšξš–ξš‘, ξš•ξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‡ξššξš–ξš”ξšƒξš‘ξš”ξš†ξš‹ξšξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξ₯Έξ₯Όξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšˆξš‡ξš„ξš”ξš‡ξš”ξš‘ξ˜ƒ
ξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯Όξ˜ƒξš’ξšƒξš”ξšƒξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš•ξš–ξš‹ξš–ξš—ξš‹ξš”ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš‹ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‰ξš‡ξš•ξš–ξš‘ξš”ξšƒξŸ‘ξ˜ƒf. 81.
ξ₯Άξ₯Ήξ¬˜ Sobre la declaraciΓ³n del estado de alarma nacional, vid. ξ˜Šξšƒξš…ξš‡ξš–ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜ξšƒξš†ξš”ξš‹ξš†ξŸ‘ξ˜ƒ(49), 18 de
febrero de 1936, 1.427.
ξ˜„ξ˜ξŸ¦ξ˜…ξ˜„ξ˜–ξ˜Œξ˜—ξ˜ƒξ₯Έξ₯» β€’ PÁGS. 1-58 β€’ INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES Β«DON JUAN MANUELΒ» β€’ ALBACETE
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VILLARROBLEDO DURANTE LA PRIMAVERA DEL FRENTE POPULAR: UNA APROXIMACIÓN A TRAVÉS DE LAS ACTAS DE...
vΓ­tores y euforia colectiva que estas manifestaciones comportaban
(Requena, 2011, 108). No obstante, el gobernador civil declarΓ³ a la
prensa albaceteΓ±a que tanto en Villarrobledo como en Tarazona no
hubo incidentes, regresando los manifestantes a sus domicilios en
orden48. La reposiciΓ³n de los antiguos gobiernos locales tambiΓ©n fue
acompaΓ±ada de pequeΓ±as concentraciones izquierdistas de apoyo
cerca de los ayuntamientos para mostrar el apoyo a la restituciΓ³n
de sus camaradas y exigir a las comisiones gestoras acciones revan-
chistas o depuradoras contra los miembros de las corporaciones sa-
lientes a las que se acusaba de promover la represiΓ³n por los suce-
sos de octubre de 1934. Para R. SepΓΊlveda (2003, 225) las acciones
exigidas de castigo o depuraciΓ³n fueron muy limitadas, apostando
por la ξŸΌξš’ξš”ξš—ξš†ξš‡ξšξš…ξš‹ξšƒξ˜ƒξš›ξ˜ƒξšξš‘ξš†ξš‡ξš”ξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξŸ½. En Villarrobledo, el mismo dΓ­a en
que se formΓ³ la nueva comisiΓ³n gestora se solicitΓ³ al gobernador
civil un delegado para que inspeccionara la gestiΓ³n del anterior go-
bierno local y se estudiara el caso con objetividad y neutralidad49.
Asimismo, y por unanimidad, se decidiΓ³ destituir de sus puestos a
dos alguaciles, tres guardias municipales, cuatro guardas de campo,
tres barrenderos, tres vigilantes de arbitrios, un vigilante del mer-
cado de abastos, el encargado del depΓ³sito municipal, el asesor jurΓ­-
dico del ayuntamiento, uno de los secretarios del consistorio y uno
ξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš‡ξšξš…ξšƒξš”ξš‰ξšƒξš†ξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš‘ξ§ξš‹ξš…ξš‹ξšξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš…ξš‘ξšŽξš‘ξš…ξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‘ξš„ξš”ξš‡ξš”ξšƒ50. Todas estas
plazas quedaron vacantes hasta ser cubiertas de modo provisional
por los aspirantes propuestos por el gobierno local en el pleno del
2 de marzo51. En idΓ©ntica lΓ­nea, a principios de marzo, varios miem-
bros de la AgrupaciΓ³n Socialista local solicitaron al alcalde que tan-
to el sargento como la mayorΓ­a de los agentes de la Guardia Civil
que prestaban sus servicios en Villarrobledo fuesen trasladados
de comandancia. La razΓ³n alegada era que los efectivos de la Bene-
mΓ©rita acuartelados en la poblaciΓ³n habΓ­an estado implicados en
ξ₯Άξ₯Ίξ¬˜ξ˜‡ξš‡ξšˆξš‡ξšξš•ξš‘ξš”ξ˜ƒ ξš†ξš‡ξ˜ƒ ξ˜„ξšŽξš„ξšƒξš…ξš‡ξš–ξš‡ξŸ‘ 25 de febrero de 1936, 1, 6. ξŸΌξ˜Šξš‘ξš„ξš‹ξš‡ξš”ξšξš‘ξ˜ƒ ξš…ξš‹ξš˜ξš‹ξšŽξŸ½ y ξŸΌξ˜™ξš‹ξšŽξšŽξšƒξš”ξš”ξš‘ξš„ξšŽξš‡ξš†ξš‘ξŸ€ξ˜ƒ
ξ˜ξšŽξš‡ξš‰ξšƒξš†ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš’ξš”ξš‡ξš•ξš‘ξš•ξ˜ƒξšƒξšξšξš‹ξš•ξš–ξš‹ξšƒξš†ξš‘ξš•ξŸ½ξŸ€ξ˜ƒ
ξ₯Άξ₯»ξ¬˜ AMV: ξ˜ξš‹ξš„ξš”ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜„ξš…ξš–ξšƒξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜–ξš‡ξš•ξš‹ξš‘ξšξš‡ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξ˜„ξš›ξš—ξšξš–ξšƒξšξš‹ξš‡ξšξš–ξš‘, ξš•ξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‡ξššξš–ξš”ξšƒξš‘ξš”ξš†ξš‹ξšξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξ₯Έξ₯Όξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšˆξš‡ξš„ξš”ξš‡ξš”ξš‘ξ˜ƒ
ξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯Όξ˜ƒξš’ξšƒξš”ξšƒξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš•ξš–ξš‹ξš–ξš—ξš‹ξš”ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš‹ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‰ξš‡ξš•ξš–ξš‘ξš”ξšƒξŸ‘ξ˜ƒf. 85.
ξ₯·ξ₯²ξ¬˜ AMV: ξ˜ξš‹ξš„ξš”ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜„ξš…ξš–ξšƒξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜–ξš‡ξš•ξš‹ξš‘ξšξš‡ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξ˜„ξš›ξš—ξšξš–ξšƒξšξš‹ξš‡ξšξš–ξš‘, ξš•ξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‡ξššξš–ξš”ξšƒξš‘ξš”ξš†ξš‹ξšξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξ₯Έξ₯Ώξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšˆξš‡ξš„ξš”ξš‡ξš”ξš‘ξ˜ƒ
ξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯ΌξŸ‘ξ˜ƒf. 87.
ξ₯·ξ₯³ξ¬˜ AMV: Libro de Actas de Sesiones del Ayuntamiento, ξš•ξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‡ξššξš–ξš”ξšƒξš‘ξš”ξš†ξš‹ξšξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξ₯Έξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšξšƒξš”ξšœξš‘ξ˜ƒ
ξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯ΌξŸ‘ξ˜ƒf. 91.
PΓ‘gina 28
la represiΓ³n ocurrida en octubre de 1934. Pablo ValentΓ­n Arrones,
secretario del Jurado Mixto del Trabajo Rural de Villarrobledo y du-
rante los primeros meses de la Guerra Civil jefe de milicias de la po-
blaciΓ³n, redactΓ³ una misiva al ComitΓ© Ejecutivo del PSOE en Madrid
argumentando los motivos de tal exigencia, a la vez que denunciaba
varios desencuentros que tuvieron lugar entre miembros de las or-
ganizaciones obreras villarrobletanas y fuerzas del orden. De su na-
rraciΓ³n se desprende que alrededor de la una de la madrugada del
3 de marzo Miguel Pérez Ríos, Ángel Morales Tirado y un miembro
de las juventudes socialistas fueron a visitar a los directivos de los
sindicatos de campesinos y albaΓ±iles para intercambiar impresio-
nes. Finalizada la reuniΓ³n, los tres salieron en direcciΓ³n a sus domi-
cilios y, de repente, fueron aprendidos frente al mercado de abastos
por tres agentes de la Guardia Civil que les obligaron a levantar las
ξšξšƒξšξš‘ξš•ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξšŽξš‡ξš•ξ˜ƒξš•ξš‘ξšξš‡ξš–ξš‹ξš‡ξš”ξš‘ξšξ˜ƒξšƒξ˜ƒξš—ξšξ˜ƒξšξš‹ξšξš—ξš…ξš‹ξš‘ξš•ξš‘ξ˜ƒξš…ξšƒξš…ξšŠξš‡ξš‘ξ˜ƒξš•ξš‹ξšξ˜ƒξšŒξš—ξš•ξš–ξš‹ξ§ξš‹ξš…ξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξŸ€ξ˜ƒξ˜–ξš‡-
gΓΊn sus propias palabras: ξŸΌξš…ξšŽξšƒξš”ξš‘ξŸ‘ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξšξš‘ξ˜ƒξšŠξšƒξšξ˜ƒξš’ξš‘ξš†ξš‹ξš†ξš‘ξ˜ƒξš‡ξšξš…ξš‘ξšξš–ξš”ξšƒξš”ξšξš‘ξš•ξ˜ƒ
ξšξšƒξš†ξšƒξ˜ƒξš’ξš—ξš‡ξš•ξš–ξš‘ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš†ξš‡ξš•ξš†ξš‡ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš˜ξš‹ξšξš‹ξšξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξšˆξš—ξš‡ξš”ξš–ξš‡ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜–ξšƒξšξ˜ƒξ˜†ξš”ξš‹ξš•ξš–ξ›—ξš„ξšƒξšŽξ˜ƒξšξš‘ξ˜ƒξšξš‘ξš•ξ˜ƒ
ξšŠξšƒξ˜ƒξš†ξšƒξš†ξš‘ξ˜ƒξš–ξš‹ξš‡ξšξš’ξš‘ξ˜ƒξš–ξš‘ξš†ξšƒξš˜ξ›€ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš’ξš”ξš‘ξš˜ξš‡ξš‡ξš”ξšξš‘ξš•ξ˜ƒξšξš‹ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξ˜ƒξš—ξšξšƒξ˜ƒξšξšƒξš˜ξšƒξšŒξš‹ξšŽξšŽξšƒξ˜ƒξš’ξšƒξš”ξšƒξ˜ƒξš’ξšƒξš”-
ξš–ξš‹ξš”ξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξš’ξšƒξšξŸ½ξŸ€ Y les acusaba de actuar con extrema parcialidad, pues
mientras a ellos les cacheaban Β«ξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξšξš‹ξ›“ξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜„ξš…ξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξ˜“ξš‘ξš’ξš—ξšŽξšƒξš”ξ˜ƒξšŠξšƒξš…ξš‡ξšξ˜ƒ
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ξš‹ξšξš’ξš‘ξš”ξš–ξšƒξšξš…ξš‹ξšƒξ˜ƒξš•ξš‹ξ˜ƒξš—ξšξ˜ƒξšξš—ξš‡ξš˜ξš‘ξ˜ƒξš•ξš—ξš…ξš‡ξš•ξš‘ξ˜ƒξš‘ξš…ξš—ξš”ξš”ξš‹ξš†ξš‘ξ˜ƒξšƒξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš…ξš‹ξšξš…ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš–ξšƒξš”ξš†ξš‡ξ˜ƒξšξš‘ξ˜ƒξšξš‘ξš•ξ˜ƒ
ξšŠξš—ξš„ξš‹ξš‡ξš”ξšƒξ˜ƒξš’ξš—ξš‡ξš•ξš–ξš‘ξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξšƒξšξš–ξš‡ξš…ξš‡ξš†ξš‡ξšξš–ξš‡ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒ ξšŽξš‘ξ˜ƒ ξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒ ξš•ξš‡ξ˜ƒ ξš‹ξšξš–ξš‡ξšξš–ξšƒξ˜ƒξš’ξš‘ξš”ξ˜ƒξš’ξšƒξš”ξš–ξš‡ξ˜ƒ
ξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξšˆξš—ξš‡ξš”ξšœξšƒξ˜ƒξš’ξ›―ξš„ξšŽξš‹ξš…ξšƒξ˜ƒξš‡ξš•ξ˜ƒξš’ξš”ξš‘ξš˜ξš‘ξš…ξšƒξš”ξ˜ƒξš—ξšξ˜ƒξšƒξš…ξš–ξš‘ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš•ξš‡ξš”ξ›€ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξšξš‡ξšξš–ξšƒξš”ξ˜ƒξš’ξšƒξš”ξšƒξ˜ƒ
ξš–ξš‘ξš†ξš‘ξš•ξŸ½ξŸ€ En la tarde del 2 de marzo, sobre las 17 h., recibieron no-
ticias en la sede de la AgrupaciΓ³n Socialista de que el camarada y
dirigente, JosΓ© Barreiro, viajaba en tren a Cartagena para participar
en un mitin. Dado que esa lΓ­nea ferroviaria pasaba por Villarroble-
do, cientos de camaradas decidieron acudir a la estaciΓ³n para salu-
ξš†ξšƒξš”ξšŽξš‡ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξ˜ƒξš„ξšƒξšξš†ξš‡ξš”ξšƒξš•ξ˜ƒξš‡ξ˜ƒξš‹ξšξš•ξš‹ξš‰ξšξš‹ξšƒξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξ˜“ξ˜–ξ˜’ξ˜ˆξŸ€ξ˜ƒξ˜—ξš”ξšƒξš•ξ˜ƒξ§ξš‹ξšξšƒξšŽξš‹ξšœξšƒξš”ξ˜ƒξš•ξš—ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš‡ξš–ξš‹ξš†ξš‘ξŸ‘ξ˜ƒ
envolvieron las banderas y se marcharon a sus domicilios, pasando
frente al cuartel de la guardia civil. Al ser un grupo numeroso habΓ­a
cierto griterΓ­o ocasionado por el intercambio de impresiones sobre
el lΓ­der socialista o simplemente por las conversaciones mantenidas
durante el recorrido. Del cuartel salieron a su encuentro un alfΓ©rez
y ocho guardias que, fusil en mano, detuvieron a varias personas,
ξ˜„ξ˜ξŸ¦ξ˜…ξ˜„ξ˜–ξ˜Œξ˜—ξ˜ƒξ₯Έξ₯» β€’ PÁGS. 1-58 β€’ INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES Β«DON JUAN MANUELΒ» β€’ ALBACETE
PΓ‘gina 29
RubΓ©n HernΓ‘ndez Yunta
VILLARROBLEDO DURANTE LA PRIMAVERA DEL FRENTE POPULAR: UNA APROXIMACIÓN A TRAVÉS DE LAS ACTAS DE...
ξšƒξš—ξšξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξ§ξš‹ξšξšƒξšŽξšξš‡ξšξš–ξš‡ξŸ‘ξ˜ƒξšŽξš‡ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξšŒξšƒξš”ξš‘ξšξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξšŽξš‹ξš„ξš‡ξš”ξš–ξšƒξš†ξ˜ƒξšƒξšŽξ˜ƒξš‡ξšξš–ξš‡ξšξš†ξš‡ξš”ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξšξš‘ξ˜ƒξš‡ξš”ξšƒξ˜ƒ
una manifestaciΓ³n52.
La nueva corporaciΓ³n tuvo que afrontar el principal problema
de la localidad: el desempleo. Para mitigarlo, elaborΓ³ varios proyec-
tos de obras pΓΊblicas: pavimentaciΓ³n, alcantarillado y, sobre todo, un
programa de construcciΓ³n de escuelas pΓΊblicas. La adjudicaciΓ³n de
los contratos pasaba por un concurso supeditado a que las plantillas
de las empresas que concurriesen fueran residentes en la localidad.
ξ˜“ξšƒξš”ξšƒξ˜ƒξšŒξš—ξš•ξš–ξš‹ξ§ξš‹ξš…ξšƒξš”ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš‰ξšƒξš•ξš–ξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξš”ξš‹ξš˜ξšƒξš†ξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš†ξš‹ξš…ξšŠξšƒξš•ξ˜ƒξš‘ξš„ξš”ξšƒξš•ξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξš’ξš”ξš‡ξš•ξš—ξš’ξš—ξš‡ξš•-
to anual del consistorio se crearon varias comisiones que manifesta-
ron la necesidad de remodelar y arreglar algunas calles, lo que sirviΓ³
de base para elevar la dotaciΓ³n de 25.000 pesetas establecida para
esta partida por el gobierno anterior a 145.000. Tal aumento serΓ­a
destinado segΓΊn la comisiΓ³n de Hacienda a obras de pavimentaciΓ³n
ξš’ξš‘ξšξš‹ξš‡ξšξš†ξš‘ξ˜ƒξ§ξš‹ξšξ˜ƒξšƒξšŽξ˜ƒξŸΌξšŽξšƒξšξš‡ξšξš–ξšƒξš„ξšŽξš‡ξ˜ƒξš‡ξš•ξš–ξšƒξš†ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξš…ξšƒξšŽξšŽξš‡ξš•ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξšξš—ξš›ξ˜ƒξš‡ξš•ξš’ξš‡ξš…ξš‹ξšƒξšŽξšξš‡ξšξš–ξš‡ξ˜ƒ
ξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξšξšžξš•ξ˜ƒξš…ξš±ξšξš–ξš”ξš‹ξš…ξšƒξš•ξ˜ƒξš’ξš‘ξš”ξ˜ƒξš•ξš—ξ˜ƒξšξšƒξš›ξš‘ξš”ξ˜ƒξš–ξš”ξšžξšξš•ξš‹ξš–ξš‘ξŸ½53. En cuanto al proyecto
educativo, varios gestores denunciaron que en Villarrobledo habΓ­a
unos 3.000 niΓ±os y el 76 % (2.300) no iba a la escuela por falta de
infraestructuras que dieran cabida a toda la poblaciΓ³n en edad esco-
lar. Apuntaban tambiΓ©n que los padres se veΓ­an obligados a Β«mendi-
garΒ» un puesto para sus hijos, que casi nunca conseguΓ­an porque los
centros estaban saturados, responsabilizando de esta precariedad a
ξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξš…ξš‘ξš”ξš’ξš‘ξš”ξšƒξš…ξš‹ξš‘ξšξš‡ξš•ξ˜ƒξš’ξš”ξš‡ξš•ξš‡ξšξš–ξš‡ξš•ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξšƒξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξšξš‘ξšξšƒξš”ξš“ξš—ξ›€ξšƒξŸ‘ξ˜ƒξšƒξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš…ξšƒξšŽξš‹ξ§ξš‹ξš…ξšƒξš„ξšƒξšξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒ
ξŸΌξš”ξš±ξš‰ξš‹ξšξš‡ξšξ˜ƒξš†ξš‡ξš•ξš’ξ›—ξš–ξš‹ξš…ξš‘ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξš…ξš”ξš—ξš‡ξšŽξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš…ξšƒξš•ξš–ξšƒξš•ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξš’ξš”ξš‹ξš˜ξš‹ξšŽξš‡ξš‰ξš‹ξš‘ξš•ξŸ½, cuyo objetivo era
apartar a las masas del acceso a la educaciΓ³n para poder ξŸΌξšξšƒξšξš‡ξšŒξšƒξš”ξšŽξšƒξš•ξ˜ƒ
ξš…ξš‘ξšξš‘ξ˜ƒξš”ξš‡ξš„ξšƒξ›“ξš‘ξš•ξŸ½ξŸ€ El principal problema denunciado por los gestores de
instrucciΓ³n pΓΊblica fue la ausencia de un modelo de escuela graduada
que insertara niveles educativos diferenciados acordes con la edad o
conocimientos adquiridos por los estudiantes. Lo vigente era un mo-
delo de escuela unitaria con un docente encargado de enseΓ±ar a un
grupo amplio y heterogΓ©neo -por edad y conocimientos- de alumnos,
generalmente en una sola aula. Ello implicaba que los profesores de-
ξ₯·ξ₯΄ξ¬˜ Archivo de la FundaciΓ³n Pablo Iglesias (AFPI), Archivo HistΓ³rico, Leg. VI, Exp. 2. El estado
de alarma seguΓ­a vigente y, por tanto, segΓΊn el artΓ­culo 45 de la Ley de Orden PΓΊblico de
28 de julio de 1933, la autoridad podΓ­a suspender cualquier manifestaciΓ³n o reuniΓ³n que
pudiese alterar el orden pΓΊblico. Vid. ξ˜Šξšƒξš…ξš‡ξš–ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜ξšƒξš†ξš”ξš‹ξš†ξ˜ƒde 30 de julio de 1933 (211), 686.
ξ₯·ξ₯΅ξ¬˜ AMV: Libro de Actas de Sesiones del Ayuntamiento, ξš•ξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‡ξššξš–ξš”ξšƒξš‘ξš”ξš†ξš‹ξšξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξ₯Έξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšξšƒξš”ξšœξš‘ξ˜ƒ
ξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯ΌξŸ‘ξ˜ƒf. 88, 89.
PΓ‘gina 30
ξš„ξ›€ξšƒξšξ˜ƒξš†ξš‹ξš˜ξš‡ξš”ξš•ξš‹ξ§ξš‹ξš…ξšƒξš”ξ˜ƒξš•ξš—ξ˜ƒξšƒξš–ξš‡ξšξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš›ξ˜ƒξš‡ξšξš•ξš‡ξ›“ξšƒξšξšœξšƒξš•ξ˜ƒξšƒξ˜ƒξš’ξš‡ξš“ξš—ξš‡ξ›“ξš‘ξš•ξ˜ƒξš•ξš—ξš„ξš‰ξš”ξš—ξš’ξš‘ξš•ξŸ‘ξ˜ƒξšŽξš‘ξ˜ƒ
que limitaba las posibilidades de aprendizaje. Este tipo de enseΓ±anza
predominaba en la mayorΓ­a de los pueblos con recursos tan escasos
que condicionaban la construcciΓ³n de nuevos centros educativos o
ampliar la capacidad de los existentes (Jara, 1991, 58–61). En ese
marco, la comisiΓ³n de InstrucciΓ³n PΓΊblica de Villarrobledo presentΓ³
una mociΓ³n denunciando el problema y solicitando crear veinte es-
cuelas de primera enseΓ±anza. Dicha propuesta contenΓ­a unos objeti-
vos mΓ­nimos de al menos tres centros educativos nuevos habilitados
para impartir enseΓ±anzas de los tres primeros grados de educaciΓ³n
primaria para ambos sexos; otros tres destinados a enseΓ±anza de pΓ‘r-
vulos; y, por ΓΊltimo, aprovechando las infraestructuras educativas ya
existentes, articular un centro con los seis grados de instrucciΓ³n pri-
maria. Con ello, se aliviarΓ­a el problema educativo local y paro obrero
ξŸΌξš›ξšƒξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξš‡ξš•ξš–ξšƒξš•ξ˜ƒξšŠξšƒξš„ξ›€ξšƒξšξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš‡ξšξš…ξš‘ξšξš–ξš”ξšƒξš”ξ˜ƒξš–ξš”ξšƒξš„ξšƒξšŒξš‘ξ˜ƒξš…ξš‹ξš‡ξšξš–ξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš‘ξš„ξš”ξš‡ξš”ξš‘ξš•ξŸ‘ξ˜ƒξšƒξšŽξš„ξšƒ-
ξ›“ξš‹ξšŽξš‡ξš•ξŸ‘ξ˜ƒξš…ξšƒξš”ξš’ξš‹ξšξš–ξš‡ξš”ξš‘ξš•ξŸ‘ξ˜ƒξšŠξš‡ξš”ξš”ξš‡ξš”ξš‘ξš•ξŸ‘ξ˜ƒξš‡ξš–ξš…ξŸ€ξŸ½ 54. Por otro lado, una delegaciΓ³n de la
inspecciΓ³n educativa provincial solicitΓ³ a la corporaciΓ³n que una de
las escuelas privadas, concretamente la que estaba bajo tutela de va-
rias congregaciones religiosas y ofrecΓ­a enseΓ±anza a unas 150 alum-
nas, fuese reemplazada por una escuela pΓΊblica para niΓ±as55. AdemΓ‘s,
el concejal socialista, Alfonso Herreros Barriga, como miembro de
la comisiΓ³n de InstrucciΓ³n PΓΊblica municipal, solicitΓ³ al consistorio
que los recintos religiosos de ξ˜ξšƒξ˜ƒξ˜–ξš‘ξšŽξš‡ξš†ξšƒξš† y ξ˜–ξšƒξšξ˜ƒξ˜ŒξšŽξš†ξš‡ξšˆξš‘ξšξš•ξš‘ fuesen cedi-
dos para convertirlos en centros educativos pΓΊblicos laicos, siendo
conscientes de que los trΓ‘mites burocrΓ‘ticos requeridos para la ce-
siΓ³n serΓ­an muy lentos56. Finalmente, a instancias de cuatro docentes
del instituto de segunda enseΓ±anza villarrobledense se propuso crear
una nueva biblioteca municipal a la que se destinarΓ­an mΓ‘s de 500
volΓΊmenes en virtud del donativo de fundaciΓ³n que amparaba el artΓ­-
culo 4 del Decreto de 13 de junio de 193257, ofreciendo para ello como
local un espacio del propio instituto. Para algunos concejales como
ξ₯·ξ₯Άξ¬˜ AMV: Libro de Actas de Sesiones del Ayuntamiento, ξš•ξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‘ξš”ξš†ξš‹ξšξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξ₯·ξ₯Έξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšξšƒξš”ξšœξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒ
ξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯ΌξŸ‘ξ˜ƒf. 99-100.
