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Nº 19 | DICIEMBRE 2025 | SABUCO | In memoriam
Ana María Molina Casanova
José Ángel Gómez, quien fuera doctorando suyo “Admiraba oírlo hablar.
Su tranquilidad al hacerlo ante un auditorio. Sin textos apoyando, con esa
despreocupación y desparpajo, carente de pose, que era única. Hablaba el
lenguaje de la inteligencia. Casi de la sabiduría”.
En aquella Universidad joven que se estaba gestando, y que va a cumplir
40 años el próximo 2026, Laureano participó de forma notable en sus ini-
cios, y continuó haciéndolo a lo largo de su desarrollo, ocupando puestos
de responsabilidad a todos los niveles. Y esta actuación le honra, porque
la gestión tiene mucho de generosidad y de trabajo por y para los demás.
Quiero destacar aquí su labor en el Vicerrectorado de Investigación como
primer responsable, tras la creación de la Universidad y la aprobación de
sus Estatutos, de todas las actuaciones relacionadas con la Investigación y
Desarrollo (I+D). Como nos relata José Ángel Sánchez, compañero suyo en
aquellos años, ” por aquel entonces Laureano gobernada la Barataria inves-
tigadora donde todo estaba por hacer, sin doctores propios y con noveles pro-
fesores de magro currículum que venían a hacer, y hacernos, las Américas”,
Pasaría por muchos cargos previos hasta llegar a la dirección del Depar-
tamento de Ciencia y Tecnología Agroforestal y Genética, en donde se ma-
nejó como pez en el agua. Me viene a la memoria su habilidad para mantener
equilibrios entre las áreas de conocimiento, tan dispares entre sí, y con inte-
reses distintos, y opuestos en ocasiones. Porque Laureano tenía una capa-
cidad innata para simplificar y resolver conflictos, y una visión tan integral
de las situaciones, que hacía que todo fuera sencillo. Cosa que no es tan
fácil, ya que ahora tengo yo esa función y sé lo difícil que puede resultar. Sin
embargo, él, con una simple cartulina en la mano, podía desarrollar con la
mayor facilidad del mundo, todo un Consejo de Departamento, y eso que en
aquellos años eran largos y complejos. Yo, al igual que recuerda José Ángel
Gómez, y muchos otros discípulos y compañeros suyos “Admiraba su capa-
cidad de sintetizar una nube farragosa de datos inconexos en una idea clara
y precisa que daba sentido y dirigía en adelante el resto del debate. Lo hacía
como si no le costase trabajo, de un vistazo rápido”.
Además de excelente gestor Laureano fue un visionario. Inteligente
como era, participó en la creación de dos institutos de investigación de la
UCLM, que se han convertido en piezas fundamentales de su avance cien-
tífico. Me estoy refiriendo al Instituto de Desarrollo Regional (IDR), del que
fue su primer director, y que se dedica básicamente a la investigación en
áreas clave para la región. A él se incorporó Laureano al mismo tiempo,
como responsable de la sección de Recursos Cinegéticos y Ganaderos, pio-
nera en la investigación sobre Biología y Producción de Cérvidos, aportan-
do conocimiento científico a un sector, el cinegético, muy importante en
Castilla-La Mancha, y en el que se han conseguido logros destacables, como
fue la creación de una granja cinegética experimental, reconocida interna-
cionalmente.