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Graciano Jiménez Moreno
DOÑA FRANCISCA RAMÍREZ DE ARELLANO (1733-1808), UNA MUJER MUNERENSE EN LA ÉLITE SOCIAL CHINCHILLANA
San Fulgencio de Murcia y siguió después la carrera de Jurispruden-
cia, siendo condiscípulo de don José Moñino, luego conde de Flori-
dablanca, con quien le unió durante toda la vida una estrecha amis-
tad y bajo cuyo gobierno llegó a ser nombrado miembro del Consejo
19 Alonso Cano Manuel,
otro miembro de la familia, tío abuelo de don Vicente Isidoro, fue
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El matrimonio se celebró el 24 de octubre de 1757 en Mu-
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de la villa, con la debida licencia parroquial. La ceremonia de ve-
lación de los contrayentes no tuvo lugar ese mismo día como era
lo habitual, sino pocos meses después, el 6 de febrero de 1758, en
licencia expresa del entonces cura propio de Munera don Juan Bap-
22 A continuación, se recoge la transcripción del acta
parroquial del matrimonio de doña Francisca Ramírez de Arellano
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Como miembro del Consejo de Castilla consta, precisamente, en las actas parroquiales
de defunción y de honras de Antonio Cano Manuel (APCH, sign. CHI 069, f. 105r, 105v) y
en el testamento de doña Francisca Ramírez de Arellano, AHPAB; sign. 3885, f. 13v. Se hace
necesaria una aclaración con respecto a la fecha de defunción de don Antonio. Su falleci-
miento tuvo lugar en la tarde del día 23 de agosto de 1798, fecha distinta a la señalada por
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da acta parroquial de enterramiento.
En las actas de bautismo de dos tías de don Vicente, Catalina e Isabel (APCH, sign. CHI
005, ff. 8, 32), se indica el cargo de don Alonso Cano Manuel, compadre de las bautizadas,
Acta parroquial del matrimonio de don Vicente Isidoro Cano Manuel con doña Francisca
Ramírez de Arellano, AHDAB, sign. MUN 20, ff. 100r-100v.
Consta en el margen del acta parroquial de su matrimonio (AHDAB, sign. MUN 20, f.
100v).
Con el objeto de facilitar la lectura de las transcripciones que se incluyen en este trabajo
y, al mismo tiempo, mantener algunas características propias de los textos originales, se
considera oportuno. Especialmente, las abreviaturas se han desarrollado o adaptado a la
forma autorizada actualmente por la R.A.E., como es el caso de las que corresponden a don
y señor. Asimismo, se ha regularizado el empleo de las mayúsculas y minúsculas y de los
signos de acentuación e incluido algunos signos de puntuación.