ξ₯·ξ₯·ξ¬˜ AMV: Libro de Actas de Sesiones del Ayuntamiento, ξš•ξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‘ξš”ξš†ξš‹ξšξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξ₯»ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšξšƒξš”ξšœξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒ
ξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯ΌξŸ‘ξ˜ƒf. 95.
ξ₯·ξ₯Έξ¬˜ AMV: Libro de Actas de Actas de Sesiones del Ayuntamiento, ξš•ξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‘ξš”ξš†ξš‹ξšξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξ₯Έξ₯Ύξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒ
ξšξšƒξš›ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯ΌξŸ‘ξ˜ƒf. 72.
ξ₯·ξ₯Ήξ¬˜ξ˜Šξšƒξš…ξš‡ξš–ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜ξšƒξš†ξš”ξš‹ξš†ξ˜ƒ(166), 14 de junio de 1932, 1881.
ξ˜„ξ˜ξŸ¦ξ˜…ξ˜„ξ˜–ξ˜Œξ˜—ξ˜ƒξ₯Έξ₯» β€’ PÁGS. 1-58 β€’ INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES Β«DON JUAN MANUELΒ» β€’ ALBACETE
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RubΓ©n HernΓ‘ndez Yunta
VILLARROBLEDO DURANTE LA PRIMAVERA DEL FRENTE POPULAR: UNA APROXIMACIÓN A TRAVÉS DE LAS ACTAS DE...
Ángel Jean Ortiz era una oportunidad única para la clase trabajadora
pues ξŸΌξšξš‹ξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξšƒξš›ξš—ξšξš–ξšƒξšξš‹ξš‡ξšξš–ξš‘ξ˜ƒξš–ξš‹ξš‡ξšξš‡ξ˜ƒξš‡ξš•ξš–ξšƒξšξš…ξš‹ξšƒξš•ξ˜ƒξšƒξ˜ƒξš’ξš”ξš‘ξš’ξ›—ξš•ξš‹ξš–ξš‘ξ˜ƒξš’ξšƒξš”ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξš†ξš‹ξš…ξšƒξš”ξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξšƒξ˜ƒ
ξš•ξšƒξšŽξ›—ξšξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξš‡ξš…ξš–ξš—ξš”ξšƒξ˜ƒξš›ξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξš‰ξš”ξšƒξšξ˜ƒξš’ξš”ξš‡ξš…ξš‹ξš‘ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξšŠξš‘ξš›ξ˜ƒξšƒξšŽξš…ξšƒξšξšœξšƒξšξ˜ƒξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξš‘ξš„ξš”ξšƒξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš†ξš‹ξš˜ξš—ξšŽ-
ξš‰ξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš…ξš‹ξš‡ξšξš–ξ›€ξ§”ξš‹ξš…ξšƒξ˜ƒξš‘ξ˜ƒξšƒξš”ξš–ξ›€ξš•ξš–ξš‹ξš…ξšƒξ˜ƒξšŠξšƒξš…ξš‡ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξšξš‘ξ˜ƒξš’ξš—ξš‡ξš†ξšƒξšξ˜ƒξš‡ξš•ξš–ξšƒξš”ξ˜ƒξšƒξšŽξ˜ƒξšƒξšŽξš…ξšƒξšξš…ξš‡ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒ
ξšξšžξš•ξ˜ƒξšŠξš—ξšξš‹ξšŽξš†ξš‡ξš•ξŸ½58. A mediados de marzo la ComisiΓ³n de Hacienda pre-
sentΓ³ un proyecto presupuestario para estos menesteres (Tabla 2).
ξ˜—ξšƒξš„ξšŽξšƒξ˜ƒξ₯΄ξŸ€ξ˜ƒξ˜“ξš”ξš‡ξš•ξš—ξš’ξš—ξš‡ξš•ξš–ξš‘ξ˜ƒξšξš—ξšξš‹ξš…ξš‹ξš’ξšƒξšŽξ˜ƒξšƒξš’ξš”ξš‘ξš„ξšƒξš†ξš‘ξ˜ƒξšƒξ˜ƒξšξš‡ξš†ξš‹ξšƒξš†ξš‘ξš•ξ˜ƒξ˜ƒ
ξš†ξš‡ξ˜ƒξšξšƒξš”ξšœξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯³ξ₯»ξ₯΅ξ₯Έξ˜ƒξ ‹ξš‡ξšξ˜ƒξš’ξš–ξš•ξŸ€ξ Œ
ξ˜Œξšξš‰ξš”ξš‡ξš•ξš‘ξš• Vigilancia y seguridad 28.750,0
Rentas 798,7 PolicΓ­a urbana y rural 45.450,0
Eventuales y
extraordinarios 700,0 RecaudaciΓ³n 26.025,0
Derechos y tasas 94.700,0 Personal y material de
ξš‘ξ§ξš‹ξš…ξš‹ξšξšƒξš• 79.250,0
Cuentas, recargos y
participaciones en
tributos nacionales
124.249,1 Salubridad e higiene 22.970,0
ImposiciΓ³n municipal 550.466,8 ξ˜…ξš‡ξšξš‡ξ§ξš‹ξš…ξš‡ξšξš…ξš‹ξšƒ 5.050,0
Multas 16.000,0 Asistencia social 8.580,0
ξ˜—ξš‘ξš–ξšƒξšŽξ˜ƒ ξ₯Ήξ₯Ίξ₯ΈξŸ€ξ₯»ξ₯³ξ₯ΆξŸ‘ξ₯Ή InstrucciΓ³n pΓΊblica 73.792,0
ξ˜Šξšƒξš•ξš–ξš‘ξš• Obras pΓΊblicas 242.252,0
Obligaciones generales 170.846,8 Fomento de los intereses
comunales 2.000,0
RepresentaciΓ³n
municipal 8.040,0 Mancomunidades 58.408,5
AgrupaciΓ³n forzosa de
municipios 5.500,0
Imprevistos 10.000,0
ξ˜—ξš‘ξš–ξšƒξšŽξ˜ƒ ξ₯Ήξ₯Ίξ₯ΈξŸ€ξ₯»ξ₯³ξ₯ΆξŸ‘ξ₯Ή
Fuente: elaboraciΓ³n propia con datos del AMV: ξšŽξš‹ξš„ξš”ξš‘ξ˜ƒ ξš†ξš‡ξ˜ƒ ξšƒξš…ξš–ξšƒξš•ξ˜ƒ ξš†ξš‡ξ˜ƒ ξš•ξš‡ξš•ξš‹ξš‘ξšξš‡ξš•ξ˜ƒ ξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒ ξšƒξš›ξš—ξšξš–ξšƒξšξš‹ξš‡ξšξš–ξš‘ξŸ‘ξ˜ƒ ξš•ξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒ
ξš‡ξššξš–ξš”ξšƒξš‘ξš”ξš†ξš‹ξšξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξ₯·ξ₯Ώξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšξšƒξš”ξšœξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯Ό.
ξ₯·ξ₯Ίξ¬˜ AMV: Libro de Actas de Sesiones del Ayuntamiento, ξš•ξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‘ξš”ξš†ξš‹ξšξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξ₯Ώξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšƒξš„ξš”ξš‹ξšŽξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒ
ξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯ΌξŸ‘ξ˜ƒf. 31.
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ξ˜“ξšƒξš”ξšƒξ˜ƒξš”ξš‡ξšƒξšŽξš‹ξšœξšƒξš”ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš’ξš”ξš‘ξš›ξš‡ξš…ξš–ξš‘ξš•ξ˜ƒξš•ξš‡ξ˜ƒξšξš‡ξš…ξš‡ξš•ξš‹ξš–ξšƒξš„ξšƒξ˜ƒξ§ξš‹ξšξšƒξšξš…ξš‹ξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš›ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš”ξš‡-
ferida comisiΓ³n, basΓ‘ndose en el artΓ­culo 12 del Decreto de 15 de
junio de 193459ξŸ‘ξ˜ƒξš•ξš‡ξ›“ξšƒξšŽξ›—ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš’ξš‘ξš†ξ›€ξšƒξšξ˜ƒξš•ξš‘ξšŽξš‹ξš…ξš‹ξš–ξšƒξš”ξ˜ƒξšƒξšŽξ˜ƒξ˜ˆξš•ξš–ξšƒξš†ξš‘ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξ§ξš‹ξšξšƒξšξš…ξš‹ξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒ
del 75 % de las obras establecida para los municipios con mΓ‘s de
10.000 habitantes y menos de 50.000. Apuntaba tambiΓ©n que el cos-
te ascenderΓ­a a unas 800.000 pesetas, de las que 200.000 debΓ­an ser
sufragadas por el consistorio, reconociendo que la corporaciΓ³n no
podΓ­a disponer de tal cantidad de recursos. El artΓ­culo 26 del refe-
rido decreto posibilitaba una soluciΓ³n: contraer un emprΓ©stito con
fondos del Instituto Nacional de PrevisiΓ³n o de las Cajas de Ahorro,
abonando anualmente las cuotas correspondientes. AdemΓ‘s de los
ξš‡ξšξš’ξš”ξš±ξš•ξš–ξš‹ξš–ξš‘ξš•ξŸ‘ξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξ˜ˆξš•ξš–ξšƒξš†ξš‘ξ˜ƒξšƒξš’ξš‘ξš”ξš–ξ›—ξ˜ƒξ§ξš‹ξšξšƒξšŽξšξš‡ξšξš–ξš‡ξ˜ƒξš…ξšƒξš•ξš‹ξ˜ƒξ₯·ξ₯²ξ₯²ξŸ€ξ₯²ξ₯²ξ₯²ξ˜ƒξš’ξš‡ξš•ξš‡ξš–ξšƒξš•ξ˜ƒξšƒξš†ξš‹-
cionales para las obras de saneamiento en la localidad que tuvieran,
ademΓ‘s, como objetivo mitigar el desempleo. Fueron dos pagos, uno
aprobado por Consejo de ministros del 6 de febrero de 1936 que
ascendΓ­a a 238.363 pts. y otro de idΓ©ntico montante aprobado el 7
de marzo60ξŸ€ξ˜ƒξ˜†ξš‘ξšξ˜ƒξš–ξš‘ξš†ξš‘ξŸ‘ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš…ξš‹ξšˆξš”ξšƒξ˜ƒξš–ξš‘ξš–ξšƒξšŽξ˜ƒξš‡ξš”ξšƒξ˜ƒξš‹ξšξš•ξš—ξ§ξš‹ξš…ξš‹ξš‡ξšξš–ξš‡ξ˜ƒξš’ξšƒξš”ξšƒξ˜ƒξšƒξš…ξš‘ξšξš‡ξš–ξš‡ξš”ξ˜ƒ
los ambiciosos proyectos esbozados por la comisiΓ³n gestora y par-
ticulares. El coste de las obras de saneamiento y alcantarillado era
de 1.115.540 pts., debiendo aportar el consistorio 638.814, cuan-
tΓ­a imposible de asumir a corto y medio plazo. TambiΓ©n se pergeΓ±Γ³
un proyecto de abastecimiento de aguas y de canalizaciΓ³n desde las
lagunas de Ruidera y de otros pozos y lagunas de la villa de El Pro-
vencio que gestionarΓ­a la sociedad Β«Agro-HidrΓ‘ulicaΒ» con un coste
de 20 millones de pts. Su inviabilidad econΓ³mica obligΓ³ a los ges-
tores a plantear como alternativa construir un embalse muy cerca
ξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξ§ξš‹ξšξš…ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜ξšƒξ˜ƒξ˜“ξšƒξš•ξšƒξš†ξš‹ξšŽξšŽξšƒ, con coste de 1,87 millones61, del que se
abastecerΓ­a la poblaciΓ³n. A mediados de junio se propuso otro pro-
yecto de obras de alcantarillado y saneamiento presupuestado en
877.853 pts., 365.151 a sufragar directamente por el Estado y el res-
ξ₯·ξ₯»ξ¬˜ ξ˜Šξšƒξš…ξš‡ξš–ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜ξšƒξš†ξš”ξš‹ξš†ξ˜ƒde 17 de junio de 1934, (168), 1.765-1.768. Para cubrir los gastos
ξš‡ξšξ˜ƒξš‘ξš„ξš”ξšƒξš•ξ˜ƒξš’ξ›―ξš„ξšŽξš‹ξš…ξšƒξš•ξŸ‘ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš‰ξš‘ξš„ξš‹ξš‡ξš”ξšξš‘ξš•ξ˜ƒξšξš—ξšξš‹ξš…ξš‹ξš’ξšƒξšŽξš‡ξš•ξ˜ƒξš”ξš‡ξš…ξš—ξš”ξš”ξ›€ξšƒξšξ˜ƒξšƒξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξ§ξš‹ξšξšƒξšξš…ξš‹ξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš‹ξšξš•ξš–ξš‹ξš–ξš—ξš…ξš‹ξš‘ξšξš‡ξš•ξ˜ƒ
como la Junta Nacional del Paro, DiputaciΓ³n provincial e Instituto de CrΓ©dito Local.
ξ₯Έξ₯²ξ¬˜ AMV: Libro de Actas de Sesiones del Ayuntamiento, ξš•ξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‘ξš”ξš†ξš‹ξšξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξ₯Ήξ₯Άξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšƒξš„ξš”ξš‹ξšŽξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒ
ξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯ΌξŸ‘ξ˜ƒf. 48.
ξ₯Έξ₯³ξ¬˜ AMV: Libro de Actas de Sesiones del Ayuntamiento, ξš•ξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‘ξš”ξš†ξš‹ξšξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξ₯½ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšξšƒξš›ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒ
ξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯ΌξŸ‘ξ˜ƒf. 52, 53.
ξ˜„ξ˜ξŸ¦ξ˜…ξ˜„ξ˜–ξ˜Œξ˜—ξ˜ƒξ₯Έξ₯» β€’ PÁGS. 1-58 β€’ INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES Β«DON JUAN MANUELΒ» β€’ ALBACETE
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RubΓ©n HernΓ‘ndez Yunta
VILLARROBLEDO DURANTE LA PRIMAVERA DEL FRENTE POPULAR: UNA APROXIMACIÓN A TRAVÉS DE LAS ACTAS DE...
to (512.702 pts.) con un emprΓ©stito que el consistorio liquidarΓ­a en
doce anualidades62.
Por otro lado, el ayuntamiento habΓ­a elevado los impuestos
con un recargo adicional del 10 % -conocido como Β«la dΓ©cimaΒ»-
al impuesto municipal de utilidades de la riqueza mobiliaria. Este
tributo, segΓΊn la Ley de 27 de marzo de 190063, gravaba los ingre-
sos procedentes tres grupos de rentas: las del trabajo personal, un
gravamen directo y progresivo que afectaba principalmente a las
rentas del trabajo o capital; las del capital mobiliario (intereses de
cuentas bancarias, bonos, obligaciones y, en general, tΓ­tulos de renta
ξ§ξš‹ξšŒξšƒξŸ‘ξ˜ƒξš†ξš‹ξš˜ξš‹ξš†ξš‡ξšξš†ξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšƒξš…ξš…ξš‹ξš‘ξšξš‡ξš•ξ ŒξŸ’ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξš’ξš”ξš‘ξš…ξš‡ξš†ξš‡ξšξš–ξš‡ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš„ξš‡ξšξš‡ξ§ξš‹ξš…ξš‹ξš‘ξš•ξ˜ƒξš•ξš‘-
cietarios netos (Navarro, 2010, 12, 13). Antonio Berruga GonzΓ‘lez
expuso ante la comisiΓ³n gestora que existΓ­a una partida presupues-
ξš–ξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš’ξšƒξš”ξšƒξ˜ƒξ§ξš‹ξšξšƒξšξš…ξš‹ξšƒξš”ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš•ξš–ξš”ξš—ξš…ξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš—ξšξ˜ƒξšξš—ξš‡ξš˜ξš‘ξ˜ƒξšξšƒξš–ξšƒξš†ξš‡ξš”ξš‘ξ˜ƒξšξš—ξšξš‹ξš…ξš‹-
pal, con cargo a la Β«dΓ©cimaΒ» y que no se materializΓ³ al ser disuelta
la anterior corporaciΓ³n, acordΓ‘ndose que lo recaudado se destinara
a obras pΓΊblicas para combatir el paro. Aun con los prΓ©stamos con-
cedidos y el recargo sobre la tarifa del impuesto de utilidades de la
riqueza mobiliaria, la magnitud de los ambiciosos proyectos64 re-
querΓ­a recursos superiores a los que el consistorio podΓ­a recaudar.
Ante ello, el inspector de fondos del municipio advertΓ­a de la Β«crΓ­tica
situaciΓ³n econΓ³micaΒ»65 a la comisiΓ³n gestora y de la conveniencia de
paralizar las obras de inmediato para evitar riesgos de impago66. La
ξš•ξš‹ξš–ξš—ξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξ§ξš‹ξšξšƒξšξš…ξš‹ξš‡ξš”ξšƒξ˜ƒξš‡ξš”ξšƒξ˜ƒξš–ξšƒξšξ˜ƒξš†ξš‹ξ§ξ›€ξš…ξš‹ξšŽξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξšŠξšƒξš•ξš–ξšƒξ˜ƒξšŠξš—ξš„ξš‘ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš”ξš‡ξš…ξš‘ξš”ξš–ξšƒξš”ξ˜ƒξš‰ξšƒξš•-
tos en medicinas destinadas a la poblaciΓ³n registrada en el padrΓ³n
ξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜…ξš‡ξšξš‡ξ§ξš‹ξš…ξš‡ξšξš…ξš‹ξšƒξ˜ƒξšξš—ξšξš‹ξš…ξš‹ξš’ξšƒξšŽξŸ€ξ˜ƒξ˜ˆξšξ˜ƒξš‡ξš•ξš–ξš‡ξ˜ƒξš•ξš‡ξšξš–ξš‹ξš†ξš‘ξŸ‘ξ˜ƒξš•ξš‡ξ˜ƒξšƒξš†ξš˜ξš‡ξš”ξš–ξ›€ξšƒξ˜ƒξšƒξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξšξš±ξš†ξš‹-
ξ₯Έξ₯΄ξ¬˜ VΓ©ase AMV: Libro de Actas de Sesiones del Ayuntamiento, ξš•ξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‡ξššξš–ξš”ξšƒξš‘ξš”ξš†ξš‹ξšξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξš†ξ›€ξšƒξ˜ƒ
ξ₯Έξ₯Άξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŒξš—ξšξš‹ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯ΌξŸ‘ξ˜ƒf. 91–92.
ξ₯Έξ₯΅ξ¬˜ξ˜ƒξ˜Šξšƒξš…ξš‡ξš–ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜ξšƒξš†ξš”ξš‹ξš†ξ˜ƒde 28 de marzo de 1900 (87), 1.101-1.102.
ξ₯Έξ₯Άξ¬˜ Dicho carΓ‘cter responde al contexto nacional de un elevado presupuesto estatal para
realizar programas de obras pΓΊblicas que paliasen el alto nivel de desempleo imperante.
El plan elaborado consignaba una inversiΓ³n de 1.720 millones, repartidos en cinco
anualidades idΓ©nticas. TambiΓ©n se planteΓ³ destinar mΓ‘s de 630 millones a construir
carreteras y caminos para comunicar nΓΊcleos de poblaciΓ³n aislados o sin acceso al mar
y 130 millones a programas hidrΓ‘ulicos, abastecimiento de aguas y saneamiento para
poblaciones con menos de 20.000 habitantes (Peral, 2020, 348-350).
ξ₯Έξ₯·ξ¬˜ AMV: Libro de Actas de Sesiones del Ayuntamiento,ξ˜ƒξš•ξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‘ξš”ξš†ξš‹ξšξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξ₯·ξ₯Ίξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšξšƒξš›ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒ
ξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯ΌξŸ‘ξ˜ƒf. 62.
ξ₯Έξ₯Έξ¬˜ AMV: Libro de Actas de Sesiones del Ayuntamiento, ξš•ξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‘ξš”ξš†ξš‹ξšξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξ₯Ήξ₯Άξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšƒξš„ξš”ξš‹ξšŽξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒ
ξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯ΌξŸ‘ξ˜ƒf. 48.
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cos y farmacΓ©uticos titulares que no se les abonarΓ­a ninguna receta
cuyo importe sobrepasara las 9 pts.67. AdemΓ‘s, hubo gestores que
manifestaron el alto coste de mantenimiento de los guardias civiles
desplegados en la localidad con motivo de las concentraciones y ma-
nifestaciones que estaban teniendo lugar68. El estado de las cuentas
del consistorio solo pudo aliviarse gracias a los fondos procedentes
de la Junta Nacional contra el Paro.
Como los prΓ©stamos y las subvenciones estatales requerΓ­an
numerosos trΓ‘mites burocrΓ‘ticos que prolongaban el comienzo de
las obras para paliar el desempleo, la corporaciΓ³n tomΓ³ otras me-
didas complementarias para ayudar a las familias mΓ‘s necesitadas
como la reducciΓ³n del precio del pan ante la caΓ­da del precio de la
harina69 y el reparto del trigo almacenado en graneros estatales
-gestionados por el Servicio Nacional de CrΓ©dito AgrΓ­cola (SNCA)-
entre los labradores con mayores penurias70 a modo de prΓ©stamo
en especie71. Los prestatarios podΓ­an reembolsar los prΓ©stamos en
especie o en metΓ‘lico. Generalmente se hacΓ­a tras la recolecciΓ³n de-
ξ₯Έξ₯Ήξ¬˜ AMV: Libro de Actas de Sesiones del Ayuntamiento, ξš•ξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‘ξš”ξš†ξš‹ξšξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξ₯Ήξ₯Άξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšƒξš„ξš”ξš‹ξšŽξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒ
ξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯ΌξŸ‘ξ˜ƒf. 45-46
ξ₯Έξ₯Ίξ¬˜ AMV: Libro de Actas de Sesiones del Ayuntamiento, ξš•ξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‘ξš”ξš†ξš‹ξšξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξ₯·ξ₯Ίξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšξšƒξš›ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒ
ξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯ΌξŸ‘ξ˜ƒf. 63. Es muy probable que estas se insertasen con motivo de las celebraciones del 1
de mayo, pero que no suscitaran ningΓΊn tipo de confrontaciΓ³n polΓ­tica.
