El Castillo de Almansa se emplaza en la cumbre de un cerro que aflora en el centro de la llanura del Corredor hacia Levante. Se ubica en el punto donde conecta con el valle de Ayora, situación que genera múltiples lagunas estacionales.
La fortaleza controla el tránsito por todo el territorio, cruzado por caminos, veredas y cañadas reales, que han puesto en contacto a través del Puerto de Almansa y el paso de La Encina las tierras de Levante de Alicante y Valencia con el interior de la Meseta.Según el estudio de la fortaleza almanseña realizado por el profesor de Historia y arqueólogo almanseño, José Luis Simón y que se plasma en la reciente publicación Castillos y Torres de Albacete (Instituto de Estudios Albacetenses Don Juan Manuel 2012) «el actual edificio es el resultado de procesos de construcción, remodelación, expolio, derribos, voladuras y restauraciones, llevadas a cabo a lo largo de más de ocho siglos. Salvo en algunos elementos, la actual fortificación es esencialmente el castillo remodelado por Don Juan Pacheco en el siglo XV, obras que camuflan o suprimen las realizadas con anterioridad, ya sean almohades o durante la perduración del señorío de la estirpe de los Manuel».