Los nombres de los parajes, ciudades, pueblos, ríos, etc. no son sólo nombres, sino también signos de identificación e identidad. Cada uno tiene un origen, una etimología, una motivación, un significado. En ellos encontramos el rastro de otros pueblos, hoy desaparecidos, de los usos que dieron a esos lugares, de la manera de ver el mundo y de vivir, de la vegetación o plantas que crecían, del vínculo afectivo entre sociedades humanas y la naturaleza, etc. Tienen un valor cultural, tanto como parte de nuestro léxico como por la información añadida que nos pueden aportar. Así cada nombre tiene un significado, aunque a menudo lo desconocemos, ya que, en muchos casos, su origen se remonta a lenguas ancestrales, actualmente en desuso o desaparecidas. La toponimia se encarga de descifrarnos todos estos secretos. Y además la toponimia es patrimonio inmaterial de la humanidad desde 2015 que hemos de preservar y cuidar.
Por ello hemos de recoger los nombres de lugar o topónimos de viva voz de nuestros padres y madres, situarlos en un mapa y estudiarlos diacrónicamente a través de la documentación de nuestros archivos: un trabajo arduo pero reconfortante por los descubrimientos de todo tipo que haremos.
Inscripción gratuita (del 2 al 12 de abril del 2024). Para la asistencia presencial (aforo máximo 30 personas) será necesaria la remisión de un correo a la dirección programasculturales@iealbacetenses.com con los datos personales (nombre, apellidos, teléfono y correo electrónico).