ξ₯Έξ₯»ξ¬˜ AMV: Libro de Actas de Sesiones del Ayuntamiento, ξš•ξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‘ξš”ξš†ξš‹ξšξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξ₯·ξ₯Όξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšƒξš„ξš”ξš‹ξšŽξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒ
ξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯ΌξŸ‘ξ˜ƒf. 38. ξŸΌξ˜”ξš—ξš‡ξ˜ƒξš•ξš‡ξ˜ƒξš”ξš‡ξš“ξš—ξš‹ξš‡ξš”ξšƒξ˜ƒξšƒξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš’ξšƒξšξšƒξš†ξš‡ξš”ξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξšŽξš‘ξš…ξšƒξšŽξš‹ξš†ξšƒξš†ξ˜ƒξš’ξšƒξš”ξšƒξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš’ξš”ξš‘ξš…ξš‡ξš†ξšƒξšξ˜ƒξšƒξ˜ƒξš„ξšƒξšŒξšƒξš”ξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒ
ξš’ξš”ξš‡ξš…ξš‹ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξš’ξšƒξšξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒ ξšƒξš–ξš‡ξšξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξšƒξ˜ƒ ξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξšŽξš‘ξ˜ƒξš‡ξššξš’ξš‡ξšξš†ξš‡ξšξ˜ƒξšƒξšŽξ˜ƒ ξšξš‹ξš•ξšξš‘ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒ ξš–ξš‡ξšξ›€ξšƒξ˜ƒξš‡ξš•ξš–ξšƒξš„ξšŽξš‡ξš…ξš‹ξš†ξš‘ξ˜ƒξšŠξšƒξš…ξš‡ξ˜ƒ ξšƒξšŽξš‰ξ›―ξšξ˜ƒ
ξš–ξš‹ξš‡ξšξš’ξš‘ξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξšŠξšƒξš”ξš‹ξšξšƒξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš’ξš”ξšƒξš„ξšƒξšξ˜ƒξšƒξ˜ƒξšξšƒξš›ξš‘ξš”ξ˜ƒξš’ξš”ξš‡ξš…ξš‹ξš‘ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξšƒξš…ξš–ξš—ξšƒξšŽξšξš‡ξšξš–ξš‡ξ˜ƒξš”ξš‹ξš‰ξš‡ξŸ½ξŸ€
ξ₯Ήξ₯²ξ¬˜ξ˜ƒξ˜ξš‘ξš•ξ˜ƒ ξš‘ξš”ξ›€ξš‰ξš‡ξšξš‡ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒ ξš‡ξš•ξš–ξš‡ξ˜ƒξš–ξš‹ξš’ξš‘ξ˜ƒ ξš†ξš‡ξ˜ƒξš‰ξš”ξšƒξšξš‡ξš”ξš‘ξš•ξ˜ƒξš•ξš‘ξšξ˜ƒ ξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒ ξš•ξš‡ξš”ξš˜ξš‹ξš…ξš‹ξš‘ξš•ξ˜ƒξ§ξš‹ξšξšƒξšξš…ξš‹ξš‡ξš”ξš‘ξš•ξ˜ƒξš’ξš”ξš‡ξš•ξš–ξšƒξš†ξš‘ξš•ξ˜ƒ ξš’ξš‘ξš”ξ˜ƒ ξš‡ξšŽξ˜ƒ
SNCA creado en la dictadura de Primo de Rivera por Real Decreto de 24 de marzo de
1925. Esta entidad pΓΊblica tenΓ­a por objetivo que los agricultores obtuvieran prΓ©stamos
para solventar necesidades acuciantes propias de su actividad sin tener que recurrir a
prestamistas particulares pagando intereses abusivos. AMV: Libro de Actas de Sesiones
del Ayuntamiento, ξš•ξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‘ξš”ξš†ξš‹ξšξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξ₯Έξ₯Όξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšξšƒξš”ξšœξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯ΌξŸ‘ξ˜ƒf 18 y ξ˜Šξšƒξš…ξš‡ξš–ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜ξšƒξš†ξš”ξš‹ξš† de 25
de marzo de 1925, (84), 1.527–1.528
ξ₯Ήξ₯³ξ¬˜ La cuantΓ­a repartida ascendΓ­a a 1.500 fanegas de trigo (150.000 kg) que asumΓ­a el
consistorio ante el Estado. La comisiΓ³n de Hacienda local se mostrΓ³ partidaria de formalizar
una solicitud formal dirigida al Ministerio de Agricultura para recabar su aprobaciΓ³n. La
ξšξš‡ξš†ξš‹ξš†ξšƒξ˜ƒξš•ξš‡ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš•ξš‹ξš†ξš‡ξš”ξšƒξš„ξšƒξ˜ƒξš„ξš‡ξšξš‡ξ§ξš‹ξš…ξš‹ξš‘ξš•ξšƒξ˜ƒξš’ξš‘ξš”ξ˜ƒξšƒξšŽξš‹ξš˜ξš‹ξšƒξš”ξ˜ƒξš–ξš‡ξšξš’ξš‘ξš”ξšƒξšŽξšξš‡ξšξš–ξš‡ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš’ξš”ξš‘ξš„ξšŽξš‡ξšξšƒξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξšˆξšƒξšξš‹ξšŽξš‹ξšƒξš•ξ˜ƒ
mΓ‘s necesitadas, a la vez que evitaba que el Estado incurriera en pΓ©rdidas dado el riesgo de
que el cereal almacenado germinara o fuese atacado por parΓ‘sitos. AMV: Libro de Actas de
Sesiones del Ayuntamiento, ξš•ξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‘ξš”ξš†ξš‹ξšξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξ₯Έξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšƒξš„ξš”ξš‹ξšŽξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯ΌξŸ‘ξ˜ƒf. 23–25. Vid. ξ˜Šξšƒξš…ξš‡ξš–ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒ
ξ˜ξšƒξš†ξš”ξš‹ξš† de 12 de julio de 1934, (193), 399.
ξ˜„ξ˜ξŸ¦ξ˜…ξ˜„ξ˜–ξ˜Œξ˜—ξ˜ƒξ₯Έξ₯» β€’ PÁGS. 1-58 β€’ INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES Β«DON JUAN MANUELΒ» β€’ ALBACETE
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RubΓ©n HernΓ‘ndez Yunta
VILLARROBLEDO DURANTE LA PRIMAVERA DEL FRENTE POPULAR: UNA APROXIMACIÓN A TRAVÉS DE LAS ACTAS DE...
positando el agricultor prestatario parte de su cosecha en un grane-
ro de titularidad estatal para sufragar el emprΓ©stito72.
ξ₯ΆξŸ€ξ˜ƒξ˜ξ˜„ξ˜ƒξ˜†ξ˜˜ξ˜ˆξ˜–ξ˜—ξ˜Œξ™–ξ˜‘ξ˜ƒξ˜„ξ˜Šξ˜•ξ˜„ξ˜•ξ˜Œξ˜„
DespuΓ©s del problema del desempleo, la cuestiΓ³n agraria se
convertirΓ­a en el mayor foco de tensiones y reivindicaciones de la
comunidad campesina villarrobletana. Villarrobledo. En 1932, en el
marco de la elaboraciΓ³n de una ley que diera contenido a una an-
siada reforma agraria, Pascual CarriΓ³n (1975, 115) informaba del
interΓ©s que despertaba el municipio para aplicarla ya que de sus
ξ₯Ίξ₯ΆξŸ€ξ₯³ξ₯΅ξ₯»ξ˜ƒξšŠξšƒξš•ξŸ€ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš•ξš—ξš’ξš‡ξš”ξ§ξš‹ξš…ξš‹ξš‡ξ˜ƒξš…ξš—ξšŽξš–ξš‹ξš˜ξšƒξš†ξšƒξŸ‘ξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξ₯Άξ₯΅ξ˜ƒξ¦¨ξ˜ƒξš…ξš‘ξš”ξš”ξš‡ξš•ξš’ξš‘ξšξš†ξ›€ξšƒξ˜ƒξšƒξ˜ƒξ₯Έξ₯²ξ˜ƒξ§ξš‹ξšξš…ξšƒξš•ξ˜ƒ
con mΓ‘s de 250 has. -17 de ellas, mayores de 500 (17,7 %) y una
de 4.068 (4,8 %)- y el 39 % del tΓ©rmino (32.561 has.) eran de 30
propietarios.
La Ley de Reforma Agraria de 9 de septiembre de 1932 incluΓ­a
Albacete como una de las provincias donde su aplicaciΓ³n debΓ­a ser
inmediata. Si a escala nacional la lentitud en su aplicaciΓ³n se convirtiΓ³
en el rasgo mΓ‘s destacado, en la provincia albaceteΓ±a el ritmo fue to-
davΓ­a mucho mΓ‘s pausado. El gobierno no la impulsΓ³. De hecho, hasta
enero de 1933, y por decreto, no se constituyen las Juntas Provincia-
les de Reforma Agraria (JPRA)73, siendo una de sus primeras labores
establecer los lΓ­mites para considerar si una propiedad o parcela rΓΊs-
tica era o no objeto de expropiaciΓ³n segΓΊn dictaba el apartado 13 de
la base quinta de la Ley74. Para ello, el ingeniero jefe del servicio agrΓ³-
nomo de Albacete, RamΓ³n Garrido, efectuΓ³ un informe detallando las
ξ₯Ήξ₯΄ξ¬˜ξ˜ƒξ˜ˆξšξ˜ƒξ˜ˆξššξš–ξš”ξš‡ξšξšƒξš†ξš—ξš”ξšƒξŸ‘ξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξš˜ξš‹ξš”ξš–ξš—ξš†ξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξ˜‡ξš‡ξš…ξš”ξš‡ξš–ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš‹ξšξš–ξš‡ξšξš•ξš‹ξ§ξš‹ξš…ξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš…ξš—ξšŽξš–ξš‹ξš˜ξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯³ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšξš‘ξš˜ξš‹ξš‡ξšξš„ξš”ξš‡ξ˜ƒ
de 1932, los graneros serΓ­an gestionados directamente por los ayuntamientos como
responsables subsidiarios de los crΓ©ditos recibidos por los yunteros. Aunque el Estado
-y, en su nombre, instituciones como el Instituto de Reforma Agraria (IRA) y el SNCA-
ξš•ξš—ξšˆξš”ξšƒξš‰ξšƒξš”ξšƒξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš‰ξšƒξš•ξš–ξš‘ξš•ξ˜ƒξš”ξš‡ξšŽξšƒξš…ξš‹ξš‘ξšξšƒξš†ξš‘ξš•ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒ ξš’ξšƒξš‰ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξš…ξšƒξšξš‘ξšξ˜ƒ ξšƒξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš’ξš”ξš‘ξš’ξš‹ξš‡ξš–ξšƒξš”ξš‹ξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξš•ξ˜ƒ ξ§ξš‹ξšξš…ξšƒξš•ξ˜ƒ
o parcelas entregadas a los yunteros y con la parte correspondiente de la Β«dΓ©cimaΒ», lo
cierto es que debΓ­an abonar al Estado los emprΓ©stitos concedidos. En mayo de 1933 se
aprobΓ³ un presupuesto de 10 millones de pesetas para subvenciones relacionadas con los
asentamientos temporales de yunteros. Fueron gestionados por el SNCA, con un interΓ©s
del 5 % anual. El IRA funcionarΓ­a como garantΓ­a ΓΊltima de la subsanaciΓ³n de los crΓ©ditos
otorgados si los prestatarios no pudieran afrontar la deuda contraΓ­da. ξ˜Šξšƒξš…ξš‡ξš–ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜ξšƒξš†ξš”ξš‹ξš† de
26 de mayo de 1933 (146), 1424-1425.
ξ₯Ήξ₯΅ξ¬˜ ξ˜Šξšƒξš…ξš‡ξš–ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜ξšƒξš†ξš”ξš‹ξš† de 22 de enero de 1933, (22), 507-509.
ξ₯Ήξ₯Άξ¬˜ ξ˜Šξšƒξš…ξš‡ξš–ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜ξšƒξš†ξš”ξš‹ξš† de 21 de septiembre de 1932 (265), 2096-2097.
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condiciones climatolΓ³gicas y agronΓ³micas provinciales y exponiendo
las diferencias con respecto a otras regiones como AndalucΓ­a o Ex-
ξš–ξš”ξš‡ξšξšƒξš†ξš—ξš”ξšƒξŸ€ξ˜ƒξ˜ξš‘ξš•ξ˜ƒξšŽξ›€ξšξš‹ξš–ξš‡ξš•ξ˜ƒξ§ξš‹ξšŒξšƒξš†ξš‘ξš•ξ˜ƒξš’ξšƒξš”ξšƒξ˜ƒξ˜™ξš‹ξšŽξšŽξšƒξš”ξš”ξš‘ξš„ξšŽξš‡ξš†ξš‘ξ˜ƒξšˆξš—ξš‡ξš”ξš‘ξšξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯Έξ₯²ξ₯²ξ˜ƒξšŠξšƒξš•ξŸ€ξ˜ƒ
en tierras donde predominasen los herbΓ‘ceos; 225 para las de olivar;
100 para las ocupadas por vid; 150 para tierras con Γ‘rboles frutales;
y 750 para dehesas destinadas al pasto o laboreo75. Asimismo, la Junta
esgrimiΓ³ un listado de municipios en los que la reforma requerΓ­a una
urgente aplicaciΓ³n, entre ellos Villarrobledo. De Γ©l se seΓ±alaba que
serΓ­a recomendable asentar a los jornaleros en parcelas de tierras de
cereales y en otras de vid que complementaran sus rentas (GΓ³mez,
1988). Durante el segundo bienio, las JPRA se centraron en hacer ges-
tiones para confeccionar registros (censos) de jornaleros. En Albace-
te provincia dichas gestiones no se hicieron hasta mayo de 1935 para
remitir un informe de los resultados al IRA y evitar asΓ­ las medidas
disciplinarias y sanciones establecidas para las Juntas que no forma-
lizaran dicho registro (GΓ³mez, 1988). El partido judicial de La Roda
aparecΓ­a con 1.465 braceros, 3 sociedades obreras, 950 pequeΓ±os
propietarios y 266 aparceros o arrendatarios. De ellos, 559 braceros,
2 sociedades obreras, 333 pequeΓ±os propietarios y 36 aparceros es-
taban establecidos en el tΓ©rmino de Villarrobledo76.
Tras la victoria del Frente Popular, la aplicaciΓ³n de la Refor-
ξšξšƒξ˜ƒξ˜„ξš‰ξš”ξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš•ξš‡ξ˜ƒξš‹ξšξš–ξš‡ξšξš•ξš‹ξ§ξš‹ξš…ξ›—ξŸ‘ξ˜ƒξš’ξš‡ξš”ξš‘ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš”ξš‡ξš•ξš—ξšŽξš–ξšƒξš†ξš‘ξš•ξ˜ƒξšˆξš—ξš‡ξš”ξš‘ξšξ˜ƒξšξš—ξš›ξ˜ƒξš‡ξš•ξš…ξšƒξš•ξš‘ξš•ξŸ€ξ˜ƒ
Lo realizado fue importante respecto a los aΓ±os anteriores, pero el
ξš”ξš‹ξš–ξšξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš‘ξš…ξš—ξš’ξšƒξš…ξš‹ξš‘ξšξš‡ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ§ξš‹ξšξš…ξšƒξš•ξ˜ƒξšˆξš—ξš‡ξ˜ƒξš„ξšƒξšŒξš‘ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš’ξšƒξš”ξšƒξš†ξš‘ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξ˜ƒξš‘ξš–ξš”ξšƒξš•ξ˜ƒξš’ξš”ξš‘ξš˜ξš‹ξš-
cias (GΓ³mez, 1998, 82). SegΓΊn la relaciΓ³n de asentamientos efectua-
dos durante los gobiernos del Frente Popular, Albacete contabiliza
ξ₯³ξŸ€ξ₯Ήξ₯»ξ₯Άξ˜ƒξš…ξš‘ξšξ˜ƒξš—ξšξšƒξ˜ƒξš•ξš—ξš’ξš‡ξš”ξ§ξš‹ξš…ξš‹ξš‡ξ˜ƒξš‘ξš…ξš—ξš’ξšƒξš†ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯΄ξŸ€ξ₯Ήξ₯Έξ₯Ήξ˜ƒξšŠξšƒξš•ξŸ€ξ˜ƒξ˜‡ξš‡ξ˜ƒξš‡ξšŽξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξ₯Άξ₯ΉξŸ‘ξ₯Ήξ˜ƒξ¦¨ξ˜ƒ
corresponden a Villarrobledo, erigiΓ©ndose en el enclave provincial
mΓ‘s importante en esta materia durante la primavera de 1936 (Ma-
ξšŽξš‡ξšˆξšƒξšξš‹ξš•ξŸ‘ξ˜ƒξ₯³ξ₯»ξ₯Ήξ₯ΈξŸ‘ξ˜ƒξ₯Άξ₯΅ξ₯΅ξ ŒξŸ€ξ˜ƒξ˜„ξ˜ƒξ§ξš‹ξšξšƒξšŽξš‡ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšξšƒξš”ξšœξš‘ξŸ‘ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš‹ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‰ξš‡ξš•ξš–ξš‘ξš”ξšƒξ˜ƒξš”ξš‘ξš‰ξ›—ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒ
ξ₯Ήξ₯·ξ¬˜ ξ˜…ξ˜’ξ˜“ξ˜„ξ˜ƒde 20 de septiembre de 1933, (113), 2.
ξ₯Ήξ₯Έξ¬˜ ACMAPA, IRA, caja 20, ξ˜‰ξš‘ξš”ξš‘ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξš…ξš‡ξšξš•ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš…ξšƒξšξš’ξš‡ξš•ξš‹ξšξš‘ξš•ξ˜ƒξš•ξš‡ξš‰ξ›―ξšξ˜ƒξš…ξšƒξš–ξš‡ξš‰ξš‘ξš”ξ›€ξšƒξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš’ξš”ξš‘ξš˜ξš‹ξšξš…ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒ
ξ˜„ξšŽξš„ξšƒξš…ξš‡ξš–ξš‡ξ˜ƒ [signatura provisional]. En total, incluyendo el nΓΊmero de jornaleros o de
pequeΓ±os propietarios inscritos en las sociedades agrΓ­colas de Villarrobledo, habΓ­a 1.086
obreros. Los censos de campesinos se agrupaban por provincias y en cada una por partidos
judiciales y municipios. Se indicaba el nΓΊmero de campesinos agrupados en A, B, C y D que
correspondΓ­an a braceros, sociedades obreras, pequeΓ±os propietarios y arrendatarios o
aparceros respectivamente.
ξ˜„ξ˜ξŸ¦ξ˜…ξ˜„ξ˜–ξ˜Œξ˜—ξ˜ƒξ₯Έξ₯» β€’ PÁGS. 1-58 β€’ INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES Β«DON JUAN MANUELΒ» β€’ ALBACETE
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RubΓ©n HernΓ‘ndez Yunta
VILLARROBLEDO DURANTE LA PRIMAVERA DEL FRENTE POPULAR: UNA APROXIMACIÓN A TRAVÉS DE LAS ACTAS DE...
se buscaran en el archivo municipal los informes correspondientes
a los bienes de propios locales para recabar informaciΓ³n sobre su
extensiΓ³n y alcance77. No se formulaba una propuesta para rescatar
los bienes concejiles, pero sΓ­ demuestra la importancia de la reivin-
dicaciΓ³n del comΓΊn como vΓ­a para que los jornaleros en paro forzoso
pudieran aprovecharlas para subsistir. Se ha averiguado que el con-
sistorio rescatΓ³ el acta de delimitaciΓ³n o apeo efectuada los dΓ­as 4, 5,
6 y 9 de diciembre de 1924 en una serie de dehesas, un mΓ­nimo de
once segΓΊn un amojonamiento del mismo predio hecho en 1818 por
las autoridades locales, englobadas en una Β«Dehesa BoyalΒ» de ma-
yor tamaΓ±o sin denominaciΓ³n concreta sino genΓ©rica o aludiendo al
aprovechamiento comunal disfrutado por los vecinos en el pasado:
ξš”ξš‡ξš…ξš‘ξš‰ξš‡ξš”ξ˜ƒξšŽξš‡ξ›“ξšƒξ˜ƒξš‘ξ˜ƒξšŽξšƒξš„ξš‘ξš”ξš‡ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš’ξšƒξš•ξš–ξš‘ξš”ξš‡ξš‘ξŸ€ξ˜ƒξ˜ˆξšξ˜ƒξš‡ξš•ξš–ξš‡ξ˜ƒξš‡ξš•ξš…ξš”ξš‹ξš–ξš‘ξ˜ƒξ§ξš‹ξš‰ξš—ξš”ξšƒξ˜ƒξš–ξšƒξšξš„ξš‹ξš±ξšξ˜ƒ
ξš—ξšξšƒξ˜ƒξšξš‡ξš†ξš‹ξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš’ξš”ξšƒξš…ξš–ξš‹ξš…ξšƒξš†ξšƒξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξ₯Άξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšξšƒξš”ξšœξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯³ξ₯Ίξ₯Έξ₯Άξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš‡ξš•ξš’ξš‡ξš…ξš‹ξ§ξš‹ξš…ξšƒξ˜ƒξš•ξš—ξ˜ƒ
extensiΓ³n: mΓ‘s de 1.400 has.78ξŸ€ξ˜ƒξ˜†ξš‘ξšξ˜ƒξš–ξš‘ξš†ξš‘ξŸ‘ξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξš•ξš—ξš…ξš‡ξš•ξš‘ξ˜ƒξšξšžξš•ξ˜ƒξš•ξš‹ξš‰ξšξš‹ξ§ξš‹ξš…ξšƒξš–ξš‹ξš˜ξš‘ξ˜ƒ
aconteció en la sesión del 26 de marzo. Los gestores Ángel Jean Ortiz
y Alfonso Herreros Barriga declararon haber recibido una peticiΓ³n
formal de varias sociedades agrΓ­colas locales y remarcaban la nece-
sidad de enviar un escrito al Ministerio de Agricultura para solicitar
ξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš•ξš‡ξ˜ƒξšƒξš’ξšŽξš‹ξš…ξšƒξš•ξš‡ξšξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξšξš‹ξš•ξšξš‘ξš•ξ˜ƒξš„ξš‡ξšξš‡ξ§ξš‹ξš…ξš‹ξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšƒξš•ξš‡ξšξš–ξšƒξšξš‹ξš‡ξšξš–ξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξš•ξš–ξš‹ξšξšƒ-
dos a yunteros practicados en la regiΓ³n extremeΓ±a habida cuenta de
que muchos yunteros villarrobledenses no habΓ­an podido acceder
todavΓ­a a tierras donde emplear sus animales de tiro en faenas agrΓ­-
colas, siendo su situaciΓ³n tan crΓ­tica como la de los braceros79. AsΓ­, el
31 de marzo, el presidente de la comisiΓ³n gestora, Antonio Berruga
GonzΓ‘lez, aprobΓ³ redactar una misiva al director general del IRA80
solicitando formalmente la aplicaciΓ³n urgente de la Β«Ley de Asenta-
mientos de yunterosΒ»81. SegΓΊn la corporaciΓ³n, los yunteros locales
ξ₯Ήξ₯Ήξ¬˜ AMV: Libro de Actas de Sesiones del Ayuntamiento, ξš•ξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‘ξš”ξš†ξš‹ξšξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξ₯Έξ₯Όξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšξšƒξš”ξšœξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒ
ξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯ΌξŸ‘ξ˜ƒf. 14.
ξ₯Ήξ₯Ίξ¬˜ AGGC: Caja 1949, Exp. 35.
ξ₯Ήξ₯»ξ¬˜ AMV: Libro de Actas de Sesiones del Ayuntamiento: ξš•ξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‘ξš”ξš†ξš‹ξšξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξ₯Έξ₯Όξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšξšƒξš”ξšœξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒ
ξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯ΌξŸ‘ξ˜ƒf. 17, 18.
ξ₯Ίξ₯²ξ¬˜ Adolfo VΓ‘zquez HumasquΓ©. Vid. ξ˜Šξšƒξš…ξš‡ξš–ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜ξšƒξš†ξš”ξš‹ξš† de 5 de marzo de 1936 (65), 1850-
1851.
