La Asociación de Amigos de la Historia inauguró en el Museo de Albacete su ciclo de conferencias Albacete, llanura abierta, con una charla de Antonio Caulín sobre el Teatro Circo y su historia.
Antonio Caulín comentó a La Tribuna de Albacete que «el Teatro Circo es importante porque Albacete ha tenido una tradición cultural teatral y circense y una de las razones es que estamos entre el Centro y Levante y una manera de ensayar para las compañías era parar en Albacete y eso nos ha permitido que tengamos aquí a grandes figuras de la vida escénica».
Además de este aspecto geográfico, Caulín remarcaba la importancia de la Feria, «que tenía un componente cultural, porque cuando se cerraban las transacciones, había que descansar y los comerciantes acudían a representaciones teatrales o circenses y ahí está la demanda de un teatro con esa doble capacidad escénica para espectáculos circenses».
Recordó que en octubre de 1886 se constituye una sociedad promotora porque «la actividad teatral dimana de una acción privada y esto es importante ya que un grupo de empresarios observó que si construían un teatro podían obtener una rentabilidad económica y la sociedad promotora del Teatro Circo, construyó ese teatro, en el centro, rápidamente, para obtener un beneficio».
Concretó que ponente que se utilizaron las técnicas constructivas más avanzadas del momento, "con una decoración historicista y en Albacete, igual que en España, vamos a recoger la tradición de nuestro arte árabe, y lo observamos en los capiteles de las columnas que imitan la Sala del Tribunal de la Alhambra, también se ve en los falsos arcos y en la decoración, a manera de friso corrido, donde aparece la ionscripción nazarí: no hay más vencedor que Dios".
Recordó que es en 1919 "cuando se inaugura la temporada con una reforma que conlleva en gran parte una desaparición de la decoración neoárabe y una apuesta por otra, al modo italiano, por lo que todo el techo se tapa, que es como lo hemos conocido hasta que se cerró en 1985 y esta reforma implicaba otras mejoras y perdió sus características para espectáculos circenses".
CINE. Recordó Antonio Caulín de, a partir de 1966 aproximadamente, "la empresa esporádicamente permite representaciones teatrales o musicales y se orienta al cine, hasta que cierra en 1985".
Repasó Caulín las distintas fachadas que ha tenido el Teatro Circo y reconocía que le gusta la actual, así como el conjunto del edificio, "pero hubo otra que fue la que se construyó en 1924, que duró hasta 1941, que es bellísima, aunque las bombas, en la Guerra Civil, acabaron con ella". Remarcó que, como albacetense y como historiador, el Teatro Circo "merece la declaración de Bien de Interés Cultural, y tiene dos características fundamentales para la declaración, la decoración neoárabe, y la arquitectura en hierro, peculiar y que obedece a las ideas avanzadas que defendió, entre otros, nuestro compatriota Francisco Jareño", y remarcó que "los albacetenses están completamente identificados con su Teatro Circo, y forma parte, como la Feria, de nuestra idiosincrasia, de lo que es ser de Albacete y es bueno que se conozca el Teatro"