ξ₯Ίξ₯³ξ¬˜ En realidad, se referΓ­a al ξ˜‡ξš‡ξš…ξš”ξš‡ξš–ξš‘ξ˜ƒ ξš†ξš‡ξ˜ƒ ξ˜Œξšξš–ξš‡ξšξš•ξš‹ξ§”ξš‹ξš…ξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒ ξš†ξš‡ξ˜ƒ ξ˜†ξš—ξšŽξš–ξš‹ξš˜ξš‘ξš• de 22 de octubre de
1932. Aunque los yunteros sobresalΓ­an por su peso en Extremadura, estaban muy
extendidos tambiΓ©n en La Mancha y AndalucΓ­a. Las labores que realizaban dependΓ­an de la
Β«generosidadΒ» de los grandes propietarios, e incluso arrendatarios, que cedΓ­an parte de sus
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estaban ξŸΌξšƒξ˜ƒξšξš‡ξš”ξš…ξš‡ξš†ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš˜ξš‘ξšŽξš—ξšξš–ξšƒξš†ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš’ξš”ξš‘ξš’ξš‹ξš‡ξš–ξšƒξš”ξš‹ξš‘ξš•ξŸ½, acordando re-
saltar en el informe la existencia de ξŸΌξšξš—ξšξš‡ξš”ξš‘ξš•ξšƒξš•ξ˜ƒξ§”ξš‹ξšξš…ξšƒξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš—ξšξšƒξ˜ƒξš‰ξš”ξšƒξšξ˜ƒ
ξš‡ξššξš–ξš‡ξšξš•ξš‹ξ›—ξšξŸ½ donde se practicaba una explotaciΓ³n agropecuaria exten-
ξš•ξš‹ξš˜ξšƒξ˜ƒ ξš•ξš‹ξšξ˜ƒ ξšžξšξš‹ξšξš‘ξ˜ƒ ξš†ξš‡ξ˜ƒ ξšξš‘ξš†ξš‹ξ§ξš‹ξš…ξšƒξš”ξšŽξšƒξ˜ƒ ξšƒξš—ξšξ˜ƒ ξŸΌξš‡ξššξš‹ξš•ξš–ξš‹ξš‡ξšξš†ξš‘ξ˜ƒ ξš—ξšξ˜ƒ ξš…ξš‡ξšξš•ξš‘ξ˜ƒ ξš‡ξšŽξš‡ξš˜ξšƒξš†ξš‘ξ˜ƒ ξš†ξš‡ξ˜ƒ
ξš‘ξš„ξš”ξš‡ξš”ξš‘ξš•ξ˜ƒξšƒξš‰ξš”ξ›€ξš…ξš‘ξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξš’ξšƒξš”ξš‘ξ˜ƒξšˆξš‘ξš”ξšœξš‘ξš•ξš‘ξŸ½82. La peticiΓ³n comentada tuvo su
eco en el Ministerio de Agricultura. El IRA, a travΓ©s de su Junta Pro-
vincial en Albacete, estudiΓ³ la posibilidad de aplicar el Decreto de 20
de marzo de 1936 que posibilitaba la expropiaciΓ³n por razones de
Β«utilidad socialΒ». En este sentido, a principios de abril Juan Solares,
uno de los mΓ©dicos titulares del municipio y militante del sector mo-
derado del PSOE, se carteΓ³ con JosΓ© Prat para estudiar la posibilidad
ξš†ξš‡ξ˜ƒξšƒξš’ξšŽξš‹ξš…ξšƒξš”ξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξ˜‡ξš‡ξš…ξš”ξš‡ξš–ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜Œξšξš–ξš‡ξšξš•ξš‹ξ§ξš‹ξš…ξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜†ξš—ξšŽξš–ξš‹ξš˜ξš‘ξš•ξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξ˜™ξš‹ξšŽξšŽξšƒξš”ξš”ξš‘ξš„ξšŽξš‡ξš†ξš‘ξŸ€ξ˜ƒ
El diputado le contestΓ³ con fecha de 9 de abril de 1936 que se habΓ­a
puesto en contacto con JosΓ© MarΓ­a Soler HernΓ‘ndez, vocal en el Con-
sejo Ejecutivo del IRA, y le comunicaba que los miembros de dicho
Consejo estaban estudiando la propuesta de declarar bienes expro-
ξš’ξš‹ξšƒξš„ξšŽξš‡ξš•ξŸ‘ξ˜ƒξšƒξšŽξš‡ξš‰ξšƒξšξš†ξš‘ξ˜ƒξš”ξšƒξšœξš‘ξšξš‡ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξŸΌξš—ξš–ξš‹ξšŽξš‹ξš†ξšƒξš†ξ˜ƒξš•ξš‘ξš…ξš‹ξšƒξšŽξŸ½ξŸ‘ξ˜ƒξŸΌξš˜ξšƒξš”ξš‹ξšƒξš•ξ˜ƒξ§ξš‹ξšξš…ξšƒξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš‡ξš•ξš–ξš‡ξ˜ƒ
tΓ©rmino municipalΒ». Indicaba tambiΓ©n que los representantes de los
propietarios locales mostraron una fΓ©rrea oposiciΓ³n a la propuesta y
en vista de ello el director del IRA, Adolfo VΓ‘zquez HumasquΓ©, insi-
nuΓ³ que la estudiarΓ­a. Una actitud que Soler desaprobΓ³ al considerar
que eso podrΓ­a ξŸΌξš•ξš—ξš’ξš‘ξšξš‡ξš”ξ˜ƒξš—ξšξ˜ƒξš”ξš‡ξš–ξš”ξšƒξš•ξš‘ξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš‘ξš…ξš—ξš’ξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξ§”ξš‹ξšξš…ξšƒξš•ξ˜ƒξš›ξ˜ƒ
ξš‡ξšˆξš‡ξš…ξš–ξš‹ξš˜ξš‹ξš†ξšƒξš†ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξšƒξš•ξš‡ξšξš–ξšƒξšξš‹ξš‡ξšξš–ξš‘ξš•ξŸ½. El director, no obstante, manifes-
tΓ³ que no habrΓ­a aplazamiento alguno pues el anΓ‘lisis riguroso de
tierras para que las trabajaran, ya que ellos carecΓ­an de tierras pese a disponer de un par de
mulos o bueyes para hacer tareas agrΓ­colas sustentadas en contratos que iban del arriendo
a la aparcerΓ­a y que, por lo comΓΊn, no duraban mΓ‘s un aΓ±o. Los grandes propietarios
destinaban sus tierras mayoritariamente a pasto al ser la ganaderΓ­a su principal actividad.
ξ˜ξšƒξš•ξ˜ƒξš’ξš‡ξš“ξš—ξš‡ξ›“ξšƒξš•ξ˜ƒξšœξš‘ξšξšƒξš•ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξšξš‘ξ˜ƒξš—ξš–ξš‹ξšŽξš‹ξšœξšƒξš„ξšƒξšξ˜ƒξš’ξšƒξš”ξšƒξ˜ƒξš‡ξšŽξšŽξš‘ξ˜ƒξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξ§ξš‹ξšƒξš„ξšƒξšξ˜ƒξšƒξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš›ξš—ξšξš–ξš‡ξš”ξš‘ξš•ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš˜ξš‹ξš˜ξ›€ξšƒξšξŸ‘ξ˜ƒξšƒξšŽξ˜ƒ
igual que los jornaleros, en situaciΓ³n precaria y dependiente. Por ello, en el primer bienio
republicano, este segmento del campesinado fue el mΓ‘s combativo, logrando del Gobierno
la aprobaciΓ³n de varios decretos que obligaban a los propietarios a ceder cotas mΓ‘s
ξš‰ξš”ξšƒξšξš†ξš‡ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš•ξš—ξš•ξ˜ƒξ§ξš‹ξšξš…ξšƒξš•ξ˜ƒξšƒξ˜ƒξš…ξšƒξšξš„ξš‹ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš—ξšξ˜ƒξš…ξš‡ξšξš•ξš‘ξ˜ƒξšξš‘ξš†ξš‡ξš•ξš–ξš‘ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš‰ξšƒξš”ξšƒξšξš–ξš‹ξšœξšƒξš„ξšƒξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξ˜ˆξš•ξš–ξšƒξš†ξš‘ξŸ€ξ˜ƒξ˜‡ξš‡ξš•ξš’ξš—ξš±ξš•ξ˜ƒ
de octubre de 1934, los propietarios, amparados por las nuevas autoridades municipales
de centro–derecha, se Β«vengaronΒ» restringiendo la oferta de tierras de cultivo y negΓ‘ndola
a los yunteros -socialistas o sindicalizados, la mayor parte- que se habΓ­an distinguido en las
ξšŽξš—ξš…ξšŠξšƒξš•ξ˜ƒξšƒξš‰ξš”ξšƒξš”ξš‹ξšƒξš•ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξ§ξšŽξš‹ξš…ξš–ξš‹ξš˜ξš‹ξš†ξšƒξš†ξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξš’ξš”ξš‹ξšξš‡ξš”ξ˜ƒξš„ξš‹ξš‡ξšξš‹ξš‘ξ˜ƒξš‘ξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš‹ξšξš•ξš—ξš”ξš”ξš‡ξš…ξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš‘ξš…ξš–ξš—ξš„ξš”ξš‡ξ˜ƒξ ‹ξ˜•ξšƒξšξšœξšƒξš–ξš‘ξŸ‘ξ˜ƒ
2014, 176; Riesco, 2006, 34-69).
ξ₯Ίξ₯΄ξ¬˜ AMV: Libro de Actas de Sesiones del Ayuntamiento: ξš•ξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒ ξš‡ξššξš–ξš”ξšƒξš‘ξš”ξš†ξš‹ξšξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒ ξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒ ξ₯Ήξ₯·ξ˜ƒ ξš†ξš‡ξ˜ƒ
ξšξšƒξš”ξšœξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯ΌξŸ‘ξ˜ƒf. 19.
ξ˜„ξ˜ξŸ¦ξ˜…ξ˜„ξ˜–ξ˜Œξ˜—ξ˜ƒξ₯Έξ₯» β€’ PÁGS. 1-58 β€’ INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES Β«DON JUAN MANUELΒ» β€’ ALBACETE
PΓ‘gina 39
RubΓ©n HernΓ‘ndez Yunta
VILLARROBLEDO DURANTE LA PRIMAVERA DEL FRENTE POPULAR: UNA APROXIMACIÓN A TRAVÉS DE LAS ACTAS DE...
la propuesta de utilidad social, tramitada en forma de expediente,
ξš‹ξšξš…ξšŽξš—ξ›€ξšƒξ˜ƒξš—ξšξ˜ƒξš‡ξš•ξš–ξš—ξš†ξš‹ξš‘ξ˜ƒξš‹ξšξš†ξš‹ξš˜ξš‹ξš†ξš—ξšƒξšŽξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšƒξš’ξšŽξš‹ξš…ξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξ˜‡ξš‡ξš…ξš”ξš‡ξš–ξš‘ξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξš…ξšƒξš†ξšƒξ˜ƒξ§ξš‹ξšξš…ξšƒξ˜ƒ
afectada como paso previo a su ocupaciΓ³n efectiva83. De esta manera,
el director provincial albaceteΓ±o del IRA, AndrΓ©s AbΓ‘solo Herrero,
enviΓ³ a Villarrobledo al ingeniero agrΓ³nomo JesΓΊs Delgado Merlo
para analizar detalladamente la situaciΓ³n. El 4 de abril de 1936, este
ξš‹ξšξšˆξš‘ξš”ξšξšƒξš„ξšƒξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξš–ξš±ξš”ξšξš‹ξšξš‘ξ˜ƒξšξš—ξšξš‹ξš…ξš‹ξš’ξšƒξšŽξ˜ƒξš–ξš‡ξšξ›€ξšƒξ˜ƒξš—ξšξšƒξ˜ƒξš•ξš—ξš’ξš‡ξš”ξ§ξš‹ξš…ξš‹ξš‡ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯Ίξ₯ΆξŸ€ξ₯³ξ₯΅ξ₯»ξ˜ƒ
ξšŠξšƒξš•ξŸ€ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξ₯Άξ₯΄ξ˜ƒξ¦¨ξ˜ƒξš’ξš‡ξš”ξš–ξš‡ξšξš‡ξš…ξ›€ξšƒξ˜ƒξšƒξ˜ƒξ₯Ίξ₯΄ξ˜ƒξ§ξš‹ξšξš…ξšƒξš•ξ˜ƒξšξšƒξš›ξš‘ξš”ξš‡ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯΄ξ₯·ξ₯²ξ˜ƒξšŠξšƒξš•ξŸ€ξ˜ƒξ˜•ξš‡ξš•ξš’ξš‡ξš…-
ξš–ξš‘ξ˜ƒξšƒξšŽξ˜ƒξš…ξš‡ξšξš•ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš…ξšƒξšξš’ξš‡ξš•ξš‹ξšξš‘ξš•ξŸ‘ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξ§ξš‹ξš”ξšξšƒξš„ξšƒξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξšƒξš–ξš‘ξš•ξ˜ƒξš”ξš‡ξš…ξšƒξš„ξšƒξš†ξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξš—ξš”ξšƒξšξš–ξš‡ξ˜ƒ
la primavera del aΓ±o anterior que ya hemos seΓ±alado. No obstante,
revelaba que, en una de las dos sociedades agrΓ­colas locales -Traba-
jadores AgrΓ­colas-, habΓ­a mΓ‘s de 500 inscritos mientras que en la
otra -PequeΓ±os Propietarios-, apenas habΓ­a 28 miembros. Recaba-
da informaciΓ³n al respecto de varios vecinos concluΓ­a que el censo
era poco exacto y que las cifras reales eran superiores, sobre todo
en cuanto a campesinos con yuntas y escasas o nulas extensiones de
tierra que rebasarΓ­an el medio millar. AΓ±adΓ­a, ademΓ‘s, que el prin-
cipal problema del municipio radicaba en la gran concentraciΓ³n de
la propiedad y elevada cifra de jornaleros en paro forzoso, situaciΓ³n
mitigable aplicando ξŸΌξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš„ξš‡ξšξš‡ξ§”ξš‹ξš…ξš‹ξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜•ξš‡ξšˆξš‘ξš”ξšξšƒξ˜ƒξ˜„ξš‰ξš”ξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξšƒξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš…ξšƒξšξš’ξš‡ξš•ξš‹-
ξšξš‘ξš•ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξšƒξš•ξš’ξš‹ξš”ξšƒξšξ˜ƒξš’ξš‘ξš†ξš‡ξš”ξ˜ƒξš…ξš—ξšŽξš–ξš‹ξš˜ξšƒξš”ξ˜ƒξš—ξšξšƒξ˜ƒξš’ξš‡ξš“ξš—ξš‡ξ›“ξšƒξ˜ƒξš•ξš—ξš’ξš‡ξš”ξ§”ξš‹ξš…ξš‹ξš‡ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš–ξš‹ξš‡ξš”ξš”ξšƒξŸ½. Las
impresiones esgrimidas sobre las causas del paro agrΓ­cola las funda-
ξšξš‡ξšξš–ξšƒξš„ξšƒξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξš†ξš‘ξš•ξ˜ƒξš’ξš”ξš‘ξš„ξšŽξš‡ξšξšƒξš•ξŸ£ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš†ξš‹ξš•ξšξš‹ξšξš—ξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš•ξš—ξš’ξš‡ξš”ξ§ξš‹ξš…ξš‹ξš‡ξ˜ƒξš˜ξš‹ξš–ξ›€ξš…ξš‘ξšŽξšƒξ˜ƒ
ξš’ξš‘ξš”ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš’ξšŽξšƒξš‰ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ§ξš‹ξšŽξš‘ξššξš‡ξš”ξšƒξ˜ƒξš›ξ˜ƒξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξš‹ξšξšξš‘ξš˜ξšƒξš…ξš‹ξš‘ξšξš‡ξš•ξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξšξš‡ξš†ξš‹ξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš–ξš”ξšƒξšξš•-
porte utilizados en la producciΓ³n agraria (camiones y ferrocarril),
con la consiguiente incidencia negativa en la actividad de carreteros,
arrieros y yunteros. Apuntaba tambiΓ©n que en Villarrobledo habΓ­a
un campesinado con pequeΓ±as explotaciones de 2-3 fanegas que,
en invierno o primavera, complementaban sus rentas con otras ac-
tividades ligadas a sus animales de tiro de las que obtenΓ­an unos in-
gresos que permitΓ­an la subsistencia de sus familias. Los problemas
descritos hicieron que los yunteros y estos pequeΓ±os propietarios
pasaran a una situaciΓ³n de paro total o estacional. Otro factor por
contemplar son los altos rentos abonados por las tierras arrendadas
ante su creciente demanda. Los propietarios ofrecΓ­an contratos con
ξ₯Ίξ₯΅ξ¬˜ AGGC: Caja 997, Exp. 37.
PΓ‘gina 40
tarifas desproporcionadas, lo que impedΓ­a que el trabajador y su hu-
milde capital -los animales de tiro- encontraran alternativas de tra-
bajo pese a que era frecuente que las grandes explotaciones donde el
ξš‡ξš”ξš‹ξšƒξšŽξ˜ƒξš›ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš’ξšƒξš•ξš–ξš‘ξš•ξ˜ƒξš’ξš”ξš‡ξš†ξš‘ξšξš‹ξšξšƒξš„ξšƒξšξ˜ƒξš‡ξš•ξš–ξš—ξš˜ξš‹ξš‡ξš”ξšƒξšξ˜ƒξš†ξš‡ξ§ξš‹ξš…ξš‹ξš‡ξšξš–ξš‡ξšξš‡ξšξš–ξš‡ξ˜ƒξšƒξš’ξš”ξš‘ξš˜ξš‡-
ξš…ξšŠξšƒξš†ξšƒξš•ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš’ξš”ξš‘ξš†ξš—ξš…ξš–ξš‹ξš˜ξš‹ξš†ξšƒξš†ξ˜ƒξšƒξš‰ξš”ξ›€ξš…ξš‘ξšŽξšƒξ˜ƒξšˆξš—ξš‡ξš”ξšƒξ˜ƒξ›€ξšξ§ξš‹ξšξšƒξŸ€ξ˜ƒ
En paralelo al informe de JesΓΊs Delgado, el perito agrΓ­cola del
Estado, Pascual LΓ³pez, realizΓ³ un listado con los propietarios mΓ‘s
ξš‹ξšξš’ξš‘ξš”ξš–ξšƒξšξš–ξš‡ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξšξš—ξšξš‹ξš…ξš‹ξš’ξš‹ξš‘ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξš•ξš—ξš•ξ˜ƒξš’ξš”ξš‹ξšξš…ξš‹ξš’ξšƒξšŽξš‡ξš•ξ˜ƒξ§ξš‹ξšξš…ξšƒξš•ξ˜ƒξ ‹ξš•ξš‹ξš–ξš—ξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξŸ‘ξ˜ƒξš–ξš‹ξš’ξš‘ξ˜ƒ
de cultivo o de explotaciΓ³n) (Tabla 3)84. A modo de ejemplo, Miguel
ξ˜ξš‹ξšξš±ξšξš‡ξšœξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜†ξ›—ξš”ξš†ξš‘ξš„ξšƒξ˜ƒξ§ξš‹ξš‰ξš—ξš”ξšƒξš„ξšƒξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξš…ξšƒξš–ξšƒξš•ξš–ξš”ξš‘ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξ˜ƒξ₯ΉξŸ€ξ₯²ξ₯΅ξ₯»ξ˜ƒξšŠξšƒξš•ξŸ€ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξš—ξšξšƒξ˜ƒξš”ξš‹-
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ξ˜†ξšƒξš„ξšƒξšŽξš‰ξšƒξš†ξš‘ξš”ξŸ‘ξ˜ƒξ˜ξšƒξš•ξ˜ƒξ˜Œξš•ξšƒξš„ξš‡ξšŽξšƒξš•ξŸ‘ξ˜ƒξ˜ξšƒξ˜ƒξ˜…ξš‡ξš”ξš”ξš—ξš‰ξšƒξŸ‘ξ˜ƒξ˜ξšƒξš•ξ˜ƒξ˜’ξšŽξš‹ξš˜ξšƒξš•ξŸ‘ξ˜ƒξ˜†ξšƒξš•ξšƒξ˜ƒξ˜™ξš‹ξš‡ξšŒξšƒξŸ‘ξ˜ƒξ˜ξš‘ξš•ξ˜ƒξ˜™ξšƒξš”-
ξš‰ξšƒξš•ξŸ‘ξ˜ƒξ˜ˆξšŽξ˜ƒξ˜Ÿξš”ξš„ξš‘ξšŽξŸ‘ξ˜ƒξ˜‡ξš‘ξšξ˜ƒξ˜ξš‹ξš„ξš‡ξš”ξšƒξš–ξš‘ξ˜ƒy ξ˜ˆξšŽξ˜ƒξ˜—ξš‘ξš›ξš—ξš‡ξšŽξš‘ξŸ€ξ˜ƒLa distribuciΓ³n en hectΓ‘reas
de los cultivos era: viΓ±a de secano, 126; cereales de secano y encinar,
1.800; monte alto y encinar, 1.500; monte bajo y encinas carbonea-
ξš†ξšƒξš•ξŸ‘ξ˜ƒξ₯΅ξŸ€ξ₯Έξ₯³ξ₯΅ξŸ’ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξšœξš—ξšξšƒξš“ξš—ξš‡ξŸ‘ξ˜ƒξ₯³ξ₯ΆξŸ‘ξ˜ƒξš•ξš‹ξš‡ξšξš†ξš‘ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš’ξš”ξšžξš…ξš–ξš‹ξš…ξšƒξ˜ƒξš–ξš‘ξš–ξšƒξšŽξš‹ξš†ξšƒξš†ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš•ξš—ξš’ξš‡ξš”ξ§ξš‹-
cie explotada directamente por el propietario85 que gestionaba por
su cuenta 20 yuntas de mulas, mientras que los pastos eran aprove-
chados por aproximadamente 2.000 cabezas de ovejas y cabras. Para
su cuidado, tenΓ­a a su servicio a 20 pastores. Contaba, ademΓ‘s, con 6
ξš‰ξš—ξšƒξš”ξš†ξšƒξš•ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξš‡ξš†ξš‹ξ§ξš‹ξš…ξšƒξš…ξš‹ξš‘ξšξš‡ξš•ξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξšξšƒξš›ξš‘ξš”ξ›€ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξ§ξš‹ξšξš…ξšƒξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξš•ξš…ξš”ξš‹ξš–ξšƒξš•ξŸ€ξ˜ƒξ˜“ξš‡ξš†ξš”ξš‘ξ˜ƒ
Acacio Sandoval y MarΓ­a de la PeΓ±a Acacio disponΓ­an, segΓΊn el regis-
tro de la propiedad, 9.012 has. que se encontraban bajo los preceptos
de la Ley de Reforma Agraria. De ellas arrendaban unas 2.000 has.
de cereal a 40 cultivadores y cultivaban directamente otras 1.200;
147 has. de viΓ±as eran gestionadas a rento por 64 labradores y otras
200 las explotaba el propietario; erial, 300 has.; monte bajo, alto y
ξš‡ξšξš…ξš‹ξšξšƒξš”ξŸ‘ξ˜ƒ ξ₯·ξŸ€ξ₯³ξ₯³ξ₯·ξŸ€ξ˜ƒ ξ˜‡ξš‹ξš…ξšŠξšƒξš•ξ˜ƒ ξš•ξš—ξš’ξš‡ξš”ξ§ξš‹ξš…ξš‹ξš‡ξš•ξ˜ƒξš•ξš‡ξ˜ƒ ξš‡ξšξš…ξš‘ξšξš–ξš”ξšƒξš„ξšƒξšξ˜ƒξš†ξš‹ξš•ξš’ξš‡ξš”ξš•ξšƒξš•ξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒ ξšŽξšƒξš•ξ˜ƒ
propiedades de ξ˜ξš‘ξš•ξ˜ƒξ˜†ξš—ξšŽξš‡ξš„ξš”ξš‘ξš•ξŸ‘ξ˜ƒξ˜ˆξšŽξ˜ƒξ˜Šξš‘ξš”ξš†ξš‘ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξ˜†ξšƒξšŽξš†ξš‡ξš”ξš—ξš‡ξšŽξšƒξš•ξŸ‘ξ˜ƒξ˜†ξš—ξšƒξš”ξš–ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜“ξšŽξš—-
ξšξšƒξŸ‘ξ˜ƒξ˜ξš‘ξš•ξ˜ƒξ˜ξšƒξš–ξš‡ξš‘ξš•ξŸ‘ξ˜ƒξ˜ˆξšŽξ˜ƒξ˜†ξš—ξšƒξš”ξš–ξ›—ξšξŸ‘ξ˜ƒξ˜ˆξšŽξ˜ƒξ˜†ξš‘ξšŽξšξš‡ξšξšƒξš”ξŸ‘ξ˜ƒξ˜†ξšƒξš”ξšξš‹ξš…ξš‡ξš”ξ›€ξšƒξš•ξŸ‘ξ˜ƒξ˜†ξšƒξš•ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜‡ξŸ€ξ˜ƒξ˜“ξš‡ξš†ξš”ξš‘ξŸ‘ξ˜ƒ
ξ˜†ξšƒξš•ξšƒξ˜ƒξ˜…ξšŽξšƒξšξš…ξšƒξŸ‘ξ˜ƒξ˜†ξšƒξš”ξš–ξšƒξš‰ξš‡ξšξšƒξŸ‘ξ˜ƒξ˜“ξš‡ξš”ξšξšƒξš”ξšƒξš•ξŸ‘ξ˜ƒξ˜ξšƒξš•ξ˜ƒξ˜†ξšŽξšƒξš”ξšƒξš•ξŸ‘ξ˜ƒξ˜ξšƒξš•ξ˜ƒξ˜’ξšŽξš‹ξš˜ξšƒξš•ξŸ‘ξ˜ƒξ˜†ξšƒξš•ξšƒξ˜ƒξ˜‘ξš—ξš‡ξš˜ξšƒξŸ‘ξ˜ƒ
ξ˜ξšƒξ˜ƒξ˜‘ξš‘ξš”ξš‹ξšƒξŸ‘ξ˜ƒξ˜ξš—ξšƒξšξ˜ƒξ˜„ξšŽξš‘ξšξš•ξš‘ξŸ‘ξ˜ƒξ˜†ξšŽξšƒξš˜ξš‡ξšŽξšŽξš‹ξšξšƒξš•ξŸ‘ξ˜ƒξ˜„ξš”ξš‰ξš—ξšξš‹ξšƒξšξš‡ξšœξ˜ƒy ξ˜ξšƒξ˜ƒξ˜–ξš‘ξš”ξš’ξš”ξš‡ξš•ξšƒξŸ€ξ˜ƒξ˜“ξšƒξš”ξšƒξ˜ƒξ§ξš‹-
ξ₯Ίξ₯Άξ¬˜ACMAPA, IRA, caja 2/1 (Albacete), ξš’ξš”ξš‘ξš’ξš—ξš‡ξš•ξš–ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšƒξš’ξšŽξš‹ξš…ξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξ˜ξš‡ξš›ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜•ξš‡ξšˆξš‘ξš”ξšξšƒξ˜ƒξ˜„ξš‰ξš”ξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒ
ξš‡ξšξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξš–ξš±ξš”ξšξš‹ξšξš‘ξ˜ƒξšξš—ξšξš‹ξš…ξš‹ξš’ξšƒξšŽξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜™ξš‹ξšŽξšŽξšƒξš”ξš”ξš‘ξš„ξšŽξš‡ξš†ξš‘ξ˜ƒ[signatura provisional].
ξ₯Ίξ₯·ξ¬˜ Para las faenas de cultivo y recolecciΓ³n en las tierras no arrendadas los titulares
necesitaban contratar mano de obra (jornaleros, braceros, pequeΓ±os labradores o
yunteros).
ξ˜„ξ˜ξŸ¦ξ˜…ξ˜„ξ˜–ξ˜Œξ˜—ξ˜ƒξ₯Έξ₯» β€’ PÁGS. 1-58 β€’ INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES Β«DON JUAN MANUELΒ» β€’ ALBACETE
PΓ‘gina 41
RubΓ©n HernΓ‘ndez Yunta
VILLARROBLEDO DURANTE LA PRIMAVERA DEL FRENTE POPULAR: UNA APROXIMACIÓN A TRAVÉS DE LAS ACTAS DE...
nalizar su informe, el perito apuntaba que por razones de urgencia
ξšŽξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξš•ξš…ξš”ξš‹ξš’ξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξ§ξš‹ξšξš…ξšƒξš•ξ˜ƒξšξš‘ξ˜ƒξš‡ξš”ξšƒξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš’ξšŽξš‡ξš–ξšƒξŸ‘ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξš†ξšƒξšξš†ξš‘ξ˜ƒξš„ξšƒξš•ξš–ξšƒξšξš–ξš‡ξš•ξ˜ƒξš’ξš‘ξš”ξ˜ƒ
incluir que superaban ampliamente los lΓ­mites marcados por la ley,
ξš•ξš‘ξš„ξš”ξš‡ξ˜ƒξš–ξš‘ξš†ξš‘ξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξš•ξš—ξš’ξš‡ξš”ξ§ξš‹ξš…ξš‹ξš‡ξŸ‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξ§ξš‹ξšξš…ξšƒξš•ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš’ξš‘ξš†ξ›€ξšƒξšξ˜ƒξš•ξš‡ξš”ξ˜ƒξš‘ξš„ξšŒξš‡ξš–ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš‡ξš•ξš–ξš—-
dio por parte de la Junta Provincial del IRA86. AdvertΓ­a tambiΓ©n que la
fertilidad de las tierras descritas era Γ³ptima en su mayor parte, sien-
do susceptibles de generar una riqueza econΓ³mica casi permanen-
ξš–ξš‡ξŸ‘ξ˜ƒξšƒξš—ξšξ˜ƒξš…ξš—ξšƒξšξš†ξš‘ξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξšƒξšŽξš‰ξš—ξšξšƒξš•ξ˜ƒξš‡ξššξš‹ξš•ξš–ξ›€ξšƒξšξ˜ƒξš”ξš‘ξš…ξšƒξš•ξ˜ƒξš•ξš—ξš’ξš‡ξš”ξ§ξš‹ξš…ξš‹ξšƒξšŽξš‡ξš•ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš‹ξšξš’ξš‡ξš†ξ›€ξšƒξšξ˜ƒ
su roturaciΓ³n y seΓ±alaba que eran considerables las extensiones de
tierra nunca cultivadas pese a su alto grado de fertilidad. Mayorita-
riamente eran tierras llanas, de poca pendiente, aptas para el cultivo
que no estaban siendo aprovechadas, por lo que procedΓ­a aplicar el
artΓ­culo 1 del Decreto de 20 de marzo de 1936.
ξ˜—ξšƒξš„ξšŽξšƒξ˜ƒξ₯΅ξŸ€ξ˜ƒξ˜ξš‘ξš•ξ˜ƒξ₯³ξ₯Άξ˜ƒξšξšƒξš›ξš‘ξš”ξš‡ξš•ξ˜ƒξš’ξš”ξš‘ξš’ξš‹ξš‡ξš–ξšƒξš”ξš‹ξš‘ξš•ξ˜ƒξšƒξš‰ξš”ξšƒξš”ξš‹ξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜™ξš‹ξšŽξšŽξšƒξš”ξš”ξš‘ξš„ξšŽξš‡ξš†ξš‘ξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξ₯³ξ₯»ξ₯΅ξ₯΅ξ˜ƒξ ‹ξ₯³ξ Œ
ξ˜“ξš”ξš‘ξš’ξš‹ξš‡ξš–ξšƒξš”ξš‹ξš‘ ξ˜–ξš—ξš’ξš‡ξš”ξ§ξš‹ξš…ξš‹ξš‡ξ˜ƒ
ξ ‹ξšŠξšƒξš•ξ Œ ξ˜“ξš”ξš‘ξš’ξš‹ξš‡ξš–ξšƒξš”ξš‹ξš‘ ξ˜–ξš—ξš’ξš‡ξš”ξ§ξš‹ξš…ξš‹ξš‡ξ˜ƒ
ξ ‹ξšŠξšƒξš•ξ Œ
Dolores Sandoval Acacio 1.160,28 Miguel JimΓ©nez de
CΓ³rdoba 5.959,12
Rosario GonzΓ‘lez
Sandoval 1.125,58 Dolores Acacio
Sandoval 1.160,28
Matilde Acacio Sandoval 2.823,6 Pedro Acacio Sandoval 5.918,00
Baldomero FernΓ‘ndez
Nieto 1.661,35 MarΓ­a de la PeΓ±a Acacio 2.792,60
Patrocinio de la Torre 859,47 JosΓ© MartΓ­nez Acacio 1.531,46
Ulpiano FernΓ‘ndez
Pintado 674,34 Consuelo Domingo 1.200,00
ConcepciΓ³n Lodares 338,80
Francisco JimΓ©nez de
CΓ³rdoba 5.998,11 ξ˜—ξš‘ξš–ξšƒξšŽ ξ₯΅ξ₯΅ξŸ€ξ₯·ξ₯Άξ₯΅ξŸ‘ξ₯²ξ₯²
Fuente: ElaboraciΓ³n propia a partir de datos extraΓ­dos del ACMAPA, IRA, caja 2/1 (Albacete,
ξ₯³ξ₯Άξ €ξ₯Άξ €ξ₯³ξ₯»ξ₯΅ξ₯Έξ Œξ˜ƒ ξš‡ξ˜ƒ ξ˜Œξšξšˆξš‘ξš”ξšξš‡ξ˜ƒ ξš•ξš‘ξš„ξš”ξš‡ξ˜ƒ ξš†ξš‡ξš…ξšŽξšƒξš”ξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒ ξš†ξš‡ξ˜ƒ ξš—ξš–ξš‹ξšŽξš‹ξš†ξšƒξš†ξ˜ƒ ξš•ξš‘ξš…ξš‹ξšƒξšŽξ˜ƒ ξš†ξš‡ξ˜ƒ ξšŽξšƒξš•ξ˜ƒ ξ§ξš‹ξšξš…ξšƒξš•ξ˜ƒ ξš•ξš‹ξš–ξš—ξšƒξš†ξšƒξš•ξ˜ƒ ξš‡ξšξ˜ƒ ξš‡ξšŽξ˜ƒ ξš–ξš±ξš”ξšξš‹ξšξš‘ξ˜ƒ
municipal de Villarrobledo [signatura provisional].
ξ₯Ίξ₯Έξ¬˜ξ˜ƒξ˜ξš‘ξš•ξ˜ƒξšŽξ›€ξšξš‹ξš–ξš‡ξš•ξ˜ƒξ§ξš‹ξšŒξšƒξš†ξš‘ξš•ξ˜ƒξš’ξšƒξš”ξšƒξ˜ƒξš˜ξšƒξšŽξš‘ξš”ξšƒξš”ξ˜ƒξš—ξšξšƒξ˜ƒξš‹ξšξš–ξš‡ξš”ξš˜ξš‡ξšξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξ˜Œξ˜•ξ˜„ξ˜ƒξš‡ξš”ξšƒξšξ˜ƒξ₯Έξ₯²ξ₯²ξ˜ƒξšŠξšƒξš•ξŸ€ξ˜ƒξš’ξšƒξš”ξšƒξ˜ƒξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξ§ξš‹ξšξš…ξšƒξš•ξ˜ƒ
destinadas a cultivar cereal de secano y 100 has. para las orientadas a vid.
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SegΓΊn AbΓ‘solo, del informe de sus delegados se deducΓ­a que
en Villarrobledo el viΓ±edo era un cultivo de enorme importancia y
que, a su vez, exigΓ­a un nΓΊmero de braceros considerable durante la
vendimia y otras faenas (poda, injertar, cavado, viΓ±a…). Sin embar-
go, lo que predominaba era el cereal. A su criterio, debΓ­a aumentar
ξšŽξšƒξ˜ƒξš•ξš—ξš’ξš‡ξš”ξ§ξš‹ξš…ξš‹ξš‡ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš˜ξš‹ξ›“ξš‡ξš†ξš‘ξ˜ƒξšŽξš‘ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš’ξš‡ξš”ξšξš‹ξš–ξš‹ξš”ξ›€ξšƒξ˜ƒξš‹ξšξš…ξš‘ξš”ξš’ξš‘ξš”ξšƒξš”ξ˜ƒξšξšžξš•ξ˜ƒξšŒξš‘ξš”ξšξšƒξšŽξš‡ξš”ξš‘ξš•ξ˜ƒ
y reducir la tasa de paro forzoso. AdemΓ‘s, creΓ­a oportuno reducir el
canon de los contratos de arrendamiento o que, en su caso, los nue-
vos propietarios o cultivadores directos redujeran la cifra de arren-
datarios en favor de la propiedad plena, redundando todo ello en
menores costes de producciΓ³n. Por estos motivos suscribΓ­a la apli-
caciΓ³n del artΓ­culo 14 de la Ley de 9 de noviembre de 1935 a varias
ξ§ξš‹ξšξš…ξšƒξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξšξšƒξš›ξš‘ξš”ξš‡ξš•ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš–ξš”ξš‹ξš„ξš—ξš›ξš‡ξšξš–ξš‡ξš•ξŸ€ξ˜ƒξ˜ˆξšξ˜ƒ ξš‡ξšŽξ˜ƒ ξš…ξšƒξš•ξš‘ξ˜ƒ ξš†ξš‡ξ˜ƒ ξ˜“ξš‡ξš†ξš”ξš‘ξ˜ƒξ˜„ξš…ξšƒξš…ξš‹ξš‘ξ˜ƒ
ξ˜–ξšƒξšξš†ξš‘ξš˜ξšƒξšŽξ˜ƒξš‡ξš•ξš’ξš‡ξš…ξš‹ξ§ξš‹ξš…ξšƒξš„ξšƒξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš‡ξššξš’ξš”ξš‘ξš’ξš‹ξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‡ξšˆξš‡ξš…ξš–ξš‹ξš˜ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯ΉξŸ€ξ₯Ίξ₯·ξ₯·ξ˜ƒξšŠξšƒξš•ξŸ€ξŸ‘ξ˜ƒξšŽξš‘ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒ
ξš•ξš—ξš’ξš‘ξšξ›€ξšƒξ˜ƒξš—ξšξ˜ƒξš‹ξšξš…ξš”ξš‡ξšξš‡ξšξš–ξš‘ξ˜ƒξš•ξš‹ξš‰ξšξš‹ξ§ξš‹ξš…ξšƒξš–ξš‹ξš˜ξš‘ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξ˜ƒξš”ξš‡ξš•ξš’ξš‡ξš…ξš–ξš‘ξ˜ƒξšƒξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš•ξš—ξš’ξš‡ξš”ξ§ξš‹ξš…ξš‹ξš‡ξ˜ƒξš–ξš‘-
tal que habΓ­a declarado en el registro de la propiedad de La Roda en
1933. Las causas del descuadre pueden obedecer a la ocultaciΓ³n del
patrimonio rΓΊstico que poseΓ­a o a su incremento entre 1933-1936.
ξ˜†ξš‘ξšξš…ξš”ξš‡ξš–ξšƒξšξš‡ξšξš–ξš‡ξŸ‘ξ˜ƒ ξš‡ξš•ξš–ξšƒξš„ξšƒξšξ˜ƒ ξš”ξš‡ξš’ξšƒξš”ξš–ξš‹ξš†ξšƒξš•ξ˜ƒ ξš‡ξšξš–ξš”ξš‡ξ˜ƒ ξšŽξšƒξš•ξ˜ƒ ξ§ξš‹ξšξš…ξšƒξš•ξ˜ƒ ξš†ξš‡ξ˜ƒ ξ˜ξšƒξš•ξ˜ƒξ˜…ξš‡ξšƒξš–ξšƒξš•ξ˜ƒ
(5.740), ξ˜†ξšƒξš•ξšƒξ˜ƒ ξ˜‘ξš—ξš‡ξš˜ξšƒξ˜ƒ (650), ξ˜„ξš”ξš‰ξš—ξšξšƒξšξš‡ξšœξ˜ƒ (876) y ξ˜†ξšŽξšƒξš˜ξš‡ξšŽξšŽξš‹ξšξšƒξš•ξ˜ƒ (589).
Otras propuestas de expropiaciΓ³n fueron las de Francisco JimΓ©nez
ξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜†ξ›—ξš”ξš†ξš‘ξš„ξšƒξŸ‘ξ˜ƒξ₯΅ξŸ€ξ₯»ξ₯Ήξ₯Έξ˜ƒξšŠξšƒξš•ξŸ€ξ˜ƒξŸ¦ξš†ξš‹ξš•ξš–ξš”ξš‹ξš„ξš—ξš‹ξš†ξšƒξš•ξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξš…ξš‹ξšξš…ξš‘ξ˜ƒξ§ξš‹ξšξš…ξšƒξš•ξŸ£ξ˜ƒξ˜ξšƒξ˜ƒξ˜™ξš‹ξ›“ξšƒξ˜ƒ(1.506),
ξ˜ξš‘ξš•ξ˜ƒξ˜ξš‘ξšξš–ξš‘ξš›ξšƒξš•ξ˜ƒ(852), ξ˜Šξš—ξš‹ξšŒξšƒξ˜ƒ(649), ξ˜“ξš‹ξš“ξš—ξš‡ξš”ξšƒξš•ξ˜ƒ(452) y ξ˜†ξš—ξšƒξš”ξš–ξ›—ξšξ˜ƒ(517)-; y
ξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜ξš‹ξš‰ξš—ξš‡ξšŽξ˜ƒξ˜ξš‹ξšξš±ξšξš‡ξšœξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜†ξ›—ξš”ξš†ξš‘ξš„ξšƒξŸ‘ξ˜ƒξ₯·ξŸ€ξ₯Ίξ₯·ξ₯Έξ˜ƒξšŠξšƒξš•ξŸ€ξ˜ƒξŸ¦ξš”ξš‡ξš’ξšƒξš”ξš–ξš‹ξš†ξšƒξš•ξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξš•ξš‡ξš‹ξš•ξ˜ƒξ§ξš‹ξšξš…ξšƒξš•ξŸ£ξ˜ƒ
ξ˜ˆξšŽξ˜ƒξ˜Ÿξš”ξš„ξš‘ξšŽξ˜ƒ(359), ξ˜†ξšƒξš•ξšƒξ˜ƒξ˜™ξš‹ξš‡ξšŒξšƒξ˜ƒ(1.211), ξ˜ξšƒξš”ξšƒξš˜ξšƒξ˜ƒ(597), ξ˜ξšƒξ˜ƒξ˜…ξš‡ξš”ξš”ξš—ξš‰ξšƒξ˜ƒ(878),
ξ˜ξšƒξš•ξ˜ƒξ˜’ξšŽξš‹ξš˜ξšƒξš•ξ˜ƒ(1.258), ξ˜†ξš‘ξšŽξšξš‡ξšξšƒξš”ξ˜ƒ(1.553). En total, eran 25.032 has. don-
de se pretendΓ­a asentar unas 800 familias. Cada una recibirΓ­a 25 has.
de tierras de secano para cereal y 2 has. para viΓ±edo. Todo ello Β«sin
ξš’ξš‡ξš”ξšŒξš—ξš‹ξš…ξš‹ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš—ξšξ˜ƒξš‡ξš•ξš–ξš—ξš†ξš‹ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξš–ξšƒξšŽξšŽξšƒξš†ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšƒξš’ξšŽξš‹ξš…ξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš•ξš‘ξš„ξš”ξš‡ξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξš–ξš±ξš”ξšξš‹ξšξš‘ξ˜ƒ
ξšξš—ξšξš‹ξš…ξš‹ξš’ξšƒξšŽξ˜ƒξšƒξš…ξš‘ξšξš•ξš‡ξšŒξšƒξš•ξš‡ξ˜ƒξš‹ξšξš…ξš‘ξš”ξš’ξš‘ξš”ξšƒξš”ξ˜ƒξš‘ξš–ξš”ξšƒξš•ξ˜ƒξ§”ξš‹ξšξš…ξšƒξš•ξŸ½ξŸ€ Para las parcelas de
secano se aconsejaba la siguiente distribuciΓ³n por hectΓ‘rea asigna-
da: barbecho, 0,364; trigo, 0,350; cebada, 0,150; leguminosas -ha-
bas, algarrobas y yeros-, 0,026; otras leguminosas -guijas, lentejas o
guisantes-, 0,026; y avena sobre rastrojo, 0,061. Por otra parte, para
este ambicioso y radical proyecto se esbozΓ³ un presupuesto de gas-
tos y fondos requeridos del IRA para sufragar los del primer aΓ±o de
implantaciΓ³n (Tabla 4), advirtiendo que solamente se consignaba la
mitad del valor de las yuntas y del mobiliario mecΓ‘nico suponiendo
ξ˜„ξ˜ξŸ¦ξ˜…ξ˜„ξ˜–ξ˜Œξ˜—ξ˜ƒξ₯Έξ₯» β€’ PÁGS. 1-58 β€’ INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES Β«DON JUAN MANUELΒ» β€’ ALBACETE
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RubΓ©n HernΓ‘ndez Yunta
VILLARROBLEDO DURANTE LA PRIMAVERA DEL FRENTE POPULAR: UNA APROXIMACIÓN A TRAVÉS DE LAS ACTAS DE...
que el resto lo aportarΓ­an los asentados. En general se intuye que
era un proyecto catalogable de colosal pero inviable puesto que el
presupuesto anual del IRA rondaba los 50 millones y el de Villarro-
bledo suponΓ­a el 8 % (casi 4 millones, mΓ‘s posibles indemnizacio-
nes), lo que explicarΓ­a en parte que la Reforma Agraria en la provin-
cia de Albacete resultara tan lenta. Las cifras de asentamientos son
ligeramente dispares segΓΊn autores. Aun teniendo la posibilidad
de contraer prΓ©stamos con otras instituciones o entidades ajenas
al Ministerio de Agricultura, solo se asentaron entre 2.140-2.648
campesinos en 4.500-4.768 has (SepΓΊlveda, 2003, 230-231; Roble-
do, 2022, 546), cifras superiores a las apuntadas inicialmente por
Malefakis (1976, 433).
ξ˜—ξšƒξš„ξšŽξšƒξ˜ƒξ₯ΆξŸ€ξ˜ƒξ˜Œξšξš˜ξš‡ξš”ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξšξš‡ξš…ξš‡ξš•ξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš’ξšƒξš”ξšƒξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš”ξš‡ξšˆξš‘ξš”ξšξšƒξ˜ƒξšƒξš‰ξš”ξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξ˜™ξš‹ξšŽξšŽξšƒξš”ξš”ξš‘ξš„ξšŽξš‡ξš†ξš‘ξ˜ƒξ ‹ξš’ξš–ξš•ξŸ€ξ Œ
ξ˜Œξšξš˜ξš‡ξš”ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒ ξ˜ξš‘ξšξš–ξšƒξšξš–ξš‡ξ˜ƒ ξ˜Œξšξš˜ξš‡ξš”ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒ ξ˜ξš‘ξšξš–ξšƒξšξš–ξš‡
AdquisiciΓ³n de ganado de
labor 696.000,0 ConservaciΓ³n del
ganado de labor 115.611,3
AdquisiciΓ³n material
agrΓ­cola 425.484,0 ConservaciΓ³n
material mecΓ‘nico 56.876,4
AdquisiciΓ³n de semillas 220.108,1 Seguro del ganado de
labor 27.216,0
AdquisiciΓ³n de abonos 388.369,2 Seguro del material
mecΓ‘nico 92.381,3
AdquisiciΓ³n de barbados 30.240,0 Insecticidas 30.870,0
Sostenimiento de los
asentados 937.332,3 Imprevistos (1%) 37.613,8
Sostenimiento ganado de
labor 684.195,1 ξ˜Œξšξš˜ξš‡ξš”ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš–ξš‘ξš–ξšƒξšŽξ˜ƒξš’ξšƒξš”ξšƒξ˜ƒ
ξš…ξš‘ξšξš•ξš‹ξš‰ξšξšƒξš” ξ₯΅ξŸ€ξ₯Ήξ₯»ξ₯ΊξŸ€ξ₯»ξ₯»ξ₯ΉξŸ‘ξ₯·ξ˜ƒ
Fuente: elaboraciΓ³n propia con datos extraΓ­dos del ACMAPA, IRA, caja 2/1 (Albacete, 14/4/1936),
ξ˜Œξšξšˆξš‘ξš”ξšξš‡ξ˜ƒ ξš•ξš‘ξš„ξš”ξš‡ξ˜ƒ ξš†ξš‡ξš…ξšŽξšƒξš”ξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒ ξš†ξš‡ξ˜ƒ ξš—ξš–ξš‹ξšŽξš‹ξš†ξšƒξš†ξ˜ƒ ξš•ξš‘ξš…ξš‹ξšƒξšŽξ˜ƒ ξš†ξš‡ξ˜ƒ ξšŽξšƒξš•ξ˜ƒ ξ§ξš‹ξšξš…ξšƒξš•ξ˜ƒ ξš•ξš‹ξš–ξš—ξšƒξš†ξšƒξš•ξ˜ƒ ξš‡ξšξ˜ƒ ξš‡ξšŽξ˜ƒ ξš–ξš±ξš”ξšξš‹ξšξš‘ξ˜ƒ ξšξš—ξšξš‹ξš…ξš‹ξš’ξšƒξšŽξ˜ƒ ξš†ξš‡ξ˜ƒ
Villarrobledo [signatura provisional].
ξ˜ˆξš•ξš–ξšƒξš•ξ˜ƒξš…ξš‹ξšˆξš”ξšƒξš•ξ˜ƒξš–ξšƒξšξ˜ƒξš„ξšƒξšŒξšƒξš•ξ˜ƒξš”ξš‡ξ§ξšŽξš‡ξšŒξšƒξšξ˜ƒξš—ξšξšƒξ˜ƒξš†ξš‹ξšξšžξšξš‹ξš…ξšƒξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš’ξš”ξš‡ξšξš•ξš‹ξš„ξšŽξš‡ξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒ
provincias como Ciudad Real o Albacete en tanto que se asentΓ³ a un
segmento campesino compuesto fundamentalmente por yunteros
ξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš†ξš‹ξš•ξš’ξš‘ξšξ›€ξšƒξšξ˜ƒξš—ξšξ˜ƒξšξ›€ξšξš‹ξšξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš…ξšƒξš’ξš‹ξš–ξšƒξšŽξ˜ƒξ§ξš‹ξšŒξš‘ξŸ€ξ˜ƒξ˜–ξš—ξ˜ƒξšƒξš…ξš…ξš‡ξš•ξš‘ξ˜ƒξšƒξ˜ƒξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξš’ξšƒξš”ξš…ξš‡ξšŽξšƒξš•ξ˜ƒ
expropiadas representaba no una mera forma de subsistencia eco-
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nΓ³mica sino un complemento de rentas ajustado a unas pautas de
reforma Β«barataΒ»87ξ˜ƒξ ‹ξ˜•ξš‘ξš„ξšŽξš‡ξš†ξš‘ξ˜ƒξ₯΄ξ₯²ξ₯΄ξ₯΄ξŸ‘ξ˜ƒξ₯·ξ₯Άξ₯·ξ ŒξŸ€ξ˜ƒξ˜ˆξšŽξšŽξš‘ξ˜ƒξšξš‘ξ˜ƒξš•ξš‹ξš‰ξšξš‹ξ§ξš‹ξš…ξšƒξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒ
grandes propietarios, como los JimΓ©nez de CΓ³rdoba o los Acacio, no
ξš‡ξšŒξš‡ξš”ξš…ξš‹ξš‡ξš•ξš‡ξšξ˜ƒξš•ξš—ξ˜ƒξš‹ξšξ§ξšŽξš—ξš‡ξšξš…ξš‹ξšƒξ˜ƒξš’ξšƒξš”ξšƒξ˜ƒξš”ξš‡ξš–ξš”ξšƒξš•ξšƒξš”ξ˜ƒξš‘ξ˜ƒξš‹ξšξš’ξš‡ξš†ξš‹ξš”ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš‡ξšŒξš‡ξš…ξš—ξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξš•ξ˜ƒ
medidas que implicaba la reforma agraria en la provincia. Desafor-
tunadamente, en los fondos del ACMAPA solo hemos hallado una
alegaciΓ³n dirigida a la Junta Provincial del IRA solicitando la exclu-
ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšƒξšŽξš‰ξš—ξšξšƒξš•ξ˜ƒξ§ξš‹ξšξš…ξšƒξš•ξ˜ƒξšƒξšˆξš‡ξš…ξš–ξšƒξš†ξšƒξš•ξ˜ƒξš’ξš‘ξš”ξ˜ƒξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξšξš‡ξš†ξš‹ξš†ξšƒξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξšƒξš”ξš–ξ›€ξš…ξš—ξšŽξš‘ξ˜ƒξ₯³ξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒ
Decreto de 20 de marzo de 1936.
La inviabilidad del proyecto se tradujo en una realidad mo-
lesta que asumir, lo que llevΓ³ a reemplazar el plan inicial por otro
ξšξšžξš•ξ˜ƒξšξš‘ξš†ξš‡ξš”ξšƒξš†ξš‘ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξš”ξš‡ξšƒξšŽξš‹ξš•ξš–ξšƒξ˜ƒξ§ξš‹ξšξšƒξšξš…ξš‹ξš‡ξš”ξšƒξšξš‡ξšξš–ξš‡ξŸ€ξ˜ƒξ˜ξšƒξ˜ƒξ˜ξš—ξšξš–ξšƒξ˜ƒξ˜“ξš”ξš‘ξš˜ξš‹ξšξš…ξš‹ξšƒξšŽξ˜ƒξš’ξš”ξš‘-
puso dos soluciones: una urgente, asentamientos inmediatos, aun-
que temporales, en virtud del Decreto de 14 de marzo de 193688, y
ξš‘ξš–ξš”ξšƒξ˜ƒξšƒξ˜ƒξšξšžξš•ξ˜ƒξšŽξšƒξš”ξš‰ξš‘ξ˜ƒξš’ξšŽξšƒξšœξš‘ξŸ‘ξ˜ƒξš‡ξššξš’ξš”ξš‘ξš’ξš‹ξšƒξš”ξ˜ƒξ§ξš‹ξšξš…ξšƒξš•ξ˜ƒξšƒξšŽξš‡ξš‰ξšƒξšξš†ξš‘ξ˜ƒξš”ξšƒξšœξš‘ξšξš‡ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξŸΌξš—ξš–ξš‹-
lidad socialΒ» como recogΓ­a el Decreto de 20 de marzo de 1936. La
primera propuesta permitiΓ³, a mediados de abril, el asentamiento
de 213 campesinos en paro forzoso y ocupar 1.336 has. repartidas
ξš‡ξšξ˜ƒξ₯΄ξ₯²ξ˜ƒξ§ξš‹ξšξš…ξšƒξš•ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš’ξš‡ξš”ξš–ξš‡ξšξš‡ξš…ξ›€ξšƒξšξ˜ƒξšƒξ˜ƒξ₯³ξ₯΅ξ˜ƒξš’ξš”ξš‘ξš’ξš‹ξš‡ξš–ξšƒξš”ξš‹ξš‘ξš•ξ˜ƒξ ‹ξ˜—ξšƒξš„ξšŽξšƒξ˜ƒξ₯·ξ ŒξŸ€
ξ₯Ίξ₯Ήξ¬˜ El presupuesto del IRA para 1936 ascendΓ­a a unos 101 millones de pesetas, con gastos
estimados de 86,1 millones (superΓ‘vit de 14,8 millones). La instituciΓ³n advertΓ­a que asentar
ξš›ξš—ξšξš–ξš‡ξš”ξš‘ξš•ξ˜ƒξŸ¦ξš•ξš‘ξšŽξ›€ξšƒξšξ˜ƒξš†ξš‹ξš•ξš’ξš‘ξšξš‡ξš”ξ˜ƒξš…ξš‹ξš‡ξš”ξš–ξš‘ξ˜ƒξš…ξšƒξš’ξš‹ξš–ξšƒξšŽξ˜ƒξ§ξš‹ξšŒξš‘ξŸ£ξ˜ƒξš‡ξšξš•ξš‡ξš”ξš‡ξš•ξŸ‘ξ˜ƒξšƒξš’ξš‡ξš”ξš‘ξš•ξ˜ƒξšƒξš‰ξš”ξ›€ξš…ξš‘ξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξš‡ξŸ‘ξ˜ƒξš‹ξšξš…ξšŽξš—ξš•ξš‘ξŸ‘ξ˜ƒξšƒξšξš‹ξšξšƒξšŽξš‡ξš•ξ˜ƒ
ξš†ξš‡ξ˜ƒ ξš–ξš‹ξš”ξš‘ξŸ¦ξŸ‘ξ˜ƒ ξš‡ξš”ξšƒξ˜ƒ ξšξš‡ξšξš‘ξš•ξ˜ƒ ξš…ξš‘ξš•ξš–ξš‘ξš•ξš‘ξ˜ƒ ξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒ ξšƒξš•ξš‡ξšξš–ξšƒξš”ξ˜ƒ ξš„ξš”ξšƒξš…ξš‡ξš”ξš‘ξš•ξŸ‘ξ˜ƒ ξš•ξš‹ξšξ˜ƒ ξš’ξš”ξšžξš…ξš–ξš‹ξš…ξšƒξšξš‡ξšξš–ξš‡ξ˜ƒ ξš…ξšƒξš’ξš‹ξš–ξšƒξšŽξ˜ƒ ξ§ξš‹ξšŒξš‘ξŸ€ξ˜ƒ ξ˜ˆξš•ξš–ξš‘ξš•ξ˜ƒ
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esta con coste de 5.000 pesetas por campesino asentado. A modo de ejemplo, para 20.000
ξš…ξšƒξšξš’ξš‡ξš•ξš‹ξšξš‘ξš•ξ˜ƒξš•ξš‹ξšξ˜ƒξš–ξš‹ξš‡ξš”ξš”ξšƒξ˜ƒξš’ξš”ξš‡ξš…ξš‹ξš•ξšƒξš„ξšƒξ˜ƒξš—ξšξš‘ξš•ξ˜ƒξ₯³ξ₯²ξ₯²ξ˜ƒξšξš‹ξšŽξšŽξš‘ξšξš‡ξš•ξŸ‘ξ˜ƒξš…ξš‹ξšˆξš”ξšƒξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš†ξš‹ξ§ξš‹ξš…ξš—ξšŽξš–ξšƒξš„ξšƒξ˜ƒξš‡ξšξš‘ξš”ξšξš‡ξšξš‡ξšξš–ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒ
reforma. Vid. ξ˜…ξš‘ξšŽξš‡ξš–ξ›€ξšξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξ˜Œξšξš•ξš–ξš‹ξš–ξš—ξš–ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜•ξš‡ξšˆξš‘ξš”ξšξšƒξ˜ƒξ˜„ξš‰ξš”ξšƒξš”ξš‹ξšƒξŸ‘ξ˜ƒmarzo de 1936 (45), 193-223.
ξ₯Ίξ₯Ίξ¬˜ ξ˜Šξšƒξš…ξš‡ξš–ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜ξšƒξš†ξš”ξš‹ξš†ξ˜ƒde 17 de marzo de 1936 (77), 2.134-2.135 y ξ˜Šξšƒξš…ξš‡ξš–ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜ξšƒξš†ξš”ξš‹ξš†ξ˜ƒde 5 de
marzo de 1936 (65) 1.840-1.850.
ξ˜„ξ˜ξŸ¦ξ˜…ξ˜„ξ˜–ξ˜Œξ˜—ξ˜ƒξ₯Έξ₯» β€’ PÁGS. 1-58 β€’ INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES Β«DON JUAN MANUELΒ» β€’ ALBACETE
PΓ‘gina 45
RubΓ©n HernΓ‘ndez Yunta
VILLARROBLEDO DURANTE LA PRIMAVERA DEL FRENTE POPULAR: UNA APROXIMACIÓN A TRAVÉS DE LAS ACTAS DE...
ξ˜—ξšƒξš„ξšŽξšƒξ˜ƒξ₯·ξŸ€ξ˜ƒξ˜‰ξš‹ξšξš…ξšƒξš•ξ˜ƒξšƒξšˆξš‡ξš…ξš–ξšƒξš†ξšƒξš•ξ˜ƒξš’ξš‘ξš”ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš”ξš‡ξšˆξš‘ξš”ξšξšƒξ˜ƒξšƒξš‰ξš”ξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξ˜™ξš‹ξšŽξšŽξšƒξš”ξš”ξš‘ξš„ξšŽξš‡ξš†ξš‘
ξ˜‰ξš‹ξšξš…ξšƒξš• ξ˜“ξš”ξš‘ξš’ξš‹ξš‡ξš–ξšƒξš”ξš‹ξš‘ ξ˜–ξš—ξš’ξš‡ξš”ξ§ξš‹ξš…ξš‹ξš‡ξ˜ƒ
ξ˜—ξš‘ξš–ξšƒξšŽξ˜ƒξ ‹ξ˜‹ξšƒξš•ξ Œ
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ξ ‹ξ˜‘ξ›―ξšξŸ€ξ Œ
ξ ‹ξ˜‹ξšƒξš•ξ Œ ξ˜‰ξšƒξšξš‡ξš‰ξšƒξš•
Β«Las BeatasΒ» Pedro Acacio Sandoval 5.740 126,1 180 20
Β«ArgumanezΒ» Pedro Acacio Sandoval 876 84,1 120 13
Β«Los
MontoyasΒ»
Francisco JimΓ©nez de
CΓ³rdoba 852 156,2 223 25
Β«PiquerasΒ» Francisco JimΓ©nez de
CΓ³rdoba 452 87,6 125 14
«El Árbol» Miguel Jiménez de
CΓ³rdoba 359 70,1 100 11
Β«Casa-ViejaΒ» Miguel JimΓ©nez de
CΓ³rdoba 1.211 140,1 200 22
Β«ColmenarΒ» Miguel JimΓ©nez de
CΓ³rdoba 1.553 70,1 100 11
Β«El PicarazoΒ» Baldomero FernΓ‘ndez
Nieto 483 70,1 100 11
Β«Esteban
LΓ³pezΒ»
Baldomero FernΓ‘ndez
Nieto 641 56,0 80 9
Β«BuenavistaΒ»
/Β«NevadasΒ» Matilde Acacio 1.492 98,1 140 16
Β«MaricanaΒ»,
Β«BermejoΒ»,
Mucho - TrigoΒ»
y Β«La UrdinaΒ»
JosΓ© MartΓ­nez Acacio 1.166 140,1 200 22
Β«PesadillaΒ» Milagros Acacio 793 42,0 60 6
Β«Casa ParraΒ» Rosario GonzΓ‘lez 1.229 49,0 70 8
Β«JareΓ±oΒ» Herederos de JosΓ©
Sandoval 562 35,03 50 6
Β«MalaganaΒ» Juan Solana 496 35,03 50 6
Β«La NievaΒ» Luis y Concha Lodares 387 35,03 50 6
Β«Las TercerasΒ» Leopoldo Sandoval 467 42,03 60 7
ξ˜—ξš‘ξš–ξšƒξšŽ ξ₯³ξ₯ΊξŸ€ξ₯Ήξ₯·ξ₯» ξ₯³ξŸ€ξ₯΅ξ₯΅ξ₯ΈξŸ‘ξ˜ƒξ₯Ήξ₯² ξ₯³ξŸ€ξ₯»ξ₯²ξ₯Ί ξ₯΄ξ₯³ξ₯΅
Fuente: ElaboraciΓ³n propia con datos del ACMAPA, IRA, caja 2/1 (Albacete, 14/4/1936), Informe
sobre aplicaciΓ³n del Decreto de 14 de marzo de 1936 en el tΓ©rmino municipal de Villarrobledo
[signatura provisional].
PΓ‘gina 46
ξ˜ξšƒξš•ξ˜ƒξš•ξš—ξš’ξš‡ξš”ξ§ξš‹ξš…ξš‹ξš‡ξš•ξ˜ƒξš’ξš”ξš‘ξš’ξš—ξš‡ξš•ξš–ξšƒξš•ξ˜ƒξš’ξšƒξš”ξšƒξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš›ξš—ξšξš–ξš‡ξš”ξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξš•ξšƒξš”ξš”ξš‘ξšŽξšŽξšƒ-
ran sus actividades agrarias eran, sobre todo, eriales89. Se procurΓ³
ξš…ξš‘ξšξš…ξš‡ξšξš–ξš”ξšƒξš”ξ˜ƒ ξšƒξ˜ƒ ξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒ ξš›ξš—ξšξš–ξš‡ξš”ξš‘ξš•ξ˜ƒ ξš‡ξšξ˜ƒ ξš‡ξšŽξ˜ƒ ξšξš‡ξšξš‘ξš”ξ˜ƒ ξšξ›―ξšξš‡ξš”ξš‘ξ˜ƒ ξš’ξš‘ξš•ξš‹ξš„ξšŽξš‡ξ˜ƒ ξš†ξš‡ξ˜ƒ ξ§ξš‹ξšξš…ξšƒξš•ξ˜ƒ
para no perjudicar la explotaciΓ³n racional y realista de los nuevos
ξšƒξš•ξš‡ξšξš–ξšƒξšξš‹ξš‡ξšξš–ξš‘ξš•ξ˜ƒξšξš‹ξ˜ƒξšƒξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš‰ξšƒξšξšƒξš†ξš‡ξš”ξ›€ξšƒξŸ€ξ˜ƒξ˜–ξš‡ξ˜ƒξ§ξš‹ξšŒξ›—ξ˜ƒξš—ξšξšƒξ˜ƒξš•ξš—ξš’ξš‡ξš”ξ§ξš‹ξš…ξš‹ξš‡ξ˜ƒξšξšžξššξš‹ξšξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯»ξ˜ƒ
fanegas por yuntero (6,3 has.). En virtud del Decreto de 14 de marzo
ξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯³ξ₯»ξ₯΅ξ₯ΈξŸ‘ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš’ξš”ξš‘ξš’ξš‹ξš‡ξš–ξšƒξš”ξš‹ξš‘ξš•ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξš—ξš•ξš—ξšƒξš”ξš‹ξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξ§ξš‹ξšξš…ξšƒξš•ξ˜ƒξšƒξšˆξš‡ξš…ξš–ξšƒξš†ξšƒξš•ξ˜ƒξš‡ξš•ξš–ξšƒξš„ξšƒξšξ˜ƒ
obligados a permitir que los yunteros utilizasen proporcionalmente
ξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξšƒξšŽξš„ξš‡ξš”ξš‰ξš—ξš‡ξš•ξ˜ƒξš’ξšƒξš”ξšƒξ˜ƒξš’ξš‡ξš”ξš•ξš‘ξšξšƒξš•ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξšƒξšξš‹ξšξšƒξšŽξš‡ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξ§ξš‹ξšξš…ξšƒξ˜ƒξš…ξš—ξšƒξšξš†ξš‘ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš†ξš‹ξš•ξš–ξšƒξš-
cia de la parcela a los domicilios de los yunteros superase los 2 km.
Por su parte, los yunteros debΓ­an comprometerse a respetar tierras
ξš›ξ˜ƒξš’ξšƒξš•ξš–ξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξ§ξš‹ξšξš…ξšƒξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš•ξš‡ξš‰ξš—ξ›€ξšƒξšξ˜ƒξš’ξš‡ξš”ξš–ξš‡ξšξš‡ξš…ξš‹ξš‡ξšξš†ξš‘ξ˜ƒξšƒξšŽξ˜ƒξš’ξš”ξš‘ξš’ξš‹ξš‡ξš–ξšƒξš”ξš‹ξš‘90. Era
una ocupaciΓ³n temporal que, de no aplicarse el Decreto de 20 de
marzo de 1936 que permitΓ­a la expropiaciΓ³n por razones de Β«utili-
dad socialΒ», podΓ­a durar hasta nueve aΓ±os. Asimismo, el IRA debΓ­a
abonar un canon anual a los propietarios del 4 % del valor de las
tierras ocupadas91.
Los afectados por la expropiaciΓ³n, acogiΓ©ndose al artΓ­culo 5
de la Ley de Reforma Agraria de 9 de noviembre de 1935, podΓ­an re-
currir al Tribunal Supremo solicitando la paralizaciΓ³n de la reforma
ξšƒξš‰ξš”ξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξš•ξš—ξš•ξ˜ƒξ§ξš‹ξšξš…ξšƒξš•ξŸ€ξ˜ƒξ˜–ξš—ξš•ξ˜ƒξšƒξšŽξš‡ξš‰ξšƒξš…ξš‹ξš‘ξšξš‡ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξš„ξ›€ξšƒξšξ˜ƒξšˆξš—ξšξš†ξšƒξšξš‡ξšξš–ξšƒξš”ξš•ξš‡ξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒΒ«in-
ξš†ξš‡ξšˆξš‡ξšξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš’ξš‘ξš”ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξš„ξš”ξšƒξšξš–ξšƒξšξš‹ξš‡ξšξš–ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšˆξš‘ξš”ξšξšƒξŸ‘ξ˜ƒξš‹ξšξšŒξš—ξš•ξš–ξš‹ξš…ξš‹ξšƒξ˜ƒξšξš‘ξš–ξš‘ξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš’ξš‘ξš”ξ˜ƒξšŽξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒ
ξš‡ξšξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš˜ξšƒξšŽξš‘ξš”ξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξ§”ξš‹ξšξš…ξšƒξ˜ƒξš‘ξ˜ƒξš‹ξšξšˆξš”ξšƒξš…ξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξš‡ξš›ξ˜ƒξš’ξš‘ξš”ξ˜ƒξšξš‘ξ˜ƒξš‡ξš•ξš–ξšƒξš”ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξ§”ξš‹ξšξš…ξšƒξ˜ƒ
ξšƒξšˆξš‡ξš…ξš–ξšƒξš†ξšƒξ˜ƒξš’ξš‘ξš”ξ˜ƒξš±ξš•ξš–ξšƒξŸ½ξŸ€ξ˜ƒξ˜‡ξš‡ξš•ξš†ξš‡ξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξšξš‘ξšξš‡ξšξš–ξš‘ξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš•ξš‡ξ˜ƒξšξš‘ξš–ξš‹ξ§ξš‹ξš…ξšƒξš„ξšƒξ˜ƒξšƒξšŽξ˜ƒξš’ξš”ξš‘-
pietario la aplicaciΓ³n de la reforma agraria, este disponΓ­a de 30 dΓ­as
para plantear recurso. Aunque hubo alegaciones, estas no fueron di-
rigidas al Tribunal Supremo sino al IRA. De ellas solo hemos podido
ξ₯Ίξ₯»ξ¬˜ En este sentido, se aplicΓ³ tambiΓ©n el apartado 6ΒΊ del artΓ­culo 10 de la Ley de Reforma
ξ˜„ξš‰ξš”ξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒ ξš†ξš‡ξ˜ƒ ξ₯»ξ˜ƒ ξš†ξš‡ξ˜ƒ ξšξš‘ξš˜ξš‹ξš‡ξšξš„ξš”ξš‡ξ˜ƒ ξš†ξš‡ξ˜ƒ ξ₯³ξ₯»ξ₯΅ξ₯·ξ˜ƒ ξš†ξš‘ξšξš†ξš‡ξ˜ƒ ξš•ξš‡ξ˜ƒ ξš‡ξš•ξš’ξš‡ξš…ξš‹ξ§ξš‹ξš…ξšƒξš„ξšƒξ˜ƒ ξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒ ξŸΌξš•ξš‡ξš”ξšžξšξ˜ƒ ξš•ξš—ξš•ξš…ξš‡ξš’ξš–ξš‹ξš„ξšŽξš‡ξš•ξ˜ƒ ξš†ξš‡ξ˜ƒ
ξšƒξš’ξšŽξš‹ξš…ξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒ ξš†ξš‡ξ˜ƒ ξšŽξšƒξ˜ƒ ξ˜•ξš‡ξšˆξš‘ξš”ξšξšƒξ˜ƒ ξ˜„ξš‰ξš”ξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒ ξšŽξšƒξš•ξ˜ƒ ξš–ξš‹ξš‡ξš”ξš”ξšƒξš•ξ˜ƒ ξš‹ξšξš…ξš—ξšŽξš–ξšƒξš•ξ˜ƒ ξš‘ξ˜ƒ ξšξšƒξšξš‹ξ§ξš‹ξš‡ξš•ξš–ξšƒξšξš‡ξšξš–ξš‡ξ˜ƒ ξšξšƒξšŽξ˜ƒ ξš…ξš—ξšŽξš–ξš‹ξš˜ξšƒξš†ξšƒξš•ξ˜ƒ
en toda aquella porciΓ³n que, por su fertilidad y favorable situaciΓ³n, permita un cultivo
permanente, con rendimiento econΓ³mico superior al actual, cuando se acrediten tales
circunstancias por dictamen tΓ©cnico reglamentario, previo informe de las asociaciones
ξšƒξš‰ξš”ξ›€ξš…ξš‘ξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξšƒξš›ξš—ξšξš–ξšƒξšξš‹ξš‡ξšξš–ξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξš–ξš±ξš”ξšξš‹ξšξš‘ξ˜ƒξš†ξš‘ξšξš†ξš‡ξ˜ƒξš”ξšƒξš†ξš‹ξš“ξš—ξš‡ξšξ˜ƒξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξ§ξš‹ξšξš…ξšƒξš•ξŸ½ξŸ€ξ˜ƒξ˜™ξš±ξšƒξš•ξš‡ξ˜ƒξ˜Šξšƒξš…ξš‡ξš–ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒ
ξ˜ξšƒξš†ξš”ξš‹ξš†ξ˜ƒde 19 de noviembre de 1935 (323), 1380.
ξ₯»ξ₯²ξ¬˜ VΓ©ase artΓ­culos 7 y 8 del Decreto de 14 de marzo de 1936 en ξ˜Šξšƒξš…ξš‡ξš–ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜ξšƒξš†ξš”ξš‹ξš†ξ˜ƒde 17 de
marzo de 1936 (77), 2134.
ξ₯»ξ₯³ξ¬˜ VΓ©ase artΓ­culo 27 de la Ley de Reforma Agraria de 9 de noviembre de 1935 en ξ˜Šξšƒξš…ξš‡ξš–ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒ
ξ˜ξšƒξš†ξš”ξš‹ξš†ξ˜ƒde 19 de noviembre de 1935 (323), 1382.
ξ˜„ξ˜ξŸ¦ξ˜…ξ˜„ξ˜–ξ˜Œξ˜—ξ˜ƒξ₯Έξ₯» β€’ PÁGS. 1-58 β€’ INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES Β«DON JUAN MANUELΒ» β€’ ALBACETE
PΓ‘gina 47
RubΓ©n HernΓ‘ndez Yunta
VILLARROBLEDO DURANTE LA PRIMAVERA DEL FRENTE POPULAR: UNA APROXIMACIÓN A TRAVÉS DE LAS ACTAS DE...
recuperar el informe presentado con fecha de 29 de abril de 1936
por el abogado y propietario JosΓ© MartΓ­nez Acacio que, en sΓ­ntesis,
ξš”ξš‡ξš…ξšŽξšƒξšξšƒξš„ξšƒξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš•ξš—ξš•ξ˜ƒξ§ξš‹ξšξš…ξšƒξš•ξ˜ƒξ˜…ξš‡ξš”ξšξš‡ξšŒξš‘ξŸ‘ ξ˜ξšƒξš”ξš‹ξš…ξšƒξšξšƒ y ξ˜ξš—ξš…ξšŠξš‘ξ˜ƒξ˜—ξš”ξš‹ξš‰ξš‘ fuesen
excluidas del proceso de expropiaciΓ³n-ocupaciΓ³n propuesto por la
Junta Provincial de Reforma Agraria. ArgΓΌΓ­a que dichas propieda-
des estaban entre las excepciones invocadas en el artΓ­culo 15 de la
ξ˜ξš‡ξš›ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜•ξš‡ξšˆξš‘ξš”ξšξšƒξ˜ƒξ˜„ξš‰ξš”ξšƒξš”ξš‹ξšƒξŸ‘ξ˜ƒξš‡ξš•ξš’ξš‡ξš…ξš‹ξšƒξšŽξšξš‡ξšξš–ξš‡ξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξš•ξš—ξš•ξ˜ƒξšƒξš’ξšƒξš”ξš–ξšƒξš†ξš‘ξš•ξ˜ƒξ˜‡ξ˜ƒξ ‹ξ§ξš‹ξšξš…ξšƒξš•ξ˜ƒ
donde los baldΓ­os, eriales y espartizales no superasen el 75 % de
su extensiΓ³n total) y, sobre todo, E (establecΓ­a, sin demasiada pre-
cisiΓ³n, que quedaban exceptuadas ξŸΌξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξ§”ξš‹ξšξš…ξšƒξš•ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš’ξš‘ξš”ξ˜ƒξš•ξš—ξ˜ƒ ξš‡ξšŒξš‡ξšξš’ξšŽξšƒξš”ξ˜ƒ
ξš‡ξššξš’ξšŽξš‘ξš–ξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‘ξ˜ƒξš–ξš”ξšƒξšξš•ξšˆξš‘ξš”ξšξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš’ξš—ξš‡ξš†ξšƒξšξ˜ƒξš•ξš‡ξš”ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš•ξš‹ξš†ξš‡ξš”ξšƒξš†ξšƒξš•ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš‘ξ˜ƒξš–ξš‹ξš’ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒ
ξš„ξš—ξš‡ξšξ˜ƒ ξš…ξš—ξšŽξš–ξš‹ξš˜ξš‘ξ˜ƒ ξš–ξš±ξš…ξšξš‹ξš…ξš‘ξ˜ƒ ξš‘ξ˜ƒ ξš‡ξš…ξš‘ξšξ›—ξšξš‹ξš…ξš‘ξŸ½), alegando que habΓ­a reinverti-
ξš†ξš‘ξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξšξš‡ξšŒξš‘ξš”ξšƒξš•ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš„ξš‡ξšξš‡ξ§ξš‹ξš…ξš‹ξš‘ξš•ξ˜ƒξš‘ξš„ξš–ξš‡ξšξš‹ξš†ξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξš•ξš†ξš‡ξ˜ƒξšŠξšƒξš…ξ›€ξšƒξ˜ƒξšƒξ›“ξš‘ξš•ξŸ‘ξ˜ƒξšξšžξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒ
500.000 ptas. Para demostrarlo, exponΓ­a la relaciΓ³n de inversiones
ξš›ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš•ξš–ξš”ξš—ξš…ξš…ξš‹ξš‘ξšξš‡ξš•ξ˜ƒξš‹ξšξš–ξš”ξš‘ξš†ξš—ξš…ξš‹ξš†ξš‘ξš•ξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξš•ξš—ξš•ξ˜ƒξ§ξš‹ξšξš…ξšƒξš•ξŸ£ξ˜ƒξš‰ξš”ξšƒξšξš‡ξš”ξš‘ξš•ξŸ‘ξ˜ƒξšŠξšƒξš„ξš‹ξš–ξšƒξš…ξš‹ξš‘ξšξš‡ξš•ξ˜ƒ
para labradores, pastores, guardas y caseros, grandes tenados o es-
tablos para el ganado, patios y porches de las dimensiones necesa-
rias y requeridas por Β«ξš—ξšξšƒξ˜ƒξš…ξšƒξš•ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξš„ξš‘ξš”ξ˜ƒξšξš‘ξš†ξš‡ξšŽξš‘ξŸ€ξ˜ƒξ˜—ξš‘ξš†ξš‘ξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš†ξš‹ξš…ξš‹ξš‘ξšξš‡ξš•ξ˜ƒ
ξš†ξš‡ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš‘ξš†ξš‹ξš†ξšƒξš†ξ˜ƒξš‡ξ˜ƒξšŠξš‹ξš‰ξš‹ξš‡ξšξš‡ξ˜ƒξš’ξšƒξš”ξšƒξ˜ƒξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξšˆξšƒξšξš‹ξšŽξš‹ξšƒξš•ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξšŠξšƒξš„ξš‹ξš–ξšƒξšξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξ§”ξš‹ξšξš…ξšƒξ˜ƒξš›ξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒ
ξšˆξš‘ξš”ξšξšƒξ˜ƒξ›―ξšξš‹ξš…ξšƒξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξš’ξšƒξ›€ξš•ξŸ½ξŸ€ξ˜ƒDestacaba, ademΓ‘s, la instalaciΓ³n deξ˜ƒξš—ξšξšƒξ˜ƒξšŽξ›€-
ξšξš‡ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš”ξš‡ξš†ξ˜ƒξš‡ξšŽξš±ξš…ξš–ξš”ξš‹ξš…ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšƒξšŽξš–ξšƒξ˜ƒξš–ξš‡ξšξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšξšžξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯·ξ₯Άξ˜ƒξšξšξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξš‘ξšξš‰ξš‹ξš–ξš—ξš†ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒ
ξšŠξšƒξš„ξ›€ξšƒξ˜ƒξš’ξš‡ξš”ξšξš‹ξš–ξš‹ξš†ξš‘ξ˜ƒξš•ξš—ξšξš‹ξšξš‹ξš•ξš–ξš”ξšƒξš”ξ˜ƒξš‡ξšŽξš‡ξš…ξš–ξš”ξš‹ξš…ξš‹ξš†ξšƒξš†ξ˜ƒξšƒξ˜ƒξš–ξš‘ξš†ξšƒξš•ξ˜ƒξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξš’ξš‡ξšξš†ξš‡ξšξš…ξš‹ξšƒξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒ
ξš•ξš—ξš•ξ˜ƒξ§”ξš‹ξšξš…ξšƒξš•ξŸ‘ξ˜ƒξšŽξš‘ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš•ξš–ξš‹ξš–ξš—ξ›€ξšƒξ˜ƒξš—ξšξšƒξ˜ƒξŸΌξš•ξšƒξš–ξš‹ξš•ξšˆξšƒξš…ξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš•ξš‹ξšξš…ξš‡ξš”ξšƒξ˜ƒξš’ξšƒξš”ξšƒξ˜ƒξš…ξš—ξšƒξšξš–ξšƒξš•ξ˜ƒ
ξšˆξšƒξšξš‹ξšŽξš‹ξšƒξš•ξ˜ƒξš˜ξš‹ξš˜ξš‡ξšξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξš‡ξš•ξšƒξš•ξ˜ƒξš…ξšƒξš•ξšƒξš•ξŸ½ξŸ€ Asimismo, apuntaba la adquisiciΓ³n de
dos trilladoras mecΓ‘nicas para las faenas de recolecciΓ³n por valor
de mΓ‘s de 50.000 pesetas, la construcciΓ³n de varios pozos para
ξš…ξš‘ξšξš„ξšƒξš–ξš‹ξš”ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš•ξš‡ξš“ξš—ξ›€ξšƒξ˜ƒξš›ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš•ξš—ξš•ξš–ξš‹ξš–ξš—ξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξš˜ξš‹ξ›“ξšƒξš•ξ˜ƒξšƒξšˆξš‡ξš…ξš–ξšƒξš†ξšƒξš•ξ˜ƒξš’ξš‘ξš”ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξ§ξš‹-
loxera por mΓ‘s de diez mil plantas madre Β«americanasΒ». Por ΓΊltimo,
consideraba que el asentamiento de los 22 yunteros asignados para
ξš‘ξš…ξš—ξš’ξšƒξš”ξ˜ƒξš’ξšƒξš”ξš–ξš‡ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš•ξš—ξš•ξ˜ƒξ§ξš‹ξšξš…ξšƒξš•ξ˜ƒξš’ξš”ξš‘ξšξš–ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξš”ξš‹ξš˜ξšƒξš”ξ›€ξšƒξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξš—ξšξšƒξ˜ƒξš—ξš•ξš—ξš”ξš’ξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξšξš—-
cho mayor de tierra ya que exigirΓ­an 50 o 60 fanegas cada uno ξŸΌξš’ξšƒξš”ξšƒξ˜ƒ
ξšŠξšƒξš…ξš‡ξš”ξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξš…ξš—ξšŽξš–ξš‹ξš˜ξš‘ξ˜ƒξš‡ξšξš–ξš”ξš‡ξ˜ƒξšŠξš‘ξšŒξšƒξš•ξŸ‘ξ˜ƒξšƒξ˜ƒξš—ξš•ξš‘ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξš…ξš‘ξš•ξš–ξš—ξšξš„ξš”ξš‡ξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξš’ξšƒξ›€ξš•ξŸ½ y, por tanto,
terminarΓ­an ocupando mΓ‘s de 1.320 fanegas, es decir, casi la totali-
ξš†ξšƒξš†ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξ§ξš‹ξšξš…ξšƒξ˜ƒξš•ξšƒξšŽξš˜ξš‘ξ˜ƒξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξš’ξšƒξš”ξš…ξš‡ξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš˜ξš‹ξ›“ξš‡ξš†ξš‘ξŸ€ξ˜ƒξ˜„ξ›“ξšƒξš†ξ›€ξšƒξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξŸΌξš‡ξš•ξš‘ξ˜ƒξšξš‘ξ˜ƒξš•ξš‡ξš”ξšžξ˜ƒ
ξšŒξš—ξš•ξš–ξš‘ξŸ‘ξ˜ƒξš†ξš‹ξš…ξšŠξš‘ξ˜ƒξš•ξš‡ξšƒξŸ‘ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξ˜ƒξš–ξš‘ξš†ξš‘ξ˜ƒξš”ξš‡ξš•ξš’ξš‡ξš–ξš‘ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξš–ξš±ξš”ξšξš‹ξšξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš†ξš‡ξšˆξš‡ξšξš•ξšƒξŸ‘ξ˜ƒξš’ξš—ξš‡ξš•ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡-
ξš†ξšƒξš”ξšžξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξš†ξš—ξš‡ξ›“ξš‘ξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξš’ξš‡ξš‘ξš”ξ˜ƒξš•ξš‹ξš–ξš—ξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš›ξš—ξšξš–ξš‡ξš”ξš‘ξš•ξŸ½ξŸ€ξ˜ƒξ˜„ξš†ξš‡ξšξšžξš•ξŸ‘ξ˜ƒξšƒξ§ξš‹ξš”ξšξšƒξš„ξšƒξ˜ƒ
que el paro forzoso alcanzarΓ­a cifras superiores a la de campesinos
y obreros que se pretendΓ­a asentar porque los yunteros asentados
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obligarΓ­an al propietario a abandonar sus labores agrΓ­colas y, sobre
todo, ganaderas donde estaban empleados gran nΓΊmero de pasto-
res y labradores92. En cualquier caso, la propuesta siguiΓ³ su curso
y se asentaron, como se ha indicado, 213 yunteros en paro forzoso.
No obstante, ante la lentitud de la aplicaciΓ³n de la Reforma Agraria
en la localidad y la moderaciΓ³n con que actuΓ³ el IRA se remitieron
mΓΊltiples peticiones y cuestiones tanto al Ministerio de Agricultura
como al de Trabajo, Sanidad y PrevisiΓ³n Social. Al primero, a cargo
del ministro Ruiz-Funes, se le solicitΓ³ reactivar la Ley de Laboreo
Forzoso y Β«la aplicaciΓ³n de la Ley de Reforma Agraria a los braceros
sin tierraΒ». Al segundo, bajo la direcciΓ³n de Enrique Ramos Ramos,
se pidiΓ³ restablecer el Jurado Mixto de Trabajo rural local93 y la Ley
de TΓ©rminos Municipales94. En esta lΓ­nea, la Casa del Pueblo Villa-
rrobledense exigiΓ³ al consistorio contratar a mΓ‘s trabajadores para
las obras de pavimentaciΓ³n utilizando mayor gama de materiales y,
en particular, un asfaltado a base de hormigΓ³n95.
Respecto al prΓ©stamo de trigo para auxiliar a los pequeΓ±os
agricultores con penurias econΓ³micas y solventar temporalmente
el paro obrero local, el consistorio redujo a 1.000 los 1.500 quinta-
les demandados inicialmente. Para gestionarlo se nombrΓ³ una co-
misiΓ³n compuesta por Alfonso Herreros Barriga, Luis GΓ³mez GirΓ³n
y Francisco Olmedo que intervendrΓ­a en todas las operaciones de
prΓ©stamo en especie realizadas. Las primeras fueron a principios
de junio a peticiΓ³n de 17 cabezas de familia96. En total hubo 119
solicitudes que, atendiendo a las limitaciones consideradas, suma-
ξš„ξšƒξšξ˜ƒξš—ξšξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξšξšƒξšξš†ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯·ξ₯»ξ₯·ξ˜ƒξš“ξš—ξš‹ξšξš–ξšƒξšŽξš‡ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš–ξš”ξš‹ξš‰ξš‘ξŸ‘ξ˜ƒξšƒξš…ξš‘ξš”ξš†ξšžξšξš†ξš‘ξš•ξš‡ξ˜ƒξ§ξš‹ξšŒξšƒξš”ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš‘ξ˜ƒ
plazo de devoluciΓ³n hasta el 24 de septiembre de 193697. TambiΓ©n
ξ₯»ξ₯΄ξ¬˜ ACMAPA, IRA, Caja 2/1 (Albacete, 29/04/1936), ξ˜‡ξš‘ξšξ˜ƒξ˜ξš‘ξš•ξš±ξ˜ƒξ˜ξšƒξš”ξš–ξ›€ξšξš‡ξšœξ˜ƒξ˜„ξš…ξšƒξš…ξš‹ξš‘ξ˜ƒξš”ξš‡ξšξš‹ξš–ξš‡ξ˜ƒξš‡ξš•ξš…ξš”ξš‹ξš–ξš‘ξ˜ƒ
ξš†ξš‡ξ˜ƒξšƒξšŽξš‡ξš‰ξšƒξš…ξš‹ξš‘ξšξš‡ξš•ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš–ξš”ξšƒξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš‘ξš…ξš—ξš’ξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξ§”ξš‹ξšξš…ξšƒξ˜ƒξŸΌξ˜…ξš‡ξš”ξšξš‡ξšŒξš‘ξŸ½ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξš‘ξš–ξš”ξšƒξš•ξŸ€ξ˜ƒ[Signatura provisional].
ξ₯»ξ₯΅ξ¬˜ Sobre la peticiΓ³n del restablecimiento del Jurado Mixto del Trabajo Rural de Villarrobledo,
vΓ©ase AGGC: Caja 445, Exp. 124.
ξ₯»ξ₯Άξ¬˜ AMV: Libro de Actas de Sesiones del ayuntamiento, ξš•ξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‘ξš”ξš†ξš‹ξšξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξš†ξ›€ξšƒξ˜ƒξ₯Έξ₯Ήξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšƒξš„ξš”ξš‹ξšŽξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒ
ξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯Όξ˜ƒξš…ξš‡ξšŽξš‡ξš„ξš”ξšƒξš†ξšƒξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξ₯ΈξŸ€ξ˜ƒξ₯”ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš˜ξš‘ξš…ξšƒξš–ξš‘ξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξ₯Έξ₯»ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšƒξš„ξš”ξš‹ξšŽξŸ‘ξ˜ƒf. 43.
ξ₯»ξ₯·ξ¬˜ξ˜ƒξ˜Œξš„ξš‹ξš†ξš‡ξšξŸ‘ξ˜ƒf. 40.
ξ₯»ξ₯Έξ¬˜ AMV: Libro de Actas de Sesiones del ayuntamiento, ξš•ξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‘ξš”ξš†ξš‹ξšξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξš†ξ›€ξšƒξ˜ƒξ₯½ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšξšƒξš›ξš‘ξ˜ƒ
ξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯ΌξŸ‘ξ˜ƒf. 50–51.
ξ₯»ξ₯Ήξ¬˜ VΓ©ase AMV: Libro de Actas de Sesiones del Ayuntamiento, ξš•ξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‡ξššξš–ξš”ξšƒξš‘ξš”ξš†ξš‹ξšξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξš†ξ›€ξšƒξ˜ƒ
ξ₯Έξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŒξš—ξšξš‹ξš‘ξ˜ƒ ξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯ΌξŸ‘ξ˜ƒf. 74–75. VΓ©ase AMV: Libro de Actas de Sesiones del Ayuntamiento,
ξš•ξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‘ξš”ξš†ξš‹ξšξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξš†ξ›€ξšƒξ˜ƒξ₯Ίξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŒξš—ξšξš‹ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯ΌξŸ‘ξ˜ƒξš…ξš‡ξšŽξš‡ξš„ξš”ξšƒξš†ξš‘ξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξš†ξ›€ξšƒξ˜ƒξ₯Όξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξ₯ΈξŸ€ξ₯”ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš˜ξš‘ξš…ξšƒξš–ξš‘ξš”ξš‹ξšƒξŸ‘ξ˜ƒf. 79-80.
Finalmente, los labradores solicitaron una prΓ³rroga de un aΓ±o al consistorio para reintegrar
ξ˜„ξ˜ξŸ¦ξ˜…ξ˜„ξ˜–ξ˜Œξ˜—ξ˜ƒξ₯Έξ₯» β€’ PÁGS. 1-58 β€’ INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES Β«DON JUAN MANUELΒ» β€’ ALBACETE
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RubΓ©n HernΓ‘ndez Yunta
VILLARROBLEDO DURANTE LA PRIMAVERA DEL FRENTE POPULAR: UNA APROXIMACIÓN A TRAVÉS DE LAS ACTAS DE...
cabe reseΓ±ar el incremento salarial formulado por los guardias mu-
nicipales. Se propuso que tanto su jornal como el de los barrende-
ros subiera de 4 a 4,5 pesetas equiparΓ‘ndose al jornal medio de los
braceros locales98.
Los rumores de que se estaba fraguando un golpe de Estado
ξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš’ξš—ξš•ξš‹ξš‡ξš”ξšƒξ˜ƒξ§ξš‹ξšξ˜ƒξšƒξšŽξ˜ƒξš”ξš±ξš‰ξš‹ξšξš‡ξšξ˜ƒξš”ξš‡ξš’ξš—ξš„ξšŽξš‹ξš…ξšƒξšξš‘ξ˜ƒξš‡ξš•ξš–ξšƒξš„ξšƒξšξ˜ƒξšƒξšŽξ˜ƒξš‘ξš”ξš†ξš‡ξšξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξš†ξ›€ξšƒξŸ€ξ˜ƒξ˜ˆξšŽξ˜ƒ
asesinato de Calvo Sotelo o los registros domiciliarios en poblacio-
nes como Chinchilla o Pozo CaΓ±ada99 no hicieron sino acrecentar la
crispaciΓ³n y propagaciΓ³n de bulos. En este ambiente hay que situar la
multa de 500 pesetas impuesta al alcalde de Villarrobledo por dirigir-
se de forma Β«irrespetuosaΒ» al gobernador civil provincial100, al igual
que el descontento de algunos propietarios por las medidas del IRA y
que los gobiernos del Frente Popular del bienio precedente y militan-
tes locales de FE habrΓ­an decidido adherirse a la conjura organizada
por los lΓ­deres militares y algunos sectores de las fuerzas y cuerpos
de seguridad de la provincia. Una informaciΓ³n trasmitida oralmente
y que el imaginario colectivo acepta como verdadera. Sin embargo,
por el momento, no hay indicio alguno ni pruebas documentales que
corroboren una relaciΓ³n directa entre la reforma agraria y la impli-
caciΓ³n de la clase propietaria villarrobledense en la sublevaciΓ³n de
julio, salvo el caso de Francisco JimΓ©nez de CΓ³rdoba a quiΓ©n los cabe-
cillas de la rebeliΓ³n le ordenaron trasladarse a Villarrobledo con 50
guardias civiles y, apoyados por varias decenas de falangistas dirigi-
dos por el mΓ©dico JesΓΊs Ortiz SΓ‘nchez, declarase el estado de guerra,
detuviera a los principales dirigentes del Frente Popular y se hiciera
con las riendas del gobierno local (SepΓΊlveda, 2008). MΓ‘s allΓ‘ de los
testimonios orales y de la obra de ArrarΓ‘s (1939), lo cierto es que solo
hay dos documentos que atisban una supuesta conexiΓ³n entre la clase
propietaria de Villarrobledo y los lΓ­deres de la sublevaciΓ³n provincial
ξšƒξšξš–ξš‡ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξš‡ξš•ξš–ξšƒξšŽξšŽξš‹ξš†ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξš…ξš‘ξšξ§ξšŽξš‹ξš…ξš–ξš‘ξŸ€ξ˜ƒξ˜˜ξšξš‘ξ˜ƒξš‡ξš•ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξšƒξš†ξš˜ξš‡ξš”ξš–ξš‡ξšξš…ξš‹ξšƒξ˜ƒξš”ξš‡ξšξš‹ξš–ξš‹ξš†ξšƒξ˜ƒξš’ξš‘ξš”ξ˜ƒ
el prΓ©stamo. VΓ©ase AMV: Libro de Actas de Sesiones del Ayuntamiento, ξš•ξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‘ξš”ξš†ξš‹ξšξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒ
ξš†ξ›€ξšƒξ˜ƒξ₯·ξ₯Άξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš•ξš‡ξš’ξš–ξš‹ξš‡ξšξš„ξš”ξš‡ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯Όξ˜ƒξš…ξš‡ξšŽξš‡ξš„ξš”ξšƒξš†ξšƒξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξš†ξ›€ξšƒξ˜ƒξ₯·ξ₯Έξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξš•ξš‡ξš‰ξš—ξšξš†ξšƒξ˜ƒξš…ξš‘ξšξš˜ξš‘ξš…ξšƒξš–ξš‘ξš”ξš‹ξšƒξŸ‘ξ˜ƒf. 25.
ξ₯»ξ₯Ίξ¬˜ AMV: Libro de Actas de Sesiones del ayuntamiento, ξš•ξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‘ξš”ξš†ξš‹ξšξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξš†ξ›€ξšƒξ˜ƒξ₯Έξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšƒξš„ξš”ξš‹ξšŽξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒ
ξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯ΌξŸ‘ξ˜ƒf. 25-26.
ξ₯»ξ₯»ξ¬˜ξ˜ƒξ˜‡ξš‡ξšˆξš‡ξšξš•ξš‘ξš”ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜„ξšŽξš„ξšƒξš…ξš‡ξš–ξš‡ξŸ‘ξ˜ƒde 17 de julio de 1936, 1. Β«Gobierno civil. Hallazgo de armas y
municiones en Chinchilla y Pozo CaΓ±adaΒ».
ξ₯³ξ₯²ξ₯²ξ¬˜ξ˜ƒξ˜‡ξš‡ξšˆξš‡ξšξš•ξš‘ξš”ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜„ξšŽξš„ξšƒξš…ξš‡ξš–ξš‡ξŸ‘ξ˜ƒde 16 de julio de 1936, 1. Β«Gobierno civil. Multa de 500 pesetas al
alcalde de VillarrobledoΒ».
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el inspector de la Guardia Municipal de Villarrobledo al consistorio,
con fecha de 2 de abril de 1936, narrando que varios Β«elementosΒ»
ξš‡ξš•ξš–ξš—ξš˜ξš‹ξš‡ξš”ξš‘ξšξ˜ƒξš…ξš‡ξšŽξš‡ξš„ξš”ξšƒξšξš†ξš‘ξ˜ƒξŸΌξš”ξš‡ξš—ξšξš‹ξš‘ξšξš‡ξš•ξŸ½ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš†ξš—ξš†ξš‘ξš•ξšƒξ˜ƒξš•ξš‹ξš‰ξšξš‹ξ§ξš‹ξš…ξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš’ξš‘ξšŽξ›€ξš–ξš‹ξš…ξšƒξ˜ƒ
en las que habrΓ­an estado involucrados grandes tenedores de tierras
de la localidad101. El segundo es la supuesta denuncia trasladada por
Pedro Arenas Castellanos -presidente de las Juventudes Socialistas
de Villarrobledo102- al alcalde, Antonio Berruga GonzΓ‘lez seΓ±alando
que el 20 de abril de 1936 varios vecinos mantuvieron una conver-
saciΓ³n de carΓ‘cter subversivo, comunicaciΓ³n constatable en el expe-
diente judicial del informante en el Archivo General e HistΓ³rico de la
Defensa, por lo que ha de ser tomada con cautela por tratarse de un
proceso judicial sin garantΓ­as donde la culpabilidad o responsabilidad
inherente al acusado se considera implΓ­cita por el simple hecho de ser
denunciado. Concretamente, la nota apuntaba:
AzaΓ±a y todo el Gobierno republicano son una camarilla de
bandidos cobardes y criminales encubiertos que estΓ‘n arruinando
a EspaΓ±a. Que el Gobernador de la provincia y el alcalde de esta
ciudad son unos inmorales ladrones, que estΓ‘n saqueando las
arcas y viviendo a costa de la miseria del pueblo, que son unos
cobardes que sabiendo claramente que pertenecen a Falange
EspaΓ±ola no se atreven a detenerles ni mirarlos a la cara, porque
sabe el alcalde y los gestores del ayuntamiento que los tenemos
sentenciados a muerte. La prueba mΓ‘s cierta de que nos tienen
miedo es que tanto el alcalde como la policΓ­a saben que el
ξ§ξš‹ξšξšƒξšξš…ξš‹ξšƒξš†ξš‘ξš”ξ˜ƒ ξš†ξš‡ξ˜ƒ ξ˜‰ξšƒξšŽξšƒξšξš‰ξš‡ξ˜ƒ ξš•ξš‘ξšξ˜ƒ ξš‡ξšŽξ˜ƒ ξš‰ξš‡ξšξš‡ξš”ξšƒξšŽξ˜ƒ ξš”ξš‡ξš–ξš‹ξš”ξšƒξš†ξš‘ξ˜ƒ ξ˜„ξš—ξš‰ξš—ξš•ξš–ξš‘ξ˜ƒ ξ˜•ξš‡ξš•ξš‹ξšξš‘ξŸ‘ξ˜ƒ
Francisco JimΓ©nez de CΓ³rdoba y Baldomero FernΓ‘ndez Nieto. […]
Como esto es un caso de amenaza inminente para la ciudad de
Villarrobledo y un insulto soez para la RepΓΊblica y sus hombres
mΓ‘s representativos, lo ponemos en conocimiento de su autoridad
para que obre en consecuencia103.
ξ₯³ξ₯²ξ₯³ξ¬˜ AMV: Libro de Actas de Sesiones del Ayuntamiento, ξš•ξš‡ξš•ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‘ξš”ξš†ξš‹ξšξšƒξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξ₯Έξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšƒξš„ξš”ξš‹ξšŽξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒ
ξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯ΌξŸ‘ξ˜ƒf. 26.
ξ₯³ξ₯²ξ₯΄ξ¬˜ Carta con fecha de 30 de abril de 1936 dirigida por Pedro Arenas Castellanos a
la Ejecutiva del PSOE en Madrid solicitando que se designe un representante de su
ξš‘ξš”ξš‰ξšƒξšξš‹ξšœξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒ ξš’ξšƒξš”ξšƒξ˜ƒ ξš…ξš‡ξšŽξš‡ξš„ξš”ξšƒξš”ξ˜ƒ ξš‡ξšŽξ˜ƒ ξ₯³ξ₯‘ξ˜ƒ ξš†ξš‡ξ˜ƒ ξšξšƒξš›ξš‘ξŸ‘ξ˜ƒ ξ§ξš‹ξš”ξšξšƒξ˜ƒ ξš…ξš‘ξšξš‘ξ˜ƒ ξš’ξš”ξš‡ξš•ξš‹ξš†ξš‡ξšξš–ξš‡ξ˜ƒ ξš†ξš‡ξ˜ƒ ξšŽξšƒξš•ξ˜ƒ ξ˜ξš—ξš˜ξš‡ξšξš–ξš—ξš†ξš‡ξš•ξ˜ƒ
Socialistas de Villarrobledo. AFPI, Archivo HistΓ³rico, Leg. 6, Exp. 2, f. 6.
ξ₯³ξ₯²ξ₯΅ξ¬˜ VΓ©ase el expediente judicial incoado en julio de 1939 contra Pedro Arenas Castellanos
en el Archivo General e HistΓ³rico de la Defensa, Caja 14784, Exp. 12.
ξ˜„ξ˜ξŸ¦ξ˜…ξ˜„ξ˜–ξ˜Œξ˜—ξ˜ƒξ₯Έξ₯» β€’ PÁGS. 1-58 β€’ INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES Β«DON JUAN MANUELΒ» β€’ ALBACETE
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RubΓ©n HernΓ‘ndez Yunta
VILLARROBLEDO DURANTE LA PRIMAVERA DEL FRENTE POPULAR: UNA APROXIMACIÓN A TRAVÉS DE LAS ACTAS DE...
Por ΓΊltimo, en esta misma lΓ­nea, cabe destacar el proceso ju-
dicial seguido en el Tribunal Popular de Albacete contra varios ve-
cinos de Villarrobledo acusΓ‘ndoles de delito de rebeliΓ³n por parti-
cipar en la sublevaciΓ³n militar local entre el 18-25 de julio de 1936.
Entre los procesados se encontraba el abogado, propietario y expre-
sidente de la DiputaciΓ³n provincial de Albacete, Francisco JimΓ©nez
ξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜†ξ›—ξš”ξš†ξš‘ξš„ξšƒξŸ‘ξ˜ƒξšƒξ˜ƒξš“ξš—ξš‹ξš±ξšξ˜ƒξš•ξš‡ξ˜ƒξšŽξš‡ξ˜ƒξš”ξš‡ξš•ξš’ξš‘ξšξš•ξšƒξš„ξš‹ξšŽξš‹ξšœξ›—ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ§ξš‹ξšξšƒξšξš…ξš‹ξšƒξš”ξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξšξš‘ξš˜ξš‹ξšξš‹ξš‡ξšξš–ξš‘ξ˜ƒ
insurreccional contra el rΓ©gimen republicano en la localidad. En su
defensa, alegΓ³ que, en realidad, se trasladΓ³ a Villarrobledo no para
declarar el estado de guerra y secundar la sublevaciΓ³n, sino para
donar 200.000 pesetas104 a las principales organizaciones obreras
para que se dotaran de pertrechos, declarasen la huelga general e
hiciesen frente a la amenaza de los militares. MuriΓ³ fusilado el 4 de
enero de 1937 en Albacete mientras cumplΓ­a sentencia de 30 aΓ±os
de reclusiΓ³n por un delito de rebeliΓ³n militar.
ξ₯·ξŸ€ξ˜ƒξ˜†ξ˜’ξ˜‘ξ˜†ξ˜ξ˜˜ξ˜–ξ˜Œξ˜’ξ˜‘ξ˜ˆξ˜–
La realidad sociopolΓ­tica de Villarrobledo en la primavera de
1936 se inserta en un contexto complicado. La ξŸΌξš”ξš‡ξš˜ξš‘ξšŽξš—ξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξš•ξ˜ƒ
ξš‡ξššξš’ξš‡ξš…ξš–ξšƒξš–ξš‹ξš˜ξšƒξš•ξŸ½ tras la proclamaciΓ³n de la II RepΓΊblica mostrΓ³ a las
diferentes administraciones que las reformas socioeconΓ³micas que
exigΓ­a la sociedad espaΓ±ola no eran aplicables a corto plazo. Por ello,
las esperanzas se convirtieron rΓ‘pidamente en desilusiones y frus-
ξš–ξš”ξšƒξš…ξš‹ξš‘ξšξš‡ξš•ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξš„ξš”ξšƒξš”ξš‘ξšξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš…ξš‘ξšξ§ξš‹ξšƒξšξšœξšƒξ˜ƒξš‡ξšξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš‰ξš‘ξš„ξš‹ξš‡ξš”ξšξš‘ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξšξš‘ξš…ξš”ξšžξš–ξš‹-
cos. En Villarrobledo predominaba el latifundio, lo que incentivaba
un reparto desigual de tierras, la gran mayorΓ­a en manos de unos
pocos propietarios. La incapacidad o lentitud con la que se abor-
daron las reformas, en especial la agraria, quebraron las relaciones
ξš•ξš‘ξš…ξš‹ξšƒξšŽξš‡ξš•ξ˜ƒξš‹ξšξš’ξš‡ξš”ξšƒξšξš–ξš‡ξš•ξŸ‘ξ˜ƒξš•ξš—ξš”ξš‰ξš‹ξš‡ξšξš†ξš‘ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξ§ξšŽξš‹ξš…ξš–ξš‘ξš•ξ˜ƒξš‡ξšξš–ξš”ξš‡ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš‰ξš”ξšƒξšξš†ξš‡ξš•ξ˜ƒξš’ξš”ξš‘ξš’ξš‹ξš‡-
tarios -que veΓ­an peligrar sus intereses socioeconΓ³micos- y los cam-
pesinos sin tierras -que apostaron por organizarse-. En Villarroble-
do un segmento del campesinado optΓ³ por la vΓ­a revolucionaria que
predicaba la corriente mΓ‘s extremista del PSOE apoyΓ‘ndose en las
ξš†ξš‹ξ§ξš‹ξš…ξš—ξšŽξš–ξšƒξš†ξš‡ξš•ξ˜ƒξš•ξš‘ξš…ξš‹ξš‘ξš‡ξš…ξš‘ξšξ›—ξšξš‹ξš…ξšƒξš•ξ˜ƒ ξš›ξ˜ƒ ξš…ξš‘ξšξ§ξšŽξš‹ξš…ξš–ξš‘ξš•ξ˜ƒ ξš’ξš‘ξšŽξ›€ξš–ξš‹ξš…ξš‘ξš•ξ˜ƒξšŽξš‘ξš…ξšƒξšŽξš‡ξš•ξ˜ƒ ξš˜ξš‹ξš˜ξš‹ξš†ξš‘ξš•ξ˜ƒ
ξ₯³ξ₯²ξ₯Άξ¬˜ AHPA, Tribunal Popular, Caja 18901 Exp. 6.
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durante la II RepΓΊblica que paralizaron sobremanera las reformas
ξš›ξ˜ƒξš’ξš”ξš‘ξš›ξš‡ξš…ξš–ξš‘ξš•ξ˜ƒξš’ξ›―ξš„ξšŽξš‹ξš…ξš‘ξš•ξ˜ƒξš’ξšƒξš”ξšƒξ˜ƒξšƒξš–ξšƒξšŒξšƒξš”ξ˜ƒξš‡ξšŽξ˜ƒξš†ξš‡ξš•ξš‡ξšξš’ξšŽξš‡ξš‘ξŸ€ξ˜ƒξ˜‹ξš—ξš„ξš‘ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξ§ξšŽξš‹ξš…ξš–ξš‘ξš•ξ˜ƒξš•ξš‘-
ciolaborales de gran calado, como las huelgas de 1932 y 1933 que
desembocaron en los sucesos revolucionarios de octubre de 1934.
A ello cabe sumar la victoria del Frente Popular en las elecciones de
febrero de 1936 que pudieron fomentar un espΓ­ritu nacional de Β«re-
vanchaΒ» contra las polΓ­ticas del bienio anterior pero que, al menos
en la provincia de Albacete, el trasvase de poderes al Frente Popular
no supuso una aplicaciΓ³n inmediata de reformas. En Villarrobledo,
la escasez de recursos del ayuntamiento imposibilitΓ³ afrontar la ma-
yorΓ­a de las polΓ­ticas sociales y educativas que el consistorio pre-
tendΓ­a abordar. La adopciΓ³n de impuestos extraordinarios fue insu-
ξ§ξš‹ξš…ξš‹ξš‡ξšξš–ξš‡ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš…ξš‘ξš”ξš’ξš‘ξš”ξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξšŠξš—ξš„ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš”ξš‡ξš…ξš—ξš”ξš”ξš‹ξš”ξ˜ƒξšƒξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξ§ξš‹ξšξšƒξšξš…ξš‹ξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš‡ξš•ξš–ξšƒξš–ξšƒξšŽξ˜ƒ
cuando fue posible y renunciar a las reformas menos apremiantes.
En cuanto a la reforma agraria, los trabajos de la Junta Provincial
demuestran que se intentΓ³ abordar el problema de la desigual dis-
tribuciΓ³n de la tierra, pero las medidas para solventarlo y los recur-
sos para aplicarlas superaban con creces los recursos del IRA, orga-
ξšξš‹ξš•ξšξš‘ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξ˜ƒξš‡ξššξš‹ξš‰ξš—ξš‘ξ˜ƒξš’ξš”ξš‡ξš•ξš—ξš’ξš—ξš‡ξš•ξš–ξš‘ξ˜ƒξšƒξšŽξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš•ξš‡ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξ§ξš‹ξšƒξš”ξš‘ξšξ˜ƒξšƒξš–ξš”ξš‹ξš„ξš—ξš…ξš‹ξš‘ξšξš‡ξš•ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒ
sobrepasaban sus posibilidades. Tampoco hemos hallado pruebas
ξš…ξš‘ξšξš…ξšŽξš—ξš›ξš‡ξšξš–ξš‡ξš•ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš…ξš‘ξšξ§ξš‹ξš”ξšξš‡ξšξ˜ƒξš’ξšƒξš”ξšƒξ˜ƒξ˜™ξš‹ξšŽξšŽξšƒξš”ξš”ξš‘ξš„ξšŽξš‡ξš†ξš‘ξ˜ƒξš“ξš—ξš‡ξ˜ƒξš†ξš—ξš”ξšƒξšξš–ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξš’ξš”ξš‹-
ξšξšƒξš˜ξš‡ξš”ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξ˜‰ξš”ξš‡ξšξš–ξš‡ξ˜ƒξ˜“ξš‘ξš’ξš—ξšŽξšƒξš”ξ˜ƒξš•ξš‡ξ˜ƒξš˜ξš‹ξš˜ξš‹ξš‡ξš”ξšƒξ˜ƒξš—ξšξšƒξ˜ƒξš‡ξššξš’ξš‡ξš”ξš‹ξš‡ξšξš…ξš‹ξšƒξ˜ƒξš…ξš‘ξšξ§ξšŽξš‹ξš…ξš–ξš‹ξš˜ξšƒξ˜ƒξš…ξš‘ξšξ˜ƒ
altas cotas de violencia polΓ­tica. MΓ‘s bien sucediΓ³ lo contrario. Fue
una etapa caracterizada por una notable tranquilidad y por episo-
dios de escasa o nula confrontaciΓ³n que permitieron a las autorida-
des locales desempeΓ±ar sus funciones municipales con normalidad.
A la par, se registrΓ³ un alto grado de reclamaciones y peticiones en
materia sociolaboral, impulsadas principalmente por la izquierda
obrera siguiendo los cauces burocrΓ‘ticos reglamentarios y legales.
Por ΓΊltimo, en el estado actual de nuestros conocimientos, no he-
mos encontrado fuentes sΓ³lidas que demuestren con el debido rigor
ξš…ξš‹ξš‡ξšξš–ξ›€ξ§ξš‹ξš…ξš‘ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒ ξš‡ξššξš‹ξš•ξš–ξš‡ξšξš…ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξš—ξšξšƒξ˜ƒξš”ξš‡ξšŽξšƒξš…ξš‹ξ›—ξšξ˜ƒξš†ξš‹ξš”ξš‡ξš…ξš–ξšƒξ˜ƒξš‡ξšξš–ξš”ξš‡ξ˜ƒξšŽξš‘ξš•ξ˜ƒξš‹ξšξš–ξš‡ξš”ξš‡ξš•ξš‡ξš•ξ˜ƒ
socioeconΓ³micos de la clase propietaria de Villarrobledo afectada
por la Ley de Reforma Agraria y su apoyo a la sublevaciΓ³n militar.
ξ˜„ξ˜ξŸ¦ξ˜…ξ˜„ξ˜–ξ˜Œξ˜—ξ˜ƒξ₯Έξ₯» β€’ PÁGS. 1-58 β€’ INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES Β«DON JUAN MANUELΒ» β€’ ALBACETE
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RubΓ©n HernΓ‘ndez Yunta
VILLARROBLEDO DURANTE LA PRIMAVERA DEL FRENTE POPULAR: UNA APROXIMACIÓN A TRAVÉS DE LAS ACTAS DE...
ξ˜•ξ˜ˆξ˜‰ξ˜ˆξ˜•ξ˜ˆξ˜‘ξ˜†ξ˜Œξ˜„ξ˜–ξ˜ƒξ˜…ξ˜Œξ˜…ξ˜ξ˜Œξ˜’ξ˜Šξ˜•ξ˜Ÿξ˜‰ξ˜Œξ˜†ξ˜„ξ˜–
ξ˜„ξš”ξš…ξšŠξš‹ξš˜ξš‘ξš•ξ˜ƒξš‡ξ˜ƒξš‹ξšξš•ξš–ξš‹ξš–ξš—ξš…ξš‹ξš‘ξšξš‡ξš•ξ˜ƒξš’ξ›―ξš„ξšŽξš‹ξš…ξšƒξš•
β€’ Archivo Central del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimen-
taciΓ³n (ACMAPA).
β€’ Archivo de la FundaciΓ³n Pablo Iglesias (AFPI).
β€’ Archivo General de la AdministraciΓ³n (AGA)
β€’ Archivo General de la Guerra Civil (AGGC)
β€’ Archivo General e HistΓ³rico de la Defensa.
β€’ Archivo HistΓ³rico Provincial de Albacete (AHPA).
β€’ Archivo Municipal de Albacete (AMA)
β€’ Archivo Municipal de Villarrobledo (AMV).
β€’ Hemeroteca Municipal de Madrid.
β€’
ξ˜‰ξš—ξš‡ξšξš–ξš‡ξš•ξ˜ƒξšŠξš‡ξšξš‡ξš”ξš‘ξš‰ξš”ξšžξ§ξš‹ξš…ξšƒξš•ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξš’ξš—ξš„ξšŽξš‹ξš…ξšƒξš…ξš‹ξš‘ξšξš‡ξš•ξ˜ƒξš‘ξ§ξš‹ξš…ξš‹ξšƒξšŽξš‡ξš•
β€’ ξ˜…ξš‘ξšŽξš‡ξš–ξ›€ξšξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξ˜Œξšξš•ξš–ξš‹ξš–ξš—ξš–ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜•ξš‡ξšˆξš‘ξš”ξšξšƒξ˜ƒξ˜„ξš‰ξš”ξšƒξš”ξš‹ξšƒ
β€’ ξ˜…ξš‘ξšŽξš‡ξš–ξ›€ξšξ˜ƒξ˜’ξ§”ξš‹ξš…ξš‹ξšƒξšŽξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξ˜“ξš”ξš‘ξš˜ξš‹ξšξš…ξš‹ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜„ξšŽξš„ξšƒξš…ξš‡ξš–ξš‡
β€’ ξ˜‡ξš‡ξšˆξš‡ξšξš•ξš‘ξš”ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜„ξšŽξš„ξšƒξš…ξš‡ξš–ξš‡
β€’ ξ˜ˆξšŽξ˜ƒξ˜‡ξš‡ξšξ›—ξš…ξš”ξšƒξš–ξšƒ
β€’ ξ˜ˆξšŽξ˜ƒξ˜‡ξš‹ξšƒξš”ξš‹ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜„ξšŽξš„ξšƒξš…ξš‡ξš–ξš‡
β€’ ξ˜ˆξšŽξ˜ƒξ˜ˆξš…ξš‘ξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜™ξš‹ξšŽξšŽξšƒξš”ξš”ξš‘ξš„ξšŽξš‡ξš†ξš‘
β€’ ξ˜Šξšƒξš…ξš‡ξš–ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜ξšƒξš†ξš”ξš‹ξš†
β€’ ξ˜•ξš‡ξš’ξ›―ξš„ξšŽξš‹ξš…ξšƒ
β€’ ξ˜ˆξšŽξ˜ƒξ˜–ξš‘ξš…ξš‹ξšƒξšŽξš‹ξš•ξš–ξšƒ
β€’ ξ˜™ξšƒξšξš‰ξš—ξšƒξš”ξš†ξš‹ξšƒξ˜ƒ
ξ˜‰ξš—ξš‡ξšξš–ξš‡ξš•ξ˜ƒξš•ξš‡ξš…ξš—ξšξš†ξšƒξš”ξš‹ξšƒξš•
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ξš‡ξšξ˜ƒξšŽξšƒξš•ξ˜ƒξš‡ξšŽξš‡ξš…ξš…ξš‹ξš‘ξšξš‡ξš•ξ˜ƒξš†ξš‡ξšŽξ˜ƒξ˜‰ξš”ξš‡ξšξš–ξš‡ξ˜ƒξ˜“ξš‘ξš’ξš—ξšŽξšƒξš”ξŸ€ξ˜ƒEspasa.
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ξš‹ξšξš’ξš‘ξš”ξš–ξšƒξšξš…ξš‹ξšƒξŸ€ξ˜ƒξ˜’ξš”ξš‹ξš‰ξš‡ξšξŸ€ξ˜ƒξ˜†ξš‘ξšξš•ξš‡ξš…ξš—ξš‡ξšξš…ξš‹ξšƒξš•ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξš•ξš‘ξšŽξš—ξš…ξš‹ξ›—ξšξŸ‘ξ˜ƒAriel.
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ξš‡ξšξ˜ƒξšŽξšƒξ˜ƒξ˜Šξš—ξš‡ξš”ξš”ξšƒξ˜ƒξ˜†ξš‹ξš˜ξš‹ξšŽξŸ€ξ˜ƒEsfera de los Libros.
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PΓ‘gina 57
RubΓ©n HernΓ‘ndez Yunta
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ξ₯·ξ₯Ώξ₯Ήξ₯Όξ ŒξŸ€ξ˜ƒTesis doctoral. UCLM.
PΓ‘gina 58
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Popular en Albacete.ξ˜ƒξ˜“ξšƒξš•ξšƒξš†ξš‘ξ˜ƒξš›ξ˜ƒξšξš‡ξšξš‘ξš”ξš‹ξšƒξŸ€ξ˜ƒξ˜•ξš‡ξš˜ξš‹ξš•ξš–ξšƒξ˜ƒξš†ξš‡ξ˜ƒξ˜‹ξš‹ξš•ξš–ξš‘ξš”ξš‹ξšƒξ˜ƒ
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